Entrevistas

La acuicultura en Uruguay

La acuicultura en Uruguay

Entre el 43 y 44% del total del pescado que se comercializa en el mundo proviene de la acuicultura, una actividad que a nivel internacional crece vertiginosamente y que en Uruguay está en proceso de mejora continua y de aprendizaje. Los especialistas vinculados al sector aseguran que esta producción puede empezar a contribuir al PBI pesquero nacional y que es necesario que el país se prepare en tecnología en capital humano, ya que "el asunto no es tirar pececitos al agua". Entrevista a Daniel Montiel, director nacional de Recursos Acuáticos en el Ministerio de Ganadería Agricultura y Pesca, y Edison Errecart, presidente de la Sociedad Uruguaya de Acuicultura.

(Emitido a las 9:03)

EMILIANO COTELO:
Actualmente la población mundial consume por año cerca de 60 millones de toneladas de pescado. Pero casi la mitad de ese pescado, en realidad, no se pesca, sino que viene de piscifactorías: esos peces primero se siembran, luego se crían y engordan y finalmente se cosechan.

Estamos hablando de la acuicultura, una actividad productiva que ha tenido un fuerte crecimiento en las últimas décadas y que en Uruguay ha comenzado de a poco a desarrollarse.

Esta semana, la Sociedad Uruguaya de Acuicultura (SUA) presentó en el Edificio Libertad las actividades que desarrollan las distintas empresas que se dedican a este rubro. Ese es un punto de partida para la entrevista que les proponemos hoy: ¿Cómo está la acuicultura en nuestro país? ¿Cuáles son nuestras fortalezas en este rubro? ¿Qué potencial exportador tenemos en estas "fábricas" de peces? ¿Cómo se está promoviendo el sector?

Vamos a conversarlo con Edison Errecart, presidente de la SUA y director de Industrial Serrana SA, y Daniel Montiel, director nacional de Recursos Acuáticos en el Ministerio de Ganadería Agricultura y Pesca (MGAP).

Antes de empezar, un par de preguntas iniciales para Errecart. Yo decía que usted es director de Industrial Serrana SA, ¿a qué se dedica su empresa?

***

EDISON ERRECART:
Industrial Serrana es una empresa con más de 40 años en el sector pesquero, está radicada en Solís de Mataojo desde el año 1964 y produce productos pesqueros para la exportación.

EC - ¿Por ejemplo?

EE - Las especies tradicionales de Uruguay, especies costeras, corvina, pescadilla, pargo y también merluza, calamar; todo lo que captura la flota pesquera nacional.

EC - ¿Y cuáles de los peces o pescados que comercializan vienen de la acuicultura?

EE - En la actualidad la acuicultura no ha tenido un desarrollo como abastecedora de las empresas pesqueras. Todavía está en una fase inicial y los proyectos que están en marcha tienen básicamente una finalidad experimental, salvo los tres emprendimientos que se dedican a la cría de esturiones liderados por Esturiones del Río Negro y uno de langostas de pinzas azules desarrollado por gente joven en el área de Piriápolis.

EC - Usted es presidente de la SUA, una institución que se creó hace poco, ¿cuánto concretamente?

EE - Estamos en el primer año de actividad.

EC - ¿Cuántas empresas la integran?

EE - La integran las empresas dedicadas al esturión, la empresa madre de los esturiones, que es Esturiones del Río Negro, que hoy tiene tres emprendimientos –el primero, más otro con Clarecort y otro con Napelwin, que son empresas con inversiones de capitales europeos–, el criadero de langostas y de acuicultura de Punta Negra y lo que hace Serrana (Suadrio) y la empresa Gadasur en el área de las tilapias nilóticas, que es una especie de mucho consumo en el mundo pero de una producción con destino a un mercado diferente, como el del caviar, los esturiones y las langostas en el futuro.

EC - La SUA pertenece a la Asociación Rural del Uruguay. ¿Cómo se entiende esto?

EE - No es que pertenezca, estamos integrados a la ARU porque estamos empezando una actividad que va a alcanzar su máximo desarrollo en el ámbito rural y vamos a necesitar utilizar la experiencia, sobre todo cuando tengamos que producir alevines nacionales y tener un pedigrí. Eso está muy desarrollado en el ámbito de la ARU, y es una institución muy respetable. Miramos la acuicultura básicamente como una agroindustria.

EC - Pasemos al director de Recursos Acuáticos del MGAP. ¿Qué es la acuicultura? ¿Cómo la definimos?

DANIEL MONTIEL:
La acuicultura es el cultivo de organismos acuáticos en aguas continentales o costeras, con la intervención del hombre, mediante un proceso que va desde la cría hasta la producción.

