Análisis Económico

El déficit fiscal llegó a 1% del PIB. ¿Cómo se debe interpretar ese dato a la luz del nuevo contexto internacional?

Análisis de Pablo Rosselli, de la consultora Deloitte

(emitido a las 8.35 horas)

EMILIANO COTELO (EC):
La semana pasada el Ministerio de Economía y Finanzas divulgó las cuentas públicas correspondientes a setiembre de 2008. Las cifras oficiales mostraron que en los doce meses terminados en setiembre, el sector público tuvo un déficit de 6.226 millones de pesos, equivalentes a un 1% del PIB. A su vez, el superávit primario (esto es el resultado fiscal antes del pago de intereses) se ubicó en 2% del PIB.

En ambos casos, se trata de registros inferiores a las metas con las que viene trabajando el gobierno. Entonces, ¿cómo se deben analizar estas cifras? ¿Estamos ante un deterioro importante del frente fiscal? ¿Son necesarias medidas de ajuste en esta materia? En seguida, el diálogo es con el economista Pablo Rosselli, de la consultora Deloitte.

Para comenzar, ¿cómo están analizando las fiscales? Lo pregunto porque el gobierno venía trabajando con metas mejores a estos datos.


PABLO ROSSELLI (PR):
Es cierto. El gobierno venía trabajando con una meta de superávit primario de 3% del PIB para este año y el próximo. Y ese superávit primario era compatible con un déficit fiscal del orden de 0,4% del PIB.

Las cifras de los doce meses terminados en setiembre muestran resultados claramente menos favorables. En realidad, en los últimos doce meses hemos visto una reducción muy importante del superávit primario del sector público. Recordemos que en la segunda mitad de 2007 el resultado primario estaba en un valor alto, del orden de 4,5% del PIB.

En los doce meses a setiembre de 2008, el resultado primario es de 2% del PIB, es decir 2,5% del PIB menos que hace un año. En esa baja del resultado primario inciden varios factores.


EC: ¿Cuáles son esos factores?


PR:  En primer lugar, el gobierno resolvió el año pasado flexibilizar su política fiscal, corrigiendo a la baja la propia meta de superávit primario, desde 4% hasta 3% del PIB tanto para 2008 como para 2009.

Allí hay una primera explicación. A eso se agregan algunos factores que transitoriamente afectan con signo negativo el resultado primario.


EC: Se está aludiendo a la suba del petróleo que se observó hasta julio de este año. ¿Es así?


PR: Entre otras cosas estuvo, efectivamente, la suba del petróleo. Eso hizo que el resultado primario de Ancap bajara sensiblemente, sobre todo en la primera mitad del año, cuando hubo un desfase muy importante entre el precio del petróleo y los precios internos. Esa situación se está corrigiendo a partir de la caída de los precios internacionales del petróleo que comenzó en julio. La estimación precisa de ese impacto en las cuentas de Ancap tiene cierta complejidad porque esas cifras se ven usualmente afectadas por el momento de compra de petróleo. Pero a nuestro juicio es razonable concluir que hubo un impacto de algunas décimas en las cuentas de Ancap. Según nuestras estimaciones, corrigiendo por esas variaciones de los stocks de petróleo, el resultado primario de Ancap bajó más o menos 0,5% del PIB, unos 150 millones de dólares en poco más de 12 meses.

Más importante fue el deterioro de las cuentas de UTE. Como consecuencia de la falta de lluvias, UTE debió importar energía y recurrir a la generación térmica, que involucra consumir más petróleo. Por esa razón, el resultado primario de UTE bajó desde un superávit de 0,8% del PIB a fines del año pasado a un déficit de 0,5% del PIB, lo que quiere decir que en UTE tuvimos un impacto de 1,3% del PIB.

Finalmente, en diciembre del año pasado el gobierno realizó una serie de gastos extraordinarios por una cifra equivalente a 0,5% del PIB. Esos gastos incidirán en la medición en años móviles hasta que lleguemos a diciembre de 2008.


EC: ¿Cuál es, entonces, la conclusión del análisis?


PR: Como decía recién, hubo varios factores transitorios que determinaron una caída del resultado primario hacia niveles muy inferiores a la meta fijada por el gobierno.

Esos factores deberían ir perdiendo efecto. En el caso de UTE en particular lo harán en la medida que las lluvias sean relativamente normales. En ese caso, el resultado consolidado de las empresas públicas tenderá a mejorar.


EC: ¿Quiere decir, entonces, que esta trayectoria de las cuentas públicas no constituye un factor de preocupación?


