"Histórico" acuerdo reduce jornada laboral en FNC
Fábrica Nacionales de Cerveza acordó con el sindicato de la bebida la reducción de la jornada laboral a seis horas, sin pérdida salarial. "Este sindicato ha logrado muchísimas cosas porque tiene un fundamento muy sostenido desde el punto de vista técnico en la presentación de los temas", dijo el dirigente Richard Read. En tal sentido destacó que el convenio es favorable para ambas partes y señaló la apertura de la empresa multinacional a discutir el tema. "El problema de los empresarios nacionales es que la relación con el sindicato está mucho más ideologizada, entonces las controversias son más de orden ideológico que de orden práctico", opinó.
(Emitido a las 7.39)
JOSÉ IRAZÁBAL:
En un hecho histórico para nuestro país, el sindicato de la bebida acordó ayer con Fábricas Nacionales de Cerveza (FNC) reducir la jornada laboral a seis horas a partir del 3 de diciembre. Esto, además, sin tocar los sueldos.
ANDRÉS GIL:
Ese es el detalle importante, el que hace de esto un hito en la historia sindical y laboral de nuestro país. Además, significa la creación de un nuevo turno de 20 empleados que hasta ahora se desempeñaban como zafrales y a partir de enero comienzan a trabajar como efectivos.
JI - Una asamblea de 500 trabajadores, en la que también estuvieron miembros del Secretariado Ejecutivo del PIT-CNT, ratificó el acuerdo por unanimidad.
AG - El diario El Observador consultó a Juan Castillo, integrante del Secretariado Ejecutivo del PIT-CNT, que dijo que se trata de una de las noticias más importantes de los últimos años en materia de relaciones laborales.
JI - Pero esto no queda ahí, el propio Secretariado Ejecutivo del PIT-CNT va a tomar el tema, se habla de la posibilidad de que el martes haya una conferencia de prensa en la que el movimiento sindical oficialice su idea de tomar la bandera de la reducción de la jornada laboral.
Estamos en diálogo con Richard Read, presidente de la Federación de Obreros y Empleados de la Bebida (FOEB) y el sindicato de Pilsen, además de integrar el Ejecutivo del PIT-CNT.
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Señor Read, ¿cómo nació esta idea? ¿Cuánto hacía que se venía negociando con FNC la reducción de la jornada laboral?
RICHARD READ:
Desde hace bastantes meses se está practicando en la fábrica una reducción de la jornada laboral, estamos trabajando seis horas 45, sin pérdida salarial. Pasar a seis horas significa automáticamente un turno, por razones de los horarios, pero la reducción de la jornada ya está instalada aquí desde hace bastante tiempo, ahora se pasa de seis con 45 a seis. Debemos reconocer que ha habido receptividad por parte de los interlocutores de la empresa a recibir la argumentación del sindicato.
JI - ¿Cuál es esa argumentación? ¿Qué toman como base para hacer este pedido?
RR - No quisiera entreverar mucho la piola porque es un tema muy técnico desde el punto de vista de la operativa. La reducción está operativa hoy y se va a profundizar el 3 de diciembre en las áreas de producción, donde se hizo un estudio técnico muy importante para establecer los parámetros de reducción. En otras áreas de la fábrica no es posible aplicarla. Esto abarca el área productiva, que es donde hay mayor número de trabajadores.
Está pensado para el funcionamiento de la línea de llenado y de fabricación de cerveza, se ha pensado en una rotación del trabajo, que no significa un incremento de la tarea del operario. Voy a usar un término que a lo mejor no suena bonito en el movimiento sindical, pero hay una eliminación de tiempos muertos, al pasar de ocho horas a seis se concentra el trabajo. Para que sea efectivamente redituable para la empresa y optimizado por el sindicato, hay que precisar bien en los tiempos las tareas de cada trabajador en la línea. Esto es algo que, al menos en la bebida, nunca se había hecho.
JI - Usted dice que no todos los trabajadores de la planta van a tener las seis horas. ¿Cómo se debe leer eso? ¿No es una contradicción con que el propio PIT-CNT tome la bandera, como diciendo que es un muy buen paso y entonces intentar que se extienda a todos los trabajadores del país? Al principio aparecía como una reivindicación laboral, pero usted me dice que es a efectos prácticos que se empezó a instrumentar esto.
