Según informa hoy El Observador, el consorcio entiende que se trataría de una violación de contrato y así se lo hizo saber ayer al ministro de Transporte. Pero entrevistado en En Perspectiva, Rossi negó que ayer se le haya hecho este planteo: "No se manejó eso. No se me planteó eso", sostuvo, aunque agregó que es "obvio" que una empresa tiene derecho a concurrir a tribunales si lo considera pertinente. "No hay ningún compromiso del Uruguay de que no iba a autorizar, en caso de necesitarlo, una segunda terminal", aclaró Rossi.

Según la versión de El Observador, la empresa advirtió que, si la licitación se pone en marcha, planteará además un arbitraje internacional y pedirá la intervención del gobierno de Bélgica. La firma argumenta que, con las inversiones en curso, logrará triplicar la capacidad de la terminal y podrá atender la demanda creciente, sin necesidad de que se construya una nueva terminal como han anunciado algunos jerarcas del gobierno.

"Da la impresión de que el tono que se refleja (en la nota) es más dramático y de avance de lo que fue el desarrollo de una reunión, que se refiere a intereses legítimamente defendidos pero que ha seguido un camino de diálogo, de intercambio y que sigue ese camino, en un marco de cordialidad y sin llegar a quemar las naves", comentó Rossi este viernes.

El ministro aseguró que las autoridades están tomando en cuenta lo que Katoen Natie les hace llegar pero también se escuchan otras valoraciones y adelantó que posiblemente la resolución en este tema se tome en marzo. "Uruguay tiene que estar pensando en no ser omisos en lo que puede ser una necesidad en 2011, 2012 o 2013. Si hemos errado la decisión de hoy, va ser irreversible", comentó el ministro.