Modificaciones aprobadas por el Senado estadounidense y la posición de Uruguay
Por 74 votos a 25, el Senado norteamericano aprobó el plan de rescate financiero. Entre las modificaciones sancionadas se destaca un alivio impositivo para la clase media y una mayor protección de los depósitos bancarios. "El pueblo estadounidense espera y nuestra economía requiere que la Cámara de Representantes apruebe esta buena ley esta semana y la envíe a mi escritorio", dijo el presidente George W. Bush. En tanto, el primer mandatario uruguayo, Tabaré Vázquez, destacó al semanario Búsqueda este jueves que "Uruguay está en mejores condiciones que en el 2002 para enfrentar esta crisis".
EMILIANO COTELO:
"Alivio mundial, el Senado aprobó el rescate". Éste es uno de los tantos títulos en la prensa, hoy, a lo largo del planeta. El proyecto, que fue modificado por los legisladores, obtuvo un contundente respaldo de 74 votos en la Cámara alta norteamericana, entre ellos los votos de Obama y McCain. Fueron por el no 25 sufragios. Ahora, crece la presión sobre la Cámara de Representantes que había rechazado el plan.
Vamos a ubicar, entonces, los nuevos elementos; vamos a situarnos en el escenario que queda planteado ahora.
El Senado de Estados Unidos dio anoche una contundente señal a todo el mundo y a los mercados financieros, en particular, al aprobar, por amplio margen y con importantes modificaciones, el plan de rescate de 700.000 millones de dólares que había sido rechazado el lunes por la Cámara de Representantes.
Después de las dramáticas advertencias del presidente George W. Bush y también de los dos candidatos presidenciales Barack Obama y John McCain, sobre los riesgos que implicaría un nuevo rechazo, el Senado sancionó el plan, considerado crucial para evitar un colapso económico en Estados Unidos.
La votación tuvo 74 votos por el sí y 25 por el no. El proyecto incluye relevantes modificaciones, entre ellas un alivio impositivo para la clase media y una mayor protección de los depósitos bancarios.
La aprobación del proyecto modificado incrementa ahora la presión sobre la Cámara de Representantes, para que apruebe el plan antes del fin de semana. Se estima que será sometido nuevamente a votación mañana, pocos días después de que el rechazo anterior provocara un derrumbe histórico en los mercados mundiales, que ayer cambiaron de rumbo y contuvieron la respiración a la espera de estas votaciones.
"El pueblo estadounidense espera y nuestra economía requiere que la Cámara de Representantes apruebe esta buena ley esta semana y la envíe a mi escritorio" dijo el presidente Bush anoche.
"Esta no es una medida republicana o demócrata, es nuestra medida", afirmó poco después de la votación el líder de la mayoría demócrata Henry Reid. "Los norteamericanos tienen el derecho a estar frustrados por la crisis, pero la inacción no es una opción", añadió este legislador de la oposición.
Momentos antes de la votación había afirmado que si el Senado no actuaba con responsabilidad, los jubilados podrían perder sus ahorros, los pequeños negocios podrían perder sus ganancias y las familias no podrían obtener créditos para adquirir sus casas o sus autos.
Por su parte, el líder de la minoría republicana, Mitch McConnell, dijo que la aprobación demostró que los dos partidos pueden actuar juntos para atender una crisis importante.
Recuerden que Obama y McCain, los dos candidatos presidenciales, suspendieron sus campañas para estar presente en la votación en su calidad de senadores. Los dos respaldaron la medida, después de haber advertido sobre los graves peligros que implicaría no aprobar el paquete. "La presencia de ambos fue muy constructiva", dijo McConnel, comentando esa característica que tuvo la sesión de ayer.
Durante la votación, Obama habló y dijo: "Esto es lo que necesitamos hacer ahora mismo para evitar la posibilidad de una crisis que se convierta en catástrofe". En la misma línea hizo uso de la palabra su rival McCain y afirmó: "Si no actuamos, los engranajes de nuestra economía rechinarán y se detendrán".
