Plan de ahorro energético no dio el resultado esperado
"Globalmente no se ha ahorrado", concluyó el vicepresidente de UTE, Pedro de Aurrecoechea, luego de que se conociera que, a pesar del tan promocionado plan de ahorro energético, los organismos públicos registraron en enero un alza de 4,3% en su consumo respecto a igual mes de 2007. De todas formas, el jerarca recordó que la medición que ahora se conoce incluye la primera quincena, en la cual se consumió sin medidas de ahorro. De Aurrecoechea aclaró que si bien no estamos para "tirar manteca al techo", hay capacidad de generación suficiente para abastecer la demanda sin problemas. "El tema es que nos estamos comiendo las reservas", advirtió.
(Emitido a las 7.44)
EMILIANO COTELO:
¿Qué pasó con el plan de contención del gasto de energía eléctrica en el Estado? Parece que no dio los resultados esperados; por lo menos en sus primeras semanas de aplicación.
Los datos que circularon ayer, medidos a través de la facturación de UTE, dicen que los organismos públicos registraron un alza de 4,3% de su consumo en el mes de enero respecto de igual mes del año 2007.
Estamos con el ingeniero Pedro de Aurrecoechea, vicepresidente del Directorio de UTE.
¿Hay cifras definitivas del consumo en el ámbito del Estado en enero?
PEDRO DE AURRECOECHEA:
Tenemos el cierre de la facturación del mes de enero, que incluye la totalidad del mes, no todas son del 1 al 31, depende del momento de la medición.
EC - ¿Y permiten sacar conclusiones sobre qué pasó con la obligatoriedad del ahorro?
P de A - No conclusiones definitivas, pero sí una tendencia. Porque las medidas de ahorro se comenzaron a aplicar a partir del 15 de enero, por lo tanto, como la medición incluye la totalidad del mes, está la primera quincena, en la cual se consumió sin medidas de ahorro. Tenemos la sumatoria de los dos períodos, el período sin ahorro y el período con ahorro. No podemos saber si hubo un consumo muy por encima del normal la primera quincena y luego se aplicaron medidas de ahorro, o simplemente se consumió más en todo el período. Lo que sabemos es que globalmente, comparando el consumo de enero de 2008 con el de enero de 2007, se registra un alza en la totalidad del Estado, incluso en las intendencias, del entorno del 4 y pico por ciento.
EC - Dejemos de lado el plan de ahorro, supongamos que no hubiese existido. ¿Era esperable que aumentara el consumo en las dependencias del Estado?
P de A - Sí, era esperable, como ocurrió en el conjunto de la población.
EC - El consumo en el sector residencial creció 4,7% en enero con respecto al mismo mes del año pasado.
P de A - No tenemos cifras definitivas todavía.
EC - Estas son cifras que dio su colega Gerardo Rey al diario El País.
P de A Sí. Pero la medición en el sector residencial es un poco más tendencial y menos cierta en función de que los tomadores de consumo tienen radios que cubren en fechas que abarcan todo el mes. Entonces puede ocurrir que haya mucho de diciembre y en algunos casos poco de enero, según la fecha de toma del consumo. De todas maneras, es indicativo de que globalmente no se ha ahorrado.
Cuidado, inciden mucho los primeros 15 días, durante los cuales hizo mucho calor. El 8 de enero fue el día récord de consumo histórico de verano en el país y luego vinieron las medidas, que supuestamente algo de resultado dieron, pero no el esperado.
EC - ¿Van a poder averiguar qué ocurrió en la segunda quincena de enero, cuando ya estaba en vigencia el plan de ahorro en las oficinas del Estado?
P de A - No, no es posible. Se puede sacar una tendencia global, medida no desde el punto de vista de la demanda sino desde el punto de vista de la generación, de la oferta de energía. Eso se mide con precisión día tras día. Sabemos globalmente cómo evoluciona haciendo la sumatoria de generación energética. En el caso de las dependencias públicas se puede hilar un poco más fino separando lugar por lugar. Ahora tenemos resultados globales. Por ejemplo, en el Ministerio de Defensa Nacional, tenemos el resultado de todas las cuentas que aparecen a nombre de ese Ministerio. En estos días estamos sacando repartición por repartición, de forma de ayudar a la dependencia correspondiente a determinar cuál es el lugar que ha tenido peor comportamiento a los efectos de incentivar las medidas.
