Se acentuó la debilidad del dólar: ¿a qué obedece y cuáles son las perspectivas?
Análisis del economista Pablo Rosselli, de la consultora Deloitte
(Emitido a las 08.30)
EMILIANO COTELO (EC):
La semana pasada el euro alcanzó un nuevo máximo histórico, superando los 1,50 dólares por cada euro. Eso pauta claramente una situación de debilidad del dólar.
En Brasil también se está observando un progresivo debilitamiento del dólar. Por esa razón nos pareció oportuno para el análisis económico de hoy detenernos en las causas de esa nueva racha de debilidad de la moneda de Estados Unidos, en las perspectivas para los próximos meses y en las repercusiones para la economía mundial y para el país.
El diálogo es con el economista Pablo Rosselli, de la consultora Deloitte.
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EC: ¿Cómo están analizando la evolución del dólar frente al euro? Los medios de prensa especializados subrayaron la semana pasada el hecho de que el euro superó la barrera de los 1,50 dólares y alcanzó un nuevo máximo histórico.
PABLO ROSSELLI (PR):
Es cierto. En primer lugar, para situarnos en el contexto, parece importante marcar que el dólar enfrenta una fase de debilidad frente a la mayoría de las monedas en el mundo. Esa fase de debilidad no es nueva. Si miramos en particular la relación dólar-euro, luego de un máximo para el dólar registrado en 2001, cuando la relación era de solamente 0,85 dólares por cada euro, lo que se ha observado es una tendencia progresiva de debilitamiento del dólar que tuvo una pausa entre 2005 y 2006. Pero en una visión de largo plazo tenemos una tendencia muy sostenida de debilitamiento del dólar frente al euro.
En segundo lugar, es cierto que el euro está ahora en un máximo histórico pero hay que tener en cuenta que la historia del euro es relativamente corta porque comenzó con el lanzamiento de la moneda única europea en enero de 1999. Sin embargo, si uno considera un período más largo tomando como referencia la evolución del marco alemán y considera también el rol de la inflación, el valor actual del euro en términos reales es muy alto pero no es todavía un máximo histórico.
EC: - ¿Hubo entonces valores más altos que los actuales?
PR: - Sí. Con esa referencia del marco alemán podríamos decir que en el año 1979 y en el año 1995 tuvimos valores del euro en términos reales todavía algo más altos. A precios de hoy, el máximo de 1979 equivaldría a una relación de 1,60 dólares por cada euro aproximadamente. Los valores del 95 se corresponderían con un euro en torno de 1,58.
EC: - Quiere decir entonces, que siendo rigurosos, no estamos en un máximo histórico pero en cualquier caso estamos ante valores muy elevados. ¿A qué obedece esa tendencia de debilitamiento del dólar?
PR: - Recién decíamos que era una tendencia de largo plazo que como tal se asocia principalmente al exceso de gasto interno en Estados Unidos. Ese exceso de gasto derivó en un aumento muy fuerte del déficit de la cuenta corriente de la balanza de pagos, que pasó de un registro que ya era alto en 2000 (4% del PIB) a más de 6% del PIB en 2006. Cuando un país mantiene por períodos muy largos un déficit externo como es el caso de Estados Unidos, más tarde o más temprano, su moneda comienza a depreciarse.
A ese factor de largo plazo se agregó más recientemente el inminente ingreso en una recesión en Estados Unidos, con la consiguiente caída de las tasas de interés. En setiembre la tasa de los fondos federales estaba en 5,25% frente a un 4% en Europa. Desde setiembre hasta ahora, la Reserva Federal aplicó varios recortes, llevando la tasa a un 3% y las expectativas del mercado son de que la siga bajando hasta un 2% en unos pocos meses más. De hecho, para la reunión de la Fed prevista para el 18 de marzo los mercados ya descuentan enteramente una baja de al menos medio punto. Esa caída tan fuerte de la tasa de interés en Estados Unidos está alentando un cambio de portafolios de los inversores, que venden activos en dólares y que se posicionan en otras monedas, por ejemplo el euro. A principios de setiembre, antes de que comenzaran los recortes de tasas, el euro estaba a 1,36 dólares mientras que el viernes estaba a 1,52 dólares. Quiere decir que en estos meses el euro subió casi un 12%.