Esas fueron las consideraciones políticas, pero qué dice el plan y en qué consiste ahora que se votó en el Senado.
El rescate de 700.000 millones de dólares, la mayor intervención en la economía desde la "gran depresión", autoriza al gobierno de Estados Unidos a comprar deudas "tóxicas" por ese monto de dinero. Es una compra de "carteras pesadas", afectadas por el problema aquel de las hipotecas de mala calidad. El plan había sido rechazado el lunes pasado por 228 contra 205 en la Cámara de Representantes, después de una semana que había estado pautada por febriles e infructuosas negociaciones.
La mayoría de los representantes, especialmente los republicanos, que protagonizaron una inédita rebelión contra su gobierno, optó por el rechazo sensibilizada por las críticas que ha despertado entre la población el paquete financiero que elaboró el secretario del Tesoro, Henry Paulson. Antes de la votación de la Cámara de Representantes, algunos ciudadanos habían reaccionado con furia contra la medida, les habían enviado a los legisladores una avalancha de correos electrónicos para repudiarla.
¿Cuál era el argumento central de esa queja que incidió tanto en la Cámara de Representantes para su rechazo del lunes?
El argumento central era que el rescate no hacía más que entregar dinero de los contribuyentes a Wall Street, que, en su opinión, en vez de recibir este tipo de ayuda debía ser castigada por ser la causante de la crisis.
Entonces, para suavizar el plan, para hacerlo más digerible cuando vuelva a la Cámara de Representantes, el Senado le hizo ayer algunas modificaciones, entre ellas las reducciones impositivas con la esperanza de lograr su aprobación para reactivar la deteriorada industria del crédito.
"Esta iniciativa ha sido acompañada por una gran cantidad de medidas populares", dijo el senador republicano Jeff Sessions. De este modo la propuesta inicial del Tesoro, que daba poderes casi ilimitados a Henry Paulson para administrar los 700.000 millones de dólares y que tenía sólo tres páginas de extensión -esa era una de las críticas, una de las objeciones que inmediatamente se escucharon apenas trascendió el proyecto: que solo incluía tres páginas, que no se especificaba casi nada, que era muy difuso, que era muy vago- ahora pasó a ser un documento de 450 páginas. Entre otras medidas eleva de 100.000 a 250.000 dólares la garantía que se aplica a los depósitos bancarios, con el objetivo de mantener la confianza en el sistema y evitar la fuga de dinero de una entidad a otra.
Mientras el Senado votaba anoche, los líderes de los dos partidos en la Cámara de Representantes estaban a la caza de los 12 votos, los 12 votos críticos que se necesitarán para revertir la votación del lunes, la cual fue contraria al plan.
No vamos a ingresar en detalles demasiado específicos y técnicos del plan, pero sí vale la pena conocer de qué manera se modificó el plan original del secretario del Tesoro, Henry Paulson, cuáles fueron algunos de los retoques centrales que se incorporaron para permitir su aprobación.
Del plan original: el departamento del Tesoro dispone de un máximo de 700.000 millones de dólares para adquirir deudas "tóxicas" de los bancos con problemas. De ese fondo las autoridades pueden usar 250.000 millones de dólares inmediatamente y otros 100.000 si el presidente lo determina. Los restantes 350.000 millones necesitarán una nueva autorización del Senado.
El gobierno limita los ingresos de los directivos de las compañías participantes en el programa. Esos directivos no pueden recibir beneficios multimillonarios si son despedidos, porque se entiende que han tenido responsabilidad en el manejo imprudente que se hizo de los créditos y que llevó a esta situación.
Por su parte, los contribuyentes estadounidenses reciben derechos de compras de acciones, warrants, con lo que se beneficiarán si las empresas que reciben la ayuda se recuperan. O sea, esta es una medida destinada a que el dinero que se designará a semejante salvataje no sea simplemente echado al fuego, sino que le reditúe a los ciudadanos norteamericanos y al Estado ganancias por la vía de participación en las empresas si estas luego, efectivamente, se recuperan.
