Análisis Económico

¿A qué obedece la caída de los commodities y el petróleo en los mercados internacionales? ¿Estamos ante el inicio de una tendencia bajista? ¿Qué repercusiones podemos esperar para nuestro país?

Análisis económico de Tamara Schandy, de la consultora Deloitte

(Emitido a las 8.35)

EMILIANO COTELO:

Ustedes saben, lo comentamos a diario en nuestros informes de mercados de las 8:30, los precios del petróleo y de otras materias primas han mostrado una tendencia marcadamente bajista en las últimas semanas.

No hay duda de que la caída del petróleo es un hecho favorable para nuestro país. Nos abarata importaciones y ayuda con la inflación, pero también están bajando los precios de los productos agropecuarios que nuestro país exporta. Por eso nos pareció que valía la pena dedicar nuestro análisis económico de hoy a ese tema. ¿Qué está sucediendo en los mercados internacionales? ¿Estamos ante el inicio de una corrección más fuerte todavía de los commodities? ¿Qué impacto podemos tener sobre nuestro país? En seguida, ese es el diálogo con la economista Tamara Schandy, de la consultora Deloitte.

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Comencemos repasando lo que han sido las tendencias de precios de las últimas semanas. Si te parece, comencemos con el petróleo.

TAMARA SCHANDY:

En realidad, ayer el petróleo cotizó en alza debido a que se anunció una reducción mayor a la prevista en los inventarios de combustible refinado en Estados Unidos. Entonces, la variedad West Texas subió desde 113 hasta 116 dólares por barril.

De todas maneras, estos precios del petróleo suponen una caída de 20% aproximadamente en relación al máximo histórico de 145 dólares por barril que se había observado el 3 de julio. Quiere decir que en seis semanas se produjo un ajuste muy importante del precio del crudo, aunque debemos advertir que sigue siendo muy alto. A fines del año pasado el petróleo estaba a 96 dólares y la medición promedio anual de 2007 fue de 72 dólares. Es decir, que el petróleo ha bajado mucho en las últimas semanas pero sigue siendo muy caro.

EC - Ayer las materias primas agrícolas también repuntaron, pero acumulan de todas maneras bajas importantes en las últimas semanas. ¿Cuáles son las cifras clave?


TS - Es cierto, ayer las materias primas agrícolas cotizaron en alza. La soja subió casi 6% ayer después de que se revisaron a la baja las estimaciones de cosecha en Estados Unidos debido a que el exceso de lluvias afectará los rendimientos. Las subas se trasladaron también a otros commodities como el trigo (más de 7%) y el maíz (que subió casi 6%).

De todas maneras, la tendencia observada desde los picos registrados a inicios de julio ha sido marcadamente bajista. La soja, por ejemplo, cotizaba ayer a casi 470 dólares por tonelada, más de 20% por debajo de los 610 dólares de hace apenas poco más de un mes. El maíz cotizaba a 212 dólares ayer, acumulando un descenso cercano a 30% frente a un máximo de 297 dólares a fines de junio. El trigo también acumula bajas pero en este caso son notoriamente más moderadas porque la suba que se había observado en junio también había sido menor. En concreto, el trigo estaba ayer a 312 dólares, un 8% por debajo del pico de junio (340 dólares), aunque debemos recordar que en marzo el trigo había llegado a un récord de 470 dólares la tonelada. Entonces, frente a ese valor, el descenso es de más de 30%.

EC - ¿Y cómo se interpretan estas caídas tan importantes que acumularon en pocas semanas las materias primas agrícolas y el petróleo? ¿A qué obedecen?

TS - Siempre es difícil explicar fluctuaciones de precios tan fuertes y en tan poco tiempo. Lo primero que debemos reconocer es que estamos ante un escenario de una enorme volatilidad. En lo que va del año vimos a las materias primas agrícolas subir y bajar fuertemente en dos ocasiones, con un pico en marzo y otro a fines de junio.

En ese marco tan volátil, es lógico también encontrar opiniones divergentes entre los analistas. Algunos apuntan a factores bien específicos, a tomas de ganancias luego de subas tan fuertes, a cambios de humor en los inversores más especulativos. Pero también hay analistas que marcan que la crisis de Estados Unidos empieza a tener efectos en otros indicadores de la economía mundial. En estas semanas se han conocido datos negativos para Europa y ayer se divulgaron cifras negativas para Japón.

EC - Japón, por lo pronto, tuvo una caída de su PBI en el segundo trimestre...

TS - ...exactamente, el PBI en Japón cayó a un ritmo anual de 2,4%, como consecuencia de un descenso de las exportaciones y del consumo privado. En Europa se han ido conociendo datos que marcan una retracción de la producción industrial en varios países. España, por ejemplo, mostró una caída de la producción industrial de casi 5% en la primera mitad de este año. Francia tuvo una caída de 2,5%. En Inglaterra y Alemania se observaron descensos más moderados, pero descensos al fin. Esta mañana además, se supo que la economía de la zona del Euro, considerada en su conjunto, se contrajo también en el segundo trimestre con caídas del PBI en las principales economías, incluyendo a Alemania y a Francia.

En definitiva, se están observando desde hace varias semanas señales de enfriamiento de la demanda en las economías desarrolladas y eso puede explicar precios de los commodities más bajos porque esas economías, tomadas en su conjunto, tienen un peso muy importante en la economía mundial.

EC - ¿Y eso quiere decir que las perspectivas son a la baja? ¿Estas caídas de las últimas semanas son un presagio de un ajuste bajista más fuerte?

TS - Es difícil saberlo con certeza. En los últimos dos años hubo muchos analistas que señalaban que había factores estructurales, persistentes, que hacían pensar en una suba muy fuerte y duradera del petróleo y de los alimentos en el mundo.

Aunque esos argumentos tienen puntos de sustento, en varias oportunidades señalamos que la suba que estábamos observando en los commodities se estaba dando en un contexto mundial marcado por muchos desequilibrios (tasas de interés muy bajas, políticas fiscales expansivas, exceso de gasto en Estados Unidos) y entonces nos preguntábamos en qué medida no veríamos un ajuste de esos desequilibrios, que derivaran en un menor crecimiento de la economía mundial, en tasas de interés más altas (por ejemplo en respuesta a una inflación mayor), como ahora parece observarse en numerosas economías.

La verdad es que es difícil aventurar un pronóstico pero a nuestro juicio en las últimas semanas se han incrementado los riesgos de un deterioro importante del contexto internacional que derive en una caída mayor de las materias primas.

EC - ¿Y qué significa eso para Uruguay?

TS - En primer lugar, significa que el horizonte de mediano plazo es más incierto.

Todavía los precios de exportación de las materias primas agropecuarias están muy altos. El trigo, a los precios de hoy, duplica los valores de hace dos años. La soja está un 135% por encima y el maíz un 230%.

Seguimos teniendo entonces precios de exportación muy altos, que deberían permitir que nuestra economía continúe creciendo a muy buen ritmo en los próximos 18 meses.

Sin embargo, y como decíamos recién, las señales del marco internacional están siendo predominantemente negativas y eso nos debe hacer reconocer que el horizonte es más incierto y que los riesgos están aumentado.