Análisis Económico

¿Cómo se presentan las perspectivas de actividad económica y tipo de cambio?

Análisis de la economista Sandra Pérez Ramos

(emitido a las 8:40 hs.)


EMILIANO COTELO (EC):
El viernes pasado el Banco Central divulgó los resultados de su encuesta de expectativas económicas, que resume los principales pronósticos de un conjunto de analistas privados que son consultados todos los meses.

En términos generales, esos resultados marcaron una corrección de las perspectivas de actividad económica y de la evolución del tipo de cambio. Teniendo en cuenta la importancia que tienen estas variables en un momento de gran incertidumbre como el que estamos viviendo, les proponemos dedicar nuestro espacio del análisis económico de hoy a este tema. En seguida, el diálogo será con la economista Sandra Pérez Ramos de la consultora Deloitte.

Comencemos hablando sobre la actividad económica. ¿Cuáles son las principales conclusiones que se pueden extraer de los resultados de la encuesta de este mes?


SANDRA PÉREZ RAMOS (SPR):
En forma muy sintética se pueden extraer dos conclusiones. Por un lado, algo que ya venimos comentando desde hace un buen tiempo y es que todas las proyecciones apuntan a una desaceleración económica para los próximos dos años. Este año seguramente todavía cerrará con una suba muy importante del PIB, del orden de 11% según la encuesta, que refleja fundamentalmente el buen desempeño que tuvo la economía en el primer semestre.

Sin embargo, para los próximos dos años las expectativas de crecimiento son mucho más modestas. En 2009 la economía crecería 3,5% y en 2010 el crecimiento sería de sólo 2%.

Y una segunda conclusión es que a instancias de la crisis internacional hubo una importante corrección a la baja de las proyecciones para el año que viene. Y esta no es la primera vez que eso ocurre. En setiembre los analistas esperaban que el PIB creciera 4,6% en 2009 y, como decía antes, ahora el crecimiento esperado es de 3,5%. Es decir que en sólo dos meses, la proyección de crecimiento económico para 2009 bajó más de un 1%.

EC: De todos modos, un crecimiento de 3,5% seguiría siendo un buen resultado, ¿no?


SPR: Sí. Sería un buen resultado desde dos puntos de vista diferentes. Por un lado, en términos históricos sería una tasa de crecimiento muy buena para Uruguay. Pero también sería un resultado bueno si se considera la magnitud que puede llegar a tener la crisis internacional. Seguramente esta sea la peor crisis internacional en más de veinte años.

Sin embargo, como decía antes desde hace un par de meses los analistas han ido reduciendo sus pronósticos sobre el PIB, a medida que las perspectivas sobre el desempeño de la economía mundial también se han ido corrigiendo a la baja y es interesante señalar que en esta encuesta ya hay algún analista que proyecta una caída del PIB para 2009. Y esto es algo que no se observaba en los meses anteriores.


EC: Y qué esperan ustedes, en Deloitte, para los próximos años? ¿También han corregido a la baja esas proyecciones?


SPR: Sí, nosotros también hemos reducido las proyecciones de crecimiento económico y hoy estamos previendo una expansión del PIB de 3,5% en 2009, que es coincidente con la mediana de la encuesta. De todos modos, se debe señalar que estamos hablando de una suba promedio anual, que se explica parcialmente por lo que ya creció la economía en el primer semestre de este año. En cambio, si consideramos únicamente el crecimiento del año que viene, es decir, lo que llamamos crecimiento punta a punta, entonces la suba es mucho menor, del orden de sólo 1,5%. Esto quiere decir que estamos contemplando un freno muy fuerte de la economía en 2009.

Pero además y en línea con lo que decía antes, a nuestro juicio esta proyección tiene probablemente un sesgo a la baja. Revisaremos las proyecciones una vez que se conozca el resultado del tercer trimestre, dentro de algunas semanas, pero el deterioro del contexto internacional está siendo muy importante y las consecuencias sobre nuestra economía pueden ser más significativas todavía. De hecho, no podemos descartar, por ejemplo, que el PIB pueda incluso caer en algún trimestre el año que viene.  