¿Cuáles fueron las modificaciones más importantes que se hicieron en estas últimas horas y que derivaron en la aprobación en el Senado?
El seguro de los depósitos bancarios de los clientes se eleva de 100.000 a 250.000 dólares. Esta medida tiene por objeto restaurar la confianza en el sistema bancario y evitar la fuga de dinero de una entidad a otra. Además, se conceden desgravaciones fiscales y otros incentivos para las empresas o particulares que inviertan en energías renovables. Se otorgan exenciones fiscales para las empresas que inviertan en nuevos mercados, en investigación y desarrollo, así como a los pequeños comercios que inviertan en mejoras. Millones de contribuyentes con ingresos medios se benefician de la exención a la denominada "tasa mínima alternativa", norma que, por regla general, implica impuestos más elevados.
Por otro lado, los norteamericanos afectados por la reciente ola de huracanes reciben ayuda financiera. Y por último destacamos que aumenta el crédito fiscal en función del número de hijos.
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"Los que dictaban cátedras están ahora sumergidos en la crisis, porque no cumplieron sus recetas".
¿Quién dice esto? El presidente de la República, Tabaré Vázquez.
"El caos financiero en Estados Unidos evidenció que quienes le dictaban cátedra a países como Uruguay, sobre qué hacer para evitar una crisis, en realidad no cumplieron con sus recetas en su propio país", afirmó ayer el presidente Vázquez, consultado por el semanario Búsqueda.
"Esto es bastante claro. Quienes a nosotros nos dieron primero recetas, que fracasaron rotundamente en la parte sur del continente americano, que ellos, por cierto, aplicaban muy moderadamente, y luego nos dijeron qué era lo que debíamos hacer para enfrentar situaciones de crisis, quienes nos dictaban cátedra, ahora, no habiendo cumplido ellos lo que nos decían a nosotros que teníamos que hacer, están sumergidos en esta situación realmente lamentable y seguramente porque estaban en el terreno de haz lo que yo digo pero no lo que yo hago. Ahí están las consecuencias", remarcó el jefe de Estado.
Los comentarios de Vázquez aparecen en la página tres de la edición de hoy del semanario Búsqueda. Incluyen ese tipo de apreciaciones y después otras a propósito de cómo se sigue desde el gobierno el eventual impacto de todo esto que está ocurriendo afuera.
Una larga ecuación entre el manejo de la deuda externa, un sistema financiero fuerte, un aumento de inversiones extranjeras, la diversificación de mercados, la baja del precio del petróleo en contrapeso de la caída del precio de las materias primas, una presión inflacionaria que cederá y un déficit fiscal bajo: esa larga ecuación es la base sobre la cual Vázquez afirmó que Uruguay está muy firme y sólido para enfrentar el golpe de la crisis estadounidense.
El presidente relató que sigue minuto a minuto lo que pasa en Estados Unidos, pero aseguró que Uruguay está preparado. Si bien los problemas financieros del sistema financiero estadounidense empezaron hace ya algunos meses, en los últimos días desaparecieron algunos de los bancos más poderosos de ese país. La nota recuerda que el lunes la Bolsa de Valores de Nueva York tuvo uno de los peores días de su historia, mientras los inversores esperaban con angustia que el Congreso aprobara el plan de salvataje. La magnitud de la crisis ya es mundial y así lo remarcó el presidente Vázquez, quien aseguró que él se planta frente a este escenario con tranquilidad relativa.
"Ayer al mediodía estaba deseando que el Senado estadounidense aprobara el plan de salvataje". A esa hora justamente los legisladores estaban negociando los cambios que recién les mencionamos.