EC - Yo mencionaba en la introducción el caso de los peces, la siembra, el engorde y luego la cosecha de peces. Pero no solo peces, ¿no?

DM – Puede haber intervenciones, por ejemplo en Oriente hay criaderos acuícolas donde se trabaja con algas. En este país, en el que todo se mide en términos agropecuarios, es como si usted desarrollara una cabaña; tiene un campo de cría, un campo de engorde...

Básicamente la acuicultura es la producción de organismos acuáticos con la intervención del hombre, aprovechando los recursos costeros o acuáticos continentales, según las características del país.

EC - En este rubro se crían peces, pero también moluscos, langostas, ranas, y también, como usted acaba de agregar, vegetales acuáticos.

DM – Exactamente, en el mundo hay un inmenso desarrollo, le puse el ejemplo de las algas para ir a un extremo, pero se cultivan mariscos, crustáceos, mejillones, hay toda una serie de organismos que pueden ser producidos por el hombre.

Creo que este dato le va a ayudar a la audiencia: el que hasta hace poco se llamaba Departamento de Pesca de la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO), desde hace un año y poco pasó a llamarse Departamento de Pesca y Acuicultura.

La acuicultura hoy aporta el 43 o el 44% del total del pescado que se comercializa en el mundo. Aquí hay una participación importantísima de China, que descalabra cualquier porcentaje, pero esa es la importancia que va cobrando para la humanidad tener una fuente alternativa de productos acuícolas, frente al deterioro de los caladeros naturales.

EC - Usted mencionaba la participación que hoy tiene la acuicultura en el consumo mundial de pescado –casi la mitad– pero además está creciendo muy rápidamente. En el año 80 representaba solamente el 9% del pescado para consumo humano.

DM - Oriente y particularmente China tuvieron una intervención muy importante, que desbalanceó el desarrollo de todos estos números, y esto requiere aggiornarse y ponerse a tiro.

Ahora le voy a decir por qué el MGAP, a través de la Dirección Nacional de Recursos Acuáticos (DINARA), ha asumido este como uno de sus principales objetivos. Si bien hoy tenemos un sector pesquero nacional en el cual hay un desarrollo industrial y que en 2007 exportó poco más de 200 millones de dólares, necesitamos prepararnos para un futuro muy inmediato para el que Uruguay tiene condiciones naturales: una calidad de agua muy importante, un sector empresarial con inquietudes en este rubro, condiciones muy buenas como para establecer un programa de desarrollo de acuicultura que aproveche las características naturales del país.

Por esa razón, hace unos dos meses, la administración presentó dos materiales de trabajo producto de la interacción con el sector empresarial, con la facultad, con la DINARA, con el público que quiso participar en el evento: un documento de Política nacional para el desarrollo de la acuicultura sostenible, y una Estrategia nacional para el desarrollo de la acuicultura, con un horizonte de unos 12 años, porque este proyecto calcula empezar a tener resultados alrededor de 2018.

EC - ¿Qué metas se fijaron?

DM - En esos grandes lineamientos establecimos la necesidad de tener una oportunidad de diversificar una actividad económica y productiva que al país le va a venir muy bien. También es importante incrementar las oportunidades de empleo y de trabajo, porque esta es una actividad que se puede hacer incluso a escala familiar, que radica a la gente en el medio donde se desenvuelve. Hay muy buenas oportunidades para aprovechar, nichos de mercado en los que nuestro país, con su muy buen estatus sanitario, puede llegar a competir con productos de excelencia. Podemos contribuir a incrementar la oferta de proteínas para los uruguayos, ya que el famoso tema del pescado siempre está a la orden del día cuando uno habla de alimentos. Esto nos obliga a tener un sector empresarial pujante en términos económicos, por eso el documento propone construir herramientas que le faciliten al sector empresarial ponerse en sintonía con estas propuestas.

EC - ¿Hay algún objetivo de participación de la acuicultura en las exportaciones uruguayas de pescado?

DM - Hemos establecido algunas metas, creemos que el sector acuícola puede empezar a contribuir al PBI pesquero nacional. Con todos estos datos que acabamos de dar, creemos que por su potencialidad –que no está exactamente medida, tenemos una tendencia– va a contribuir a lo que se exporta proveniente de fuentes de recursos naturales.

***

EC - Volvemos a Errecart. ¿Podemos ver algún otro ejemplo concreto, más allá de los que usted ya mencionó? El caso de los esturiones es quizás el más famoso de la acuicultura uruguaya.

EE - El caso de los esturiones es el trabajo de muchos años de una familia que hoy tiene tres proyectos, que exporta esturiones y caviar con gran suceso internacional y prestigiando al país. En la experiencia destinada al gourmet, las langostas de Punta Negra es otro ejemplo.

