¿Cuál es el balance de una de las semanas de más nerviosismo en Wall Street?
Análisis de la economista Tamara Schandy de la consultora Deloitte.
(Emitido a las 8:48) EMILIANO COTELO: Con esta noticia se cerró una de las semanas de mayor volatilidad en la historia de Wall Street. Aunque el cierre del mercado fue en alza, la incertidumbre es todavía muy grande. Por eso dedicamos el espacio de análisis económico de hoy a repasar los principales acontecimientos de la semana pasada y a analizar las características del plan que aprobaría el Congreso, que ha sido presentado como una "solución" a la crisis del sistema financiero. El diálogo es con la economista Tamara Schandy, de la consultora Deloitte. La crisis del sistema financiero de Estados Unidos trajo varios desenlaces inesperados la semana pasada, ¿verdad? TAMARA SCHANDY: Lehman y Merrill Lynch son dos de los principales bancos de inversión de Estados Unidos y por eso esas noticias golpearon al mercado e hicieron que el Dow Jones abriera la semana con una pérdida de 4,4%. EC - Y a partir de allí el comportamiento del Dow Jones fue prácticamente el de una montaña rusa. TS - Sí. Después de haber bajado 4,4% el lunes, el Dow Jones subió 1,3% el martes, volvió a caer 4% el miércoles y terminó la semana con subas extraordinarias, de 3,9% el jueves y 3,4% el viernes. Y variaciones de magnitudes así de extraordinarias, e incluso mayores, tuvimos en las bolsas emergentes y también en las bolsas europeas. EC - Con semejantes movimientos es claro que fueron muchas las sorpresas. Pero para no confundir a los oyentes te propongo seguir un orden cronológico. Cuando el mercado comenzaba a incorporar las noticias de Lehman Brothers y Merrill Lynch vino la segunda sorpresa: el gobierno de Estados Unidos decidió salir al rescate de AIG, una de las más grandes empresas aseguradoras del mundo. ¿Por qué se decidió salvar a AIG y no a Lehman Brothers, por ejemplo? TS - La noticia sorprendió a muchos porque AIG, en tanto compañía de seguros, no es una firma que esté regulada ni respaldada por la Reserva Federal. Pero aparentemente lo que se evaluó para dar este apoyo extraordinario fue que el riesgo para el sistema de un eventual colapso de AIG era mucho mayor que el de la caída de Lehman Brothers. Las dificultades en AIG se originaron en la división de productos financieros, ya que la empresa ofrecía productos para asegurar inversiones financieras. Esos productos estaban en manos de muchísimos inversores y tenían ramificaciones por todo el sistema financiero. Además, también había muchos en manos de inversores pequeños. Por todo eso se temía que el colapso de la compañía generara pánico en los mercados. A su vez, las pérdidas en esa división de productos financieros podían generar la caída de toda la compañía, que además cubre a una población enorme con seguros más usuales, como los seguros del auto, o de la casa. Hay un concepto que es muy importante en economía, y es que hay algunas instituciones que son "demasiado grandes para caer" y que por eso, los riesgos para el sistema justifican la intervención de las autoridades. EC - ¿Cuánto ha invertido hasta ahora Estados Unidos en estas operaciones de "salvataje" de distintas instituciones financieras? TS - La primera fue en marzo, cuando la Reserva Federal respaldó la compra de Bearn Stearns por parte de J.P.Morgan. Allí hubo unos 30.000 millones de dólares involucrados. Luego, hace apenas algunas semanas, el Tesoro se comprometió a comprar hasta 200.000 millones de dólares en acciones preferidas de Freddie Mac y Fannie Mae. La línea de crédito que se le dio a AIG, según se informó la semana pasada, fue de 85.000 millones de dólares. Así que, entre estas cuatro operaciones, los montos son multimillonarios... EC - En definitiva, ese es dinero de los contribuyentes y son líneas de crédito que tienen un riesgo importante. ¿Cómo fueron recibidos desde ese punto de vista los "salvatajes"? TS - El sistema financiero de Estados Unidos atraviesa claramente una situación de crisis y desde ese punto de vista parece haber una percepción, bastante generalizada, de que medidas como éstas eran necesarias. De todas maneras, y justamente porque se trata del dinero de los contribuyentes y porque además estas operaciones no