Análisis Económico

PBI crece 16,3% en el segundo trimestre, superando todas las expectativas

Según la economista Tamara Schandy, de la consultora Deloitte, "las cifras superaron ampliamente las expectativas" y "hay que remontarse hasta la década de los 40’ para encontrar tasas de crecimiento más elevadas que estas". Explicó que aunque la economía no creciera en el segundo semestre "el crecimiento promedio anual sería de 10,5%". De todos modos no es de esperar que la economía uruguaya siga creciendo a tasas de dos dígitos, teniendo en cuenta el deterioro de las condiciones internacionales. "Pensamos que la economía va a seguir creciendo pero lo va a hacer a un ritmo sensiblemente menor al de este año", concluyó.

(emitido a las 7:52)


EMILIANO COTELO:
La información que el Banco Central divulgó el viernes resultó impactante: el PBI creció 16,3% en el segundo trimestre del año en comparación con el mismo período del año pasado.

A partir de ese número las perspectivas para todo el año 2008 resultan mucho más optimistas que las que el propio equipo económico y los analistas venían manejando hasta ahora, con lo que se da como un hecho que este año creceremos más de 10%.

¿Cómo se explica esta performance tan auspiciosa? ¿Qué puede ocurrir ahora, en la segunda mitad del año que estamos recorriendo? ¿Se corre el riesgo de un recalentamiento de la economía? Les proponemos hoy un primer enfoque de este tema, y para eso el diálogo será con la economista Tamara Schandy de la Consultora Deloitte.


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EC – En  primer lugar veamos los números que se conocieron el viernes.

TAMARA SCHANDY:
Tú adelantabas recién que la economía creció 16,3% en el segundo trimestre en comparación con el mismo período en 2007. Eso nos deja un crecimiento promedio en el conjunto del semestre de 13,1%, es un crecimiento muy fuerte.

Si miramos al interior del semestre la economía se aceleró, de hecho el crecimiento del segundo trimestre fue más fuerte que el que habíamos tenido en el primer trimestre que de por sí había sido un crecimiento espectacular. En términos desestacionalizados -que es la forma en que comparamos, no contra el año anterior sino contra el trimestre inmediato anterior- el crecimiento había sido de 2,5% según cifras revisadas en el primer trimestre, y fue de 4,6% en el segundo trimestre que es una tasa absolutamente impresionante.

EC – Los números sorprendieron a todos.

TS – Sí, en realidad las cifras superaron ampliamente las expectativas. Si dejamos de lado lo que fue el crecimiento 2003-2004 que se dio desde niveles de actividad que eran mínimos después de la crisis, hay que remontarse hasta la década de los 40’ para encontrar tasas de crecimiento más elevadas que estas. Los años 40’ fueron una época en la que Uruguay gozaba de un contexto de precios internacionales muy favorables, similar al que hoy atraviesa nuestro país.

EC – ¿Cómo fue el crecimiento si ahora lo analizamos por sectores?

TS – El crecimiento fue muy generalizado, aunque lógicamente con sectores más dinámicos que otros. El sector "transporte y comunicaciones" fue el que mostró el crecimiento más alto en el conjunto del primer semestre, fue de 32% en comparación con la primera mitad del 2007. Ese ritmo de expansión es absolutamente extraordinario y refleja un crecimiento muy fuerte de la telefonía celular y también una expansión muy intensa de las actividades de transporte y almacenamiento, sobre todo de la actividad portuaria y del transporte de carga por tierra.

EC – Repito el dato: "transporte y comunicaciones" tuvo un crecimiento de 32% en el primer semestre comparado con el primer semestre del año pasado.

TS – Sí, y también vemos tasas espectaculares en la industria. La industria manufacturera creció algo más de 20% en el conjunto del semestre y hay dos factores que juegan un rol fundamental: la producción de celulosa de Botnia y la actividad de la refinería de Ancap, porque el año pasado la refinería de La Teja había estado cerrada algunos meses y eso hace que la comparación interanual resulte en tasas de crecimiento muy fuertes. De todas formas los datos del INE que ya conocíamos mostraban un panorama de crecimiento bastante generalizado a nivel de otros sectores de la industria.

