Las perspectivas de inflación para 2008
Análisis de la economista Tamara Schandy, de la consultora Deloitte.
(Emitido a las 08.25)
JOSÉ IRAZÁBAL (JI):
La inflación cerró 2007 en 8,5%. El viernes se reunió el Comité de Política Monetaria y decidió mantener sin cambios la tasa de interés de referencia, pero amplió el rango meta de inflación. Como la inflación estuvo en el centro del debate en 2007 y parece existir consenso en torno a que se ha convertido en uno de los principales desafíos para la política económica, nos pareció oportuno dedicar el espacio económico de hoy a hacer un balance de lo sucedido el año pasado y a analizar las perspectivas para este 2008 que recién comienza.
El diálogo es con la economista Tamara Schandy, de la consultora Deloitte. Comencemos repasando la información que divulgó la semana pasada el Instituto Nacional de Estadística.
TAMARA SCHANDY (TS): Los datos oficiales marcaron un aumento de los precios minoristas de 0,3% en diciembre. Con esa variación, la inflación acumulada en el conjunto de 2007 se ubicó finalmente en 8,5%. Recordemos que inicialmente el Banco Central había definido una meta de inflación de entre 4,5% y 6,5% para 2007. La inflación efectiva fue entonces dos puntos porcentuales más alta que el límite superior de esa meta oficial. Hubo varios elementos que se conjugaron en ese resultado, y eso se observa de manera clara cuando se analizan los números de inflación por rubros.
JI: - ¿Cuáles fueron los componentes de la canasta básica que mostraron los mayores aumentos el año pasado? Supongo que las frutas y verduras encabezan el ranking...
TS: - Sí, es así. En el conjunto del año los precios de las frutas y verduras mostraron una suba de 42%. Recordemos que en ese caso los factores climáticos tuvieron una incidencia crucial. Pero parece interesante marcar que en general la mayoría de los precios de los alimentos mostraron subas fuertes el año pasado y eso está relacionado con el comportamiento que tuvieron los precios de los "commodities" en los mercados internacionales. En algunos casos, porque los precios internacionales son referencias directas; en otros casos, porque los empresarios locales traspasan a precios el encarecimiento de las materias primas.
JI: - ¿De qué magnitudes estamos hablando?
TS: - Lógicamente las variaciones son diferentes en cada caso, pero podemos poner algunos ejemplos. El rubro panes y cereales aumentó 18,6% en 2007, en carnes los precios subieron 14,8%, en lácteos la suba fue de 20%. Si tomamos el conjunto de alimentos cuyos precios dependen en mayor o menor medida de las cotizaciones internacionales de referencia, en 2007 se observó un aumento promedio de precios de 15,6%. Ese aumento de los precios de los alimentos, junto con el encarecimiento de las frutas y verduras al que me refería antes, explicaron más de la mitad de la inflación de 2007. De un registro de inflación de 8,5% en el año, 4,4 puntos se explicaron por el aumento en esos dos rubros.
JI: - ¿Qué pasó con los demás componentes de la canasta?
TS: - Los precios de los bienes y servicios que llamamos "no transables" también mostraron una suba importante, de 9,7% en el conjunto del año. Ese aumento está ligado a la fortaleza de la demanda interna, es el resultado de un contexto de crecimiento firme, con el empleo y los salarios en alza.
Por el contrario, los precios administrados aumentaron sólo 3,1% en el año. Eso fue producto de las medidas adoptadas por el gobierno para contener la inflación. Recordemos que para evitar que la inflación llegara a 10%, en el segundo semestre se redujo la tarifa de telefonía fija de ANTEL, se decretó una disminución del precio de los combustibles y se rebajaron las tarifas de UTE. A esto se sumó además una reducción de la cuota mutual y una rebaja del precio del boleto.
JI: - Bien. Con estos datos sobre la mesa, ¿cómo ven ustedes las perspectivas de inflación para 2008?
