Los primeros lineamientos de la Rendición de Cuentas que anunció Astori
Análisis de la economista Tamara Schandy, de la consultora Deloitte.
(Emitido a las 8.30)
EMILIANO COTELO:
El Consejo de Ministros ya avaló los primeros lineamientos de la Rendición de Cuentas que se enviará este año al Parlamento.
En conferencia de prensa, el ministro de Economía, Danilo Astori, adelantó que se está proponiendo aumentar el gasto en 319 millones de dólares, que permitirán llegar al tan debatido presupuesto de 4,5% del PBI para la educación y atender también otros objetivos que el gobierno considera prioritarios. Si bien todavía falta que se den a conocer los detalles de cómo queda el programa fiscal con estas medidas, nos pareció que valía la pena dedicar el espacio de hoy a analizar estos primeros anuncios. En los próximos minutos, el diálogo será con la economista Tamara Schandy, de la consultora Deloitte.
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Tamara, ¿cómo vieron ustedes los anuncios del lunes?
TAMARA SCHANDY:
Como tú bien decías, lo que tenemos es todavía el resultado de una conferencia de prensa, donde se anunció un incremento del gasto público y se anunció también una asignación de ese mayor gasto público. No tenemos cifras en términos de los supuestos de ingresos que están detrás, ni tampoco de cómo eso impacta en los resultados del sector público. Eso lógicamente hace que los comentarios que podamos hacer hoy sean sólo una primera evaluación preliminar, a la espera de más datos.
De todas formas y en principio por las cifras que se manejan, pensamos que lo anunciado el lunes está muy en línea con lo que habían sido los anuncios del equipo económico en diciembre (en el marco del foro de ACDE) en relación a lo que esta expansión del gasto supone en términos de su magnitud y de su impacto en el resultado fiscal.
EC - Quizás sea bueno recordar entonces cuáles eran las claves de las cifras que se manejaron en el foro de ACDE.
TS - En aquel momento el equipo económico había revisado al alza las proyecciones de crecimiento para 2007, de 5,25% a 7,25%, había anunciado un crecimiento también mayor para 2008, y en ese marco había señalado que se generaba un espacio fiscal para aumentar el gasto en relación a lo que se había establecido en la Rendición de Cuentas anterior. Incluso allí ya se habían dado algunos lineamientos del destino de ese mayor gasto, lineamientos que en términos generales coinciden con lo que quedaría plasmado en la Rendición de Cuentas según lo que dijo Astori el lunes.
Entonces, todavía no se anunció cómo queda el resultado fiscal con este anuncio de expansión del gasto, pero si tomamos como referencia las cifras de resultado primario que se mostraron en diciembre, contemplando aumentos del gasto similares, parece razonable esperar una reducción del superávit primario, aunque el gobierno insiste en que gracias al descenso de los intereses el resultado global quedaría más o menos igual, con un déficit en torno a 0,4% del PBI.
EC - ¿Cuán importante sería esa reducción del resultado primario?
TS - Está claro que hay que aguardar que se formalicen los anuncios de la conferencia de prensa para evaluar cómo queda el programa fiscal, pero para tener una idea en diciembre el equipo económico había proyectado un superávit de 3,1% del PBI para 2008 y de 3% del PBI para 2009, con aumentos de gasto que como ya dije eran bastante similares a los que se están planteando ahora. Recordemos que en 2007 el resultado primario ya había bajado a 3,5% del PBI, desde 3,8% en 2006.
EC - Estamos hablando entonces de una disminución de ocho décimas en un espacio de dos o tres años. ¿Cómo evalúan ustedes esa decisión de reducir el superávit primario?
TS - Ya lo hemos dicho en otras oportunidades. En definitiva es cuestión de hacer un balance entre diferentes objetivos. Hay elementos que juegan a favor de la decisión de aumentar el gasto, pero también hay argumentos a favor de preservar un control mayor del gasto público. Uno siempre podría preguntarse si en estas circunstancias de crecimiento económico tan fuerte no se debería procurar tener mejores resultados fiscales. En realidad, Emiliano, desde el punto de vista macroeconómico parece haber dos grandes elementos a favor de contener el aumento del gasto público.
