Weyerhauser se reubica en el mercado mundial y atrae inversiones a Uruguay
La crisis inmobiliaria de Estados Unidos afectó a países y empresas en todo el mundo. Sin embargo, algunos tomaron los recaudos para que el problema se volviera una oportunidad; cambiaron mercados y productos y siguieron adelante en medio del caos. Es el caso de Weyerhauser, que "si hubiera seguido vendiendo a Estados Unidos, estaría en una situación mucho más negativa" y ahora exporta el 40% de su producción a la región y el 60% a Europa, según Marvin Ray Risco, director ejecutivo para América del Sur. Además, la compañía anunció que está haciendo contratos con empresas suecas que vendrán a Uruguay a invertir en aserríos y biomasa para producción de electricidad, entre otras cosas.
(Emitido a las 8.54)
EMILIANO COTELO:
Hasta ahora hemos escuchado y leído diversos análisis sobre la crisis hipotecaria en Estados Unidos y sus eventuales repercusiones en Uruguay. Sin embargo, poco se ha hablado de impactos reales en nuestro país.
Weyerhaeuser es una industria maderera estadounidense que se instaló en 1997 en Uruguay y que desde 2005 tiene en nuestro país su base para América del Sur. Produce tableros de contrachapado que se utilizan en construcción de muebles y casas y para moldear hormigón. Hasta el año pasado, el 40% de sus exportaciones iba a Estados Unidos.
¿Cómo le pegó, entonces, a Weyerhaeuser esa crisis estadounidense que afecta todo lo vinculado a la actividad inmobiliaria? ¿Qué acciones ha tomado para encarar este nuevo panorama? ¿En qué quedan sus planes de seguir creciendo en Uruguay?
Estamos con Marvin Ray Risco, de nacionalidad peruana, director ejecutivo para América del Sur de la empresa. Ubiquemos brevemente a Weyerhaeuser y a Weyerhaeuser Uruguay SA. En general, en el mundo, ¿a qué se dedica la empresa?
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MARVIN RAY RISCO:
Se dedica al desarrollo comercial de plantaciones comerciales y de ahí toda la cadena productiva, que hasta recientes días incluía papel, celulosa, embalaje, madera sólida, contrachapados, y después transporte y la construcción de casas.
EC - Pero eso ha cambiado.
MRR - Ha cambiado recientemente, en un reenfoque mundial de la base, del corazón de la empresa. En los últimos nueve meses ha habido anuncios que afectan esa estructura.
EC - ¿Qué es lo que ya no hacen?
MRR - En los últimos años hemos comenzado a reenfocar la empresa a su corazón, que es el patrimonio de la tierra, la forestación y el desarrollo de negocios alternativos de energía, por ejemplo en base a esa tierra. Hemos empezado a consolidar nuestras inversiones internacionales, vendimos activos en Nueva Zelandia, anunciamos la venta de nuestros activos en Australia y estamos enfocando más en América del Sur.
EC - Y en cuanto a rubros de producción, ¿cuáles dejan y cuáles mantienen?
MRR - Hemos dejado el negocio del papel, que facturaba 3.000 millones de dólares, hemos dejado el renglón embalaje, que facturaba alrededor de 5.000 millones de dólares, y todavía estamos en celulosa, transporte marítimo, construcción de casas, aserrío, tableros y forestación.
EC - Hablemos de la empresa en Weyerhaeuser Uruguay SA, que es Weyerhaeuser más Los Piques y Colombade. Durante mucho tiempo se escuchó una publicidad que decía: "Weyerhaeuser, gerenciando Los Piques y Colombade". ¿Cómo es eso?
MRR - Parte de este cambio estratégico fue consolidar la convicción que la empresa tenía en Uruguay y en la región. Tácticamente, lo que hicimos fue repartir nuestros activos con nuestro socio. Básicamente ahora no solo gerenciamos Colombade y Los Piques, sino que somos dueños del 100% de nuestras operaciones en Uruguay. GFP, que era nuestro socio, también opera ahora como un fondo con sus propias tierras en Rivera, Tacuarembó y Paysandú.
EC - ¿Qué fue lo cambió en la relación con Los Piques y Colombade?
MRR - Básicamente compramos el 100% de la planta de Tacuarembó y repartimos las plantaciones 50 y 50 entre los socios.
EC - ¿Cuántas hectáreas tiene ahora Weyerhaeuser en Uruguay?
MRR - Tiene alrededor de 140.000 hectáreas.
EC - Las zonas son las mismas: Rivera, Tacuarembó, Cerro Largo, Treinta y Tres y Paysandú.