EC: Pasemos a hablar ahora del segundo tema que habíamos mencionado: el tipo de cambio. Este mes ha habido una corrección importante de los pronósticos de los analistas. Según la encuesta, al cierre del año que viene el dólar superaría los $25, cuando el mes pasado se pensaba en un tipo de cambio de $23 para fin de 2009. ¿Cómo analizan ustedes esta corrección tan fuerte?


SPR: Es probable que una buena parte de esa corrección haya obedecido a la suba que ya tuvo el tipo de cambio en las últimas semanas. Cuando se cerró la encuesta de octubre el dólar cotizaba a unos $21,50 y un mes después se ubicaba por encima de $23,50. Si los analistas piensan que el tipo de cambio tiene un margen para seguir subiendo, las expectativas se ajustan en consecuencia cuando sube el tipo de cambio de contado. Y ahí está a nuestro juicio la conclusión más importante, que es el hecho de que a pesar de que el tipo de cambio tuvo una suba muy fuerte en las últimas semanas, los analistas, entre los que nos incluimos, igual seguimos pensando que el dólar va a seguir subiendo. Y eso es un resultado que está estrechamente relacionado con la política que está aplicando el Banco Central y con el deterioro del marco internacional.


EC: ¿Podrías explicar eso un poco más?


SPR: Por supuesto. Lo que sucede es que por un lado, los fundamentos del tipo de cambio siguen apoyando un dólar más fuerte, o lo que es lo mismo un peso más depreciado. Ya lo hemos comentado en otras oportunidades: los precios de los commodities en el mundo cayeron fuertemente, la incertidumbre hace que los inversores sigan refugiándose en bonos del tesoro norteamericanos, las demás economías desarrolladas están muy débiles. Todo eso conjugado alienta una mayor fortaleza del dólar en todos los mercados. Sin ir más lejos, en Brasil la paridad dólar-real subió más de 35% desde principios de año. También tuvimos subas fuertes del dólar en Europa, Nueva Zelanda y Australia, siendo estos dos últimos países claves en la producción de algunas materias primas agropecuarias.

Sin embargo, en nuestro país la política monetaria ha optado por moderar la suba del tipo de cambio para administrar el riesgo de un mayor incremento de la inflación. Y como resultado de eso, los agentes probablemente siguen interpretando que el dólar tiene que seguir subiendo porque todavía no procesó todo el ajuste que se deriva de sus fundamentos.

En definitiva, eso es lo que marca el resultado de esta encuesta. El dólar sube y los analistas pensamos que a pesar de eso, hay fundamentos para que siga aumentando más.


EC: ¿A cuánto piensan ustedes que va a estar el tipo de cambio a fin del año que viene?


SPR: Como decía antes, nosotros también estamos proyectando una trayectoria alcista del tipo de cambio para los próximos meses. La magnitud de la suba dependerá del marco externo y de la política monetaria, pero en principio estamos proyectando un tipo de cambio del orden de $26 para el cierre del año que viene.


EC: Con estas subas del tipo de cambio, ¿cómo queda el panorama en materia de competitividad para los próximos meses? Si el contexto internacional termina deteriorándose más que lo que hoy se prevé, ese punto –el de la competitividad- va a ser decisivo para la actividad económica.


SPR: Sí, la evolución de la competitividad siempre es fundamental para la actividad económica y mucho más en un contexto como el que se espera para los próximos meses. Sobre este tema, nuestra opinión es que existe un riesgo de que la competitividad multilateral -esto es la competitividad frente a todos los mercados relevantes- se siga deteriorando a pesar de la suba del dólar.

Claramente con Estados Unidos estaremos mejor. Veníamos de una situación muy mala en materia de competitividad porque estábamos en niveles históricamente bajos del tipo de cambio real.

Sin embargo, en la medida que otros mercados han devaluado más rápidamente que nosotros podemos tener problemas de competitividad. El caso más notorio es Brasil, pero lo mismo puede suceder en otras economías, que ante un shock externo más adverso, pueden acomodar rápidamente sus tipos de cambio porque tienen tasas de inflación bajas. Eso no es lo que sucede en nuestro país y justamente por eso es que nosotros vemos que existe un riesgo en esta materia.