Luego de participar en la gira del presidente Tabaré Vázquez por Centroamérica, el titular de la Cámara de Comercio, Arnaldo Castro, señaló que es bueno que se hagan estos viajes. De todos modo

La economía del país se está "desfasando en demasía"

La economía del país se está "desfasando en demasía"

Luego de participar en la gira del presidente Tabaré Vázquez por Centroamérica, el titular de la Cámara de Comercio, Arnaldo Castro, señaló que es bueno que se hagan estos viajes, ya que "ayudan mucho a la inserción del país" en mercados en los que necesita tener más amigos. De todos modos, fue crítico con respecto "al manejo que se está haciendo de la política monetaria" y aseguró que "nos estamos desfasando en demasía". Para el empresario se debe comenzar a nivelar la inflación y mejorar la competitividad exportando "productos que no son los que están en la cresta de la ola, para que cuando eso pase tengamos un horizonte y un equilibro en el resto de las actividades".

(Emitido a las 9.05)

EMILIANO COTELO:
La gira que el presidente Tabaré Vázquez encabezó en las últimas dos semanas de junio por Panamá, Cuba y México junto a varios empresarios y también sindicalistas dejó mucha tela para cortar.

Apenas comenzó la recorrida, en Panamá, Vázquez anunció la derogación del decreto que regulaba las ocupaciones de lugares de trabajo, lo que dejó muy conformes a los empresarios.

Y sobre el final de la visita, el mandatario reaccionó muy molesto cuando el empresario Jorge Bardier declaró al diario El País que el avance en la negociación con el gobierno de México "es muy lento y no se ha conseguido mejorar las condiciones de acceso que se han solicitado".

Uno de los empresarios que participó por primera de vez de una gira presidencial como titular de una de las gremiales más importantes es Arnaldo Castro, que desde hace un mes y medio preside la Cámara Nacional de Comercio y Servicios (CNCS). Con él precisamente es la entrevista esta mañana.

¿Qué evaluación hace de la gira en la que usted acompañó al presidente, a varios ministros, a sindicalistas, por Panamá, Cuba y México?

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ARNALDO CASTRO:
La evaluación que en lo personal hago es que este tipo de cosas ayuda mucho a la inserción del país en un proceso en el cual Uruguay necesita tener más amigos, aquellos que nos puedan corresponder con mejor comercio, mejores oportunidades para nuestros productos. Por lo tanto, armar este tipo de giras combinadas con el sector empresarial y cuando corresponde con el sector sindical, es bueno porque permite mostrar una imagen país que puede alinearse detrás de un proyecto en el cual todos estamos interesados, porque cuanto mejor le vaya al país mejor nos va a ir a todos.

EC - En particular, ¿qué impresión le dejó Cuba? ¿Está en un proceso de apertura económica? ¿Cómo lo vio?

AC - Es muy poco tres días allí con una agenda muy compartimentada por los horarios y el tipo de entrevistas.

EC - Usted llegó a tener contacto directo con Raúl Castro, el propio presidente de Cuba.

AC - Sí, pero fue un contacto protocolar, se imagina que no tuvimos oportunidad de charlar en absoluto ni cambiar ideas de cómo él pensaba o cómo el gobierno iba a avanzar en la apertura. Sí hay una sensación, ya se habla, hay intereses de diferentes sectores del gobierno de Cuba de buscar alternativas para trabajar hacia el exterior. Muchos de los empresarios que accedieron a entrevistas y a tener contactos con otras personas expresaron que hay un manifiesto interés del gobierno en abrir la economía y empezar a participar en el mundo, porque lo peor que le ha pasado a Cuba, además de otras cosas, es haber quedado aislada.

EC - ¿Qué implica eso para nuestro país? ¿Hay posibilidades nuevas de negocios con Cuba?