MRR - Sí.
EC - ¿Qué árboles plantan?
MRR - Plantamos pino, eucalipto, álamo, y tenemos en ensayo tres o cuatro diferentes especies nobles para la producción a más largo plazo de maderas de mayor calidad.
EC - En Uruguay ustedes no producen celulosa ni papel, sino que trabajan para la industria de la construcción. ¿Qué fabrican?
MRR - La mayor parte de la producción en Uruguay apunta a tableros. Para entender bien por qué, tenemos que dar un paso atrás y entender que estamos ubicando a América del Sur como la división de Weyerhaeuser que toma ventajas de dos tendencias mundiales muy grandes a largo plazo: una es la necesidad de maderas certificadas y manejadas sustentablemente, y la segunda es la tendencia y la necesidad de energías alternativas. Estamos ubicando la inversión en Uruguay y otras que vamos a hacer en América del Sur en esas dos tendencias mundiales, para ser la base de la producción.
Los tableros, maderas aserradas y otros productos que se van a producir a partir de nuestros montes porque estamos atrayendo otras industrias a través de contratos de abastecimiento y las vamos a proveer esas maderas certificadas van a ser alternativas a maderas tropicales y del hemisferio norte, que crecen más lentamente y son ecológicamente más sensibles.
EC - ¿Qué quiere decir "maderas certificadas"?
MRR - Es una certificación ambiental hecha por terceros, no por las propias empresas. Hoy Weyerhaeuser, a través de la Sociedad de Productores Forestales del Uruguay (SPF), impulsa la creación de una certificación nacional parecida a la del Instituto del Medio Ambiente de Brasil, que sea reconocida mundialmente por el PFC, que es un organismo que certifica certificaciones nacionales y les da credibilidad y acceso a los mercados internacionales.
EC - Pero ¿qué es lo que se certifica?
MRR - Se certifica el manejo del monte y la cadena productiva desde ese monte hasta el producto terminado y hasta el cliente; certifica que se ha hecho de una manera sustentable, que cumple con normas sociales. Establece todo un sistema de trabajo diseñado para asegurar que la actividad comercial reconozca la sensibilidad ecológica y social.
EC - Weyerhaeuser instaló su primera fábrica de contrachapados en Tacuarembó en el año 2006. ¿Ya está trabajando al máximo de su capacidad?
MRR - No, pero estamos muy cerca, este año estamos en el 90% de la producción prevista.
EC - Tiene más de 300 empleados.
MRR - Sí.
EC - Y está prevista una ampliación de esa planta.
MRR - Se está ampliando en este momento, se va a triplicar.
EC - ¿Cuál es el volumen actual?
MRR - El volumen actual es de 120.000 metros cúbicos anuales.
EC - ¿Cuál es el total de la plantilla de empleados de Weyerhaeuser Uruguay, entre empleo directo e indirecto?
MRR - Directamente vinculados con la actividad son unos 1.400, e indirectamente transportistas y otros se habla de un factor por tres en forma conservadora.
EC - ¿Cuál es la facturación anual de Weyerhaeuser Uruguay?
MRR - Este año, con la planta operando al 90%, esperamos llegar a los 33 millones de dólares.
EC - ¿Cuánto ha invertido hasta ahora Weyerhaeuser en nuestro país?
MRR - Usualmente no hablamos de cifras concretas, pero las inversiones superan los 300 millones.
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EC - Ya repasamos la historia de Weyerhaeuser en Uruguay. Pasemos a la situación actual, ¿qué impacto directo ha tenido la crisis hipotecaria de Estados Unidos, con todas sus derivaciones, en Weyerhaeuser?
MRR - En primera instancia causó una necesidad de reajustar presupuestos. En el mundo, la empresa se dedica mucho al rubro construcción de casas y venta de materias para ese mercado y se vio que venían años difíciles. Este problema en el rubro hipotecario en Estados Unidos ya tiene casi dos años, no empezó recién. Tuvimos que ajustar presupuestos, tomamos la decisión de mantener a todos los funcionarios, pero retocar algunos beneficios y tratar de acomodar el gasto hasta regresar a una situación más normal.
EC - Esa fue una decisión que tomó Weyerhaeuser en el mundo.
MRR - La tomó a nivel internacional y me pasaron el pedido. Yo tomé las decisiones en lo local.
EC - Un recorte de 30% en el presupuesto.
MWR - Sí.
EC - ¿Y en cuanto a las exportaciones? Porque el 40% de las exportaciones de Weyerhaeuser iba a Estados Unidos.
