Crosa: problemas con el arroz irán hasta que los grandes productores abran sus ventas
Problemas de escasez, precios altos en la materia prima y en el producto final que llega al consumidor: el arroz está en el centro de las noticias económicas del mundo. La solución estaría en "que empiecen a salir las nuevas cosechas en Asia, para que los gobiernos se sientan seguros y abran los mercados", sostuvo Adolfo Crosa, presidente de la Gremial de Molinos Arroceros. "Es un tema de recomponer el mercado internacional", agregó. Asimismo, reconoció que habrá aumentos en el precio del arroz al público en Uruguay, pero dijo: "Como exportadores tenemos que ser sensibles y revisar ese tema".
(Emitido a las 7:47) EMILIANO COTELO: El arroz dio mucho que hablar la semana pasada en las noticias internacionales. Problemas de escasez en algunos países incluso en países desarrollados, gobiernos que prohíben las exportaciones para evitar el desabastecimiento interno, aumentos de precios que en algunos casos implican triplicar los valores de comienzos del año. En Estados Unidos algunas cadenas minoristas limitaron la cantidad de arroz que puede adquirir un cliente debido a "las recientes tendencias de la oferta y la demanda''. Mientras en Uruguay los productores completan la cosecha y se entusiasman con los nuevos precios, ya muy superiores a los 500 dólares de la exportación a Irán de febrero pasado, las cadenas de supermercados van a recibir el arroz con un aumento de 15% esta semana. ¿Qué está pasando con este alimento fundamental para varios pueblos del mundo? ¿Son reales precios del arroz a 1.000 dólares la tonelada, como el que se alcanzó ya en Tailandia? ¿Cómo se ve el fenómeno desde Uruguay y qué repercusiones puede tener? Estamos con Adolfo Crosa, presidente de Casarone Agroindustrial SA el segundo molino arrocero de nuestro país y presidente de la Gremial de Molinos Arroceros. ¿Qué está pasando en el mercado internacional del arroz? *** ADOLFO CROSA: Del arroz y de los otros granos. EC - Sí, pero al arroz le llegó ahora su auge, venía demorado. AC - Hay una conjunción de factores excepcionales, que nunca se habían visto. Se suman los bajos stocks mundiales de granos en general y un aumento de la demanda (pero no solo por los biocombustibles, sino porque hoy hay muchos más consumidores en Asia, que consumen proteínas pero que a su vez demandan más granos), además de la baja tremenda del dólar y el clima (Australia salió de la producción de trigo este año). Se junta una serie de factores que a muchos países, especialmente a los asiáticos, que son grandes productores pero donde el arroz tiene mucha fuerza política, les causan mucho miedo. Varios gobiernos de los países grandes productores ya tomaron medidas de precaución y cerraron sus exportaciones para tener abastecimiento y no tener problemas políticos. EC - Son medidas heterodoxas que no se ven a menudo. AC - No, pero se produce casi una histeria. Lo de Estados Unidos no tiene nada que ver con esto, Estados Unidos es un país exportador, tiene suficiente stock. Fue puntualmente un problema entre las cadenas y un abastecedor, que vendió demasiado para todo el año y después no quería cumplir sus compromisos. Y Brasil hace dos meses estaba analizando incentivar las exportaciones de arroz, pero no es exportador sino que quiere serlo, al igual que como ha hecho con otros granos y otras producciones. El camino rápido es por el lado de los incentivos, yendo contra toda su política en la OMC, que siempre cuestiona los subsidios. Hace dos meses estaban hablando de eso. EC - Y ahora hablan de limitar las exportaciones. AC - Porque Brasil sabe perfectamente que con su producción apenas abastece su mercado interno y requiere complementarlo con los países del Mercosur. Si exportaba iba a tener que salir al mercado internacional a comprar más porque no le iba a alcanzar. Eso fue lo que entendió el gobierno y dificultó