Balestra: se debe hacer una defensa directa de las industrias pequeñas
Las medidas anunciadas ayer por el ministro de Economía fueron bienvenidas por la Cámara de Industrias del Uruguay, aunque también generaron reclamos: "Si bien estamos de acuerdo en esa medida, creemos que se podrían tomar otras más, que el gobierno no quiere tomar", aseguró Diego Balestra, presidente de la gremial. Los empresarios ponen el centro de los reclamos en que "la competitividad está cayendo en muchos sectores de la economía", y aseguran que el gobierno debe ir "a una defensa directa" de las empresas pequeñas. "Llámele subsidio o como quiera, no nos asustan las palabras", enfatizó el dirigente.
EMILIANO COTELO: El ministro de Economía y Finanzas, Danilo Astori, anunció ayer una serie de medidas que tomará el gobierno para combatir la inflación y frenar la caída del precio del dólar. Los detalles van a conocerse en las próximas horas. Hablando en un almuerzo organizado por la Asociación de Dirigentes de Marketing, Astori adelantó que el Banco Central aumentará los encajes bancarios, una resolución que busca restringir la cantidad de dinero circulante. Explicó además que se autorizará transitoriamente que las obligaciones con la Dirección General Impositiva y el Banco de Previsión Social puedan ser abonadas en dólares. También se permitirá el pago en dólares de la compra de letras del Tesoro emitidas en unidades indexadas e informó que se eliminarán trabas burocráticas para facilitar los procesos de importación de frutas y verduras. Sobre este paquete de medidas tuvimos antes el análisis del economista Pablo Rosselli, de la consultora Deloitte, pero ¿qué repercusiones generan estas novedades en el sector empresarial, desde donde habían surgido inquietudes últimamente por lo bajo del valor del dólar? Estamos con el ingeniero Diego Balestra, presidente de la Cámara de Industrias del Uruguay. ¿Quedó conforme con las medidas que se informaron ayer? *** DIEGO BALESTRA: Toda medida que trate de paliar la situación es bienvenida. Veremos cómo afecta en la realidad, cómo se posiciona el valor del dólar, cuánto tardan estas medidas en tener efecto. Por supuesto, todo lo que tienda a paliar esta situación es bienvenido. EC - Ayer hubo una primera reacción del mercado que implicó una suba de 0,7% del dólar. DB - Sí, vamos a ver si eso se consolida o por lo menos se mantiene. Tendremos que dejar correr las horas para ver cuál es la respuesta del mercado. Pero si bien estamos de acuerdo en esa medida, creemos que se podrían tomar otras más, que el gobierno no quiere tomar. Porque si bien el discurso del ministro Astori es siempre muy claro y una foto muy real de la situación, desde nuestro punto de vista algunos aspectos no son exactamente así. EC - ¿A qué se refiere? ¿Concretamente al problema de la competitividad? DB - Exactamente, para nosotros la competitividad es un tema bastante complejo. La competitividad está cayendo en muchos sectores de la economía, se habla de promedios, pero los promedios pueden ser engañosos si la dispersión de los datos con los cuales se obtienen es grande. Se dice que el país crece, y nosotros sostenemos que crece, los datos presentados son absolutamente reales, no decimos lo contrario, pero esa curva de crecimiento se da de la mano de cinco o seis rubros que hacen una fuerza muy grande. EC - ¿Cuáles son esos cinco o seis rubros? DB - Tenemos la producción de la zona franca, celulosa, la carne, los granos, los lácteos, la lana, esos commodities, esos productos con muy bajo valor industrial agregado son los que siguen creciendo de la mano de unos precios internacionales muy altos, de un mercado internacional totalmente exacerbado. Eso hace que se puedan tapar o cubrir los mayores costos que Uruguay pone sobre la producción y los precios de esos productos hacen que tengan una competitividad muy grande, en desmedro de otros que están en una situación muy compleja, con importante pérdida de competitividad. Si yo hago un promedio de 100 más 1, sumo y divido entre dos y me da 50,5... es un buen número, pero hay uno que está en 100 y otro que está en 1. EC - El ministro destacó que los niveles de competitividad de hoy son mejores que los de los años 2000 y 2001, antes