MRR - Esa fue la cifra que alcanzamos a fines de 2007. En enero de 2007 habíamos proyectado que el 80% de producción fuera a Estados Unidos, pero regresamos de la playa, vimos lo que había pasado con los precios en los mercados, vimos que el negocio no iba a ser rentable y empezamos un proceso agresivo de cambiar, no solo los destinos de nuestros productos, los clientes, sino también el tipo de producto, porque otros mercados y otras geografías requieren paneles diferentes.
Ese proceso nos llevó a reducir del 85 al 40% en 2007, y el plan de este año que ya se ha realizado es vender cero a Estados Unidos. Estamos vendiendo el 40% a la región, entre Chile, Argentina y México, y el 60% a Europa.
EC - Usted decía que eso ha implicado modificar los productos que elaboran. Por un lado hubo que buscar mercados alternativos para sustituir la presencia fuerte que iba a tener el mercado de Estados Unidos como destino de la producción de Weyerhaeuser Uruguay, y por otro lado hubo que cambiar el tipo de productos. ¿Cuáles han sido los cambios? ¿Algún ejemplo?
MRR - En 2007 íbamos a hacer este tipo de paneles con una mano de obra que no tenía experiencia, con maquinaria nueva, etcétera; apuntábamos a un producto muy simple, de construcción sencilla, que era bueno para practicar y se podía hacer en gran volumen. Para cambiar los mercados se requería un producto de mayor calidad, más sofisticado, diferentes especies, combinaciones de pino y eucalipto. Básicamente eso introdujo una complejidad que no habíamos anticipado.
EC - Los contrachapados que ustedes elaboraban eran de un tipo que no quedan a la vista, que se colocan en las tradicionales casas de madera en Estados Unidos y van dentro de las paredes, no se ven, por eso no requieren una terminación tan afinada como otro tipo de contrachapados. Ahora van al mercado europeo y ¿qué les piden?, contrachapados ¿para qué?
MRR - Para el uso en el hormigón se requiere una cara muy lisa y sin defectos.
EC - Es un contrachapado que se utiliza para encofrados de hormigón que van a quedar a la vista.
MRR - Exactamente, y eso requiere reparación. No teníamos línea de reparo en la planta, tuvimos que empezar a instalar eso en lo que estábamos produciendo, tuvimos que crear otras categorías de productos (BC, C+C, BB), con niveles de calidad que no se preveía producir durante unos cuantos años.
La complejidad de 2007 no fue solo por el cambio de mercados y de productos, sino porque hubo que hacerlo mientras capacitábamos al funcionario en la planta y tratando de establecer procesos estables de producción.
EC - ¿Se pudo cumplir esa reconversión? ¿Cómo viene el proceso?
MRR - Considerando todos los factores, viene bien. Es fundamental tener un producto de calidad para exportación, estamos trabajando en eso y hemos llegado a un nivel alto, aceptable de calidad, pero recién hemos llegado a los volúmenes proyectados para hacer la planta rentable. Y estamos haciendo experiencia con los árboles: el eucalipto y el pino que crecen en Uruguay tienen características particulares, porque crecen más rápido, tienen más madera juvenil, que no es tan estable. Además el eucalipto no es una especie comercial muy aceptada en el mundo, porque tradicionalmente ha sido de muy baja calidad.
EC - Hay que convencer a determinado cliente exigente de que el eucalipto es apto para tales y cuales usos.
MRR - Exactamente, pero podemos ir al mercado con la marca Weyerhaeuser, con un producto de calidad, que cumple con las características que espera el mercado y tenemos acceso a clientes tradicionales de la empresa. Si uno fuera bolso en mano a hablarles, no le darían mucho tiempo.
EC - ¿A estos mercados nuevos están exportando contrachapados que se utilizan para decoración, que van a la vista, como revestimiento, por ejemplo?
MRR - De Uruguay todavía no. El proyecto que tenemos en Brasil es netamente para productos visuales, se ven en el lobby de un hotel, en muebles, en gabinetes. Una parte de la producción de Uruguay va a ir a ese tipo de producción.
EC - Todavía falta para esa etapa.
MRR - Falta un tiempo, sobre todo por la edad de los montes.
EC - Esta reconversión en cuanto a mercados de destino y tipo de productos, ¿qué ha implicado en los números de Weyerhaeuser? Porque supongo que los productos que ahora elaboran se pagan mejor que los que exportaba antes.
