Riesgo de recesión en EEUU. ¿Cómo podría ayudar el paquete fiscal de Bush?
Análisis del contador Alfonso Lema, socio de la consultora Deloitte.
(Emitido a las 08.25)
EMILIANO COTELO (EC):
Las bolsas del mundo siguieron cayendo la semana pasada y, por primera vez, el presidente Bush se refirió públicamente a la necesidad de introducir cambios en la política económica para evitar una recesión en Estados Unidos.
La semana pasada los técnicos de Deloitte hablaron acerca del riesgo de recesión en Estados Unidos y las consecuencias que eso podría traer para la economía mundial y para nuestro país en particular.
Como este tema sigue moviendo a los mercados y en los últimos días surgieron algunas novedades, pareció interesante retomar la conversación con el contador Alfonso Lema, socio de Deloitte.
Alfonso, la semana pasada Tamara Schandy comentó acerca de la posibilidad de una recesión en Estados Unidos. Ella mencionaba que el riesgo está creciendo. ¿Podemos empezar repasando los principales elementos que están en esta discusión?
ALFONSO LEMA (AL):
Bien. Hace tiempo que los indicadores económicos en Estados Unidos empezaron a mostrar señales de alerta, pero los problemas estaban más bien focalizados en el mercado inmobiliario. En las últimas semanas, la novedad fue que empezaron a divulgarse indicadores económicos no demasiado alentadores también en otros sectores de la economía y muchos especialistas empezaron a asignar más probabilidad a una recesión. Entre estos especialistas hay voces con mucho peso, como la de Alan Greenspan, que dijo que la economía de Estados Unidos probablemente ya está o se encuentra a punto de entrar en recesión.
En este marco en el que se deterioran las perspectivas, las autoridades dieron indicios importantes de que la política económica iba a orientarse de manera decidida a tratar de evitar una recesión en Estados Unidos.
EC: - Y en esa línea podríamos ubicar los dichos de Bush la semana pasada a favor de un paquete de estímulo fiscal...
AL: - Exactamente. Todavía no hay una definición demasiado concreta. Pero Bush está proponiendo un paquete de medidas que -en principio- incluirían rebajas impositivas importantes para las familias y las empresas. Lo que se busca con un paquete así es que las familias puedan consumir más y que las empresas puedan seguir invirtiendo y que de esa forma se pueda evitar la recesión.
Lógicamente, un paquete como este tiene un costo importante para el Estado...
EC: - ¿De qué magnitudes estamos hablando?
AL: - Repito que todavía no hay un planteamiento concreto, pero Bush dijo que para que sea efectivo, el paquete debería representar más o menos el 1% del PIB de Estados Unidos. Estamos hablando de unos 145.000 millones de dólares.
Para aterrizar un poco ese número: 145.000 millones de dólares es más de cinco veces el Producto Bruto Interno de Uruguay. Es un número realmente impresionante, pero la verdad es que más allá de cuál sea el costo, donde verdaderamente descansa la efectividad de las medidas es en el diseño del paquete, en el diseño de los incentivos.
EC: - Tengo entendido que en eso el presidente de la Reserva Federal fue bastante tajante.
AL: - Sí, la semana pasada Bernanke declaró ante el Congreso y fue bastante contundente en cuanto a cómo debería ser un paquete fiscal que efectivamente ayude a evitar la recesión y no traiga otras complicaciones a la economía de Estados Unidos.
Como primer requisito, el paquete de medidas fiscales tendría que implementarse rápidamente y tener efectos inmediatos, efectos en menos de un año. Esto parece lógico porque si el riesgo de recesión es inminente las medidas se necesitan ya. Pero Bernanke también dijo que un requisito clave es que el paquete sea temporal, dijo que tiene que ser explícito que la ayuda fiscal va a ser transitoria y va a terminar cuando la economía se reactive.
EC: - ¿Por qué es tan importante que se anuncie que va a ser temporal?
AL: - Hay dos motivos: uno se relaciona con los incentivos que se generan en las familias y las empresas. Es importante que sepan que la ayuda es transitoria para que no se distorsionen las decisiones de mediano y largo plazo.
El otro motivo, que es quizás más importante todavía, es que tiene que quedar claro que el paquete no pone en riesgo la sostenibilidad fiscal en el largo plazo. Hoy el déficit fiscal se redujo a menos de 2% del PBI, pero en 2003-2004 había estado alrededor de 3,5%. Bernanke dijo que no se puede afectar el resultado fiscal con un horizonte demasiado largo, porque las finanzas públicas de por sí ya enfrentan desafíos importantes para los próximos años, especialmente en lo relacionado con el sistema de pensiones y el sistema de salud.
EC: - Si no se anuncia que la ayuda es transitoria. Me imagino que después el costo político de revertir esas medidas puede ser muy alto.
AL: - Claro, en ese sentido, la política monetaria a veces tiene una ventaja sobre las medidas fiscales. Las rebajas de tasas de interés son más fáciles de implementar, no tiene que mediar la aprobación del Congreso, pero también son más fáciles de revertir.
EC: - Igual en este caso el paquete de medidas fiscales que se acaba de anunciar no sustituiría sino que sería adicional a la flexibilización monetaria de la Reserva Federal, ¿es así, Alfonso?
AL: - Claro. Es muy probable que veamos más rebajas de tasas en Estados Unidos, al menos eso es lo que sugirieron las autoridades y eso es lo que indican los contratos a futuro sobre la tasa de referencia de la Reserva Federal. Si tomamos los valores del viernes, esos contratos sugieren que podríamos tener una rebaja de más de un punto porcentual en menos de un año. La tasa de referencia está hoy en 4,25% y según estos contratos, podría bajar hasta 3% (y quizás incluso un poco más) antes de fin de año.
Con un descenso de tasas de interés tan marcado se buscaría alentar la reactivación de la economía, porque se abarata el crédito (lo que alienta el consumo y la inversión) y también se tiende a debilitar el dólar frente a otras monedas, lo que mejora la competitividad de Estados Unidos con efectos positivos en las exportaciones.
EC: - Volviendo al tema de la rebaja de tasas en Estados Unidos, ¿qué consecuencias podría tener un cambio tan fuerte para nuestro país?
AL: - Podrían verse impactos en varios frentes, pero hay uno que me parece importante destacar. Si la Reserva Federal continúa bajando la tasa de referencia en Estados Unidos, la diferencia entre las tasas de interés en Uruguay y las tasas de interés de Estados Unidos tendería a ampliarse... Quedando todo lo demás igual, esa mayor diferencia generaría presiones adicionales para que se aprecie nuestra moneda.
EC: - ¿Cómo es eso?
AL: - Si se amplía la diferencia a favor de los instrumentos en pesos, entonces los agentes tienen incentivos para hacer cambios en su portafolio, tienen incentivos para aumentar su demanda de instrumentos en pesos. Si aumenta la demanda de pesos, entonces se generan presiones para que se aprecie la moneda. En otras palabras, si "paga" más tener activos en pesos que activos en dólares, la gente quiere más pesos y menos dólares; entonces el tipo de cambio tiende a caer.
Desde hace un tiempo estamos viendo una demanda muy fuerte de pesos. Una baja importante de las tasas de interés en Estados Unidos podría intensificar esa corriente, haciendo que siga habiendo presiones para que el tipo de cambio caiga.