AC - Hay una suerte de choque cultural entre la actualidad de Cuba con respecto a su economía y a la forma como vive la gente –donde nada es de nadie y todo es del Estado– y las actividades que tenemos en Uruguay y en el resto del mundo; venimos de un mundo, de una sociedad capitalista, en la que el empresario, las empresas, las organizaciones están perfectamente diferenciadas, la actividad privada es perfectamente valorada y respetada. En Cuba ese proceso ha estado detenido, ha estado congelado en los últimos 50 años, por ende han pasado ya dos o tres generaciones que cuando se tengan que enfrentar a realidades de premiar el mejor esfuerzo van a tener una situación que va a haber que tratar de alinear. Ese es un trabajo de todos los que piensen que Cuba es un país latinoamericano...

EC - ...pero yo le preguntaba qué posibilidades de negocios nuevos con Uruguay se abren a partir de esa situación.

AC - Cuba tiene más de 10 millones de habitantes con un nivel de educación razonablemente bueno, no sé cómo va a repercutir eso en la inserción de una realidad económica cuando tenga que hacerlo. Hay oportunidades de negocios, aunque en este momento están con dificultades para hacer transacciones por el bloqueo de Estados Unidos. Hay que empezar a buscar lugares por donde entrar. En el aspecto intelectual, en el área de software –fue una delegación muy importante de la Cámara Uruguaya de Tecnologías de la Información (CUTI)– se abren oportunidades de trabajo, de tener mano de obra calificada y para insertar software uruguayo en entes o en actividades que poco a poco vayan permeando esa necesidad de entenderse para empezar a trabajar.

EC - Por otro lado, México era una de las escalas más esperadas por los empresarios, por la posibilidad de conseguir mejoras en el tratado de libre comercio (TLC) que ya está vigente con Uruguay. ¿Qué visión tiene usted? ¿Hubo resultados concretos?

AC - Hubo rondas de negocios, hubo muchos contactos, hubo un acercamiento, y perfeccionar el TLC que ya tenemos vigente con México para adecuarlo a necesidades mutuas, eso es beneficioso. Esta gira permitió a México ver que en Uruguay hay interés en hacer negociaciones con ellos y que a su vez tenemos interés en vender nuestros productos. México debe acercarse nuevamente a América Latina, ha pasado mucho tiempo mirando hacia otros mercados. América Latina lo necesita, son 110 o 115 millones de habitantes, tiene un potencial enorme, y a Uruguay en su necesidad de abrirse a todos los mercados posibles le hace bien que México intervenga con más negocios aquí, para influir y en cierto modo balancear nuestro decaído Mercosur.

EC - Pero ¿se avanzó algo? El secretario de la Comisión de Asuntos Exteriores de la Cámara de Industrias, Jorge Bardier, hizo esas declaraciones que tanto dieron que hablar en el diario El País, cuando habló sobre los resultados de las negociaciones entre los dos gobiernos. Entre otras cosas, dijo que "el avance es muy lento, no se ha conseguido mejorar las condiciones de acceso que se han solicitado. Lo que hay es una manifestación de voluntades, pero en concreto no vemos nada".

¿Qué evaluación hace usted?

AC - Yo no escuché, no vi esas declaraciones. Él conoce y tiene una actividad gremial muy importante, tiene una actividad en una empresa con un viso importante en la parte de exportación. No esperaba y no espero de una misión, salvo que una vaya con un acuerdo ya hecho, traer una orden de compra. Eso es el principio, hay negociaciones, se va entendiendo; uno muchas veces en las negociaciones no controla parámetros que otros controlan, en este caso México podría manejar parámetros que no necesariamente fueran del interés de un sector en particular. No es algo taxativo, uno no dice "por ir ya tengo los negocios hechos". Seguramente va a haber que sentarse, poner a punto una cantidad de cosas, mejorarlas, pero solamente con el contacto y con la capacidad que se tenga en el gobierno y en los sectores privados vamos a lograr posiciones que mejoren el comercio y las actividades.

