El mercado laboral uruguayo: ¿cuál es la situación actual en materia de empleo e ingresos? ¿cuáles son las proyecciones para el resto del año?
Análisis de la economista Sandra Pérez Ramos de la consultora Deloitte.
(Emitido a las 8:20) EMILIANO COTELO: Los ingresos de los hogares medidos en términos reales subieron 10% en los doce meses terminados en febrero, según consignó el diario El País la semana pasada. Estos datos surgen de la Encuesta Continua de Hogares Ampliada, que releva el Instituto Nacional de Estadística todos los meses y que también computa otros indicadores del mercado de trabajo, como por ejemplo a las cifras de empleo y de desempleo. ¿Cómo está la situación en el mercado laboral? ¿Cómo se están comportando los ingresos de los hogares? ¿Qué está pasando con el empleo y el desempleo? ¿Qué podemos esperar para los próximos meses? Sobre estos temas el diálogo en los próximos minutos será con la economista Sandra Pérez Ramos, de la consultora Deloitte. Te propongo que comencemos hablando de los ingresos de los hogares. ¿Cuáles son los principales resultados que destacarías de las últimas cifras oficiales? *** SANDRA PÉREZ RAMOS: Los últimos datos que divulgó el Instituto Nacional de Estadística alcanzan hasta febrero de este año y según esas cifras, los ingresos de los hogares de todo el país medidos en términos reales, crecieron un 9,7% en la comparación con febrero de 2007. A su vez, si analizamos cuál fue el comportamiento de los ingresos entre las distintas regiones del país, se desprende de los datos oficiales que entre febrero de 2007 y febrero de este año los ingresos de los hogares del interior mostraron una suba real de 11,8%, muy por encima del aumento que tuvieron los hogares de Montevideo, que se ubicó en casi 6%. EC - Quizás sea bueno aclarar a los oyentes de qué niveles de ingreso estamos hablando. ¿Cuánto es actualmente el ingreso promedio de un hogar de Montevideo y cuánto es el ingreso de un hogar del Interior? Seguramente debe haber una diferencia importante. SPR - La estimación puntual del INE señala que los hogares de Montevideo tenían en febrero un ingreso promedio de unos $ 26.300, mientras que el ingreso promedio de los hogares del interior era de aproximadamente unos $ 18.000. Es una característica estructural que los ingresos en Montevideo sean mayores que en el interior del país, aunque presumiblemente también es mayor el costo de vida en la capital del país. De todas maneras, en los últimos doce meses tuvimos un aumento mayor de los ingresos en el interior que en la capital, lo que probablemente tiene que ver con el dinamismo del sector agropecuario. EC - Hecha esa aclaración entonces, volvamos a la suba que estabas marcando antes: ese aumento de 10% real en un año. ¿Cómo se explicó esa suba según los distintos tipos de ingresos? Me pregunto qué ocurrió con los salarios o con las pasividades... SPR - En realidad la encuesta que hace el INE distingue entre cuatro fuentes de ingresos: los salarios, las pasividades, los ingresos de patrones y los ingresos de los que trabajan por cuenta propia. Mensualmente se publican cifras de todos esos ingresos, excepto los patronales que salen únicamente cuando finalizan los trimestres calendarios, por lo tanto no tenemos cifras a febrero de ese tipo de ingresos. Con respecto a los otros tres, los últimos datos que se publicaron revelan que hubo subas generalizadas, aunque muy desparejas entre los distintos tipos. Los ingresos de los cuentapropistas crecieron 4%, las pasividades aumentaron 5% y los ingresos salariales subieron 13%. Todas estas son subas en términos reales, es decir, descontando el efecto de la inflación. EC Y ahí es donde los número quizás impactan. ¿Un 13% de suba de los salarios en un año por encima de la inflación? Haciendo unos cálculos rápidos, si la inflación es del orden del 7%, entonces los salarios nominales subieron algo así como 20% según las cifras oficiales. ¿Cómo se explica esa suba? SPR - Aquí hay que hacer una precisión metodológica. Hay dos factores que determinan los ingresos por salarios: uno es el propio salario por hora que ganan los trabajadores y el otro es el empleo. Lo que está ocurriendo actualmente es que por un lado están subiendo las remuneraciones de los trabajadores, pero también está aumentando la ocupación. Es decir, subió el empleo en el período al que nos estamos refiriendo y el resultado de esos dos efectos combinados está dando ese aumento tan importante de esos ingresos. EC - Ya que mencionaste el empleo, pasemos ahora a hablar de los otros indicadores del mercado laboral. ¿Qué está pasando con el empleo y el desempleo? SPR - Sobre estas variables tenemos resultados hasta marzo. La desocupación promedio de todo el país llegó