Los mensajes clave del equipo económico
Análisis del economista Pablo Rosselli, de la consultora Deloitte.
(Emitido a las 7:35)
EMILIANO COTELO (EC):
Ayer, en la mañana, El Espectador trasmitió en directo las exposiciones de los integrantes del equipo económico en el tradicional Foro de ACDE.
Fue una conferencia larga, en la cual el gobierno presentó su visión y sus anuncios sobre la marcha de la economía. Hablaron el ministro de Economía, Danilo Astori, el subsecretario, Mario Bergara, el director de la Asesoría Macroeconómica, Fernando Lorenzo, y además el director de la Oficina de Planeamiento y Presupuesto (OPP), Enrique Rubio, y el presidente del Banco Central (BCU), Walter Cancela. Y al final hubo un espacio para las preguntas del público y las respuestas de los invitados.
Difícil abarcar tres horas y media de información en un análisis. De todos modos, para no dejar pasar la oportunidad, les proponemos un primer enfoque a propósito de las principales novedades de la víspera. El diálogo es con el economista Pablo Rosselli, de la consultora Deloitte.
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EC - Quizás uno de los puntos más fuertes fue el anuncio que hizo el equipo económico en cuanto a que corrige las proyecciones de la evolución del producto bruto interno (PBI) que se habían manejado hasta ahora. Quien informó esto fue el subsecretario Bergara.
(Audio Mario Bergara)
"Nuestra estimación de crecimiento del producto para 2007 va a estar en el orden del 7,25%, dos puntos por encima de lo proyectado inicialmente. La economía no solamente no se estaría desacelerando, sino que se estaría acelerando nuevamente, como el año pasado. Esto trae consecuencias de arrastre sobre los años 2008 y 2009, para los cuales también ajustamos la proyección de crecimiento del producto a 5,25% para 2008 y a 4% para 2009. De verificarse estos guarismos, estaríamos considerando una secuencia de seis o siete años con tasas de crecimiento muy altas para lo que es la historia de la economía uruguaya, lo cual nos induce a pensar que la tendencia de largo plazo de crecimiento podría estar verificando un punto de inflexión hacia tasas de largo plazo mayores."
(Fin del audio)
¿Cómo vieron ese anuncio?
PABLO ROSSELLI (PR):
Sin dudas, la corrección en la proyección fue muy importante. El gobierno venía manejándose con una previsión de crecimiento del Producto Bruto Interno de 5,25% para este año. Nosotros desde hace unos cuantos meses estábamos proyectando una suba del PIB un poquito mayor, del orden de 5,4%. Pero desde hace ya algunas semanas estábamos viendo varios indicadores que apuntaban a una aceleración de la economía en el tercer trimestre.
Comentamos otras veces los buenos indicadores que tenemos en materia de recaudación de IVA, crecimiento de importaciones y de exportaciones, y de ventas en los comercios de Montevideo. Con esos indicadores a la vista estábamos esperando la publicación de las cifras oficiales de actividad del tercer trimestre (que tendremos el lunes), pero con una convicción firme de que terminaríamos ajustando nuestra estimación de crecimiento al alza para este año. Seguramente el gobierno ya cuenta con un anticipo de esas cifras. Con esa revisión tan fuerte de la proyección del gobierno para este año, es muy probable que las cifras del tercer trimestre muestren un aumento muy importante de la actividad.
En síntesis, no nos sorprende la revisión al alza en sí, pero la magnitud del ajuste pauta un muy buen desempeño de la economía en el tercer trimestre. Esperemos a ver las cifras el lunes.
EC: - ¿Y cómo ven la revisión de proyecciones para los años siguientes, 2008 y 2009? El gobierno espera un crecimiento de 5,25% para 2008 y de 4% para 2009.
PR: - Nuestras previsiones hasta ahora apuntaban a una suba del orden de 5,2% para 2008. Es probable que la semana que viene revisemos en algo al alza también esa estimación, sobre el supuesto de que el contexto internacional sigue favorable, de que Estados Unidos evita la recesión y de que los precios de los commodities se mantienen firmes.
Para 2009 es lógico pensar en cierta desaceleración como la que espera el gobierno. En cualquier caso, si no se materializan esos riesgos que comentábamos recién, hay una perspectiva favorable, con varios años consecutivos de crecimiento fuerte.
EC: - ¿Y cómo se explica ese crecimiento de la economía uruguaya? ¿En qué medida incide el contexto externo? ¿Cuánto las políticas domésticas?