***

EC - Escuchaba sus respuestas anteriores y notaba un discurso moderado, que comparaba con algunos trascendidos de prensa que se publicaron cuando usted fue designado como presidente de la Cámara. Por ejemplo, el semanario Búsqueda señalaba el 15 de mayo que se había optado por usted como presidente –hubo una lista única en las elecciones de la gremial– "por su condición de empresario nacional y ante la necesidad de asumir una posición más firme frente a la administración de la izquierda, de cara a la última ronda de Consejos de Salarios de este período y a las normas en materia de negociación colectiva que impulsa el Poder Ejecutivo".

¿Efectivamente usted va a tener un estilo más confrontativo que el anterior presidente, Julio Lacarte Muró?

AC - Yo trato de ser realista, las confrontaciones llevan a desviar las energías y los puntos de acuerdo a situaciones que muchas veces no son ni buscadas ni necesarias para avanzar. Hay que ser firmes, tener convicciones, tener la oportunidad de manifestar los puntos discordantes cuando los haya. No veo eso que dice allí de ponernos fuertes en el sentido de estar todo el día discutiendo o generando fricciones.

EC - Usted no tiene antecedentes de trayectoria en lo gremial empresarial.

AC - No.

EC - ¿Por qué aceptó la oferta para ser presidente de la CNCS?

AC - Lo pensé unos días. Yo estaba en la directiva de la Cámara como representante de la CUTI, en ese tiempo participé allí, pero sin tener una actividad directa y preponderante. Un grupo de personas me hizo el planteo, lo pensé, me reuní con esas personas, que son un grupo de opinión importante dentro de la Cámara, y me convencieron de que tenía una oportunidad allí de trasmitir una cantidad de experiencias de lo que es el comercio, la actividad empresarial de una empresa o de un sector que tiene una dinámica muy importante. Me sorprendió, porque para mí esas facetas eran algo natural, en la actividad en la cual me muevo todo el día el manejo de las relaciones interpersonales, eso es muy importante. He ido mutando mis conductas, tratando de ser más comprensivo, tratando de ser mejor y de trasladar eso a la organización. Realmente me sorprendió.

EC - ¿Cuál es su desafío como presidente de la CNCS? ¿Cómo se ve a usted? ¿Dónde están sus prioridades?

AC - Mi prioridad en este momento es volver a poner la figura del empresario donde debe estar. Un empresario es una persona que tiene una idea, que pone un esfuerzo detrás de ella, que va creando, generando oportunidades para terceros, crea empleos, crea prosperidad, también crea riqueza para él y sus colaboradores. La CNCS, que tiene más de 140 años de actividad, debe mantener el más alto prestigio en el imaginario de la gente y un empresario es un generador de oportunidades para todo el mundo.

EC - ¿A qué se refiere? ¿A que el empresario, en particular el empresario de comercio, es mal visto en la sociedad uruguaya?

AC - No digo que mal visto.

EC - ¿No es valorado en la sociedad uruguaya?

AC - Muchas veces no es valorado en su justo término, en esos parámetros que le digo. Por ende, una forma de trasmitir la calidad y la capacidad que tienen los empresarios uruguayos, que muchas veces superan con paciencia y con mucho esfuerzo una cantidad de dificultades, es importante. Porque este país tiene una clase media generada por muchas empresas y empresarios que fueron logrando y conquistando lo que a muchos hoy nos parece natural desde el punto de vista social, como sociedad, educación. Hubo una participación muy fuerte en eso y queremos readecuarla a la realidad de hoy.

EC - Hablando de la imagen de los empresarios y sobre todo de los comerciantes, usted debe haber leído o escuchado unas acusaciones muy fuertes que la semana pasada lanzó el director del Instituto Cuesta-Duarte del PIT-CNT, Ruben Villaverde. En AM Libre dijo: "Desde las cámaras empresariales, sobre todo desde la de Comercio y Servicios, hay un acuerdo concertado que está destinado a buscar una especie de desestabilización de la actual administración de gobierno".