RR - Ambas cosas, es una reivindicación laboral, reducir a seis horas cobrando ocho, ganar dos horas para utilizar a título personal es una reivindicación laboral. Yo trataba de informar que esto benefició a ambas partes, no solo al sindicato y a los trabajadores que están involucrados, también beneficia a la empresa, porque optimiza el rendimiento de la línea de producción, optimiza y establece parámetros de producción diaria que de otra manera quizás no tendría. La empresa va a tener mayor productividad, un rendimiento más a full del equipo de máquinas, y además la certeza de que tiene 24 horas de llenado con mayor precisión, porque todos los trabajos que se desarrollan, desde que el envase entra sucio y al final sale la cerveza etiquetada, van a estar mucho más ajustados en la línea de producción. En concreto, las dos partes nos vemos beneficiadas.
Quiero destacar un elemento que El Observador también destaca y está muy bien planteado. El acuerdo político con la fábrica es que el día 3 de diciembre de seis horas 45 y de ocho horas en algún sector pasemos a seis horas. Hay en lo previo una discusión técnica con ingenieros que vendrán seguramente de Argentina, para establecer cómo va a operar la línea con seis horas. Ya estamos practicando desde hace cinco semanas con personal adicional en los turnos, la empresa acordó poner más gente para irla formando en las máquinas, para que las conocieran. Creo que vamos a pasar esa situación sin problemas. No obstante, hoy estamos con seis horas 45 en algunos sectores. Esto sería un hecho histórico, y quiero destacar también la actitud de la empresa, su disposición a escuchar los argumentos del sindicato, que se dio en muchas jornadas, porque hay un conocimiento previo en la relación laboral. Este sindicato ha logrado muchísimas cosas porque tiene un fundamento muy sostenido desde el punto de vista técnico en la presentación de los temas.
JI - Con respecto al resto de la plantilla de FNC, ¿cómo se les explica a otros trabajadores que ustedes están peleando por optimizar su trabajo en esta línea, pero otros siguen trabajando ocho horas?
RR - No es nuestra realidad. Aquí somos 500, la mayoría vive en Montevideo, seguramente algún oyente conoce a alguno de Pilsen que vive en el barrio y le puede preguntar. Aquí no existe esa situación. Lo que queda con ocho horas es la parte de administración, donde no trabajamos 48 horas sino 44, y la parte de venta, donde también trabajamos 44. No obstante la alegría es general porque se comienza en un lugar y luego es posible seguir estudiando.
JI - La idea es que todos los funcionarios de la planta lleguen a seis horas.
RR - No, la idea es estudiar si en toda la planta se puede llegar a seis horas. Yo no soy de los que creen que es todo o nada, en algunos lugares me faltan argumentos para sostener que se puede trabajar seis horas, en otros lugares sí tengo elementos para estudiarlo en profundidad y esbozar un argumento que convenza. Las cuestiones no son tan lineales. Sí creo que donde se pueda, hay que empezar a estudiar los temas. Sí creo que los sindicatos y el sector empresarial deberían habilitar una instancia de negociación. Repito: FNC no acepta este planteo por la linda cara del sindicato, sino porque lo estudió, vio costos y vio que tiene retorno económico. Si no, no habría aceptado.
AG - Usted señaló en más de una oportunidad la buena disposición al diálogo, a asumir este tipo de estudios en profundidad de la forma de optimizar los procesos. FNC es una empresa que forma parte del grupo Ambev.
RR - Y el grupo Ambev forma parte del primer grupo procesador de cerveza en el mundo, que es un grupo belga.
AG - Exactamente. Esto me remite a unas declaraciones de hace unos días de Juan Castillo a propósito de los cambios que implica para el movimiento sindical la extranjerización de algunas empresas. Castillo decía que en alguna medida el empresario extranjero llega al país con una cabeza diferente y en general las negociaciones son más sencillas. ¿Hay algo de esto?
RR - Sí, y tiene una lógica, con todo respeto hacia el empresariado nacional. Las multinacionales que están desparramadas por todo el mundo tienen hábito de convivencia sindical porque más o menos en todas partes hay sindicatos. El problema de los empresarios nacionales, que para empezar hay muy pocos, hay muchos patrones pero pocos empresarios, es que la relación con el sindicato está mucho más ideologizada, entonces las controversias son más de orden ideológico que de orden práctico. Eso es así, se lo digo con total certeza, me pasa en la bebida, la relación cuando uno discute con una multinacional es de una manera tampoco es fácil y cuando discute con el empresariado nacional es como una discusión de boliche, porque se esconde acá, se esconde allá, lloringuea, no evalúa cuál es el retorno, solo evalúa costos. Estas industrias evalúan costos y retorno, porque lo político ni les va ni les viene, están en 160 países, no se van a hacer problemas, y mucho menos con un país chiquito como el nuestro.