EC - A ver, ¿cuáles son esos dos elementos?
TS - El primero es justamente el que mencionaba recién, acerca de la posibilidad de aprovechar el crecimiento económico tan fuerte que estamos teniendo para generar un espacio de ahorro fiscal.
Hoy estamos atravesando un momento en el que hay un espacio fiscal que se genera gracias al mayor crecimiento de la economía y por lo tanto de la recaudación, a la consiguiente caída más pronunciada de la deuda pública, al descenso del costo de esa deuda (porque bajan los intereses medidos en porcentaje del PBI) y a la mejora que se ha observado en el perfil de la deuda en términos de plazos y monedas. La situación de hoy es bastante sólida, pero gastar parte de ese margen ahora podría significar tener un menor espacio de maniobra en un futuro con eventuales problemas.
Y esto es particularmente importante en un contexto externo que comienza a preocupar, en un momento en el que hay más incertidumbre respecto a la sostenibilidad del crecimiento mundial, y en definitiva, hay más incertidumbre acerca de por cuánto tiempo Uruguay va a seguir creciendo a las tasas de 6%-7% que mostró en los últimos años.
EC - Queda claro ese punto, Tamara, pero decías que eran dos los argumentos macroeconómicos a favor de contener el aumento del gasto. ¿Cuál sería el otro?
TS - El otro tiene que ver con la demanda agregada. La demanda doméstica en Uruguay está creciendo mucho, porque está creciendo el empleo, porque suben los salarios y también en alguna medida porque está subiendo el gasto público. Todo eso genera presiones sobre los precios. Dijimos varias veces en este mismo espacio que la inflación que estamos viendo en Uruguay tiene un componente claramente "importado", por la suba de los alimentos en el resto del mundo, pero también encuentra sustento en una expansión de la demanda doméstica que está siendo francamente muy importante.
EC - Si entiendo bien, eso significa que esta decisión de subir el gasto no colabora con el objetivo de bajar la inflación. ¿Es así, Tamara?
TS - Se puede ver de esa manera. En realidad no es el gasto público lo único que genera inflación, es el incremento de la demanda agregada en general que le agrega presión a los precios. El gasto público es un componente de la demanda interna y por eso desde este punto de vista quizás podría ser deseable una moderación del incremento del gasto, así como también podría ser deseable una moderación de la política salarial, para que toda la carga del combate contra la inflación no deba recaer sobre la política monetaria.
De todas formas y como dije antes, los anuncios de Astori parecen estar muy en línea con lo que ya había sido anunciado en diciembre, con lo cual esto tampoco es un elemento que se adicione al panorama que ya veníamos manejando en materia de inflación. Por ahora pensamos que no es un anuncio que nos vaya a hacer modificar nuestro pronóstico de inflación para este año.
EC - Para terminar, Tamara, te pregunto por los argumentos a favor del aumento del gasto público. Decías al comienzo que había un balance entre diferentes objetivos.
TS - Sí, a todo lo que dije antes se contrapone el objetivo del gobierno de mejorar la provisión de servicios públicos, la voluntad de llevar a cabo ciertas reformas y la voluntad de atender una serie de objetivos que se consideran prioritarios.
Esto se ve claramente en la composición de ese aumento adicional del gasto que anunció el ministro Astori. De los 319 millones de dólares que se plantea agregar al gasto público, 134 millones irían para la educación pública, 92 millones van a estar asignados a la salud para continuar con la reforma-, 27 millones son para el Plan de Equidad, 20 millones para la seguridad pública, 18 millones para la Reforma del Estado...
En definitiva, todos estos son objetivos válidos, y también es una realidad que es ahora el momento en el cual hay disponibilidad de recursos para impulsarlos. La verdad, Emiliano, es que éste es un tema difícil de evaluar solamente desde una perspectiva técnica. Es un tema en donde hay un espacio para lo técnico (recién hacíamos varias puntualizaciones desde ese punto de vista), pero también hay otro espacio (importante) para decisiones de carácter político, donde los economistas tenemos menos para decir desde una perspectiva estrictamente técnica.