parecían despejar totalmente los miedos del mercado, comenzaron a intensificarse las voces a favor de una solución más integral y no tan "caso a caso". Y además se empezó a hacer cada vez más evidente que esa solución debía contar con el apoyo del Congreso. *** EC - Y así fue entonces que surgió el plan que parece haber cambiado el humor de los mercados sobre el final de la semana. ¿Cuál es la esencia de esta iniciativa? TS - Todavía no se conocen los detalles, porque el plan todavía se está articulando en el Congreso, pero el espíritu parece ser sacar de los balances de los bancos los activos que están generando las mayores pérdidas, activos que hoy son prácticamente ilíquidos. Básicamente se trata de activos que se relacionan, con mayor o menor complejidad, con el crédito hipotecario. Lo que sí está claro es que va a ser una iniciativa costosa. El Tesoro pidió al Congreso 700.000 millones de dólares, lo cual equivale a aproximadamente 5% del PBI de Estados Unidos. EC Un 5% del PBI de la economía más grande del mundo... ese es un número realmente impresionante. De todas maneras, a pesar del costo el mercado parece haber recibido los anuncios de manera muy positiva, al menos a juzgar por lo que fue el final de la semana. Tú mencionabas recién que el Dow Jones subió 3,9% el jueves y 3,4% el viernes. ¿Podría ser éste el final de la crisis? TS - Es un anuncio importante y la iniciativa tiene el apoyo de personajes de peso en los mercados internacionales, como Alan Greenspan y su antecesor en la Reserva Federal, Paul Volcker. De todas formas, la reacción de las bolsas no tiene por qué ser definitiva. El mercado ha estado extremadamente volátil en las últimas semanas y ciertamente no puede descartarse que ésta haya sido una sobrerreacción. Además, todavía tiene que mediar la aprobación en el Congreso, que podría llevar varios días. De todos modos, no debemos olvidar que la reacción de los mercados del jueves y viernes estuvo alentada también por otras iniciativas, para nada menores, que también tuvieron una incidencia positiva pero cuyo impacto podría ser acotado si el contexto de expectativas se revierte. EC - ¿A qué te estás refiriendo concretamente? TS - Son varias y bastante complejas, y no alcanzaría el tiempo para repasarlas individualmente en pocos minutos, pero hay una que los especialistas juzgaron como particularmente relevante, que es que el viernes se suspendió por algunos días a muchas empresas que hacían "short-selling". Eso quiere decir que se prohibió la especulación sobre mayores caídas del mercado. El "short-selling" es una operación puramente especulativa, que consiste en vender en el mercado un título que no se posee, apostando a que baje para poder comprarlo luego más barato y ganar la diferencia. En contextos como el actual, este tipo de operaciones le estaba poniendo una presión adicional a las bolsas, que se quiso evitar al menos en tanto se restablezca la confianza. EC - En síntesis, ¿cuál es la visión de ustedes sobre esta batería de medidas y anuncios? TS - Parece haber una vocación muy firme por parte de las autoridades para respaldar al sistema y eso en este caso, donde la crisis ha alcanzado magnitudes tan extraordinarias, es muy importante. De todas formas, todavía hay mucha incertidumbre. Hay instituciones con dificultades, hay necesidades de capital y las noticias internacionales reportan que las negociaciones de venta de algunos de los grandes bancos todavía siguen en marcha. Habrá que ver si esta semana nos depara alguna otra sorpresa, o si en cambio el mercado sigue en una tónica positiva con las expectativas puestas en el plan del gobierno.
"Esto tiene que ser lo suficientemente grande como para hacer una diferencia real y llegar al corazón del problema". Así definió Henry Paulson, secretario del Tesoro de Estados Unidos, la solución que está evaluando el Congreso para poner fin a la crisis del sistema financiero.
Sí, fue tan ajetreada la semana que hoy los episodios del lunes pasado ya parecen muy lejanos. Recordemos que la semana pasada se inició con la presentación de un recurso de bancarrota por parte de Lehman Brothers y con el anuncio de que Merrill Lynch sería comprado por Bank of America, luego de que sus acciones se desplomaran en las semanas anteriores.