Un primer balance de 2007 en materia financiera y de endeudamiento
Análisis de la economista Sandra Pérez Ramos, de la consultora Tea Deloitte.
(Emitido a las 8:35)
EMILIANO COTELO (EC):
A pocos días de cerrar el año es tiempo de balances en materia económica. Estamos en un momento donde las noticias a nivel internacional no son las mejores: expectativas de una desaceleración económica en Estados Unidos, incluso temores a una posible recesión en esa economía.
Los mercados financieros muestran turbulencias importantes y día a día reflejan el impacto de los nuevos indicadores que se van conociendo. Pero el año empezó bien en materia financiera.
¿Qué sucedió durante 2007? ¿Cómo afectaron a Uruguay los problemas internacionales? ¿Qué pasó en materia de "riesgo país" y de deuda? ¿Cómo llegamos a fin de año de cara al futuro?
Sobre estos temas hablaremos en los próximos minutos con la economista Sandra Pérez Ramos de la consultora Deloitte.
¿Sería adecuado decir que hubo dos períodos distintos en el año: un primer semestre muy bueno y un segundo menos favorable?
SANDRA PEREZ RAMOS (SPR):
Sí, ese sería un buen resumen de lo que fue 2007. El año empezó muy bien. Tuvimos un primer semestre en el que las expectativas a nivel internacional eran muy favorables y eso se reflejaba en la tónica general de los indicadores financieros... Subas en todos los mercados bursátiles, aumentos de los precios de los "commodities", tasas de interés bajas.
En ese marco, los inversores eran optimistas sobre el futuro de la economía mundial y en consecuencia se animaban a tomar mayores riesgos en sus portafolios. Los capitales financieros fluían hacia los mercados emergentes y eso derivó en una baja importante del "riesgo país" de esos mercados.
EC: - ¿A cuánto llegó el "riesgo país" de Uruguay en ese período?
SPR: - En la primera mitad del año el "riesgo país" de Uruguay se ubicó en un promedio de unos 165 puntos básicos, pero llegó a tocar un mínimo de 121 puntos a mediados de junio. Y éste fue el nivel más bajo en más de siete años.
EC: - Todo ese panorama internacional tan positivo cambió en la segunda mitad del año. Sería bueno recordar a grandes rasgos qué fue lo que pasó.
SPR: - En agosto, el mercado inmobiliario norteamericano entró en crisis y eso deterioró inicialmente las perspectivas sobre el futuro de la economía de Estados Unidos. A partir de ese momento se empezó a conformar un escenario menos propicio, aumentó la probabilidad de un menor crecimiento de la economía mundial. Las bolsas de todo el mundo sufrieron pérdidas aunque los precios de los "commodities" igualmente mantuvieron su fortaleza.
Y como un contexto de menor dinamismo mundial podría también terminar afectando a los mercados emergentes, los inversores comenzaron a desprenderse de los activos de estos mercados y pasaron a refugiarse en títulos del gobierno norteamericano, que tienen un menor riesgo relativo.
En definitiva, eso terminó generando una suba del "riesgo país" de todos los mercados emergentes y lógicamente también de Uruguay. Aunque hay que resaltar que a nuestro país no le fue tan mal en términos comparativos.
EC: - ¿Cómo es eso?
SPR: - Si bien el "riesgo país" de Uruguay llegó a situarse cerca de los 250 puntos básicos en algunos días de setiembre y de noviembre, de todos modos el diferencial entre el riesgo de Uruguay y el del promedio de los mercados emergentes fue casi siempre negativo durante el segundo semestre. Esto quiere decir que el aumento del riesgo en Uruguay fue menor que en otros mercados.
Eso, sumado al hecho de que el flujo de inversión extranjera directa hacia nuestro país continúa firme, demuestra que Uruguay sigue siendo un lugar relativamente más atractivo para invertir que algunos otros mercados emergentes.
EC: - El gobierno realizó varias colocaciones de deuda en los mercados internacionales en la primera mitad del año. Hoy, a poco de terminar el año y después de ver lo que ocurrió en el segundo semestre, parece que la decisión fue muy acertada.
SPR: - Sí, efectivamente. En los primeros meses del año el gobierno estimó, en forma atinada, que las condiciones de los mercados financieros internacionales eran muy favorables y por eso adelantó financiamiento para el año próximo. Emitió deuda por un monto equivalente a unos 1.256 millones de dólares distribuidos en tres colocaciones, una en yenes y dos en unidades indexadas.
Las tres emisiones se colocaron a precios muy favorables para el país. La última que se hizo en junio se colocó a un spread de menos de 100 puntos básicos sobre las tasas de los títulos de Estados Unidos.
EC: - Y entonces, ¿cómo quedó ahora el panorama en materia de deuda? De cara a un futuro que no luce tan favorable como antes en lo que refiere a la economía internacional, ¿cómo se encuentra el país en materia de endeudamiento para enfrentar un escenario más adverso?
SPR: - Lo primero que corresponde decir es que el perfil del endeudamiento de Uruguay ha mejorado sensiblemente en los últimos años. En primer lugar, la dolarización de la deuda ha bajado, pasó de ubicarse prácticamente en un 100% hace algunos años a situarse cerca del 75% según los últimos datos, que llegan hasta junio de 2007. Si bien parte de esa reducción responde a un esfuerzo específico de la política, también hay que tener presente que otra parte se debe a la caída del tipo de cambio.
Pero además, el perfil de vencimientos también es más favorable que unos años atrás. Por ejemplo, antes de la crisis de 2002 más de la mitad de la deuda vencía antes de cinco años y eso naturalmente hacía que las necesidades de financiamiento fueran muy inmediatas, lo que no es bueno para un manejo adecuado de la deuda.
Hoy el panorama es mucho más favorable. El 75% de la deuda está pactada a plazos mayores de cinco años, lo que le da a las autoridades un mayor margen para buscar financiamiento en mejores condiciones y también para enfrentar un eventual deterioro del contexto internacional.
EC: - Sin embargo, el monto de la deuda sigue siendo elevado, ¿no es así?
SPR: - El gobierno adelantó financiamiento a principios de año y eso hizo subir la deuda bruta y también las reservas. Por eso es que no se visualiza una mejora tan marcada de la deuda en términos cuantitativos como sí se ve en términos cualitativos.
Actualmente, la deuda bruta de Uruguay representa algo así como el 75% del Producto Bruto Interno, lo que es un guarismo no demasiado reducido si se tiene presente el fuerte crecimiento que está teniendo la economía. De todas maneras, la deuda neta, que surge de restar a la deuda total los activos de reserva, sí ha mostrado una caída más importante. Actualmente se ubica cerca del 45% del PBI, por debajo del 75% que llegó a representar en 2002, aunque todavía es bastante más alta que el porcentaje de los años 90.
EC: - ¿Cuáles son las perspectivas para el futuro en materia de deuda? Pregunto porque el gobierno anunció una flexibilización fiscal para los próximos años.
SPR: - Es cierto que el gobierno anunció un aumento del gasto público para los próximos años. De todas formas, a pesar de que el resultado primario caería de aquí a 2009, también se anunció una trayectoria declinante de la deuda pública neta, que terminaría situándose cerca del 30% del PIB al final del período de proyecciones.
Eso es bueno porque una trayectoria a la baja de ese ratio Deuda-PBI supone una menor vulnerabilidad de nuestra economía. Pero de todas maneras, hay que tener presente también que los niveles que se alcanzarían en 2009 no llegarían a ser tan bajos como los que se observaron en los 90, que fueron inferiores a 25% del PIB y eso es una secuela que nos quedó de la crisis del 2002.