al 8,5% en el tercer mes del año y esa cifra representa una suba de tres décimas porcentuales en relación a la tasa de desempleo que tuvimos en febrero. Ahora bien, a pesar de ese leve aumento mensual, si uno mira los datos con una perspectiva más larga para eliminar los posible efectos estacionales o fluctuaciones sin mayor sentido económico que puedan haber entre un mes y otro, la conclusión que se puede sacar es clara: el desempleo ha continuado mostrando una baja sistemática y sostenida en los últimos años. Por ejemplo, en el primer trimestre de este año, el desempleo llegó al 8,5%, pero un año atrás la tasa de desocupación alcanzaba al 9,9%. Y esto se explica porque la ocupación está aumentando más de lo que ha subido la cantidad de personas que buscan trabajo. De hecho, las cifras actuales de empleo, que se ubican apenas por debajo del 57% de la población en edad de trabajar, son extraordinariamente altas desde una perspectiva histórica. EC - Entonces, a partir de esta situación, ¿cómo son las perspectivas para el resto del año? Se ha señalado en los últimos días que se podría estar llegando a un nivel de desempleo "estructural", a partir del cual no es posible que el desempleo baje más. ¿Qué opinan ustedes al respecto? SPR - En primer lugar hay que señalar que no es fácil establecer claramente cuál es el nivel de desempleo estructural de una economía. No existe una forma objetiva de medirlo. De todos modos, por un lado hay elementos que podrían apoyar la hipótesis de que se está alcanzando un piso en materia de desempleo estructural, pero hay otros que podrían indicar lo contrario, que todavía queda un espacio para que la desocupación siga bajando. EC - Empecemos explicando los factores que apoyan esa visión de que estamos cerca de un nivel estructural de desempleo. SPR - Hay dos factores fundamentales que apoyan esa idea. En primer lugar, actualmente tenemos niveles de desocupación que son realmente muy bajos para lo que es la historia reciente de Uruguay. Y aquí me refiero a los últimos veinte años, aproximadamente. En algún momento puede haber habido alguna cifra puntualmente menor a las que observamos hoy en día, pero la situación que tenemos en la actualidad, en la cual la tasa de desempleo se ha mantenido sistemáticamente en niveles menores al 9% desde hace ya bastante tiempo, esa es una situación que no veíamos desde los primeros años de la década de los 90. En esos años la economía estaba creciendo a un ritmo muy importante y sin embargo, el desempleo prácticamente no bajó del 8%. Entonces, podríamos asimilar ese contexto con el actual en cuanto a un auge económico, para concluir que a pesar del dinamismo de la economía es difícil observar tasas de desempleo inferiores a esos niveles en nuestro país. Y un segundo elemento que apoya la hipótesis de que se está alcanzando ese piso de desocupación, es el hecho de que hoy en día algunas empresas no están logrando conseguir la mano de obra que necesitan. Esto es lo que ocurre en algunos sectores de actividad donde no hay suficientes recursos calificados para cubrir los puestos de trabajo disponibles. La contracara de eso es que habría personas dispuestas a trabajar pero sin las calificaciones que requieren las empresas. EC - ¿Y cuáles son, por el contrario, los factores que ustedes consideran que apoyarían una visión más optimista de que el desempleo podría seguir bajando? SPR - El principal elemento es que el contexto actual es bien diferente al que vivíamos en los años 90. En esa década las empresas enfrentaban costos muy altos a nivel laboral (el tipo de cambio era demasiado bajo), lo que naturalmente desalentaba la contratación de trabajadores y eso podría ser una explicación de por qué el desempleo no cayó más a pesar del dinamismo de la economía. A su vez, en los años posteriores y a medida que la economía se fue abriendo más al mundo, se procesó una fuerte reestructura de la industria fundamentalmente, que es uno de los grandes sectores que ocupa mano de obra. En cambio, los niveles de competitividad actuales de la economía uruguaya son mucho mejores que los que tuvimos en la década pasada. Todo eso marcaría una situación bien distinta de la que prevalecía por aquellos años. EC - Con esos elementos sobre la mesa, entonces, ¿qué conclusión extraen ustedes? SPR - Lo que nosotros pensamos es que en la medida que la economía siga creciendo, probablemente el desempleo pueda bajar un poco más desde los niveles de 8,5% vigentes actualmente, aunque es difícil que se observen caídas muy significativas. De todos modos, también hay que tener presente que la economía uruguaya se encuentra en la fase alta del ciclo económico y eso podría llegar a revertirse si cambiara abruptamente el contexto externo.