Los últimos datos de PBI y desempleo en Estados Unidos: ¿continúan deteriorándose las perspectivas para la principal economía del mundo?
Análisis económico de Tamara Schandy, de la consultora Deloitte
(Emitido a las 8.35)
EMILIANO COTELO:
En el plano de la economía internacional todas las miradas están puestas en la crisis financiera de Estados Unidos y en una posible recesión en esa economía.
Por eso, los mercados aguardaban con mucha expectativa el dato de crecimiento del segundo trimestre del año, que finalmente fue divulgado el jueves. A juzgar por la reacción de las bolsas, el dato resultó "decepcionante". Eso se vio reforzado el viernes con la publicación de nuevas cifras del mercado laboral, que mostraron un aumento adicional de la tasa de desempleo. ¿Cuáles son las perspectivas para los próximos meses? ¿Qué repercusiones tiene la crisis financiera sobre la marcha de la actividad económica? ¿Se deteriora el balance de riesgos desde la perspectiva de nuestro país? En los próximos minutos, conversaremos sobre este tema con la economista Tamara Schandy, de la consultora Deloitte.
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Comencemos con el dato de PBI que se conoció el jueves. Según tengo entendido, el dato marcó un crecimiento mayor al del trimestre anterior. ¿Cómo se explica entonces la reacción del mercado?
TAMARA SCHANDY:
Las cifras del jueves marcaron un crecimiento en relación al primer trimestre de 1,9% en términos anualizados, que no es una tasa para nada despreciable para la economía de Estados Unidos y, como tú adelantabas, supone un crecimiento incluso mayor que el registrado en el trimestre anterior.
Sin embargo, este dato fue de alguna manera "empañado" por el hecho de que con este comunicado se revisaron las cifras anteriores. Y esa revisión mostró un menor crecimiento económico desde 2005 a esta parte(del que se había previsto inicialmente), y en particular mostró una leve caída de la actividad económica en el último trimestre de 2007, cuando el dato anterior indicaba que la economía había crecido 0,6% en ese período.
Por allí tenemos una primera explicación de la reacción de los mercados, aunque a nuestro juicio no la única.
EC - ¿A qué te refieres concretamente?
TS - Como decía recién la economía mostró un desempeño positivo en el segundo trimestre. Sin embargo, la información de la semana pasada también confirmó que la economía sigue creciendo básicamente por el empuje del sector externo, mientras que la demanda interna, de hecho, se contrajo. En realidad, ese crecimiento de 1,9% en el trimestre, es resultado de una contribución muy positiva del sector externo, de 2,4%, y de una contribución de la demanda interna que en términos globales fue negativa en 0,5%.
El dólar está muy débil frente a la mayoría de las paridades internacionales y eso hace que los productos norteamericanos sean "baratos" para el resto del mundo, por eso las exportaciones están creciendo mucho y las importaciones están cayendo. Pero si dejamos eso de lado y nos concentramos en lo que es la demanda interna norteamericana, las señales son bastante más preocupantes. Y ese es un mensaje que los inversores también vieron en los números de la semana pasada y que posiblemente contribuyó a la reacción negativa que tuvieron los mercados.
EC - Recuerdo que uno de los elementos que se aguardaba con mayor expectativa era el crecimiento del consumo privado, en particular porque con los datos del segundo trimestre se iba a poder comenzar a evaluar el impacto del paquete de devolución de impuestos que introdujo el gobierno de Estados Unidos a comienzos del año. Por lo que mencionabas antes, el desempeño de la demanda interna no fue bueno, ¿es posible sacar alguna conclusión en relación a la eficacia de la ayuda fiscal?
TS - En realidad el impacto del paquete de devolución de impuestos fue bastante notorio. Quizás si no fuera por eso el desempeño del consumo hubiese sido sensiblemente inferior. De hecho, los datos del segundo trimestre marcaron un crecimiento del consumo privado de 1,5% en términos anualizados, superior al observado en los dos trimestres anteriores. En particular, esa expansión fue resultado de un mayor consumo de servicios y de bienes que llamamos "no duraderos", donde la incidencia de los cheques de devolución de impuestos es probablemente mayor.
Sin embargo, a nuestro juicio es bastante significativo que el consumo de bienes "durables" (como los autos, por ejemplo) cayera 3%, cuando el trimestre pasado ya había caído 4,3% según las cifras revisadas. El consumo durable en general es un buen indicador del ánimo de los consumidores, por eso el hecho de que ya se hayan observado dos trimestres consecutivos de caída es algo que preocupa a los especialistas. Más aún, cuando simultáneamente se observa un fuerte deterioro de los indicadores de confianza de los consumidores.