de la crisis de 2002. DB - El problema de la competitividad medida en esos términos son los promedios. Que un promedio de 80 sea muy bueno o no depende de la dispersión de los datos, de repente un promedio de 50 es mejor si la dispersión es mucho menor. Todo depende de cómo se mire el conjunto de la economía. Creemos que se pueden tomar otras medidas. EC - A partir de un diagnóstico diferente, con estos matices, ¿qué tipo de medidas habría que adoptar? DB - Hay que cambiar el destino del gasto corriente, que sigue siendo demasiado elevado y no es un gasto de calidad, no va ni siquiera a inversión en infraestructura, que es algo que quedaría y que el país necesita en forma acelerada. Sin comparar con el período anterior que fue muy malo, respecto al gasto que se hace en infraestructura, estamos más o menos como en los períodos anteriores, no hay un destaque importante, habiendo habido una expansión de los ingresos como la que hubo. El ministro dijo que la prioridad es el gasto social, pero está muy por encima de lo que explicitaron cuando ingresaron al gobierno. La recaudación fue muy superior a la esperada y eso se ha volcado al gasto, cosa que no estaba prevista. Creo que si ese gasto no se puede utilizar de una mejor manera ( para pagar deuda o para hacer una política anticíclica de guardar ese dinero, como ha hecho Chile, por ejemplo, para tener una reserva importante cuando vengan problemas), si el gobierno no lo quiere hacer, por lo menos, si las medidas que se toman sobre la situación del cambio no son efectivas, el gobierno tiene que tomar posiciones de defensa de las empresas, de las industrias pequeñas. La industria pequeña tiene dos aspectos, el problema de los grandes costos internos que tiene Uruguay en este momento y una pérdida de competitividad real no solamente por el tipo de cambio sino también por el costo de la mano de obra, que ha subido por encima de su productividad. Si miramos el mercado interno y salimos de la zona de exportación en la que estábamos, Uruguay está recibiendo embates debido al ingreso muy fuerte de mercadería por el bajo valor del dólar. Eso está provocando un daño muy grande a las empresas. EC - ¿Qué medidas permitirían proteger o respaldar a ese tipo de empresas locales? DB - Tenemos que ir a una defensa directa, llámele subsidio o como quiera, no interesa, no nos asustan las palabras. Pero no podemos tener ingreso de mercadería de Argentina, por ejemplo, con las asimetrías fantásticas que tenemos, y no tener una batería de defensa para las empresas. Son empresas más chicas, más activas en mano de obra y que trabajan para el mercado interno. Si no se contempla ese tipo de cosas y somos lentos en tomar decisiones, nos complican enormemente. Usted recordará todo aquel tema de las provincias argentinas promovidas, que nos llevó bastantes horas de charla y comentarios. Teníamos un nivel de defensa para los ingresos de esas provincias que tienen una política de subsidios muy grandes. Pero el 29 de febrero salió un decreto que cambió eso, pasó la capacidad de 4 a 8 dígitos, con lo que se desmanteló parte importante de los niveles de protección que había. Mientras tanto Argentina sigue subiendo sus detracciones a los productos de exportación y mantiene niveles de producción internos a unos costos que en Uruguay son inconcebibles. Las harinas en Argentina valen exactamente la mitad que en Uruguay. Esas situaciones no son las más deseables. Y cuando hablamos de penetración y diversificación de mercados, sacando esos cinco o seis sectores que son la locomotora (y que por suerte los tenemos porque hacen que la economía esté creciendo), el resto del sector industrial, los productos con mayor valor agregado, con mayor valor de mano de obra se están concentrando otra vez en el Mercosur. Y eso es pérdida de competitividad, porque no es que no queramos vender fuera, no podemos. Hoy le estamos vendiendo al Mercosur, volvimos a la zona de la cual queremos salir, Brasil volvió a ser uno de nuestros principales compradores, porque está con una economía bastante parecida y haciendo algo parecido, pero si cambia el rumbo, como lo ha hecho en muchas oportunidades y no me quiero acordar de principios del 99 estamos en esa situación.