Y nosotros estamos trabajando con las tilapias nilóticas con otro sentido. Es una especie que tiene origen en el Nilo, de la cual hoy se cultivan millones de toneladas en el mundo y tiene un mercado internacional muy interesante. En nuestra área hay tilapias en Argentina, en Paraguay y hay una fuerte organización en Brasil. Hemos optado por copiar tecnología y adaptarla a nuestro país para un ciclo de verano.

EC - Cuéntenos ese caso concreto. ¿Dónde se crían las tilapias en Uruguay?

EE - Hicimos la primera experiencia en el predio de Industrial Serrana, en Solís de Mataojo. Ingresamos alevines brasileños, una vez autorizados por un decreto del Poder Ejecutivo.

EC - ¿Qué son los alevines?

EE - El alevín es lo que nace; para que tenga una idea, un alevín cuando se trae en avión pesa 0,1 gramo. Después de que eclosionan, se seleccionan y se hace una reversión sexual se exportan, pero para ingresar al territorio nacional hay que tener una autorización especial y contar con los certificados que aseguren la sanidad de los animales.

EC - En la propia Industrial Serrana se hizo una experiencia de cría de tilapias.

EE – Más que nada con el fin de conocer la viabilidad biológica del recurso, porque es una especie que se siente muy bien con temperaturas por encima de 26 grados en el agua.

EC - ¿Qué ventajas tiene este pescado desde el punto de vista de la alimentación?

EE - La primera ventaja que le vimos a este pescado fue que había un paquete tecnológico mundial disponible. La segunda, que es una especie considerada de rápido crecimiento, y además rústica, con buena resistencia a las enfermedades y que se alimenta con productos no cárnicos. La alimentación es fácil de elaborar con productos agropecuarios, como en su momento aparecieron las raciones para los pollos y después la ración para el ganado; de una forma similar. Hasta hoy hemos traído las raciones de Brasil, pero el dato que nos llevó a incursionar en esto fue que en una cosecha de verano, sembrando alevines de 0,1 gramo en setiembre, uno puede esperar cosechas en mayo del año siguiente de peces de 600 gramos y una producción por hectárea inundada que puede ser superior a 8.000 kilos.

EC - Hubo una primera experiencia en Industrial Serrana; ¿se extendió luego esa producción a otros puntos del territorio?

EE - No, porque como la implantación de una especie no autóctona tiene que seguir un camino a través de la DINARA y el Poder Ejecutivo, lo que hicimos, al amparo de ese decreto, fue crecer junto con todos los que nos quisieran acompañar, compartiendo información e intentando llegar a producir los alevines en el país, a través de la importación de reproductores.

Con respecto a esto, Gadasur está esperando una resolución del Poder Ejecutivo que lo habilite, y tiene una estación propia detrás de las termas del Daymán en un predio alquilado a la curia, que le permite contar con las aguas residuales de las termas para mantener los sementales que se introduzcan y para la crianza de esos alevines que, a futuro podrán ser distribuidos siguiendo los caminos que marque la futura ley de acuicultura.

EC - Es un uso no esperado de las aguas termales, conviene recurrir a esas aguas por la temperatura.

EE - Pero generar algo sobre la base de esas aguas sería poco serio, porque esas aguas no están disponibles en todos lados. Hoy tenemos tajamares calefaccionados ahí a 26 o 27 grados, y estamos en una etapa de avanzar en una experiencia más.

EC - Montiel, háblenos de la integración de la acuicultura con la actividad agropecuaria.

DM - El objetivo central es hacer un aprovechamiento integral de los recursos naturales en nuestro país, que son muchos y muy valiosos. Recién Errecart aludía a utilizar las capacidades de aprovechamiento de las aguas termales. Todos las asociamos con una actividad de recreación, pero utilicemos esa capacidad que nos da la naturaleza para una actividad de producción, de desarrollo y de trabajo. Uruguay parte de una base muy inicial, muy principiante, por lo tanto tenemos una gran oportunidad de hacer las cosas bien.

Vinculamos esta actividad con la actividad rural y agropecuaria, porque requiere el aprovechamiento de la calidad de las aguas, pero también puede tener otros cometidos y objetivos como generar capacidades en términos de recursos humanos, ya sea empresariales o de desempeño técnico, del manejo que se requiere.

EC - ¿Es imprescindible construir un estanque para desarrollar la cría de estas especies, o se puede trabajar con los tajamares que ya existen en un establecimiento agropecuario, con las represas que se crean para el cultivo del arroz, por ejemplo?