EC - ¿Qué tan importante es ese deterioro? ¿Puede comprometer el crecimiento futuro de la economía de Estados Unidos?
TS - Lógicamente es una señal importante porque la economía de Estados Unidos es muy dependiente del consumo. Los últimos datos marcan que la confianza de los consumidores está en los niveles más bajos desde 1980. Eso significa que la confianza de los consumidores es incluso menor que la observada en los episodios de recesión en Estados Unidos que tuvimos en las últimas décadas.
Esto se explica por distintos motivos: por el impacto de la caída del valor de los inmuebles sobre el patrimonio de las familias, por el aumento del precio de la energía, por la incertidumbre que existe en torno a la situación del sistema financiero. A todo esto se suma una caída bastante significativa del empleo, que lógicamente también impacta en el ánimo de los consumidores.
EC - ¿Podemos comentar brevemente los datos de empleo que se divulgaron el viernes?
TS - Sí. Los datos del viernes volvieron a mostrar una caída del empleo. La baja fue algo más moderada que la que preveían los especialistas, pero de todas formas las pérdidas acumuladas en lo que va del año superan ya las 450.000 personas. En ese marco, la tasa de desempleo ha tendido a subir. Según el dato del viernes alcanzó a 5,7% en julio, cuando un año atrás el desempleo era de 4,6%.
EC - ¿Cómo quedan entonces las perspectivas para la economía de Estados Unidos?
TS - Como ya hemos señalado en varias oportunidades, hay una especie de debate semántico acerca de qué es una recesión. De todas maneras y más allá de cómo definamos una recesión, lo cierto es que en Estados Unidos vamos a ver un enfriamiento muy notorio de la actividad económica, básicamente asociado a dos fenómenos: por un lado el deterioro de la confianza de los consumidores al que hacía alusión antes, y por otro lado a una posible retracción del crédito por el aumento de la morosidad y los problemas de solvencia del sistema financiero norteamericano.
Por ahora la Reserva Federal y el gobierno están mostrando una vocación bastante firme de apoyar a las instituciones con dificultades, pero ese es un proceso costoso y además es un proceso que puede demorar un tiempo relativamente largo.
EC - ¿Qué significa eso para la economía mundial?
TS - Los pronósticos de crecimiento mundial todavía son favorables. De hecho, según el FMI la economía mundial crecería 4,1% en 2008 y 3,9% en 2009; por encima del promedio histórico que es del 3.7% anual aproximadamente. De todas maneras, estamos viendo algunas señales de desaceleración en Europa, donde además hay cierto temor de que se repitan los problemas que vimos en Estados Unidos, porque también allí tuvimos en los últimos años precios de los inmuebles con subas notables y también hubo una expansión bien importante del crédito hipotecario.
Por otro lado, en el mundo se observa una suba bastante generalizada de la inflación, hemos hablado varias veces de eso en este espacio. Si las presiones siguen intensificándose, eventualmente pueden forzar a los Bancos Centrales a endurecer la tónica de las políticas monetarias, tanto en los países desarrollados como en las economías emergentes. Y eso en definitiva terminaría configurando un escenario de crecimiento mundial muy inferior al que vimos en los últimos años.
EC - Para terminar, pregunto como siempre por las consecuencias para nuestro país. ¿Se está deteriorando el balance de riesgos desde la perspectiva de Uruguay?
TS - La verdad es que las señales que llegan desde el marco internacional no son demasiado auspiciosas. De todas maneras, a nuestro juicio es importante marcar que, a pesar de todas estas dificultades que comienzan a vislumbrarse en el marco internacional, los precios de exportación siguen firmes. En ese marco, la economía probablemente crecerá entre 7,5% y 8% este año. Pero los riesgos para 2009-2010 son significativos. Sobre todo porque el auge de los "commodities" responde en cierta medida a elementos "estructurales", pero seguramente recoge también una serie de factores "cíclicos", como la debilidad del dólar, o lo bajas que están las tasas de interés en el mundo, determinando un contexto de abundante liquidez. Eso nos hace pensar que si el contexto internacional sigue deteriorándose existe un riesgo de que los precios internacionales de los "commodities" puedan presentar un descenso en el futuro, con efectos de desaceleración marcada de la economía uruguaya.