El contexto financiero internacional y la suba del Riesgo País de los mercados emergentes
Análisis de la economista Tamara Schandy, de la consultora Deloitte.
(Emitido a las 8.30)
EMILIANO COTELO:
La semana pasada comentábamos que la firmeza de los commodities está marcando un escenario externo todavía muy favorable para nuestro país. ¿Pero qué está pasando en materia financiera? Las bolsas internacionales siguen cayendo y de un tiempo a esta parte el riesgo de los mercados emergentes muestra una tendencia alcista bastante sostenida.
El riesgo país de Uruguay subió unos 70 puntos básicos en un mes. ¿Cómo debemos interpretar estas señales? ¿Cuáles son las perspectivas para los próximos meses? ¿Cuáles son los riesgos en el plano internacional?
Estamos con la economista Tamara Schandy, de la consultora Deloitte, para charlar sobre este tema.
Recién comentábamos en nuestro análisis económico que el viernes no fue un buen día para las bolsas y que el Dow Jones cerró una nueva semana en baja.
¿A cuánto asciende la pérdida desde que comenzaron las turbulencias en los mercados internacionales?
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TAMARA SCHANDY:
En octubre del año pasado el Dow Jones tocó un máximo de algo más de 14.000 puntos. Desde entonces, el mercado tuvo bastante volatilidad, pero si comparamos esos 14.000 puntos con los 11.000 de la semana pasada estamos hablando de una caída acumulada de aproximadamente 20%.
En otros índices bursátiles que son de referencia usual, como el Nasdaq y el Standard & Poors 500, las caídas son similares, en ambos en torno a 20% desde los picos del año pasado. Con estas magnitudes de caídas ingresamos en un terreno que los especialistas llaman "bear market", lo cual significa que el contexto está siendo definitivamente bajista.
EC - Hace un par de semanas comentábamos en este mismo espacio que el enfriamiento de la economía de Estados Unidos está siendo más moderado de lo que se preveía hace algunos meses. Entonces, ¿cómo se explica que las bolsas sigan cayendo de manera tan pronunciada?
TS - En realidad los datos en materia de actividad económica están siendo algo mejores a lo esperado, pero eso no significa que no haya motivos de preocupación. Las perspectivas para 2008 son más favorables que las que se vislumbraban algunos meses atrás, pero los factores de riesgo siguen estando presentes. En particular, todavía no hay señales claras de que se esté resolviendo la crisis del mercado hipotecario y, por ese mismo motivo, sigue habiendo bastante incertidumbre sobre el desempeño del sistema financiero.
En los últimos meses han seguido apareciendo anuncios de pérdidas importantes en varias instituciones y, de hecho, si uno mira las acciones de los principales bancos comerciales y bancos de inversión de Estados Unidos, han caído hasta niveles incluso más bajos que los que vimos en marzo, cuando estas acciones habían recogido un impacto muy fuerte en las expectativas de los inversores a raíz de las dificultades que llevaron prácticamente a la quiebra de Bearn Stearns.
EC - ¿Qué pasa en los mercados bursátiles del resto del mundo? ¿Las caídas son similares?
TS - Si miramos hacia Europa las bajas son muy parecidas. En Alemania y en Inglaterra las caídas también están en el entorno del 20% respecto a los niveles de setiembre-octubre del año pasado, en Francia un poco más (30%). Como simultáneamente se apreció el euro, la caída del rendimiento medido en dólares es algo más moderada, pero de todas formas estamos hablando de pérdidas importantes.
En los mercados emergentes la realidad es un poco más heterogénea.
EC - ¿Podemos poner algunos ejemplos?
TS - En algunos mercados asiáticos hemos visto caídas fuertes, aunque también a partir de niveles que eran extraordinariamente altos, como en China.
Pero luego hay bolsas que tuvieron un desempeño muy bueno. El Bovespa de Brasil, por ejemplo, está 8% por encima de los niveles de hace un año. Con la apreciación que tuvo el real, eso quiere decir que la suba medida en dólares es de casi 30%.
En épocas de turbulencias en general los inversores tienden a salir de los mercados emergentes, que en general son vistos como más riesgosos, pero este patrón no se repitió esta vez, al menos no en todos los casos.
EC - De todas formas el riesgo país en los mercados emergentes está subiendo.