DM - Tenemos todo un desarrollo de represas, tajamares, y una capacidad humana que sabe manejar esos recursos hídricos en la actividad arrocera, por mencionar una. Con la base de este tipo de actividades se puede preparar a nuestra gente para aprovechar ese espejo de agua que no solo tiene potencialidad para el rubro agropecuario, sino que también puede encontrar una complementariedad –eventualmente muy interesante en términos económicos– en la actividad acuícola.

Hablo de potencialidad, porque el asunto no es tirar pececitos al agua, es algo bastante más complicado, y el país se tiene que preparar en ese sentido. Recién se aludía a algunas cuestiones de carácter técnico, hay que desarrollar capacidades humanas en términos de inocuidad, de calidad de los productos, hay que desarrollar actividades de conocimiento científico, como en cualquier actividad que uno desarrolle –yo siempre hago el paralelismo con la cabaña ganadera–, y tenemos que tener en cuenta –es uno de los principios del plan– la armonía con el ambiente. Hay que tener recursos humanos preparados en términos veterinarios, por ejemplo, para el manejo de enfermedades, para el tipo de seguimiento en términos de alimentación. No es simplemente tirar unos pececitos al agua.

EC - Por ejemplo, acá tenemos una alternativa de trabajo para las mujeres del medio agropecuario.

DM - Y para la muchachada. Para las mujeres uruguayas en el campo y el grupo familiar, incluso para los muchachos, con la dispersión en el territorio de la Universidad del Trabajo del Uruguay (UTU) se puede formar gente para ese tipo de actividad, que perfectamente una familia puede desarrollar.

EC - ¿Ya hay experiencias en ese sentido?

DM - El agrupamiento está sintetizado en lo que le comentaba el presidente de la SUA. Tenemos ya dos emprendimientos emblemáticos que nos reflejan con orgullo en Uruguay y en el mundo, Esturiones del Río Negro, el emprendimiento de la tilapia, el de la langosta en Punta Negra, que se desarrolla en un predio del Instituto Nacional de Colonización. Hay gente con intenciones de presentarse con esturiones en India Muerta y el Estado como tal está desarrollando un emprendimiento de reproducción de lenguados en la base de la DINARA en Cabo Polonio. Pensamos que ya para esta primavera o verano, junto con la Facultad de Ciencias, estaremos en la etapa de iniciar la primera experiencia de reproducción de lenguados en cautiverio.

Además, la DINARA tiene una estación de piscicultura en Salto Grande, en Constitución, y ahí se están llevando adelante algunos proyectos demostrativos con reproducción de pejerreyes y bagres negros, que son dos especies autóctonas. Y eventualmente podemos tener alguna interacción con algún privado en la estación de piscicultura de Constitución. O sea, hay una serie de actividades e iniciativas que se están haciendo muy bien y estoy convencido de que ahí los uruguayos tenemos una oportunidad. Tal vez no se esté haciendo con la velocidad que se requiere, pero sí con la seriedad y el compromiso que este tipo de actividades necesitan.

EC - Errecart, a partir de la relación que existe entre la SUA y la ARU, ¿ha trabajado en procura de la integración de esta actividad en establecimientos agrícolas o ganaderos?

EE - Al integrarnos allí buscamos un marco experiente de asociaciones para que algo incipiente tuviera un lugar donde recostarse y aprender. Yo me crié en el área rural, y cuando uno hace algo en el área rural lo más fácil es poner unos buenos cercos, si es posible con cinta eléctrica, para defenderlo con tal de que su vecino le copie, y nosotros aspiramos a que este desarrollo no sea de la capital, sino necesariamente del interior y de integración.

Le voy a decir qué nos motivó a pensar en la tilapia: nos motivó el haber incursionado en el alto valle de Itayaí, a casi 800 metros de altura, y haber visto la reconversión de las granjas que se dedicaron en una época al tabaco, y después pasaron a 50% a tabaco y cebolla dulce, y ahora son varios cientos de granjas que se dedican un tercio al tabaco, un tercio a la cebolla dulce y un tercio a la cría de peces en cautiverio, incluso en complementación con cerdos, pollos y patos, con una tecnología ancestral que puede encontrar antecedentes en China muchos siglos atrás.

Esa experiencia fue fundamental, porque además encontramos que se podía ingresar al país una tecnología para dar tiempo a que Uruguay desarrollara su propia tecnología, generara los recursos humanos necesarios a todos los niveles, desde las facultades hasta la UTU y al peón de campo, porque esta actividad es muy intensiva. Por eso cuando miramos al norte del país, hay un gran parecido entre el desarrollo intensivo de la granja en el departamento de Salto y lo que va a ser la acuicultura.