¿Está bajando el riesgo de recesión en Estados Unidos?
Análisis económico de Tamara Schandy, de la consultora Deloitte.
(Emitido a las 08.38)
EMILIANO COTELO:
La semana pasada trajo algunas novedades interesantes en el plano internacional.
Hace un tiempo parecía claro que Estados Unidos se dirigía de manera casi inexorable hacia una recesión. Sin embargo, la semana pasada el PBI del primer trimestre fue corregido al alza por segunda vez, mientras que la Reserva Federal decidió interrumpir el proceso de baja de tasas de interés, indicando en un comunicado que la actividad económica continúa creciendo. ¿Cómo debemos interpretar estos datos? ¿Está bajando el riesgo de recesión en Estados Unidos? En seguida, conversaremos sobre este tema con la economista Tamara Schandy, de la consultora Deloitte.
¿Cómo vieron ustedes la decisión de la Reserva Federal de la semana pasada?
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TAMARA SCHANDY:
La decisión estuvo en línea con lo que se esperaba. En realidad, de un tiempo a esta parte el mercado ya había dado varias señales de que el proceso de baja de tasas debía estar llegando a su fin. Así lo indicaban los futuros y así lo sugería la pendiente de la curva de rendimientos de los títulos norteamericanos.
EC - ¿Por qué era tan clara esa perspectiva?
TS - Porque las presiones inflacionarias derivadas del aumento del precio del petróleo y del encarecimiento de los alimentos en el mundo se empezaron a hacer cada vez más notorias, igual que en muchas partes del mundo.
Recordemos que una tasa de referencia de 2% es una tasa negativa en términos reales. La Reserva Federal (Fed) bajó la tasa hasta esos niveles para estimular a la actividad económica, pero en la medida en que el riesgo de inflación comenzó a ganar relevancia, el mercado empezó a descontar que no había espacio para que las tasas siguieran bajando.
En definitiva, la Fed no dejó de bajar las tasas porque entienda que ya no hay riesgo de que la economía entre en recesión, lo hizo porque debió balancear además un riesgo de aumento de la inflación que cobró ahora más relevancia.
EC - De todas formas, la prensa internacional remarcó que el mensaje que emitió la Fed el miércoles era más positivo en relación a la marcha de la economía de lo que habían sido los comunicados anteriores.
TS - Es verdad. Los analistas internacionales miran con bastante detalle las palabras que elije la Fed en sus comunicados.
Es cierto que la Fed omitió la referencia a que la economía está atravesando una fase de debilidad (referencia que sí había utilizado en reuniones anteriores). Sin embargo, también es verdad que la Fed advirtió que hay señales desfavorables en el mercado de trabajo, que los mercados financieros siguen en una situación de "stress" y que los problemas del mercado inmobiliario y el aumento de los precios de la energía van a seguir afectando la marcha de la economía en los próximos trimestres. Así que tampoco es tan claro que las perspectivas hayan mejorado mucho, en realidad, el cambio en el comunicado fue más bien un cambio de matiz, bastante sutil.
De todas maneras y con independencia de las palabras del comunicado, no hay que desconocer que el clima de expectativas ya no es tampoco el mismo que unos meses atrás.
EC - ¿Por qué decís eso?
TS - Todavía hay señales que preocupan y que sugieren que en Estados Unidos va a haber una desaceleración importante, pero el riesgo de freno abrupto de la economía en 2008 parece haberse disipado.
En marzo fue el punto más álgido en materia de expectativas. Cuando se anunció la quiebra de Bearn Stearns había mucha incertidumbre sobre qué iba a pasar con el sistema financiero y la mayoría de los especialistas esperaba que el PBI de hecho cayera en el primer trimestre.
EC - Pero eso finalmente no ocurrió. En realidad el dato de crecimiento fue revisado al alza.
TS - Sí. La semana pasada el gobierno informó que el crecimiento fue de 1% en términos desestacionalizados, que es mejor incluso que el registro del último trimestre del año pasado.
Ahora, si uno mira los datos en detalle, se ve que fue el sector externo el que explicó el crecimiento, mientras que la demanda interna de hecho se frenó en relación a trimestres anteriores. La inversión no residencial prácticamente no creció y el consumo privado lo hizo sólo porque aumentó el consumo de servicios, porque en realidad el consumo de bienes cayó de manera bastante significativa.
Eso nos hace ser bastante cautos en relación a las perspectivas: quizás no veamos una caída del PIB de dos trimestres consecutivos (que es como muchos definen una recesión), quizás el sector externo siga dando impulso a la economía en los próximos meses, pero sí hay indicios claros de que vamos a ver una desaceleración importante de la demanda norteamericana respecto a años anteriores.
EC - ¿Podemos poner algunos ejemplos concretos de cuáles son esos indicios?
TS - Podemos encontrar varios, aunque lógicamente con matices diferentes. Quizás los más claros son los que se relacionan con el consumo. La confianza de los consumidores está en los niveles más bajos desde hace más de veinte años, hace cuatro meses que en la economía baja la cantidad de empleos, el desempleo está subiendo, los precios de las viviendas siguen cayendo. Todos estos son elementos que tarde o temprano inciden en la decisión de gasto de los hogares.
Y a esto hay que agregar que en los mercados financieros tampoco hay señales tan claras de que la crisis haya quedado atrás. Las acciones de los bancos no se han recuperado, también se informaron malos resultados en varias empresas grandes. La semana pasada, por ejemplo, el Dow Jones cayó 4%, a pesar de que se informó esa corrección al alza del PIB y a pesar de que el comunicado de la Fed tuvo ese matiz que mencionábamos antes en relación a la marcha de la economía.
En este contexto, a nuestro juicio es poco probable que la economía de Estados Unidos vaya a mostrar un mayor vigor en los próximos trimestres, más allá de que los datos de PBI eventualmente puedan volver a recoger un buen desempeño del sector externo.
EC - Ahora bien, en este contexto de actividad económica, ¿qué debemos esperar en materia de tasas de interés? ¿Se espera que la Fed mantenga la tasa en 2% o el riesgo de inflación es lo suficientemente importante para hacer que el próximo movimiento sea al alza?
TS - No debería sorprendernos si hay un movimiento al alza, aún cuando la actividad económica no muestre señales claras de recuperación. La Fed podría esperar alguna reunión más antes de hacerlo, pero los contratos a futuro están descontando una suba de un cuarto punto antes de fin de año y ciertamente sugieren que en 2009 habría un endurecimiento más significativo de las condiciones monetarias. Esto es bastante razonable, las condiciones de liquidez que hay hoy, con tasas de interés que como dijimos son negativas en términos reales, no pueden durar para siempre, y menos cuando aparecen presiones inflacionarias como las que estamos viendo actualmente en los mercados internacionales.
EC - Para terminar, te pregunto por las perspectivas para las tasas de interés en Europa. La reunión de política monetaria del Banco Central Europeo es esta semana, ¿verdad?
TS - Sí, es el jueves. En ese caso sí, el mercado está esperando una suba, probablemente de un cuarto punto porcentual. En ese caso la tasa de referencia pasaría de 4% a 4,25% anual.
De todas formas y aun cuando esta semana podamos tener un aumento de la tasa de referencia, eso no necesariamente estaría dando inicio a un ciclo de suba en las siguientes reuniones. Los relevamientos de confianza de los consumidores y de clima de negocios sugieren que también en Europa hay riesgos de desaceleración económica, riesgos que en definitiva el Banco Central Europeo va a tener que monitorear de cerca en los próximos meses.