TS - Sí, sobre todo en el último mes vimos un repunte bastante significativo. El índice EMBI+, que calcula J.P. Morgan, subió más de 80 puntos básicos desde mediados de junio hasta ahora y se sitúa ahora en niveles similares a los de marzo, que a su vez eran los más altos desde 2005.
De todas formas, estos niveles siguen siendo bajos en una perspectiva más larga. En el caso del EMBI+ los niveles actuales están en torno a 310 puntos básicos, cuando a mediados de 2002, por ejemplo, el índice llegó a estar en más de 900 puntos básicos.
EC - ¿Podemos recordar qué es exactamente lo que mide ese índice?
TS - El índice que computa J.P.Morgan es un resumen de las medidas de "riesgo país" de distintos países emergentes de todo el mundo. El "riesgo país" se define en términos generales como la diferencia que existe entre lo que pagan los títulos públicos de un país y lo que pagan los bonos del tesoro norteamericano, que se consideran libres de riesgo.
Cuanto mayor es la percepción de riesgo que tienen los inversores sobre un mercado, tienden a exigir un retorno mayor para invertir en bonos de ese país y por lo tanto el riesgo país tiende a subir, porque se amplía la diferencia respecto al rendimiento de los bonos norteamericanos.
Ahora, si el riesgo país se mide como una diferencia, entonces no solo importa la cotización de los bonos emergentes sino también lo que ocurra con la cotización de los bonos norteamericanos. Y esto es importante, porque en realidad lo que pasó en las últimas semanas no fue tanto que cayeron los bonos de los países emergentes sino que aumentó la demanda por bonos de Estados Unidos. Cuando aumenta la demanda, baja la tasa de rendimiento, y eso tendió a ampliar la brecha respecto a los emergentes, o en otras palabras, el "riesgo país".
En suma, esta suba reciente del riesgo país recoge más una baja de la tasa de los bonos americanos que un mayor costo financiero para los emergentes.
EC - ¿Cómo evalúan ustedes el aumento del riesgo país de Uruguay en particular?
TS - Uruguay no escapó a la tendencia de los demás emergentes, pero la conclusión es muy similar. El riesgo país medido por el índice que computa República AFAP cerró la semana pasada en 286 puntos básicos y eso supone un aumento de 70 puntos básicos en relación a los niveles de mediados de junio y de unos 160 puntos básicos en relación a los mínimos que se observaron a mediados del año pasado.
De todas formas, también en el caso de nuestro país siguen siendo niveles relativamente reducidos en una perspectiva histórica, y eso está marcando que los inversores mantienen una perspectiva positiva respecto a Uruguay.
Y hay otro elemento importante, que es que se trata de niveles bajos comparados con los registros que tienen otros países emergentes en este momento.
EC - Supongo que bastante más bajos que los que tiene Argentina...
TS - Sí, eso está marcando que los inversores distinguen claramente entre la situación de Argentina y la de Uruguay.
En Argentina hay factores de riesgo doméstico bien diferentes, pero también es muy distinta la exposición que tienen ambos países al riesgo de un eventual deterioro del contexto externo. Y eso, en definitiva, se refleja en el riesgo país.
Argentina tiene niveles de 650 puntos básicos, cuando Uruguay tiene algo menos de 300 puntos básicos de riesgo país.
La comparación también es favorable respecto a otros emergentes. De hecho, en las últimas semanas el riesgo de Uruguay ha sido, promedialmente, unos 20 puntos más bajo que el EMBI+ de J.P.Morgan, que como decía antes mide el riesgo "promedio" de los mercados emergentes.
EC - Para finalizar, te pregunto por las perspectivas. ¿Qué debemos esperar para los próximos meses?
TS El panorama para los mercados financieros en los países desarrollados no es muy claro. Probablemente sigamos viendo una volatilidad importante en los próximos meses.
Ahora, en lo que tiene que ver con los países emergentes como el nuestro, las perspectivas están en buena medida asociadas a lo que suceda con los precios de los commodities. Si se mantiene la firmeza de los precios de las materias primas agropecuarias, las economías como la nuestra van a encontrar condiciones propicias para el crecimiento.
De todas maneras, el mantenimiento de condiciones relativamente favorables en materia financiera depende también de que se preserve un entorno ordenado desde el punto de vista de las políticas macroeconómicas, que es fundamental para preservar un buen clima de expectativas y el riesgo país en niveles reducidos.