Entrevistas

Vázquez Melo: la sequía seguirá hasta enero de 2009 por lo menos

Vázquez Melo: la sequía seguirá hasta enero de 2009 por lo menos

El meteorólogo Diego Vázquez Melo dijo a En Perspectiva que la situación de sequía es "grave" y que "ya es tarde" para remediarla. Pronosticó que si bien habrá algunos episodios de lluvias, no alcanzarán para solucionar la situación, la cual se extenderá hasta enero de 2009 por lo menos. También advirtió que continuarán las altas temperaturas y los vientos, lo que agravará el panorama. Recalcó que en este momento "la predicción es algo secundario porque el proceso de sequía ya está instalado" y lo que se necesita es un sistema de monitoreo climático en tiempo real.

(emitido a las 7.54 hs.)


EMILIANO COTELO:
"Alertan que la sequía es la mayor de los últimos 35 años. Pobladores sufren falta de agua, productores exigen medidas urgentes". Ese es el título principal esta mañana en el diario El País, pero el asunto está en todas las portadas de los diarios de esta mañana.

Por ejemplo, Últimas Noticias lo enfoca de esta otra forma: "Sequía: el agro pide rebaja de tarifas y diferir los tributos. Los productores del sector arrocero prevén el cierre de establecimientos si no se producen lluvias en los próximos días".

El Observador: "El rigor de la sequía ya es una realidad y por otro lado aumentaron las consultas médicas debido al calor".

La República titula en un ángulo de su portada: "Anuncian lluvias para el fin de semana, paliarán en parte la seca".


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EC – Le damos los buenos días al meteorólogo Diego Vázquez Melo.

Empecemos por si esto era algo que se podía prever o no, empecemos por los alertas y las advertencias que ya existían. Lo digo porque, por ejemplo, algunos de los títulos esta mañana señalan "el rigor de la sequía ya es una realidad", pero esto estaba avisado ¿no?

DIEGO VÁZQUEZ MELO:
En efecto, en lo que a mí corresponde, con fecha 1º de setiembre elaboré la perspectiva climática para el trimestre setiembre-octubre-noviembre de 2008, es decir, para la primavera climática. Y en ese informe definí el escenario climático más probable de varios posibles y sus impactos y advertí que la mayoría de esos impactos o efectos iban a ser adversos para la mayor parte de los subsectores de la agropecuaria nacional, motivo por el cual decidí hacerlo público, difundirlo, y así lo hice a todo nivel incluyendo a los medios de comunicación.

En aquel informe sostenía que era altamente probable que para la primavera climática se verificaran temperaturas medias del aire por encima de lo normal y lluvias inferiores a lo normal, es decir, una primavera "más caliente que" y "menos lluviosa que", con las consecuencias principales agroclimáticas de: deficiencias de agua en los suelos más tempranas, generalizadas e intensas; problemas con el abastecimiento de agua destinado a abrevadero de ganado y riego; y una elevada inflamabilidad de los materiales forestales.

En aquella oportunidad, al difundir esa estimación, no pretendía ser el dueño de la verdad, sugerí a los usuarios que consultaran otras fuentes, y ahí comenzó el problema. Yo partía de la base de que los grupos públicos y privados que existen en el Uruguay, que realizan diagnóstico y monitoreo climático y por supuesto predicciones climáticas desde hace mucho tiempo a esta parte, se iban a expedir en tiempo y forma. Pero en el ámbito oficial no hubo predicción climática para la primavera, no hubo informe, y uno de mis colegas privados marcó una proyección diametralmente opuesta a la mía, la de una primavera lluviosa. Por lo tanto, el abrir el juego y sugerir que consultaran otras fuentes no sé si fue peor que no hacerlo, porque enfrentaba a los usuarios a posiciones totalmente contrapuestas.

Yo sigo considerando que existían entonces elementos objetivos de juicio a partir de los cuales hacer la proyección; la proyección fue hecha, la estimación de los impactos principales también fue hecha y lamentablemente los hechos me dieron la razón.

EC – Yendo ahora a lo más cercano en el tiempo, hablemos en primer término de qué es lo que tú prevés ocurra en los próximos días, en especial en el fin de semana. Manejábamos recién uno de los titulares en la prensa de esta mañana: "Anuncian lluvias para sábado y domingo", ¿eso efectivamente está en el horizonte?

DVM – Sí, existe una elevada probabilidad que como consecuencia del ingreso de un frente frío por el suroeste y litoral oeste del país, hacia el viernes de tarde y sábado se produzcan precipitaciones y una disminución de temperatura apreciable que va a dar un respiro a la ciudadanía, pero eso no debe distraer del tema de fondo. Yo acá insisto, existen problemas de información e interpretación de estos eventos y los procesos de sequía, como los de cáncer, deben ser identificados y enfrentados –"tratados"- lo más tempranamente posible porque después no hay vuelta atrás.