AG - ¿Cómo choca esto con las banderas tradicionales de la izquierda, particularmente del movimiento sindical, en cuanto al tema de la extranjerización de las empresas? ¿Hay una revisión de ese concepto?
RR - No, para mí la discusión empresas extranjeras o empresas uruguayas no pasa por ahí, pasa por tener un interlocutor del sector empresarial que se avenga a discutir, después si es capitalista bueno o malo... En los últimos 30 meses la mayoría de los conflictos fue con empresarios nacionales, no con multinacionales. Yo nunca hice la diferenciación y no estoy de acuerdo con ese planteo de que las nacionales son todas buenas y las extranjeras son todas malas. El capital es volátil, hoy con la globalización está en cualquier lado, por lo tanto lo que yo reclamo no es la nacionalidad del capital sino que quien sea el interlocutor de ese capital se avenga a la normativa del país y tenga disposición a discutir.
AG - ¿Esto es parte de la modernización del PIT-CNT?
RR - Yo tengo este planteo desde el año 83.
AG - Pero no es el predominante en el PIT-CNT desde el 83.
RR - Eso es cambiante, va de acuerdo con quién participe y cómo estén conformadas las direcciones. En aquella época lo planteaba y no era el único, y hoy si lo revisamos nuevamente no va a haber tanta mayoría como se cree.
JI - Volviendo al planteo de las seis horas de jornada laboral, usted decía que no está tan claro y no tiene argumentos en algunos sectores como para aplicar las seis horas a todos los trabajadores, tomando como ejemplo el caso de FNC. Pero se dice lo leíamos en el artículo de El Observador que el Secretariado Ejecutivo del PIT-CNT piensa tomar el tema como una bandera del movimiento sindical. Con el argumento que usted manejó recién no se arrancaría con mucha fuerza.
RR - No creo, no tengo la visión que tiene usted. Es muy importante que el Secretariado tome el tema, que lo impulse para que sea objeto de negociación en el ámbito de los consejos de salarios. Y cada uno verá, de acuerdo con la correlación de fuerzas, el interlocutor que tenga enfrente y las posibilidades reales. Yo leía en el diario que algunos empresarios ya abrieron el paraguas, quizás sin haber escuchado jamás un argumento de por qué reducir la jornada laboral. Es a lo que me refería, primero es el lloringueo de los costos. Yo les digo: hablen con el empresariado de FNC, que les va a decir: a mí me conviene, tengo retorno, no tengo pérdida, tengo mayor productividad. Pasa por ahí. No somos quién para establecer dictámenes de lo que se debe hacer en el movimiento sindical. Es muy importante que se abra la instancia de negociación, que se escuchen los argumentos, y luego la otra parte tiene derecho a decir sí o no o quién sabe. Es bueno que el movimiento sindical lo tome, es bueno y saludable que se genere un músculo de debate en el ámbito de los consejos de salarios, porque no solo acerca posiciones sino que hace también al conocimiento de los interlocutores, porque después de 15 años de silencio a la mayoría nos falta muchísimo oficio para encarar los temas. Yo soy un loco muy lento en el pensamiento, me cuesta mucho razonar, pero cuando llegamos a una conclusión tratamos de aplicarla con la mejor posibilidad.
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JI - En la nota de El Observador el ministro de Trabajo, Eduardo Bonomi, sostiene que el acuerdo del sindicato de la bebida con FNC para reducir la jornada laboral es una muestra de las ventajas que tiene sumar las negociaciones por empresa a los consejos de salarios, como plantea el proyecto de ley de negociación colectiva.
AG - Agrega que hace pocos días la empresa Paylana alcanzó con los trabajadores un acuerdo salarial de tres años que incluye reivindicaciones de los obreros y cláusulas de paz laboral. "Estos dos casos son beneficiosos para los trabajadores, pero se pueden discutir otras cosas, como la productividad". Según Richard Read, eso es lo que está detrás del planteo que aceptó FNC.
JI - Aldo, de Mercedes, dice que en Pamer, en esa ciudad, ya hace un buen tiempo que existe un cuarto turno.
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Edición: Mauricio Erramuspe