El dólar en nuestro país y la región: ¿cómo se está comportando la divisa norteamericana? ¿cuáles son las perspectivas?
Análisis económico de Pablo Rosselli, de la consultora Deloitte
(Emitido a las 8.33)
EMILIANO COTELO:
Ustedes saben, el dólar en nuestro país viene mostrando desde hace ya mucho tiempo una tendencia declinante. El gobierno ha tomado medidas para tratar de evitar una caída mayor del tipo de cambio, pero la preocupación sigue allí. De hecho, la semana pasada el Poder Ejecutivo envió al parlamento el proyecto de Rendición de Cuentas, que contempla un descenso del dólar de 12,3% para este año.
Pero por otro lado y ustedes también lo saben, el dólar no ha caído sólo en nuestro país. Es una tendencia bastante generalizada. Sin ir más lejos, en Brasil el dólar se encuentra en los registros más bajos desde 1999. Por eso, nos pareció que valía la pena revisar la tendencia del dólar en nuestro país y en la región, aprovechando las cifras de cierre del mes de mayo. Este es el tema para el diálogo con el economista Pablo Rosselli, de la consultora Deloitte.
Arranquemos con las cifras de cierre de mayo en nuestro país. El dólar volvió a caer el mes pasado, a pesar de los esfuerzos realizados por el gobierno. A fines de abril, en concreto, el gobierno había anunciado una serie de medidas para tratar de darle un giro a la situación. ¿Qué efecto tuvieron esas medidas?
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PABLO ROSSELLI:
Es cierto. El gobierno anunció a fines de abril un aumento de los encajes bancarios, como forma de mantener una tónica monetaria restrictiva para bajar la inflación, pero evitando subir de nuevo las tasas de interés; porque nuevas subas de tasas de interés empujarían a los agentes a vender más dólares. Ese aumento de encajes, junto con el anuncio de que se podrían pagar impuestos con dólares, generó cierto cambio de expectativas.
Un día antes de esos anuncios, el dólar había caído hasta 19,59 pesos en el mercado interbancario. En los días siguientes cotizó en alza, tocó un máximo de 20,12 y cerró abril en 19,95. Pero desde ese máximo de 20,12 pesos, la tónica fue nuevamente declinante aunque por supuesto con algunas fluctuaciones. Finalmente, el dólar cerró mayo en 19,75 pesos (un 1% por debajo del cierre de abril).
EC - ¿Cómo quedan las cifras en lo que va del año? ¿Qué caída acumula el dólar?
PR - El dólar viene mostrando caídas en términos mensuales desde junio del año pasado, si consideramos las cotizaciones de cierre de cada mes. En lo que va de este año, con el cierre de mayo, la caída del dólar llega a 8,4% (y a casi 18% en doce meses).
Ayer, en tanto, el dólar volvió a caer (0,7%) y cerró en 19,60, el mismo nivel que el mínimo que se había observado en abril, y el valor más bajo desde 2002.
EC - ¿Qué está sucediendo en otros países de la región?. Al principio yo decía que en Brasil el dólar está en los niveles más bajos desde 1999.
PR - Es cierto. En Brasil el dólar terminó mayo en 1,63 reales, el registro más bajo desde enero del 99, cuando Brasil abandonó el Plan Real con una fuerte devaluación.
En el mes, el dólar cayó en Brasil un 3,4%, mientras que en lo que va de este año la caída llega a un 8% y si tomamos los últimos doce meses la baja acumulada es de 15%.
EC - ¿Y qué está sucediendo en Argentina?
PR - A fin de mayo el dólar cerró a 3,13 pesos, con una baja de 2,2% en relación al cierre de abril. Es decir que la tónica de los últimos días en Argentina también es de un dólar en baja; aunque las diferencias con Brasil y Uruguay son sustanciales.
EC - ¿Por qué?
PR - Por dos razones. En primer lugar, la política monetaria-cambiaria en Argentina se ha enfocado en mantener un tipo de cambio nominal alto. Si, por ejemplo, miramos los últimos doce meses, la variación del dólar en Argentina ha sido prácticamente nula. Un dólar alto, con precios de exportación muy firmes, y aumentos del gasto público y de los salarios muy importantes, han derivado en una escalada de la inflación, que se sitúa notoriamente por encima de 20% anual.
En segundo lugar, pero relacionado con lo anterior, en los últimos dos meses se produjo una fuerte demanda de dólares de parte del sector privado, porque ante la ausencia de señales claras de combate a la inflación los agentes comenzaron a posicionarse en dólares. Eso obligó al Banco Central a vender cuantiosos volúmenes de divisas (más de US$ 2.000 millones en el último mes) para revertir esa tendencia. Quiere decir que la caída del dólar de mayo se dio a partir de un intento del gobierno de detener una corrida contra la moneda. En cambio, en nuestro país y en Brasil, los agentes encuentran atractivo posicionarse en pesos y eso es lo que hace bajar el dólar a pesar de los esfuerzos que han realizado los gobiernos para detener esa tendencia.
