Un envión para el tradicional jabón Bao
La marca Bao tiene una historia de 145 años. Dentro de poco el tradicional jabón volverá a las góndolas, luego de que ayer se concretara un acuerdo entre trabajadores e inversionistas. En principio, la planta va a operar con los 40 o 50 trabajadores que estaban en la última etapa y se va a apuntar al mercado interno, comentó hoy el ministro de Trabajo, Eduardo Bonomi.
(Emitido a las 7.41)
EMILIANO COTELO:
La fábrica de jabones Bao volverá a producir en los próximos días, después de un acuerdo entre el sindicato de trabajadores, los dueños de la compañía y un inversor privado.
Ayer se firmó ese entendimiento en los galpones de la empresa, en Paso Molino, en una ceremonia en la que tomaron parte, entre otros, el ministro interino de Industria, Martín Ponce de León, y el ministro de Trabajo y Seguridad Social, Eduardo Bonomi.
Estamos en diálogo con el ministro Bonomi.
Es una marca con una presencia muy larga en el mercado nacional: 145 años. ¿Por qué no se encontraba operando?
EDUARDO BONOMI:
Había estado operando en los últimos tiempos con muy poco personal (no más de 50 trabajadores) y con una capacidad ociosa instalada muy grande. Y hace unos meses cerró totalmente. Los trabajadores estaban en una guardia gremial dentro de la empresa cuidando las instalaciones y ahora hubo un acuerdo con un inversor, que ya tenía acuerdos con Bao en otras instalaciones, para hacerse cargo del funcionamiento de la empresa.
EC - Los inversores son Ernesto Puig y Eduardo Calacha.
EB - Exactamente. No con la actividad que tuvo en otro momento, pero para comenzar ahora con lo que había y ver qué posibilidad de ampliación hay. Esto ya se había acordado, lo que firmamos ayer el ministro interino de Industria, el ingeniero Martín Ponce, y yo, fue un acuerdo entre los dos inversores y los trabajadores en el que se planteaba la voluntad no sólo de tomar a todo el personal que trabajó hasta último momento, sino de crear una bolsa de trabajo para trabajadores desocupados de la industria química para buscar ahí sus empleados en caso de ampliación. Eso fue lo que firmamos. Lo otro es un proceso que venía desde hace algún tiempo en lo que también habíamos participado con el Ministerio de Industria (MIEM) buscando alguna forma de entendimiento. Pero ayer no se habló de plazos; por lo menos en la firma del acuerdo.
EC - ¿Qué tipo de participación ha tenido el gobierno en la reactivación de la compañía Bao? ¿De qué manera y por qué intervino?
EB - Como Ministerio de Trabajo tenemos un proyecto de recuperación de empresas. Trabajadores que pertenecen a empresas que cerraron sus actividades, que tienen dificultades o que están a punto de cerrar acuden a ver qué tipo de apoyo les podemos dar. Hemos hecho proyectos. Hemos hablado con posibles inversores, hemos arrimado partes, hemos ayudado en trámites que tienen que hacer los inversores o los trabajadores que tienen un proyecto para pedir un financiamiento. En este caso estábamos elaborando un proyecto cuando apareció, por el lado de los trabajadores, el acercamiento con Calacha, que tuvo sentido, tuvo eco y nos reunimos en el MIEM a ver qué posibilidades había. Hablamos también con el Banco República (BROU) por la situación de la empresa, tratando de allanar caminos. Se pudo hacer y se firmó el acuerdo.
EC - ¿Qué pasó con los propietarios de Bao SA?
EB - Ellos forman parte del acuerdo. Ceden la planta en arrendamiento a Calacha.
EC - No hay un cambio en la titularidad de la empresa. Hay una asociación con los inversores.
EB - Los inversores se hacen cargo. Ayer fue muy sensible la posición de quien está gestionando Bao, que estaba realmente emocionado, porque 145 años no pesan poco. Consideraba como muy positiva la posibilidad de que la empresa siguiera trabajando en el medio.
EC - En cuanto a cantidad de puestos de trabajo, ¿qué implica la etapa que ahora se inicia en comparación con lo que fue el pico de empleo en Bao?
EB - El pico de empleo en Bao en otro momento fue enormemente mayor. Por eso le decía que aún cuando en los últimos tiempos se hubiera estado trabajando, había una capacidad ociosa muy importante.
EC - ¿Con cuántas personas arranca en plantilla?
EB - Con 40 o 50 personas, que era la cantidad que estaba trabajando. Se incorpora algún cargo técnico y se mantienen los que estaban y los trabajadores. Si esto anda bien quizás pueda ampliarse, pero eso es futuro.
EC - Esa cifra de 300 puestos de trabajo que se mencionó ayer, ¿a qué corresponde?
EB - Corresponde a lo que podría ser otra etapa de la situación de Bao. Todavía no tengo muy claro hasta dónde aspira llegar el inversionista, por eso no me animo a crear expectativas mucho más allá de lo que hay, aunque sea posible.
EC - Se anuncia que la empresa volverá a producir la línea de jabones de glicerina, de tocador y jabones en polvo; ¿pensando en qué mercado?
EB - En general en el mercado interno. Entre las dificultades que tenía la empresa en el mercado interno cuando todavía estaba trabajando yo la visité en 2005 estaba la mala exposición en las góndolas. Porque si bien estaba presente en muchos supermercados, no tenía la mejor visibilidad.
EC - ¿Cuántos otros casos de proyectos de reactivación de empresas en dificultades está manejando el ministerio?
EB - Más de 25, contando algunas que ya están trabajando, otras que todavía no y algunas que no son recuperaciones. Estamos tratando de apoyar un proyecto de enfermos de sida que quieren poner una fábrica de preservativos y guantes de látex en combinación con el Ministerio de Salud Pública. Estamos apoyando ese y otros emprendimientos. Muchos de ellos ya están trabajando. Y en estos días se presenta una fábrica esta sí cero kilómetro de envases de vidrio que probablemente empiece a trabajar en febrero del año que viene, con 70 trabajadores directos y 300 indirectos pero con sueldos fijos.
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Edición: María Eugenia Martínez