El gobierno argentino anunció su intención de estatizar el sistema previsional: análisis y consecuencias
Por la economista Sandra Pérez Ramos, de la consultora Deloitte
(Emitido a las 8.41 horas)
EMILIANO COTELO (EC):
En la tarde de ayer el gobierno argentino anunció el envío al Congreso de un proyecto de ley para eliminar el sistema privado de jubilaciones.
La decisión del gobierno generó un fuerte rechazo en los mercados, que reaccionaron con bajas muy importantes. Por ejemplo, el índice Merval de la Bolsa de Buenos Aires bajó 11% sólo en la jornada de ayer.
Para entender un poco más qué es lo que está por detrás de este anuncio y por qué los mercados reaccionaron tan mal, les proponemos dedicar nuestro espacio de análisis económico de hoy a este tema.
¿En qué consiste el cambio de régimen que propone el gobierno argentino? ¿Por qué se resolvió tomar esta medida ahora? ¿Qué consecuencias puede tener para el futuro de la economía argentina? Vamos a charlarlo en los próximos minutos con la economista Sandra Pérez Ramos, de la consultora Deloitte.
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EC: Empecemos hablando de lo que se anunció ayer. En términos generales, ¿cuál fue la propuesta del gobierno?
SANDRA PÉREZ RAMOS (SPR):
La presidenta argentina, Cristina Fernández, firmó ayer un proyecto de ley para pasar a la órbita estatal todo el sistema previsional argentino, que hoy es exclusivamente privado. Los fondos jubilatorios son administrados actualmente por las llamadas AFJP, que son unos organismos similares a nuestras AFAP.
Si el proyecto fuera aprobado en el Congreso y por tanto pasara a ser ley, todas las cuentas de ahorro previsional que hoy manejan esas AFJP van a pasar al control del Estado argentino y por lo tanto todos los jubilados y los afiliados a esas administradoras privadas pasarán obligatoriamente a un sistema público de reparto.
De esta manera, el sistema jubilatorio en su totalidad volverá a ser nuevamente público, después de 14 años de control privado.
EC: ¿Y cuánto dinero está involucrado en esta estatización? ¿Cuánto va a recibir el gobierno con el cambio de régimen?
SPR: Los datos oficiales indican que actualmente las AFJP manejan fondos por un total de unos 94.000 millones de pesos argentinos, que equivalen aproximadamente a cerca de 30.000 millones de dólares. Esta cifra corresponde a los ahorros de unos nueve millones y medio de personas.
Pero, además, el Estado va a recibir de aquí en más los aportes obligatorios que hagan los trabajadores y que, se estima, rondan entre los 13.000 y los 15.000 millones de pesos por año.
EC: ¿Cuál fue el objetivo que se persiguió con esta medida?
SPR: El argumento oficial fue que el Estado debió salir a rescatar a los futuros jubilados del sistema, porque en los últimos meses las administradoras de fondos previsionales registraron fuertes pérdidas por el deterioro que hubo en el contexto internacional. Son pérdidas que significan un perjuicio para esos futuros jubilados. Ante esta situación, el gobierno señaló que la crisis mundial puso de manifiesto que el régimen de cuentas de ahorro individual es completamente inadecuado.
Ese es el argumento oficial, de las autoridades. Sin embargo, los analistas señalan que las causas de esta reforma son bien diferentes y que se relacionan básicamente con las necesidades financieras que tiene este gobierno.
EC: ¿Podrías aclarar eso un poco más?
SPR: En realidad, desde hace un tiempo bastante largo las autoridades argentinas han implementado políticas económicas claramente inconsistentes...
EC: ...¿Por qué son inconsistentes?
SPR: Por un lado, la política fiscal ha sido claramente expansiva en los últimos años, con fuertes aumentos del gasto público, de más de 30% interanual, que en buena medida se han financiado con ingresos generados por las exportaciones; son las famosas retenciones, que en el primer semestre del año representaron un 13% del total de ingresos fiscales.
Por otro lado, en un contexto de dinamismo económico muy fuerte se aplicaron políticas que impidieron un ajuste a la baja del tipo de cambio, como sucedió en el resto del mundo y eso terminó generando una inflación muy alta, que hoy ronda el 25% según estimaciones privadas.