Y fue más allá aún, afirmó que "está claro que hay gente que resolvió que en las góndolas de los supermercados se tiene que ganar la próxima elección, porque evidentemente desde el aspecto macroeconómico no se puede decir nada, ya que los resultados de este gobierno han sido espectaculares".

Una acusación a comerciantes y a la propia Cámara o ámbitos de la Cámara de que estarían operando con los precios para generar un caldo de cultivo negativo hacia el gobierno. ¿Qué dice usted de estos planteos?

AC - Ya dije, el sábado salió una referencia a consultas sobre eso. Me sorprendió realmente, porque en lo que me es particular no existe ningún tipo de acuerdo, no existe ningún interés en la CNCS ni en ninguna otra en desestabilizar al gobierno, sea este o cualquiera democráticamente electo, sea de izquierda o de derecha, lo dije y lo reitero, de arriba o de abajo. No importa eso, no existe. En lo personal, yo no lo avalaría, no lo aceptaría, no lo permitiría. Esa es la respuesta.

A Villaverde no lo conozco, no sé por qué dice eso, hablará para otra gente. La realidad es que no es cierto lo que dice.

EC - ¿Qué opina a propósito de las gestiones que ha emprendido el gobierno con distintos sectores del empresariado, en particular del comercio, en busca de acuerdos para congelar o bajar algunos precios de artículos de consumo de la canasta básica?

AC - Si hay acuerdo es porque las partes así lo quieren, no es una imposición.

EC - ¿No hay una imposición? ¿No hay algo parecido a una amenaza? Ese es el comentario que han hecho algunos participantes en esas reuniones, en la medida que se les planteó el asunto como una exigencia del presidente, y se les advirtió que se procuraban acuerdos voluntarios, y que, si no se lograban, había instrumentos que se podían aplicar, había decretos, había leyes que podían llegar a actuar sobre los precios.

AC - No me consta, nadie que pertenezca a la CNCS me ha manifestado que vivió una situación de presión indebida. Lo que me dice son comentarios que no han sido trasladados a la Mesa Directiva de la Cámara, y me sorprendería que así fuera, porque entonces no sería un acuerdo sino una transacción, habría que sacar la palabra "acuerdo" y poner "transacción": si tú hacés esto, yo te premio con esta otra cosa. No es el espíritu, no es el interés de la Cámara que eso suceda.

EC - ¿Ustedes están preocupados por el tema precios?

AC - Claro que estamos preocupados por el tema precios. ¿Quién no lo está, cuando vemos que la inflación del mes pasado, que se publicó ayer, se ubica por encima de cualquier expectativa razonable? Estamos preocupados.

EC - El asunto es cómo enfrentar ese problema. ¿Comparten la forma que el gobierno ha elegido para llevar adelante distinto tipo de medidas?

AC - El gobierno tiene la potestad de marcar ese tipo de medidas; no necesariamente estamos de acuerdo con todas, trataremos de influir, en los ámbitos en los que podemos, en aquellas cosas que entendamos que es posible mejorar.

EC - ¿Cuáles no comparten, por ejemplo?

AC - No compartimos el manejo que se está haciendo de la política monetaria. Usted tiene una inflación en un mes de 1,28% y el dólar desciende, allí hay algo que en algún momento va a buscar un cauce que no va a ser el que todos queremos. Nos estamos desfasando en demasía.

EC - ¿Qué habría que hacer en esa materia concretamente?

AC - Hay que empezar a regular la moneda para que el sector exportador tenga precios más competitivos. Las exportaciones están creciendo, pero lo hacen porque hay una coyuntura de precios de materias primas absolutamente fuera de lo esperado, la soja, el precio de la carne, los alimentos, todo eso está descompensando la realidad. Puede parecer un balance perfecto, pero la realidad indica otras alertas.

EC - ¿Para la Cámara el gobierno debería sostener el tipo de cambio?

AC - No, el tipo de cambio es un factor importante en cómo está armada la economía del país y su proyección para la exportación.