EC - ¿Y cómo son las perspectivas para los próximos meses? Lo pregunto porque, por ejemplo, en el proyecto de Rendición de Cuentas, el gobierno contempla una caída de 12,3% del dólar en 2008. ¿Cómo están viendo esa proyección ustedes?
PR - Esa conclusión surge de un cuadro que se presenta con los principales supuestos empleados para la preparación de las proyecciones fiscales. Ese cuadro hace referencia a una caída del tipo de cambio de 12,3% en promedios anuales. Con los valores que ya hemos observado en los primeros cinco meses de este año, a nuestro juicio la caída del dólar en promedios anuales será probablemente mayor. El dólar tendría que ser del orden de 20,7 pesos en lo que resta del año para que la caída en promedios anuales sea de 12,3%.
EC - ¿Y qué prevén ustedes?
PR - A nuestro juicio es probable que el dólar presente una tendencia todavía declinante. Nuestra proyección puntual es de un dólar del orden de 19 pesos al cierre de este año, lo que nos dejaría con una caída en promedios anuales del entorno de 15%.
EC - ¿Qué papel están jugando las medidas adoptadas por el gobierno? Por lo que surge de las proyecciones que están manejando ustedes, no parecerían suficientes para cambiar el rumbo del tipo de cambio.
PR - En su momento comentamos que las medidas anunciadas en abril no nos hacían cambiar significativamente nuestra proyección de tipo de cambio. El hecho de que se pudiera pagar impuestos con dólares, por ejemplo, no alteraba en nuestra opinión las decisiones de portafolios de los agentes. Sí nos parecía que la decisión de no subir la tasa de interés para reforzar la política anti-inflacionaria y apelar, en cambio, a subir encajes podía generar al menos por un tiempo una expectativa de tipo de cambio más alto. A fin de cuentas, si el Banco Central hubiese subido más las tasas de interés, el dólar probablemente habría caído más.
De todos modos y como decíamos recién, nos parecía que la tónica declinante del tipo de cambio continuaría este año y por ahora nos mantenemos en esa proyección.
EC - ¿Y qué cabe esperar en la región?
PR - Siempre es difícil hacer proyecciones de tipo de cambio pero en el caso de Brasil la política monetaria se hará probablemente todavía más restrictiva. Hoy se reúne el Comité de Política Monetaria del Banco Central y los analistas aguardan una suba de tasas de al menos unos 50 puntos básicos. Algunos prevén una suba de 75 puntos básicos.
Con la inflación en aumento, entonces, la tónica monetaria se hará más restrictiva y eso tiende a favorecer la apreciación de la moneda; con lo cual no debería sorprendernos alguna caída adicional del dólar en Brasil, si bien es cierto que la caída ya ha sido muy importante.
EC - ¿Y cómo son las perspectivas para Argentina?
PR - El panorama en Argentina es notoriamente más incierto porque no hay señales claras de política económica. La respuesta del gobierno en las últimas semanas ha sido la de vender dólares para revertir la suba del tipo de cambio y simultáneamente inyectar liquidez para moderar la tendencia al alza de las tasas de interés. Sin embargo, esas dos decisiones son inconsistentes entre sí y no se pueden mantener indefinidamente. La inyección de liquidez termina generando más demanda de dólares y pérdida de reservas del Banco Central.
Resta saber entonces, si el Banco Central va a definirse a favor de una política monetaria notoriamente más restrictiva, que lleve a una suba de tasas de interés adicional a la que ya vimos en el transcurso de mayo (la tasa de depósitos mayoristas pasó de 9% anual a 16%) o si va a procurar evitar la desaceleración de la economía. En ese caso podríamos ver tasas de interés más bajas pero un dólar en alza y, por supuesto, más inflación.
Cualquiera sea el escenario, es muy probable a nuestro juicio que en Argentina veamos una inflación medida en dólares muy significativa en el conjunto de 2008.
EC - ¿Cómo están viendo el panorama de competitividad para nuestro país?
PR - Sin dudas, la capacidad de competencia bilateral con Estados Unidos continúa cayendo este año y se situaría un 25% por debajo de la media histórica de los últimos 30 años. Se trata de un nivel ciertamente bajo de competitividad, aunque no tan bajo como el de los años 90.
Sin embargo, la competitividad con otros mercados se mantendría en niveles relativamente adecuados porque Brasil y Europa están teniendo también niveles de inflación en dólares altos. En China, para tomar otro mercado de referencia, la inflación en dólares también es alta, porque los precios suben a razón de 8% anual y el dólar bajó 9% en el último año.
Con eso, de todos modos, no queremos restarle importancia al tema; hay que seguir de cerca el comportamiento del dólar y de la competitividad porque hay cierto riesgo de apreciación excesiva de la moneda.