Emitido a las 8:30

EMILIANO COTELO (EC):
La semana pasada el Instituto Nacional de Estadística divulgó los últimos datos del mercado laboral en Uruguay, que marcaron, entre otras cosas, que el desempleo está en niveles mínimos.

El diálogo es con el contador Alfonso Lema, socio de la consultora Deloitte, acerca de las últimas tendencias y, por supuesto, acerca de las perspectivas para este año.

Comencemos por el desempleo. Los datos de diciembre marcaron una nueva caída, ¿verdad?

ALFONSO LEMA (AL):
Sí, según los datos del INE la tasa de desempleo promedio en el total del país fue de 7,7% en diciembre. A pesar de que los datos mensuales suelen tener una volatilidad importante, el último dato del año confirmó que el desempleo viene en una senda claramente decreciente.

Si tomamos los promedios trimestrales de la tasa de desempleo, vemos que en los primeros meses del año 2007 el desempleo promedio fue de 9,9%. Luego bajó a 9,5% en el segundo trimestre, en el tercer trimestre cayó a 9,0% y con ese dato de diciembre completamos un promedio de 8,1% en el cuarto trimestre. Es una tendencia sostenida. Si tomamos el promedio del año, un 9% de las personas que querían trabajar no estaban trabajando.

EC: - ¿De cuántas personas estamos hablando?

AL: - Considerando el promedio de 2007, estamos hablando de algo menos de 150.000 personas. Eso supone una baja de poco más de 20.000 personas en relación al promedio de 2006. Recordemos que en 2006 la tasa de desempleo promedio había sido de 10,9%, bastante más alta que el promedio de 9,1% que tuvimos en 2007.

Es cierto que a medida que la economía crece y el mercado laboral se dinamiza hay cada vez más gente que decide incorporarse al mercado, pero lo que vimos en 2007 fue que el aumento del empleo fue muy fuerte, y más que compensó el aumento del número de personas que buscan trabajo.

EC: - ¿Cuánto subió el empleo? En la prensa se habló de una creación de 75.000 puestos de trabajo...

AL: - Sí, la tasa de empleo subió mucho en 2007. Si tomamos el promedio del año, la tasa de empleo en el total del país fue de 56,8% de la población en edad de trabajar, más de dos puntos porcentuales más alta que la del promedio de 2006, que fue de 54,1%. Eso equivale a unos 75.000 empleos más en la economía... En el total de la economía, en el promedio de 2007 tuvimos algo menos de 1.500.000 de personas ocupadas según nuestras estimaciones.

Es de destacar también que las cifras de empleo de 2007 nos dejan con una tasa de ocupación sin precedentes desde que se llevan estadísticas de empleo en Uruguay...

EC: - ¿Cómo es esto?

AL: - Si nos remitimos a las localidades de más de 5.000 habitantes, que son las localidades para las cuales tenemos una "historia" estadística con la cual comparar, los resultados son realmente destacables.

En el total del país urbano la tasa de empleo cerró en el 2007 en un máximo de 58%; algo sin precedentes desde comienzos de los 90. En los mejores años de los 90, la tasa de empleo nunca había pasado el 55% de la población en edad de trabajar. Para Montevideo tenemos también datos desde los 80, pero tampoco en ese caso se encuentran precedentes de los niveles de empleo que se alcanzaron en 2007.

EC: - Queda claro entonces que el aumento en el número de empleos ha sido bien importante, pero ¿qué pasa con la calidad del empleo? ¿Cómo son esos nuevos puestos de trabajo que se van creando?

AL: - Las estadísticas disponibles no permiten hacer un análisis detallado de los nuevos empleos. Las estadísticas refieren al total del empleo y no hacen una distinción por la "antigüedad" de esos empleos. Ahora, cuando miramos las cifras globales, vemos que el año pasado tuvimos mejoras cuantitativas pero también mejoras cualitativas, que quizás sean menos llamativas pero que son igualmente importantes.

EC: - ¿Podemos poner algún ejemplo?

AL: - Claro. La proporción de subempleados, que es el porcentaje de personas que quisiera trabajar más de lo que trabaja en la actualidad pero que no puede conseguir un empleo mejor, cayó a 11,9% en el promedio de 2007, desde 12,8% en 2006. La mejora respecto a 2006 puede parecer marginal, pero pauta una tendencia de mejora progresiva, desde niveles que a principios de 2004, por ejemplo, oscilaban en torno a 18%.