EC - ¿Qué quiere decir eso?

AC - Eso, que bajando el dólar y subiendo los costos internos en algún momento va a haber un corte, que ya pasamos muchas veces.

EC - Pero entonces, ¿cuáles son los instrumentos para corregir esa situación?

AC - Los instrumentos son empezar a nivelar la inflación, mejorar la competitividad a través de la exportación de productos que no son los que están hoy en la cresta de la ola, para que cuando eso pase –porque va a pasar– tengamos un horizonte y un equilibrio en el resto de las actividades del país.

***

EC - En la gira presidencial, casi al comienzo, en Panamá, el presidente Vázquez hizo un guiño a los empresarios cuando anunció la derogación del decreto que este mismo gobierno había emitido para la prevención de conflictos, que incluía la regulación de las ocupaciones de los lugares de trabajo. Las cámaras empresariales habían solicitado esa derogación, y también habían solicitado que se eliminara del proyecto de ley de negociación colectiva el capítulo relativo a ocupaciones, y eso fue atendido antes de viajar por el gobierno. ¿Cómo le sonó ese gesto?

AC - Bien, pero no lo veo como un gesto, lo veo como ubicarse en la realidad.

EC - El presidente dijo: "Si en algún punto un grupo social plantea un tema y tiene razón, le vamos a dar la razón. Si nos demuestra que estamos equivocados o que una línea es mejor que la otra, no tenemos la soberbia para decir ‘esto no’". Eso fue lo que contestó cuando le preguntaron si era un gesto para mejorar la relación con los empresarios.

AC - Para mí es volver al punto del que no se debió haber salido nunca. La realidad es que cualquier ocupación es molesta, y no solo por el acto en sí mismo, sino porque distorsiona la vida de las empresas, la vida de la gente, la vida de los directa e indirectamente afectados. Y genera un clima de no seguridades, de tener diferentes parámetros para medir la misma cosa. Es volver a la situación en la cual las ocupaciones no están valoradas por el decreto.

EC - Para ustedes era la consagración de la ocupación como una extensión del derecho de huelga.

AC - Es lo que siempre se dijo, que es una extensión del derecho de huelga... es una interpretación uruguaya.

EC - Esa norma no existe más, pero ahora ha quedado una especie de vacío legal. El propio ministro Bonomi ha dicho: "Algún otro instrumento hay que tener, si no, puede repetirse lo del año 2006, cuando hubo 37 ocupaciones".

AC - Pero las 37 ocupaciones del año 2006 eran producto de otras cosas que hoy no creemos que estén dadas. Pero sí es importante, transcurrida esta experiencia, encontrar una forma de poner en claro los derechos y obligaciones de cada parte. A eso estamos dispuestos, a trabajar. La Cámara y todas las cámaras, todo el empresariado uruguayo, así como todos los trabajadores uruguayos, deberíamos trabajar por una norma equilibrada, razonable y justa para las partes.

EC - En definitiva, empezar de nuevo la negociación por la ley de negociación colectiva.

AC - Sí, pero no es empezar de nuevo, ya tenemos avanzado, porque ya pasamos por un período de aprendizaje y experiencia, hoy estamos mejor para sentarnos, para cambiar ideas, para dialogar y buscar. Porque cuando el ministro de Economía sale al exterior y hace presentaciones habla del clima de inversión en Uruguay, de la paz social, de la democracia y todo eso, es todo fantástico. Pero cuando usted se plantea en algún lugar que tiene esa inestabilidad o esa posibilidad de tener las ocupaciones como un medio de obtener cosas, eso frena a la gente.

Yo pongo un ejemplo: si Uruguay tuviera la capacidad de invertir afuera, si el país fuera más grande y fuéramos a invertir a otro lugar, seguramente cualquier empresario uruguayo que fuera a invertir a otro país al que le plantearan esa regla, diría: "Gracias, no invierto aquí, prefiero buscarme otra cosa".