Entrevistas

Precio de la carne: INAC y gobierno buscan prevenir para no curar

"No estamos en emergencia, no es que la gente no pueda comer carne, pero la idea es que es mejor prevenir que después decir: `no se puede hacer nada", sostuvo hoy Alfredo Fratti, presidente del Instituto Nacional de Carnes, luego de que esa gremial tuviera una "muy buena" reunión con el gobierno, con miras a contener la suba del precio de la carne. El planteo oficial consiste en cambiar la reglamentación de las cuotas de exportación y darles una impronta diferente. Para Fratti, lo que quiere hacer el gobierno no es intervencionista, sino hasta "más liberal" que lo que hay ahora. "Cerramos el año con la tonelada a 2.400 dólares (...) Es probable un nuevo aumento del precio de la tonelada de exportación y eso repercute en el mercado interno. Por lo menos hay que empezar a tenerlo en cuenta", argumentó.

(Emitido a las 07.42)

EMILIANO COTELO:
El gobierno presentó ayer, en la Junta Directiva del Instituto Nacional de Carnes (INAC), la fórmula que impulsa para beneficiar a los frigoríficos exportadores que atiendan el mercado interno.

El ministro José Mujica había enviado una carta con esa propuesta, que implica calificar mejor, a los efectos de colocación de carne en Europa y Estados Unidos, a aquellas plantas frigoríficas que favorezcan al consumo interno.

El planteo busca que los frigoríficos exportadores no desatiendan la plaza local y que esto genere una mayor competencia, lo que a su vez implique una contención de los precios de la carne, que últimamente se han venido disparando.

La industria es muy escéptica a propósito de la utilidad de una herramienta como esta y aparentemente no se resolvió nada ayer en el INAC.

***

EC - Estamos con el doctor Alfredo Fratti, presidente del INAC.

¿Cómo analiza el resultado de la reunión de ayer?

ALFREDO FRATTI:
La reunión fue buena. Creo que entendieron que es de recibo la preocupación del gobierno, que no es nueva. Ha sido una preocupación desde el inicio de esta gestión. Así pasó con el asado un par de veces y hay una atención permanente hacia el precio y el consumo interno, considerando que Uruguay como plaza es el segundo destino de toda la producción uruguaya, en cuanto a volumen.

EC - ¿Qué porcentaje de la carne que procesan los frigoríficos va al mercado interno?

AF - Exportamos 450.000 toneladas y 150.000 van al mercado interno. Después de Estados Unidos, el año pasado el mercado interno fue el que más carne llevó.

EC - Según esos números, el mercado interno representa la tercera parte de las exportaciones.

AF - Sí.

EC - Vamos a la fórmula que propuso el Ministerio de Ganadería, Agricultura y Pesca (MGAP). Usted decía que se comprendió la preocupación por el tema de los precios para el consumidor local, pero el debate está planteado en torno a qué instrumentos se pueden utilizar para contener la suba de precios. En cuanto a la fórmula concreta que presentó el MGAP, sería bueno aclarar cómo es esto de las cuotas... La cuota Hilton en el caso de Europa o las cuotas para entrar con carnes sin aranceles a Estados Unidos. ¿Cómo se distribuyen ahora esas cuotas entre los frigoríficos?

AF - Son cuotas país, que se otorgan en la OMC por los perjuicios que tienen estos países en el comercio internacional, para compensar. Cada país las distribuye como mejor entiende o de acuerdo a la impronta particular de sus políticas de carne. En Uruguay se hace sobre la base de antecedentes. Se toman los tres últimos años de exportación, con pesos relativos diferentes, para saber qué porcentaje de la cuota de cada año le toca a cada frigorífico exportador. La variante que se propone ahora es que también pese, como antecedente, la cantidad de kilos de carne que se vendió en el mercado interno. Básicamente es eso.

EC - Se propone agregar un nuevo ingrediente a la fórmula para distribuir las cuotas. Se seguirían teniendo en cuenta los antecedentes de exportación y se incorporaría esta nueva variable.

AF - Exactamente.

EC - ¿Cuáles fueron las reacciones? Porque en la Junta están representados los distintos sectores vinculados con la carne.

AF - Dos cosas. Una, cada vez que se ha establecido un reglamento de cuota ha habido mucha discusión y se ha demorado muchísimo tiempo. Imagínese que cualquier modificación que se haga va a beneficiar a unos y a otros los va a perjudicar, dentro del mismo negocio. Eso es clarísimo. Si usted cambia la fórmula de cómputo, es probable que aquellos que hoy tienen mayor presencia en el medio local se beneficien y otros se van a perjudicar. Por lo tanto, se tocan intereses económicos directamente.

Y en Uruguay –o tal vez los seres humanos– tenemos una tendencia a no tocar nada, a que las cosas marchen como han marchado hasta ahora, como la gente dice: "así ha funcionado toda la vida". Y lo que planteábamos es que hay una preocupación y una sensibilidad especial por este tema y que alguna cosa debíamos ensayar, sin que esto nos dé una garantía de lo que se busca, que es enlentecer o tratar de tener un precio más adecuado para el mercado interno. Están todas estas cosas que a veces se dicen con tanta insistencia, que el mercado es el que regula y demás. Entonces, con una mayor competencia en el mercado interno es probable que haya menores precios.