las exportaciones. EC - La referencia del arroz en Chicago tuvo un aumento de 27% en lo que va de abril. Y por otro lado en Tailandia, uno de los principales productores de arroz del mundo, en lo que va del año el precio del arroz se triplicó y llegó a 1.000 dólares la tonelada. ¿Qué le dicen esos precios? AC - En la medida que los grandes productores y exportadores que se concentran en Asia no abran sus ventas, este tema va a seguir, no se arregla con la producción periférica de Uruguay, Argentina o cualquiera de estos países. Los especialistas dicen que esa situación dificulta saber exactamente qué stocks pueden tener China o India, pero tienen serias convicciones de que cualquiera de los dos tiene lo suficiente como para atender todo su consumo interno e incluso salir al mercado. No lo hacen porque no quieren tomar riesgos en este escenario tan volátil. EC - ¿De qué depende que el escenario vuelva a algo más normal? ¿Cómo se para esta psicosis? AC - Alguna gente dice que va a llevar tres o cuatro meses que las cosas se normalicen, mientras otros hablan de más tiempo. Yo entiendo que basta con que empiecen a salir las nuevas cosechas en Asia para que los gobiernos se sientan seguros y abran los mercados. Es un tema de recomponer el mercado internacional, porque en tanto esos países no salgan al mercado, van a pagar cualquier dinero. Los grandes compradores de Europa están con problemas de default, porque los que les vendieron no cumplen. Esos compradores van a salir al mercado y van a pagar cualquier dinero con tal de conseguir arroz. EC - ¿Cuánto hay de especulación en toda esta inflación de precios? AC - Ese es el gran tema, nadie se anima a decirlo. Porque no es un problema de producción; la única diferencia con relación a otros años es que los stocks han bajado en comparación con los históricos que fueron tremendamente altos y ayudaban a que los precios estuvieran muy bajos. Tanto es así que hubo momentos en que ni había incentivos para producir. Pero nada más que eso, se sabe que hay stock en el mundo, aunque están más bajos de lo normal. EC - ¿Cómo se vive este fenómeno desde Uruguay? Obviamente hay dos grandes tipos de repercusiones: las consecuencias para los productores, que por lo visto van a ser muy positivas, y lo que pueda pasar con los precios internos, sobre todo en los costos para los consumidores. AC - En cuanto a lo segundo, ya hay antecedentes de tomar precauciones y buscar la forma de no impactar muy fuertemente. Eso ya pasó antes. EC - ¿Se refiere al acuerdo del año pasado entre el Poder Ejecutivo y la Gremial de Molinos Arroceros para que por lo menos algunas variedades de arroz estuvieran a precios más bajos? AC - Exactamente, sobre todo los arroces para el gran consumidor, no los de más calidad, cuyo consumidor habitual puede estar en condiciones de pagarlos. Es un problema que tenemos que solucionar internamente, porque la exportación se lleva el 93% y el consumo es menos del 6%. Como exportadores tenemos que ser sensibles y revisar ese tema. EC - ¿Ya ha habido algún planteo del gobierno? AC - No. EC Pero usted adelanta que hay buena disposición de las empresas. AC - Tenemos que analizarlo con el gobierno, pero no este momento nos va la vida en capitalizar estos precios, no se puede especular demasiado. EC - ¿Es correcto que esta semana el arroz llega con 15% de aumento a los supermercados? AC - Generalmente esos aumentos vienen atrasados. Estoy de acuerdo en que hay aumentos, tiene que haberlos, porque si nosotros tenemos que pagar la materia prima a un precio mucho más alto, también tenemos que venderla internamente a precios más altos. Pero a veces los márgenes grandes no están ahí, están en otros lados. EC - ¿Qué quiere decir? AC - A veces los márgenes más grandes están en los pasos siguientes de la cadena. EC - En la intermediación. AC - Sí, eso ha sido histórico en todos los productos, pero también es