EC – ¿Ahora ya es tarde?

DVM – Yo considero que es tarde, y vamos a poner los puntos sobre las íes. Estamos hablando de sequía o seca, es una característica temporal: limitada en el tiempo y recurrente -aparece, desaparece y vuelve a aparecer- del clima de aquellas regiones del mundo que se caracterizan por un régimen pluvial muy variable, tal es el caso de Uruguay. Pero la sequía no supone -como algunos creen- la ausencia total de precipitaciones; van a registrarse precipitaciones aunque persista la sequía. Como contrapartida, en un contexto de sequía la ocurrencia de lluvias, incluso de alguna magnitud importante, no significa necesariamente la finalización del evento.

EC – Vayamos ahora a otro de los títulos: "Alertan que la sequía es la mayor de los últimos 35 años".

DVM – No se puede hacer una afirmación de esa naturaleza porque una cosa esa la sequía y otra cosa son sus consecuencias. Las consecuencias pueden ser directas o indirectas, simples o acumuladas, inmediatas o retardadas, o una combinación de esas categorías, pero en la mayoría de los casos los efectos son irreversibles y muy difíciles de evaluar. La sequía todavía no terminó, las consecuencias se van a proyectar para algunas producciones agropecuarias incluso por meses y hasta por un año, entonces si no ha sido posible evaluar en todas las dimensiones, en todos los sentidos posibles esta sequía, no se puede contrastar, comparar, respecto de otras ocurridas en el pasado, por eso esa afirmación me parece temeraria.

EC – En cuanto a la magnitud de la sequía, ¿cómo podemos caracterizarla hasta ahora por lo que viene dándose? Por ejemplo, el déficit hídrico, ¿cuánto está lloviendo de menos en comparación con lo normal, con lo habitual?

DVM – Eso es un aspecto a considerar pero refiere a sólo un tipo de sequía. En realidad en mi opinión, fundamentalmente al sur del Río Negro -exceptuando el norte del departamento de Cerro Largo-, la mayor parte de la región sobrelleva condiciones de sequía meteorológica o pluviométrica -también llamada atmosférica- sequía agro meteorológica e hidrológica; están instalados los tres tipos de sequía. Entonces, ¿cuánto más o menos llovió en un período determinado? Ya resulta irrelevante, porque los que mandan ahora son los efectos, cuanto más tardíamente se enfrentan estos procesos menos opciones tienen los tomadores de decisión para enfrentarla y tratar de mitigar en alguna medida sus impactos más adversos.

Creo que la situación está jugada, es grave, es compleja, es multifacética. Quizás alguno no sepa qué es lo que está enfrentando, no debemos olvidar que estos procesos son insidiosos, graduales, te van envolviendo y tienen avances y retrocesos.

Y hay quien quizá tenga la perspectiva de que un episodio de lluvia salvador, mágico, resuelva la situación. Las lluvias van a llegar pero el tema de fondo difícilmente se resuelva por lo menos hasta enero del año próximo inclusive.

EC – ¿O sea hasta enero qué es lo que no ocurriría?

DVM – Yo sostengo en la última proyección realizada que para el trimestre noviembre 2008-enero 2009, para el Uruguay considerado en su conjunto, es altamente probable que se mantengan las temperaturas medias del aire por encima de lo normal y las lluvias inferiores a lo normal, con lo cual las condiciones de sequía donde están instaladas se intensificarían. Donde existen deficiencias de agua en el suelo, que es el paso previo, van a generalizar esas condiciones de sequía agro meteorológica; la sequía de hecho va de sur a norte y el norte también va a ser alcanzado.

EC – Entonces, ¿en enero esto cambiaría? ¿A qué altura de enero y de qué manera?

DVM – No, no cambiaría. Yo lo que digo es que el trimestre para el cual se realizó la proyección que acabo de mencionar comienza en noviembre y culmina en enero. Yo no he hecho una predicción que abarque un período mayor por la variabilidad que caracteriza la región sudeste de sudamérica que incluye al Uruguay, no es recomendable formular predicciones más allá de tres meses. Como la predicción termina en enero yo lo que digo es que hasta por lo menos, hasta al menos enero del año próximo inclusive, persistirían las condiciones actuales de crisis hídrica. No digo qué pasa más adelante porque todavía no formé opinión, pero no estoy diciendo que en enero culmine el proceso, yo no sostengo tal cosa.

EC – ¿Eso quiere decir entonces que vamos a enfrentarnos no solamente a la escasez de agua sino también a las otras características que está teniendo el tiempo en estos días, muy alta temperatura y vientos fuertes?