Sin embargo, ese modelo sólo podía funcionar mientras la economía mundial mantuviera un dinamismo considerable, que permitía sostener precios altos de los productos que exporta Argentina, que son en gran medida commodities. En caso contrario, si los precios de los commodities cayeran, como ha pasado en las últimas semanas, los ingresos fiscales bajan y eso obliga a buscar fuentes alternativas para financiar el gasto público.
EC: ¿Y estos fondos previsionales serían esa nueva fuente de financiamiento?
SPR: Exactamente. Muchos analistas señalan que este cambio de régimen es un mecanismo que usa el gobierno para hacerse de recursos a fin de solventar ese gasto elevado.
Más allá de las cuentas en sí mismas que van a pasar a las cuentas del gobierno, sobre las cuales se puede discutir la legalidad de usar esos recursos con fines fiscales, lo cierto es que automáticamente los ingresos del Estado aumentarán más de 13.000 millones de pesos por año sólo de estos nuevos aportes jubilatorios.
Además, hay otros indicios que también apoyan la tesis de que la reforma estaría persiguiendo un objetivo fiscal. Por un lado, hace pocos días el gobierno anunció que pronto realizará una oferta de canje de una serie de bonos públicos que vencen entre los años 2009 y 2011. Ese anuncio, de algún modo, reflejó que el gobierno está preocupado por despejar los vencimientos de los próximos años, porque ya visualiza que podría tener dificultades para enfrentar esas obligaciones.
Y ese mensaje se reforzó todavía más cuando la presidenta dejó para más adelante una solución para la deuda, que está en "default", lo que se había anunciado en Estados Unidos semanas atrás, y aplazó también el pago al Club de París. Son todas señales de la preocupación que existe hoy en el gobierno por ese tema.
EC: El gobierno rechaza estas interpretaciones. Ayer, la presidenta Cristina Fernández fue muy enfática...
SPR: ...Sí, exactamente. Si uno lee lo que dicen los analistas privados, la verdad que es una opinión bastante generalizada la que estamos diciendo.
EC: La decisión no cayó nada bien en los mercados. Yo mencionaba hace unos minutos que el índice Merval cayó 11% en la jornada de ayer. ¿Qué otras reacciones hubo?
SPR: Sí, la reacción en general fue muy negativa. La bolsa de Buenos Aires tuvo una caída muy fuerte ayer, pero también se desplomaron los precios de los bonos del gobierno. El "riesgo país" terminó el día en 1.648 puntos básicos, lo que implica una suba de más de 250 puntos básicos en un solo día.
Incluso, la baja de los precios de los papeles argentinos fue tan fuerte que a última hora de la tarde ayer un juez federal prohibió que las AFJP operen en el mercado bursátil durante una semana ante la presunción de estuvieran vendiendo bonos y pudieran perjudicar al gobierno.
EC: Después de esta reacción de los mercados, ¿qué se espera que ocurra con la economía argentina en los próximos meses?
SPR: La decisión que tomó el gobierno argentino es muy negativa, porque genera señales desfavorables para los mercados. En particular genera una sensación de inseguridad jurídica que perjudica claramente el clima de negocios.
Y eso ocurre, además, en un momento en el que la economía mundial está viviendo una situación muy comprometida. El clima de fuerte incertidumbre y de aversión al riesgo que hay en los mercados financieros internacionales ya está afectando los flujos de capitales y principalmente los que van hacia los mercados emergentes.
Entonces, en ese marco la decisión del gobierno argentino perjudica la imagen que tiene el país en los mercados internacionales, que ya está perjudicada, y desalienta aun más la inversión...
EC: ...Sí, en las Bolsa de Madrid están cayendo los papales de empresas que tienen intereses en la República Argentina.
SPR: Exactamente, favoreciendo que la inversión que podría, eventualmente, ya haberse revertido en parte, podría revertirse aún más a raíz de esta decisión, que suma una noticia más desfavorable de unas cuantas que se han sucedido en los últimos meses.
De todas maneras, el panorama para Argentina es complicado más allá de la decisión que se tomó ahora: en los últimos meses se ha ido configurando un escenario realmente difícil para esta economía, que seguramente enfriará sensiblemente su crecimiento en los próximos meses.