solucionable. Básicamente, la partida grande que tiene que jugar el sector arroz en este momento es tratar de capitalizar estos buenos precios. No olvidemos que el sector arroz, desde la devaluación brasileña del 98 hasta la fecha, entre bajos precios internacionales y una moneda uruguaya fuerte con costos altos, pasó las de Caín, pasó años muy malos. EC - En la Tertulia Agropecuaria que hicimos sobre el arroz el año pasado, en la que usted participó, una de las conclusiones fue que el sector estaba en el límite de la rentabilidad. AC - Exacto, la fortaleza del sector de estar integrado verticalmente le permitió pasar ese momento. Pero hoy se está recomponiendo rápidamente y tenemos que tener objetivos, en vez de producir 1.400.000 toneladas tenemos que buscar la forma de llegar a los 2 millones, que es un negocio excelente para el país y que con pocas cosas, poniéndonos todos de acuerdo, deberíamos poder alcanzar. EC - Esta coyuntura internacional de precios es ideal a esos efectos. AC - Exactamente, tenemos que capitalizar esta coyuntura, porque todos nos vamos a beneficiar. Hay que tener mucho cuidado con la especulación, porque pueden ser períodos cortos; aunque uno habla y todo el mundo está conteste en que si bien estos precios pueden ser altos nunca se va a volver a los precios anteriores, que eran de ruina. Con los costos que se tiene hoy a todos los niveles ya no solo en el petróleo y sus derivados, sino también en los fertilizantes, los agroquímicos, porque todo se ha ido al doble o al triple, tiene que haber una recomposición general. Estamos de acuerdo en que debería bajar algo el arroz y buscarse otro equilibrio, pero no se puede volver a los precios anteriores, porque si no, no hay producción. EC - La nota del diario El País de hoy que habla del arroz dice que en febrero, cuando se exportaron 30.000 toneladas a Irán a algo más de 500 dólares la tonelada, ya había habido satisfacción en el sector, y se supone que de ahora en adelante, cuando termine la cosecha y se pueda exportar esta zafra, se van a obtener mejores precios. ¿Por dónde van las previsiones de ustedes? AC - Prevemos precios muchos más altos que esos. EC - ¿Por ejemplo? AC - Hoy se habla de 1.000 dólares. EC - El arroz tailandés. AC - Son negocios entre gobiernos, licitaciones que tienen mucha financiación. Hay una licitación que aparentemente ganó Estados Unidos con un préstamo muy grande para financiarla para Filipinas. Cuando se habla de esos precios hay que desmenuzarlos y ver cuánto queda. EC - ¿Cuál sería un precio realista? AC - Tenemos que acercarnos a los 1.000 dólares, hoy no deberíamos vender nada que estuviera lejos de 1.000 dólares, pero tenemos que ser cuidadosos porque estas cosas cambian de un día para otro y no se trata de especular, sobre todo en un esquema como el que tenemos nosotros, de acuerdo con los productores, en que los productores están recibiendo el precio internacional directamente. Ese es otro tema, el sector industrial tiene la gran responsabilidad de tratar de vender a un promedio alto, sin querer tocar el cielo, pero hacer buenas ventas para que los productores reciban precios bien altos. EC - ¿Cómo viene esta zafra en materia de rendimiento? La cosecha está un poco atrasada. AC - Felizmente se dio una coyuntura excepcional, ya que además de los precios buenos estamos con rendimientos muy altos. En las industrias que yo conozco se están pasando las 8 toneladas por hectárea. El tiempo ha ayudado tremendamente en la cosecha y si bien nos ha perjudicado en otros aspectos, no ha llovido y no se ha perdido arroz. Es una conjunción que les va a venir muy bien a los productores. EC - ¿Cuándo termina la cosecha? AC - En nuestro caso estamos en el 85%, en una semana o diez días vamos a terminar. EC - ¿Y en el conjunto del país? AC - En el conjunto del país se puede extender un poquito más, quizás se vaya hasta el 10 mayo. Va bastante bien.