Si consideramos conjuntamente el sector de "transporte y comunicaciones" y la "industria", que son los dos sectores que tuvieron las tasas de crecimiento más fuertes, estos explican 8,5 de los 13 puntos de crecimiento del PBI en la primera mitad del año.

EC – A partir de este panorama, del informe del viernes pasado del Banco Central, ¿cómo quedan entonces las proyecciones para este año?

TS – El crecimiento que se dio deja un piso muy importante. Si la economía no creciera nada en el segundo semestre y si se quedara en los niveles de actividad que vimos en este segundo trimestre del año, el crecimiento promedio anual sería de 10,5%.

EC – Y ese número ¿qué es? Digo para el público que no sigue las estadísticas, que no recuerda qué pasó el año pasado, qué pasó en los otros años previos.

TS – Es un crecimiento absolutamente récord. Veníamos creciendo a tasas del orden del 7-7,5% en los años anteriores, que ya lo entendíamos como una tasa de crecimiento muy fuerte. Tasas de esta magnitud -de arriba del 10%- vimos en 2004, pero era un crecimiento que se daba desde niveles de actividad muy bajos después de la crisis. Son tasas de crecimiento que desde una perspectiva histórica son extraordinarias.

EC – Entonces el mínimo de crecimiento para este año 2008, suponiendo que no ocurriera nada en el segundo semestre, que la economía quedara estancada, sería un 10,5% de crecimiento.

TS – Sí, igual nosotros pensamos que ese no va a ser el caso y que la economía va a seguir creciendo algo más en los dos trimestres que quedan de 2008 a un ritmo más moderado que en la primera mitad del año. Pensamos que la economía en términos desestacionalizados va a estar creciendo en el orden de 1-1,5% trimestral en los próximos dos trimestres, lo que nos dejaría con un crecimiento promedio anual del entorno de 11,5%.

EC – Con este tipo de números ¿puede haber riesgo de un recalentamiento de la economía?

TS – Ciertamente es un crecimiento extraordinario que está muy por encima de la tasa de crecimiento de tendencia, que nosotros ubicamos en el entorno de 4-4,5% anual. Este crecimiento se condice con una expansión muy fuerte del consumo pero los datos que se divulgaron la semana pasada también mostraron aumentos muy fuertes de la inversión. La inversión en activos fijos creció más de 30% en el primer semestre y eso debería ser visto como una buena noticia, porque Uruguay históricamente ha tenido niveles de inversión bajos y aumentos como estos incrementan la posibilidad de que la economía pueda seguir aumentando su tasa de tendencia de crecimiento de largo plazo.

De todas maneras, a nuestro juicio no parece razonable esperar que la economía uruguaya vaya a seguir creciendo a tasas de dos dígitos, sobre todo a la luz del deterioro de las condiciones internacionales al que hemos asistido en los últimos meses y en particular en las últimas semanas, con un enfriamiento fuerte de las economías desarrolladas, con caída de precios de varios commodities -algunos que son relevantes para las exportaciones de nuestro país-, en un contexto en el que el dólar ganó terreno frente a las principales divisas internacionales. Todos esos son elementos que generan incertidumbre respecto a la posibilidad de que la economía pueda seguir creciendo a estas tasas.

De hecho en este contexto internacional nosotros esperamos una desaceleración bastante fuerte de la economía uruguaya para el año que viene.

EC – ¿Y qué perspectivas estiman ustedes para el 2009?

TS – Pensamos que la economía va a seguir creciendo pero lo va a hacer a un ritmo sensiblemente menor al de este año Para el promedio del año en particular estamos esperando un crecimiento en torno a un 4,5%.

EC – Ustedes esperan para este año por lo menos 11,5% de crecimiento y el año que viene un crecimiento de 4,5%, eso implicaría una desaceleración muy marcada.

TS – Sí, es una desaceleración fuerte en ese contexto internacional que señalábamos, pero hay que tener en cuenta que este no es un resultado malo porque de hecho significa que pensamos que la economía es más resistente para enfrentar un shock externo negativo de lo que ha sido en episodios anteriores. Si el contexto internacional sigue deteriorándose es probable que la economía se enfríe pero por ahora no estamos previendo caídas del nivel de actividad.