PR: En los resultados de los últimos doce meses, hubo por cierto una acumulación de factores transitorios que afectaron las cuentas públicas. En condiciones normales, en los meses próximos deberíamos ver una mejora del resultado primario.

De todas maneras, en el frente fiscal igual advertimos factores de riesgo.


EC: ¿Cuáles son esos factores de riesgo?


PR: El marco internacional se ha vuelto notoriamente desfavorable. En otras oportunidades comentamos que una meta de superávit primario de 3% del PIB no dejaba mucho espacio para responder ante un cambio brusco del marco externo. Ese cambio ha llegado y supone a su vez cambios para la dinámica de las cuentas públicas.


EC: ¿Cómo incide el nuevo marco externo en las cuentas públicas?


PR: De varias maneras. Por un lado, el peso de los intereses de la deuda pública comenzará a subir porque sube el valor del dólar (y entonces sube el costo de los intereses de la deuda en moneda extranjera) y también porque han subido las tasas de interés en pesos (y hay deuda en moneda nacional que debe renovarse a tasas mayores). Eso hace que la meta de superávit primario de 3% del PIB probablemente resulte insuficiente el año próximo para evitar que el déficit fiscal sea mayor a 1% del PIB.

Por otro lado, es lógico pensar que nuestra economía sufrirá una desaceleración importante. Un menor crecimiento económico en nuestro país va a derivar probablemente en un nivel de crecimiento muy bajo de la recaudación tributaria el año próximo y quizás también el siguiente. Los egresos del gobierno central, en cambio, seguirán creciendo a un ritmo fuerte si no se implementan medidas de revisión de los gastos presupuestados. Por ejemplo, el gasto primario del gobierno central viene creciendo a un ritmo de casi 8% en términos reales este año. Los ingresos tributarios aumentaron en torno de 6% pero probablemente crecerán bastante menos el año que viene.


EC: ¿Quiere decir que por el lado del gobierno central podríamos ver un deterioro de las cuentas públicas el año próximo?


PR: A nuestro juicio, no podemos descartarlo.

El cambio del ciclo económico mundial debería llevar a una revisión de los planes de gastos para evitar esa situación.  Pero ha sido casi una constante en nuestro país que el ciclo electoral del gasto deriva en un deterioro de las cuentas públicas al final de cada período de gobierno.


EC: ¿Deberían adoptarse, entonces, medidas de ajuste? ¿Cuál es la viabilidad de eso en este contexto? Ya señalabas que la historia no ayuda.


PR: Esa decisión depende, en última instancia, de si se visualiza que el shock externo es prolongado y muy severo o si se piensa que será más o menos breve. Debemos reconocer que hay un marco de incertidumbre muy importante en ese sentido, pero a nuestro juicio debemos contemplar un escenario adverso para los países emergentes que quizás sea relativamente largo, con un par de años de bajo crecimiento económico.

Por esa razón, a nuestro juicio, se debe cuidar el resultado primario, que debería dar señales de mejora importante a corto plazo. Si no se corrigen de manera importante los planes de gastos, entonces deberíamos aceptar que la política de tarifas juegue un papel más importante. El gobierno renunció el año pasado a importantes recursos fiscales a través de las tarifas –aplicando aumentos menores a la suba de costos-, ahora la política de tarifas podría procurar recuperar esos recursos con relativa rapidez.

Con esto no estamos diciendo que no haya ningún espacio para que se rebajen las tarifas de los combustibles, que es algo que de hecho se está discutiendo en estos días. La caída del precio del petróleo abre un espacio para precios más bajos de combustibles, pero la  magnitud de la baja también depende de cuán rápido se quiera recuperar las pérdidas registradas con la suba del petróleo. Decíamos recién que en el último año los resultados de Ancap han bajado en medio punto del PIB, si se corrigen las cifras por las variaciones de los stocks de Ancap.

Hay que tener en cuenta que en el mundo no hay crédito. El riesgo país subió fuertemente para todos los mercados emergentes. Si bien en los últimos días viene cayendo también de forma rápida, no podemos saber cuándo volverá a niveles normales. El país, afortunadamente, tiene un muy buen relacionamiento con los organismos multilaterales de crédito –que siempre pueden ser un mecanismo al cual recurrir cuando falte financiamiento- y no tiene obligaciones importantes en moneda extranjera a corto plazo por los reperfilamientos de deuda que se aplicaron en el pasado. Eso nos deja cierta holgura a corto plazo -un año, por ejemplo-, pero como decía recién, es clave que el resultado primario comience a mejorar en los meses próximos para evitar un deterioro del contexto de expectativas en relación a la fortaleza de la posición fiscal del país.