PR: - A nuestro juicio, se han combinado ambos factores. Es notorio que tenemos un crecimiento muy fuerte de la economía mundial. Eso ha repercutido en precios de exportación muy altos para nuestro país.
También entendemos que el país está cosechando los frutos de políticas económicas domésticas. Solamente por mencionar algunas, sin pretender agotar el tema, en los años 90 el país liberalizó los mercados agropecuarios que hoy son clave en el crecimiento del país, procesó un apertura en los puertos, hizo lo mismo en las telecomunicaciones.
El país se ha beneficiado también de la estabilidad macroeconómica alcanzada, consolidando un panorama de inflación reducida (a pesar de la suba de este año) y con un panorama fiscal que luce sólido en una perspectiva histórica, ya que se mantiene un superávit primario importante. El país también está cosechando los frutos de su salida de la crisis de 2002, durante la cual se procuró al máximo respetar los contratos. Son muchos los factores, externos y domésticos, que están haciendo de nuestro país un lugar atractivo para la inversión.
EC: - ¿Y cómo vieron los anuncios en el campo fiscal? El gobierno proyecta un déficit fiscal de 0,3% para este año y de 0,4% para los años siguientes.
PR: - Esas proyecciones fiscales suponen un descenso del superávit primario. El equipo económico proyecta un superávit de 3,5% del PIB para el cierre de 2007 y de 3,1% y 3,0% del PIB para 2008 y 2009. El año pasado el superávit primario había sido de 3,8% del PIB. En ese sentido, la caída del superávit primario en un contexto de aumento de los ingresos tributarios pauta que la política fiscal se estaría volviendo más expansiva.
Este es siempre un tema de debate, donde juegan un papel importante las valoraciones políticas. De todas maneras, uno siempre podría preguntarse si en estas circunstancias de crecimiento tan fuerte no se debería procurar tener mejores resultados fiscales.
El planteo del gobierno procura atender otros objetivos de gastos y de reducciones de impuestos (porque podría bajar el IVA y subir el mínimo no imponible del IRPF), aprovechando el espacio fiscal que se ha generado gracias al mayor crecimiento de la economía y de la recaudación, a la consiguiente caída más pronunciada de la deuda pública, al descenso del costo de esa deuda (porque bajan los intereses medidos en porcentaje del PIB) y a la mejora que se ha observado en el perfil de la deuda en términos de plazos y monedas, contemplando también que el horizonte más probable es de mantenimiento de la expansión de la economía y de un contexto externo favorable por varios años.
EC - Cuando le pregunté al ministro Astori, sobre el final, a partir de algunas preguntas de los oyentes que estaban en sala, qué objetivos tenía el gobierno en materia fiscal, Astori insistió en que es deseable un superávit como resultado global y probablemente se vaya en esa dirección, aunque no es estrictamente algo que se procura en este período de gobierno, en el que en todo caso se busca algo muy parecido al equilibrio en las cuentas públicas.
PR - En esto hay siempre una parte opinable, hay una parte inevitable de valoración política. Es notorio que los resultados fiscales son mejores que los que históricamente ha tenido el país, y puede haber distintas preferencias en torno a si tenemos que mejorarlos un poco más o un poco más rápido o si podemos esperar un poco más o un poco menos. Los economistas podemos plantear las alternativas, pero esencialmente compete al sistema político tomar las opciones.
EC: - ¿Cómo quedan las perspectivas tras estos anuncios del gobierno?
PR: - La perspectiva de crecimiento a partir de la proyección oficial, que suponemos parte del conocimiento del dato del tercer trimestre del año, plantea que la economía sigue creciendo a buen ritmo y de hecho a una tasa mayor a la que en general se preveía. Cobra fuerza también la idea de que tendremos un muy buen 2008, con un crecimiento que nosotros ya esperábamos sería mayor a 5%.
En ese marco, el principal desafío que enfrentará el gobierno viene por el lado del control de la inflación. A nuestro juicio, la inflación debería ceder en los próximos meses pero el fuerte crecimiento de la actividad económica, la subas de los salarios y la expansión del gasto público plantean un panorama de crecimiento de la demanda interna que puede suponer mayores presiones inflacionarias.
Esas presiones inflacionarias, a su vez, podrían dejar al gobierno en el dilema de tener que aceptar más inflación o tener que restringir aún más la política monetaria, lo que a su vez contribuiría a un nuevo descenso del tipo de cambio.
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