Las gremiales se llevaron la propuesta. Se está viendo si existen otras propuestas. Puede haber alguna propuesta que no afecte la cuota. Si hay fórmulas que no hemos pensado pero son de recibo y tienen un efecto similar o van en el mismo sentido, estamos dispuestos a estudiarlas. Las gremiales se llevaron la preocupación y vamos a seguir conversando.

EC - ¿Qué ha pasado en los últimos tiempos con el consumo de carne en el mercado interno? Porque, por un lado se han dado estos aumentos de precios, presionados por el aumento de precios que se da en el mercado internacional, pero al mismo tiempo, aparentemente, las ventas no han caído...

AF - No, la venta y el consumo no han caído.

EC – Además de no haber caído, ¿aumentaron?

AF - En 2007 aumentaron. En realidad, en 2005 arrancamos con unos 48 kilos per cápita y estamos en 53 kilos per cápita de carne vacuna por habitante. Las ventas no han sido afectadas. Hay alguna alarma porque algunos cortes se han disparado un poco más, las pulpas. Y porque el ministro nos pidió que realizáramos estudios en esta materia y apareció que la materia prima –que es uno de los componentes del precio final de la carne– ha aumentado en pesos muy similar al IPC. Sin embargo, la carne en gancho está algo por encima del IPC y la carne al consumidor está bastante por encima del IPC.

EC - ¿Qué significa eso?

AF - Eso significa que hay eslabones finales que han aumentado su participación en el valor del producto final muy por encima del IPC. Si yo digo que la materia prima evolucionó similar, los otros precios deberían haber evolucionado del mismo modo. Sin embargo, se han distanciado y la tendencia del último mes es a que se distancie más el precio al consumidor del precio de la materia prima. Esto es una cuestión que hay que tener en cuenta, por lo menos.

EC - Pero si las ventas en el mercado interno no han bajado pese al aumento de los precios, ¿se justifica intervenir en el mercado?

AF - Esto no es intervenir en el mercado. Son cuotas país que cada país distribuye de acuerdo con la impronta que le quiere dar a la política de carne.

EC - Es una forma indirecta de intervenir.

AF – No. Es una medida más liberal. Lo que tenemos es más regulatorio que esto. Lo que se pretende es que todo kilo de carne que vende el frigorífico tenga un premio. En este caso se premia sólo lo que va para el exterior. En su momento puede haber sido una política acertada, cuando el país tenía más para el consumo interno que para la exportación, pero no es una manera intervencionista de ninguna manera. Modifica la forma de adjudicar la cuota, pero si se quiere es más liberal que la fórmula que tenemos hoy.

EC - La pregunta era si se justifica dar un paso como este, teniendo en cuenta que el aumento de precios no ha implicado una reducción en las ventas.

AF - Hay una preocupación por el precio. Porque esto no tiene efecto inmediato. Si usted genera antecedentes de un año para el otro y percibe que la carne y las exportaciones van a seguir subiendo, si usted se da cuenta de que el problema se le disparó en el segundo semestre, no tiene arreglo, porque ya se adjudicó la cuota para ese año. Si usted hace alguna modificación, va a empezar a regir a partir de junio o julio del año que viene, a generar antecedentes. Esto es de largo aliento. No es una cuestión inmediata y es mejor prevenir lo que viene que después decir que no se puede hacer nada. Esta es la idea. No estamos en una situación de emergencia, no es que la gente no pueda comer carne. Los números demuestran que el consumo ha respondido, entre otras cosas, porque hay mayor poder adquisitivo.

EC - En definitiva, por ahora no se sabe con qué instrumento se va a encarar esta situación. Todo queda para seguir discutiéndose en la Junta del INAC...

AF - Sí, en la Junta del INAC, que va a cumplir el rol que tiene como asesor del Poder Ejecutivo. Las medidas las termina tomando o no el propio Poder Ejecutivo.

EC - Se han barajado otras posibilidades, como la importación de carne de países cercanos, la desgravación de algunas etapas de la cadena cárnica, etcétera, ha habido distintas posibilidades...

AF - Ha habido distintas posibilidades. Nosotros únicamente discutimos esta. La importación está abierta. El problema es que los números no dan. Capaz que en un futuro se puede dar. Pero es bueno pensar, primero, que de acuerdo con el panorama que se observa, la carne hacia el exterior va a seguir subiendo. Cerramos el año con la tonelada a 2.400 dólares y en enero ya estamos en 2.500 dólares. Y con esto que ha pasado con Brasil y demás (aunque sea coyuntural, porque no va a durar toda la vida) es probable un nuevo aumento del precio de la tonelada de exportación. Eso repercute en el mercado interno y por lo menos hay que empezar a tenerlo en cuenta.

------------------------------*
Edición: María Eugenia Martínez