EC - Hubo números muy raros. El Ministerio de Ganadería aumentó su consumo 88%. El Ministerio de Transporte 56% aunque esto podría deberse a una mayor iluminación en las carreteras, según se comenta, el Tribunal de lo Contencioso Administrativo 33%, la Universidad de la República 14%, ANEP 12%, y algunos organismos mostraron reducciones. Pluna tuvo una reducción de 84%, el Ministerio de Trabajo y Seguridad Social de 50%, el Instituto Nacional de Carnes de 30% y la Dirección de Casinos de 20%. Un espectro enormemente cambiante.
P de A - Sí, sorprende mucho, el abanico es muy amplio. Hay que tener en cuenta que algunas de esas dependencias tienen un consumo genéricamente bajo. La disparidad en consumos es muy grande. Puede sorprender el caso de algún Ministerio que tiene porcentualmente un aumento muy grande, pero parte de una base muy baja, entonces en los números globales incide poco. Y al revés, por ejemplo Pluna consume muy poca energía, entonces esa disminución pesa poco en el global. Y en algunos casos importa mucho, por ejemplo en el caso de OSE, que es el mayor demandante de energía del país.
EC - ¿OSE es el mayor demandante de energía eléctrica del país?
P de A - Es el mayor demandante de los organismos oficiales; incide especialmente Aguas Corrientes. En el caso de OSE este año la demanda de agua fue también récord histórico por las temperaturas. Sin embargo, el organismo se las ingenió para consumir menos energía eléctrica. Eso es resaltable, porque si bien el porcentaje de disminución no es muy grande, incide mucho en el resultado final.
EC - A partir de estos números que estamos manejando con cuidado, porque son preliminares y con todas esas puntualizaciones que usted hacía, el desafío es cómo apelar de manera efectiva a las autoridades de los organismos correspondientes para que se cumpla con las disposiciones que están vigentes. ¿Cuánto tienen que ahorrar?
P de A - No se estableció una meta en números, pero en el invierno de 2006 que era una situación distinta, porque una cosa es el verano y otra el invierno se habían logrado en las dependencias públicas reducciones cercanas al 8%. También es cierto que el piso de demanda de consumo bajó, entonces establecer una meta de ese orden puede ser irreal. Habría que comparar con los consumos de 2004 y 2005.
EC - ¿Están previstas sanciones?
P de A - No sé exactamente. Porque la potestad la tiene el Ministerio. De todas maneras, las sanciones no se ponen para aplicarlas sino para presionar para que se cumpla la norma. En este caso estamos retomando la senda de las conversaciones, de explicar, de dar más información, de colaborar con los organismos para que puedan cumplir eficazmente con las medidas.
EC - Además del diálogo a los efectos de crear conciencia y convencer a las autoridades de las distintas instituciones, ¿tienen un mecanismo para controlar?
P de A - Sí, la resolución del Ministerio del 14 de enero establece en un anexo un conjunto de medidas a adoptar por los organismos. Por ejemplo, no regular los equipos acondicionadores de aire por debajo de los 22 ºC, no tener encendida la iluminación de fachadas y otra cantidad de medidas. Esas cosas son fáciles de controlar. Basta con que alguien recorra de noche y vea. Lo mismo con la temperatura de los equipos acondicionadores de aire... Son cosas medibles, comprobables. Además, el decreto estableció una serie de normativas obligatorias, y después están todas aquellas cosas fruto de la inventiva de los funcionarios y los jerarcas que permitan cumplir con este tipo de medidas.
EC - ¿Cómo estamos en general hoy con el déficit en generación de energía eléctrica?
P de A - No tenemos déficit de generación. Catalogamos la situación actual como delicada pero no crítica. No hemos tenido ningún inconveniente en cumplir con el abastecimiento de la demanda de acuerdo con sus exigencias. El tema es que estamos con un alto consumo de combustibles fósiles y a su vez estamos haciendo uso de nuestras reservas de agua, que vienen disminuyendo. No estamos como para tirar manteca al techo, pero tenemos capacidad de generación suficiente para abastecer la demanda sin problemas. El tema es que nos estamos comiendo las reservas.
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Edición: María Eugenia Martínez