TS: - Nuestros modelos apuntan a una menor inflación en 2008 y en esto estarían jugando varios elementos. Por un lado, si las condiciones climáticas permiten una "normalización" de los precios de las frutas y verduras, como de hecho ya está ocurriendo, el abaratamiento de estos productos va a contribuir al descenso de la inflación desde los niveles actuales. En el mismo sentido debería operar la desaceleración que es probable que se observe en la economía mundial en 2008... En un contexto de menor crecimiento económico, los precios internacionales de los alimentos no volverían a mostrar aumentos como los que vimos en 2007 y eso tendería a quitar presión sobre los precios locales de los que llamamos bienes "transables".
Además, el Banco Central tomó medidas monetarias restrictivas a partir de mediados de 2007 y eso también debería traducirse en una moderación de las presiones inflacionarias...
JI: - ¿Entonces ustedes están previendo una caída sustancial de la inflación en 2008?
EC: - Sí, a la luz de todo lo anterior entendemos que la inflación debería bajar a partir de ese registro de inflación de 8,5% en 2007. De todos modos, hay elementos que seguramente van a operar en sentido contrario y que pueden hacer que el control de la inflación siga siendo un desafío para la política monetaria en 2008.
JI: - ¿Cómo llegan a esa conclusión?
TS: - A nuestro juicio, las presiones inflacionarias por el lado de la demanda interna van a jugar un papel importante este año. Con la economía creciendo a un ritmo fuerte, con una política fiscal que se anuncia más expansiva y con los aumentos de salarios públicos y privados que se prevén para este año, no sería sorprendente ver presiones adicionales desde el lado de la demanda.
JI: - ¿Cómo interpretaron ustedes la decisión que tomó el Banco Central el viernes de mantener sin cambios la tasa de referencia?
TS: - Es importante señalar que cualquiera de las decisiones que pudiera haber tomado el Comité de Política Monetaria tenía implícito algún riesgo. Por un lado, al no aumentar la tasa de interés, existe el riesgo de que la inflación no baje lo suficiente como para alcanzar la meta. Aumentar las tasas de interés ayuda a reducir las presiones inflacionarias, pero se corre el riesgo de actuar demasiado contractivamente, enfriando el nivel de actividad. Frente a ese dilema, las autoridades optaron por esperar. Esperar fundamentalmente para ver qué sucede con el contexto internacional.
JI: - ¿A qué te referís concretamente?
TS: - Por ahora el consenso entre los analistas internacionales sigue siendo que la economía de Estados Unidos se va a desacelerar pero va a ser un ajuste "ordenado" y la economía mundial va a seguir creciendo, con el impulso de China y el resto de Asia. Sin embargo, la incertidumbre es cada vez mayor y las señales de mercado son ciertamente preocupantes. En un contexto internacional más adverso, el nivel de actividad en nuestro país podría verse afectado, y ese es un riesgo que las autoridades parecen estar contemplando en alguna medida. Además y como dijimos antes, un menor crecimiento mundial quitaría presión sobre los precios de los commodities y contribuiría entonces a que la inflación baje sin necesidad de endurecer mucho más la política monetaria.
JI: - Y esa mayor incertidumbre a nivel internacional también estaría detrás de la decisión de ampliar el rango meta de inflación. ¿Es así?
TS: - Sí. El Comité de Coordinación Macroeconómica fijó la meta de inflación para el período que va hasta junio de 2009 entre 3% y 7%. Eso supone el mismo eje de 5% que teníamos hasta ahora, pero con un margen mayor, de más/menos dos puntos en vez de uno. De todas maneras, aún en ese marco de mayor incertidumbre, el Banco Central reafirmó en el comunicado del viernes su compromiso con el cumplimiento de las metas y señaló que no se descarta incluso que en febrero se reanude el aumento de las tasas de referencia.
Es claro que este es un tema que vamos a tener que seguir monitoreando de cerca en los próximos meses. Mirando hacia adelante, nuestro país debería cuidar el mantenimiento de la inflación en niveles reducidos. Consolidarse como un país de inflación baja es un activo importante desde el punto de vista del clima de los negocios, fundamental para alentar el aumento de la inversión.
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