También hubo una baja de la informalidad. La contrapartida de un menor subempleo y una menor informalidad fue un aumento de lo que suele llamarse empleo "sin restricciones". Según las estadísticas del INE, más del 60% de las personas ocupadas en 2007 declaró tener cobertura de salud y estar conforme con su carga de trabajo, cuando en 2004 ese porcentaje era de 55%.

EC: - ¿Cómo ven ustedes las perspectivas del mercado de trabajo? ¿Hay espacio para que siga bajando el desempleo? Pregunto porque empieza a sonar la idea de que estamos próximos a un piso "estructural"...

AL: - El concepto de piso "estructural", o desempleo "friccional" como se suele llamar, es un concepto complejo. La tasa de desempleo que tenemos hoy en día, en el entorno de 8% o incluso algo por debajo de ese valor, no tiene precedentes históricos en Uruguay, pero eso no quiere decir que hayamos llegado a un piso. Es cierto que en algunos sectores ya se están observando dificultades para contratar personal, sobre todo personal con calificaciones específicas, pero en términos generales todavía puede haber espacio para que el empleo siga subiendo.

EC: - O sea que ustedes esperan que este año veamos un nuevo aumento de los niveles de empleo. ¿Cómo llegan a esa conclusión?

AL: - En primer lugar, el escenario más probable es que la economía continúe creciendo a muy buen ritmo este año. Eso va a traducirse en una mayor demanda de trabajo. Podrá haber mejoras en la productividad, pero es razonable prever que las empresas deberán seguir aumentando su plantilla de personal.

EC: - ¿Y ustedes no visualizan problemas de oferta?

AL: - En algunos sectores ya se observan dificultades, pero en términos generales entendemos que no habrá una restricción de oferta. En todo caso, si el balance entre oferta y demanda es más ajustado, lo que veremos serán presiones para que suban los salarios.

Un elemento interesante es que los últimos datos muestran que entre los desempleados cae el porcentaje de personas que buscan trabajo "sin condiciones". Eso quiere decir que entre los desempleados hay gente con mayores exigencias, que aguardan en búsqueda de una mejor oportunidad, con mejores condiciones de trabajo. Ese desfasaje entre oferta y demanda puede presionar al alza los salarios, pero no debería ser un freno para el empleo.

EC: - ¿Y cómo juega el hecho de que ya estemos en niveles de empleo récord? ¿Eso no indica que la demanda de empleo está llegando a un "techo"?

AC: - Es cierto que la demanda de empleo actual es superior a la que había en la década de los 90 pero hay un tema de precios. En la década de los 90 los precios en dólares eran más altos y también los salarios medidos en dólares eran más altos. Eso desestimulaba la contratación de mano de obra y alentaba la incorporación de capital. En los últimos meses vimos un aumento muy fuerte del salario medido en dólares en Uruguay, pero los niveles aún no llegan a los de fines de los noventa y más aún si comparamos los niveles de salarios con los precios en dólares de nuestros productos de exportación. Eso justificaría, al menos en parte, que la demanda de empleo pueda seguir aumentando y que podamos ver nuevos aumentos en tasas de empleo.

EC: - Respecto a la tasa de empleo, ¿cómo estamos en la comparación con otros países?

AL: - Desde esa perspectiva la tasa de empleo que tenemos hoy en Uruguay tampoco parece tan extraordinaria. Las cifras de la OIT muestran que la tasa de empleo promedio en el mundo es de 61,5% de la población en edad de trabajar (y en algunas regiones esa tasa es incluso bastante más alta). En el promedio de América Latina la tasa de empleo es 60%, todavía algo mayor a la que tenemos en Uruguay hoy.

En síntesis, en la medida en que la economía siga creciendo de manera sostenida, no deberíamos sorprendernos de que el empleo siga marcando nuevos "récords". Y aunque posiblemente también veamos un aumento del número de personas que buscan trabajo, si se mantiene un contexto de crecimiento sólido es probable que también veamos un nuevo descenso del desempleo en 2008. La discusión de cuál es el piso "estructural" del desempleo es compleja, pero si la economía sigue en la fase expansiva del ciclo económico bien puede haber espacio para que la desocupación siga cayendo.

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