"Es una crisis importante, profunda, grave, que va a impactar en la economía y las finanzas del mundo entero. Esto es lo que han dicho todos los técnicos", recordó Vázquez. "Yo no soy técnico añadió-, pero me respaldo en lo que han dicho los técnicos nuestros, tanto quienes integran el equipo económico de gobierno como los profesionales que militan en la oposición o que son independientes, y también lo que han dicho los técnicos a nivel internacional, empezando por Joseph E. Stiglitz, premio Nobel de Economía, y siguiendo por todos los demás. Así que -continuó Vázquez- vemos con preocupación este tema, que ojalá se resuelva satisfactoriamente y que el Senado de los Estados Unidos apruebe esa propuesta del gobierno, para minimizar en lo que se pueda el gran daño que surge de esta crisis. Por lo que dicen nuestros técnicos, ya sea quienes integran nuestro equipo económico o la fuerza política oficialista, así como lo que dice la mayoría de los profesionales que no integran nuestra fuerza política, Uruguay está hoy en mejores condiciones que como estaba en el 2002 para enfrentar esta crisis" añadió el presidente.
En su opinión, el país podrá superar los efectos negativos sobre la base de una ecuación de diez variantes claves. "En primer lugar, Uruguay manejó correctamente y de manera muy profesional su endeudamiento externo y hasta 2010 no tenemos grandes vencimientos, ni que cumplir de manera dramática con el compromiso de nuestra deuda externa en cantidades que sean realmente importantes. Así que el correcto manejo del endeudamiento externo por parte de los profesionales que trabajan en el tema nos da garantías reales en este terreno. Esto se lo oí decir al presidente de la Bolsa de Valores en una entrevista radial hace pocos días", comentó Vázquez.
"El segundo argumento son las inversiones extranjeras". Esto, dijo Vázquez, se lo oí decir al economista Javier De Haedo. "Son inversiones que han ido al sector productivo y han llegado para quedarse. De Haedo mencionó, entre otras, la inversión en Botnia, la que se está haciendo en ENCE, las que vendrán de Portucel y Stora Enso, lo que se ha hecho en inversión para la producción ganadera intensiva, la llegada de capitales a nivel de los servicios portuarios y así podríamos seguir hablando de inversiones en el sector productivo lo que da garantías de seguridad", aseveró Vázquez.
Según el presidente, el tercer argumento es que el sistema financiero uruguayo está muy fuerte y el cuarto es que las reservas internacionales son altas sin perjuicio de lo cual el Banco Mundial y la Corporación Andina de Fomento le autorizaron a Uruguay créditos por un total de 800 millones de dólares. "Los tenemos a disposición por si se necesitaran; yo creo que no los vamos a necesitar", pronosticó.
En lo que refiere al quinto punto, Vázquez indicó: "Si bien es cierto que los precios internacionales de las materias primas caerán, también es cierto que Uruguay ha mejorado su mercado interno con una mayor capacidad de compra de los uruguayos, que en algo podrán compensar lo que se pierda en el mercado exterior", acotó aludiendo al sexto punto.
La diversificación de los mercados a los cuales Uruguay exporta sus bienes y servicios es el séptimo punto. Por él Vázquez cree que el país está bien preparado para la crisis. "No dependemos de un mercado único", enfatizó.
En octavo lugar, el precio internacional del petróleo cayó de forma inmediata al derrumbe del sistema financiero estadounidense. Eso, sumado a que los precios de los alimentos en el mercado interno están bajando como consecuencia inevitable de su reducción en el mercado mundial, es un complejo de circunstancias que para el presidente Vázquez hay que tener en cuenta desde el punto de vista de las condiciones en las que se encuentra nuestro país.
Vázquez también mencionó: "Bajó la carne, bajó la leche, sé que van a bajar otros productos. Entonces, la presión inflacionaria va a disminuir", razonó el presidente.
Y por último, en toda esta larga ecuación, "estamos prácticamente en un equilibrio fiscal, cosa que no se lograba desde hacía muchísimos años en Uruguay. Quizá tengamos un pequeño déficit al final de este mandato, como decía el contador Astori; estaremos en el 0,5% o el 1% del producto en ese margen. Así que creo que el posicionamiento de Uruguay en este momento es muy firme, muy sólido y así lo están viendo desde el exterior", concluyó el presidente en declaraciones que formula hoy al semanario Búsqueda.