DVM – En efecto: olas de calor; mínimas muy altas -va a ser muy difícil conciliar el sueño durante la noche y la madrugada-; grandes amplitudes térmicas, grandes diferencias en el transcurso del día entre la mínima y la máxima; grandes diferencias térmicas también entre el norte y el sur del país; muy intensa radiación mínima y máxima; aire seco y vientos moderados y algo fuertes que van a favorecer la pérdida de agua desde los suelos por evapo-transpiración en tasas superiores a lo que es característico de esta época del año. Por eso la eficiencia de las lluvias –que las habrá pero que no resuelven el tema de fondo- va a ser muy baja. Lo que estamos viviendo se va a agravar a mi juicio y persistiría hasta al menos enero del año próximo inclusive, salvo algunos episodios de lluvia muy circunscriptos que van a llevar un alivio parcial a algunos sectores y productores, la mayoría no experimentará esa mejoría.

EC – Ayer leía declaraciones que hizo Agustín Jiménez, de la Unidad de Agro Clima y Sistemas de Información del INIA (Instituto Nacional de Investigación Agropecuaria). Él destacaba que generalmente las sequías se dan más sobre el verano, hay excepciones, pero lamentablemente son excepciones muy recordadas por lo graves que fueron. Las dos sequías más importantes de los últimos veinte años fueron la de 1988-1989 -muy fuerte en la zona norte-, y la de 1999-2000. Las dos arrancaron en primavera y en ese detalle radicó gran parte de su gravedad, superior a la de otras sequías. ¿Qué dices tú al respecto?

DVM – Yo no comparto totalmente el criterio de Agustín por lo siguiente: la sequía del 88-89 fue espectacular por su extensión –fueron el norte y noreste las zonas más afectadas- y por su persistencia; si mal no recuerdo duró casi 23 meses, fue espectacular, tomó todas las estaciones del año. Hubo una intermedia en el 96-97 que afectó gravemente la cuenca lechera del sur del país, que fue un calco de lo que está pasando ahora, y luego la del 2000.

Pero esta que nos afecta no empezó ayer, no empezó hace tres meses. Debemos recordar que el otoño pasado fue seco, el invierno también lo fue en buena parte del país y por eso no hubo reposición de agua en el suelo y sobre el suelo. El invierno es el período del año en el que la lluvia se excede en la demanda atmosférica, hay un exceso de agua que escurre en superficie parcialmente, penetra en el suelo y se recuperan las aguadas. No existió tal recuperación de las aguadas. Llegó la primavera seca, caliente, no se produjo el forraje excedentario que luego se destina para la alimentación del ganado en períodos futuros. No debemos olvidar que la primavera es el período del año en el que se produce el 45% del forraje de todo el año, y ese forraje no se generó. Hay problemas de abastecimiento de agua para consumo humano por supuesto, pero también para abrevadero de ganado y riego, y casi no hay forraje disponible, por lo tanto, las haciendas están severamente condicionadas a futuro.

Creo que todas y cada una de las sequías que acabo de mencionar no son estrictamente comparables, pero no suponen que el problema comenzó en la primavera, en algunos casos empezó mucho antes.

EC – Esta situación se va a prorrogar por lo menos hasta el mes de enero. ¿Cuándo habrá una proyección más completa, cuándo podrá seguir observándose más adelante qué es lo que ocurre? ¿Cuándo se podrá anticipar el escenario de fines de enero, febrero, etcétera?

DVM – Te va a sorprender la respuesta que te voy a dar pero en términos relativos la predicción aparece como secundaria porque el proceso de sequía ya está instalado.

Por eso decía que los procesos de sequía como los de cáncer deben ser identificados y tratados tempranamente. Una vez que la sequía está instalada, está generando esos efectos que van a persistir por mucho tiempo más en algunas producciones. Ahora lo que hay que tener es un buen sistema de monitoreo climático que informe a la ciudadanía, y por supuesto a las autoridades, en tiempo real qué es lo que está ocurriendo, dónde, con qué intensidad y desde hace cuánto tiempo, eso es fundamental, hay que hacer un seguimiento del paciente. Y no debemos olvidar que este paciente que está en una situación muy delicada, muy grave, va a tener mejorías, le va a bajar la fiebre, se le va a desinflamar el órgano afectado, pero eso no supone que se vaya a curar en el corto plazo y que se le pueda dar el alta.

Lluvias habrá, habrán alivios parciales, pero el tema de fondo seguirá sin resolverse. Lo que importa en este momento es hacer un exhaustivo, detallado y sistemático monitoreo climático, informando a todos los interesados en tiempo real.