EC: - ¿Cómo son las perspectivas para los próximos meses? ¿Podemos ver nuevas subas del euro a partir de estos niveles? Porque recién marcabas que si bien los valores actuales no son un máximo histórico si uno toma un período largo, en cualquier caso estamos cerca ya de esos máximos.
PR: - Es cierto. Lógicamente las proyecciones sobre tipo de cambio son siempre difíciles. Considerando el hecho de que el euro ya se encuentra en niveles muy altos en términos históricos hay analistas que no aguardan más subas. Sin embargo, otros analistas esperan al menos para el corto plazo un mayor fortalecimiento del euro. Analistas de Merril Lynch, por ejemplo, marcaban que el euro podía llegar a 1,57 en pocas semanas. Lógicamente, en un horizonte más largo, si pensamos por ejemplo en un año para adelante o algo más, las chances son de que el euro comience a retroceder. Pero las perspectivas de corto plazo bien podrían contemplar nuevas subas.
EC: - ¿Y qué repercusiones tiene esta situación para la economía mundial?
PR: - Una primera repercusión es que en el comienzo de 2008 estamos viendo varios indicadores que apuntan a que en el mundo la inflación medida en dólares va a ser muy alta. Decíamos que la debilidad del dólar era generalizada. No se trata solamente de la relación dólar-euro... Por ejemplo, el dólar llegó a un mínimo de tres años frente al yen. El viernes cotizaba a 104 yenes por dólares y eso supone una caída del dólar de 8% en lo que va del año.
EC: - ¿Y qué está pasando en América Latina? ¿Podemos ver algunas cifras? En el caso de Brasil estamos con un dólar en el menor nivel desde 1999.
PR: - Es así. En Brasil el dólar bajó la semana pasada hasta 1,67 reales, el menor valor desde mayo de 1999, unos meses después de la devaluación que ocurrió con la caída del Plan Real. Pero la tendencia en América Latina es generalizada. En lo que va del año el dólar en Brasil cayó aproximadamente 6%; en Chile cayó más de 8%; en Colombia casi 9%; en Perú un 3%.
Y si miramos fuera de América Latina las tendencias son similares. En Nueva Zelanda tenemos una caída de casi 6%; en Australia de más de 8%; en Canadá casi 3%. Y caídas de entre 3% y 4% tenemos en varios países asiáticos como Singapur, China, Malasia y Taiwán. Esta debilidad generalizada del dólar se corresponde necesariamente con un contexto de mucha inflación en dólares en el mundo.
EC: - ¿Y qué supone eso para Uruguay?
PR: - Necesariamente que nuestra moneda tiende a apreciarse en términos reales. Uruguay también tiende a importar esa inflación en dólares, porque los precios de exportación suben medidos en dólares y eso termina trasladándose al mercado interno. En particular, hemos mencionado varias veces la suba de los precios de los commodities que termina generando aumentos de los alimentos.
Con una inflación en dólares que probablemente seguirá siendo alta este año, si el Banco Central desea llevar la inflación hacia adentro del rango meta, probablemente veamos alguna caída adicional del tipo de cambio.
EC: - ¿Y cómo impactaría eso en nuestra competitividad?
PR: - Lógicamente, nuestra capacidad de competencia frente a Estados Unidos está cayendo. Pero eso no es exclusivo de Uruguay. Son muchos los países que ven bajar el dólar frente a sus monedas y que por lo tanto pierden competitividad frente a Estados Unidos. Desde la perspectiva de Estados Unidos, la devaluación de su moneda es un requisito para que baje el déficit externo y para que aumenten las exportaciones como forma de atenuar el impacto recesivo de la crisis en el mercado inmobiliario.
De todas maneras, como la caída del dólar está siendo muy generalizada, nuestro país conserva aún buenos niveles de competitividad frente a otros mercados claves; mercados a veces compradores y países que a veces compiten con nosotros en las exportaciones. Por otro lado, en la medida que se mantengan estos precios de exportación tan altos (hay que tener presente que en las últimas semanas los precios de los commodities siguieron subiendo), en general las empresas exportadoras podrán conservar buenos niveles de rentabilidad a pesar de la suba de precios en dólares.
De todas modos, como hemos comentado otras veces en el programa, es importante en este contexto que las políticas macroeconómicas no contribuyan a una expansión todavía más rápida de la demanda interna, que termine generando más presiones inflacionarias porque eso podría acentuar la suba de los precios medidos en dólares.