MRR - Básicamente el cambio nos ha permitido llegar al punto de equilibrio en cuanto a utilidades. Si hubiéramos seguido vendiendo a Estados Unidos, estaríamos en una situación mucho más negativa. Hay que entender que la materia de más alto valor cuesta más y se paga mejor por ese producto, pero si uno no lo produce eficientemente, no gana. Es así de simple.
EC - ¿Cuál es la conclusión? Con estas reformas lograron no sufrir un impacto negativo.
MRR - No tan negativo. Porque no construimos la planta con el objetivo de llegar al equilibrio.
EC - Tenían pensado hacer distintas inversiones en Uruguay. Por un lado, la ampliación de la planta de Tacuarembó, un proyecto que ya está en curso y no se vio afectado. Y por otro lado, tenían previsto construir una planta nueva en el departamento de Rivera. Ese proyecto quedó en suspenso a raíz de la crisis de Estados Unidos. ¿Han revisado esa decisión?, ¿qué pasa con esa inversión?
MRR - Hay dos factores que influyen esa decisión. Uno es el mercado mundial para paneles, no solo el de Estados Unidos, aunque pese bastante, y el otro es que como hicimos esta repartición con el socio, ahora tenemos menos montes maduros que antes. Las dos decisiones que tenemos que tomar, sobre la base de la experiencia que tenemos con la planta que está operando son: ¿el negocio es rentable? y ¿existe la materia para abastecer esa planta en nuestros montes o vamos a tener que salir fuera a comprarla?. Y si salimos a comprarla, ¿va a ser un mercado suficientemente razonable como para justificar la inversión? Esas decisiones se van a tomar en el correr del año, pero no en junio, va a ser más adelante.
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EC - ¿Cómo se distribuyen los destinos de las exportaciones hoy?
MRR - El 40% va a la región, a América Latina, y el 60% a Europa. Un dato interesante, porque se habla mucho de la competitividad de Uruguay en el mundo, es que en 2007 teníamos casi cero porcentaje del mercado chileno de paneles Chile es una fuerza mundial en el rubro madera y hoy superamos el 20% del mercado, y en Argentina tenemos el 17% del mercado. O sea que la producción uruguaya tiene un impacto en la región en la madera y el sector recién está naciendo.
EC - Tiene 20% del mercado chileno ¿con perspectivas de avanzar en ese país?
MRR - No, más bien de avanzar hacia el norte, hacia Perú y Ecuador, avanzar en la distribución en esa región del Pacífico, a través de alianzas con empresas locales.
EC - ¿Qué pasa con los otros proyectos de Weyerhaeuser, más allá de los vinculados con las plantaciones y las fábricas? Por ejemplo, ¿qué pasa con el rubro energía?
MRR - Antes, otro punto importante que hay que registrar: estamos haciendo contratos de abastecimiento, usando los rollos de nuestros montes, con terceros que atraemos a Uruguay a invertir en aserríos de finos, producción de MDF y biomasa para producción de electricidad.
EC - ¿Por ejemplo?
MWR - No quiero dar los nombres porque no me corresponde hacer anuncios por otras empresas, pero hay empresas medianas, particularmente chilenas y suecas, que están interesadas en venir y ya hemos firmado acuerdos para abastecer sus plantas de aserríos.
EC - Van a venir capitales de origen sueco a instalarse en Uruguay para montar fábricas y procesar madera de los montes de Weyerhaeuser.
MRR Exactamente, porque el corazón de nuestra empresa es el monte, la tierra, y tenemos que tener el cliente a quien ofrecer estos productos sustentables, certificados ambientalmente. La producción, la industria y la distribución son procesos tácticos en esa cadena de servicios.
En cuanto a otros negocios, algo muy interesante es que la empresa firmó un acuerdo y creó una asociación con Chevron Corporation, una petrolera importante en el mundo del petróleo, para enfocarse en la producción de energía alternativa para el transporte biodiesel, etanol o crudo pesado a partir de materia orgánica, para ir a refinación de los productos que vienen del crudo. Eso ha impactado en Uruguay, porque hemos estado haciendo un asesoramiento de todas las tierras que tenemos y hemos comprado algunas tierras agrícolas para hacer ensayos del potencial de volumen de producción de esta materia prima para uso en la producción de energías alternativas para transporte. Eso tiene un potencial tremendo.
EC - ¿Qué biocombustibles se van a producir?
MWR - Hay tres opciones, etanol, biodiesel y el tercero, que tal vez sea más interesante, porque es más flexible, es el crudo pesado a partir de biomasa. Son tecnologías de primera generación, que ya se conocen. La asociación con Chevron apunta a tecnología de segunda generación, que busca utilizar materia celulósica, que no tiene que ser árbol, puede ser pasto, y eso lo convierte en etanol u otros productos energéticos de una manera mucho más eficiente y a mayor escala.
