¿Cómo se analizan las cifras de inflación de julio? ¿Cuáles son las perspectivas para los próximos meses? ¿Es necesaria una política monetaria más restrictiva?
Análisis económico de Sandra Pérez Ramos, de la consultora Deloitte
(Emitido a las 8.37)
EMILIANO COTELO:
La inflación es uno de los principales problemas que enfrenta la política económica en nuestro país. El gobierno ha evitado subir en la medida de lo posible las tarifas de los servicios públicos y ha procurado acuerdos con las empresas para contener los aumentos de precios, pero el problema está. Un problema que no es sólo de Uruguay. Por el contrario, en muchos países la inflación está por encima de las metas oficiales.
En ese marco, los datos de julio sorprendieron positivamente. ¿Por qué digo esto? Porque la inflación fue de solamente de 0,45%, un registro bajo y menor inclusive al que esperaban los analistas. Por eso nos pareció que valía la pena dedicar nuestro espacio de análisis económico de hoy a este tema. En seguida, el diálogo es con la economista Sandra Pérez Ramos, de la consultora Deloitte.
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¿Cómo analizan este dato de julio? ¿Qué esperaban ustedes? Lo pregunto porque la inflación fue bastante menor a la que preveían los analistas según la encuesta de expectativas del Banco Central.
SANDRA PÉREZ RAMOS:
Es cierto. La cifra de inflación fue menor a la prevista por los analistas. La mediana de las respuestas de la encuesta de expectativas que hace el Banco Central apuntaba a una suba de precios de 0,7% y finalmente, como tú señalaste, fue de 0,45%. Eso hizo que la medida más habitual de inflación en doce meses móviles bajara de 8,4% en junio a 8,0% en julio.
Nuestras proyecciones para el mes pasado eran coincidentes con la mediana de la encuesta, esperábamos una suba de precios del orden de 0,7%.
EC - ¿Y por qué terminó siendo más baja la inflación? ¿Estamos ante un indicio de que podría empezar a ceder en los próximos meses?
SPR - La inflación de julio fue baja principalmente porque hubo un descenso muy marcado de los precios de frutas y verduras. Varias veces en el programa hemos comentado que frutas y verduras están en niveles muy altos medidos en términos reales y que por lo tanto es lógico pensar que se observe a mediano plazo una cierta tendencia declinante. Sin embargo, el pronóstico mes a mes es muy difícil porque esos precios tienen mucha volatilidad. Nosotros contemplábamos en nuestra proyección de julio una caída promedio de frutas y verduras de 3% y terminó siendo de casi 8%, porque las verduras cayeron casi un 11%
Esta caída tan marcada de las frutas y verduras tuvo una incidencia negativa en el IPC de casi cuatro décimas. En cambio, el resto de los precios subió en promedio casi 0,9%.
EC - ¿Y cómo se llega a esa suba de 0,9%? ¿Qué pasó con el resto de los rubros? ¿Qué papel jugaron, por ejemplo, las tarifas?
SPR - En julio, los precios administrados por el gobierno jugaron un rol muy moderado porque según nuestros cálculos, subieron en conjunto un 0,4% y tuvieron un impacto en el IPC de 0,1%.
En realidad lo que sucedió en julio fue que tuvimos una caída fuerte de las frutas y verduras, una suba muy moderada de los precios administrados, mientras que el resto de los precios subió en forma importante. De hecho, la inflación subyacente, que justamente excluye a las frutas y verduras y a los precios administrados, fue alta el mes pasado. Según los cálculos que hacemos en Deloitte, la inflación subyacente fue de casi 1,1% en julio, un registro alto pero bastante en línea con la proyección que teníamos nosotros, de un 1%.
EC - ¿Cómo quedan entonces las perspectivas? De tus comentarios se deduce que la inflación de julio fue baja pero que no hay mucho para celebrar... ¿Es así?
SPR - Sí, es así. Decíamos que la inflación subyacente, que nos da una mejor idea de la tendencia más firme de la inflación, fue alta en julio. De hecho, se encuentra en forma persistente en torno del 10% anual y no se advierte una tendencia declinante muy clara.
EC - Y, entonces, ¿se podrá cumplir la meta de inflación este año, o el año próximo al menos?
SPR - Para este año es muy poco probable que se pueda cumplir la meta de inflación porque hasta julio llevamos acumulada una suba de precios de 5,9%. Tendríamos que tener en promedio niveles de inflación de solamente 0,2% mensual hasta fin de año para que la inflación cerrara en 7% (el límite máximo de la meta).
Ahora, si tomamos un horizonte más largo, de 12 a 18 meses, la evolución de la inflación dependerá en alguna medida de decisiones discrecionales del Poder Ejecutivo en torno de las tarifas públicas, de lo que suceda con los precios del petróleo y de cuánto bajen o no las frutas y verduras. Todo eso le pone cierta incertidumbre a la proyección de inflación.
De todas maneras, nosotros estamos viendo que las presiones inflacionarias son persistentes porque resultan de precios de exportación que por ahora se mantienen muy altos y de una demanda interna que muestra un dinamismo marcado. Nuestras proyecciones de inflación subyacente sitúan el aumento de precios por encima del 8% inclusive el año próximo. La inflación medida como es usual, a través del IPC, podría ser algo más baja, pero hoy parece más probable que tienda a situarse algo por encima del 7%.
EC - ¿Con esas proyecciones, la política monetaria tendría que ser más contractiva?
SPR - Bueno, si el gobierno deseara asegurar una convergencia más rápida de la inflación hacia dentro del rango objetivo (que recordemos es de entre 3% y 7%), entonces la política monetaria debería hacerse más restrictiva.
De hecho, nosotros estamos contemplando alguna suba más de tasas de interés para los próximos meses.
EC - Pero eso podría inducir un mayor descenso del tipo de cambio.
SPR - Es cierto, ese es uno de los dilemas que enfrenta la política económica actual. La inflación está siendo muy persistente y el Banco Central no sube sus tasas de interés desde noviembre del año pasado. No lo ha hecho seguramente para evitar un descenso mayor del tipo de cambio.
Sin embargo, a nuestro juicio, hay cierto riesgo de que las expectativas de inflación continúen aumentando.
EC - ¿Por qué decís eso?
SPR - Si se considera por ejemplo la encuesta de expectativas del Banco Central para los próximos 18 meses, la mediana de las respuestas sitúa a la inflación en 7,1%. Esto quiere decir que la mitad de los analistas está previendo que la inflación seguirá por encima de la meta inclusive en un período tan largo como 18 meses.
Las tasas de interés en pesos a mediano y largo plazo también están mostrando un aumento en las últimas semanas y eso refleja que los agentes esperan que el Banco Central suba la tasa de la política monetaria o bien que la inflación sea más alta o, eventualmente, una combinación de ambas.
Con esas restricciones: presiones inflacionarias persistentes y expectativas que se están desalineando de las metas en el mediano plazo, nos parece que el Banco Central deberá subir sus tasas de interés en los próximos meses.