EC - Eso implica nuevas inversiones.
MRR - Sí.
EC - ¿De qué orden?
MRR - Las plantas de primera generación son más modestas, de entre 20 y 60 millones de dólares, las de segunda generación tienen la pinta de la planta de La Teja, de una escala mucho mayor.
EC - ¿Van a concretarse en un plazo relativamente cercano?
MRR - Sí, pero esas plantas apuntan al norte, no sé si llegarán a Uruguay. Esas plantas cuestan alrededor de 1.000 millones de dólares cada una.
EC - ¿La generación de energía eléctrica también figura en los planes?
MRR - Sí, ya lo estamos haciendo en la expansión de Tacuarembó, estamos instalando una planta con calderas para producir electricidad para nuestro consumo y una venta modesta del exceso. De ahora en adelante vamos a instalar una planta eléctrica de biomasa en todas las plantas para reducir el impacto del carbón de la industria.
EC - ¿Y los proyectos de Weyerhaeuser en materia de transporte ferroviario?
MRR - Hemos tenido unas cuantas conversaciones, nuestro socio y operador principal estuvo de visita hace dos semanas y tuvimos reuniones con diferentes ministerios y los nuevos directores de AFE. Como consorcio, estamos esperando ver si el tema avanza o no.
EC - Ustedes integran uno de los consorcios que van a competir en la licitación.
MRR - Sí, el consorcio que Weyerhaeuser armó busca atraer los clientes primarios del transporte de madera, se suman Urufor de Rivera, Fosa y Botnia, tenemos a Schandy como asesor logístico y tenemos directores de Genesis Wyoming, que es una operadora ferroviaria de Estados Unidos.
Estamos interesados en la rehabilitación y modernización del sistema ferroviario; la forma que eso tome tiene que ser una decisión conjunta de los interesados, que incluyen el gobierno, los usuarios, los potenciales operarios, los sindicatos y tiene que ser algo entendible por la sociedad.
EC - ¿Qué impresión tienen de los tiempos con lo que se está manejando esa licitación? ¿No viene demasiado lenta si se piensa en las necesidades de transporte, teniendo en cuenta la evolución que ya tienen los montes plantados en nuestro país y su corte y traslado a los puertos o a las plantas?
MRR - Lo diría de esta manera: este proceso empezó hace dos años y se ha ido modificando la integración de los consorcios por los tiempos, porque han tenido que alocar recursos a otros proyectos en el transcurrir del tiempo. Hoy se podría usar más el sistema ferroviario si operara de una manera más eficiente. En cuanto a los tiempos para tomar una decisión, tenemos una ventana que se presenta en estos días, en estos años, que es un momento antes de que lleguen los volúmenes muy importantes, primariamente del norte de Uruguay, cuando se va a requerir usar el sistema ferroviario para transportar esos productos terminados de alto valor a los puertos.
EC - Según sus cálculos, ¿cuándo tendría que estar operativo el nuevo sistema de transporte ferroviario de carga, por ese factor?
MRR - Yo lo veo como un maratón, no como una carrera corta. El sistema tiene que mejorar, el próximo punto de inflexión va a ser en 2011, cuando tengamos en vez de 60.000 metros cúbicos, 200.000. Ese es un punto de inflexión para nosotros, Urufor está expandiendo su aserradero en Rivera, que va a estar un poquito más temprano y las inversiones de aserraderos van a estar en producción en 2010. De modo que se está armando la situación para empezar a usar ese sistema en los próximos dos años.
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EC - Desde el Ministerio de Ganadería se ha destacado varias veces el modelo forestal de Weyerhaeuser, porque agrega más valor a la madera que la producción de celulosa. El entonces ministro José Mujica en agosto del año pasado señaló que Weyerhaeuser es, de todas, "la que trabaja mejor". Entonces, ¿cómo es la relación con el gobierno?, ¿cómo se ha sentido en los distintos aspectos sensibles en los que interviene la regulación del Estado?
MRR - La relación comenzó buena y ha mejorado a través del tiempo, hemos dialogado y se han entendido mejor nuestras actividades y nuestras necesidades objetivas. En el diálogo siempre se encuentran puntos en común en los que se puede avanzar, y simplemente diría que en las propuestas que se han planteado recientemente seguiremos hablando, que es la manera de avanzar todos juntos para un mejor Uruguay y el progreso del interior.
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Lea aquí la entrevista que En Perspectiva hizo a Marvin Ray Risco en 2005