"Los ingresos por la remisión de leche van a caer" cerca de un 40%
El vicepresidente de Conaprole, Álvaro Lapido, señaló que "hay mucha más leche en el mercado interno, porque hay dificultades para colocarla en el exterior", lo que está llevando a una deflación de los precios, resaltó. Indicó que la cooperativa está "con dificultades para pagar la leche a los productores" y financiar el stock", por lo que sentenció que es "imposible recuperar o indexar por IPC los salarios de la gente que está en la industria láctea". Respecto a la sequía, Lapido, que es productor lechero en San José, dijo que los ingresos por remisión de leche van a caer en un 40%, pero sostuvo que los productores no precisan subsidios, ni regalías, sino financiamiento y tiempo para pagar.
(Emitido a las 8.58 horas)
EMILIANO COTELO:
La crisis financiera internacional le está planteando desafíos serios a buena parte de la economía uruguaya.
Pero en el caso del agro se agrega un segundo factor de incertidumbre: la sequía que se ha instalado con fuerza en buena parte del país.
¿Qué implica, en los hechos, esa combinación tan complicada?
Para entenderlo les propongo que nos detengamos hoy en la lechería, que tal vez es el sector de la agroindustria afectado más dramáticamente en estas semanas.
¿Cuáles son los problemas en las plantas industriales? ¿Qué ocurre en los tambos?
El Ministerio de Ganadería anunció este miércoles que se pondrán en marcha dos líneas de apoyo a los pequeños productores lecheros de las zonas más golpeadas por la falta de agua: por un lado, financiamiento especial a través del Banco República (BROU), y por otro, suministro de ración adquirida centralmente en procura de precios más convenientes.
¿Son suficientes estas medidas? ¿Qué pasará con el balance de 2008, que hace pocos meses pintaba espectacular, con precios insólitamente altos y un volumen de producción históricamente elevado?
De estos y otros temas vamos a conversar en los próximos minutos con el ingeniero agrónomo Álvaro Lapido, vicepresidente de Conaprole y productor lechero en el departamento de San José.
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EC - ¿Dónde lo hemos encontrado esta mañana?
ÁLVARO LAPIDO:
Estoy en Tacuarembó, en la zona de Ansina.
EC - ¿Cómo es el panorama en materia de sequía en esa zona?
AL - Mejor que en el sur, el norte del país no tiene una situación tan grave como la de Soriano y Colonia, departamentos que visité hace pocos días y realmente están en una situación dramática. Toda la cuenca tradicional lechera: San José, Flores, Florida, Canelones, tiene seca, pero esta zona del norte en este momento es privilegiada.
EC - Yo decía que hasta hace pocos meses este año 2008 pintaba espléndido para el sector lácteo uruguayo. En febrero los precios internacionales estaban en niveles nunca vistos de 4.700 dólares la tonelada, la producción de los tambos uruguayos se preparaba para alcanzar un nuevo récord histórico y las exportaciones también iban a superar todas las marcas. ¿Era así?
AL - Era así, había una demanda de los países menos desarrollados, de China, de la India, de las naciones petroleras, que estaban sacando mucha gente de la pobreza mediante ingresos muy importantes y dándole mejor alimentación. Y obviamente, cuando se mejora la alimentación entra mucho la proteína, tanto la láctea como la carne, y eso había impulsado la demanda en forma muy importante. Había bajos stocks en el mundo, habían bajado los subsidios, Argentina que es un gran productor de lácteos estaba con restricciones, había seca en Oceanía, principalmente en Australia. Y había liquidez en el mundo financiero, que ayudaba para que este tipo de demanda se viera muy incrementada.
La gente que está en la producción láctea vivía momentos de bonanza y es justo que quienes estamos en la agropecuaria, que vivimos momentos difíciles y momentos buenos, reconozcamos que los tuvimos hasta principios de este año, cuando cambiaron muchas de las fuerzas del mercado y en el término de 90 días se nos cambiara rápidamente, abruptamente la coyuntura tanto a los productores como a la industria láctea en particular.
EC - El primer sacudón vino a partir de julio, agosto, con la crisis financiera internacional.
AL Sí, un poco antes empezamos a percibir que el mercado no estaba dispuesto a seguir pagando los altos niveles que tenían los productos en el mercado. Eso se empezó a percibir ya a partir de marzo, abril, lentamente se fue acentuando, y a partir de junio se produjo lo que en la jerga comercial se llama un "silencio" en el mercado...
EC - ...¿Qué quiere decir?
AL - Nadie compraba nada, estábamos a niveles de 4.000 dólares y se "silenció" el mercado; ahí es cuando se sufre el golpe más fuerte, porque uno está produciendo. Acá es importante hacer una puntualización respecto de una característica especial que tiene la lechería: los productores lecheros y la industria, cuando la situación se complica, no tenemos la posibilidad, como la puede tener un frigorífico, de decir "no estoy vendiendo, entonces no compro, cierro mi planta, mando a la gente al seguro de paro y espero a ver qué pasa". Lo puede hacer un agricultor, por ejemplo, que ve que la coyuntura no es buena y decide no plantar soja, como está pasando ahora que hay sequía; la ve mal, entonces para sus máquinas, las guarda en el galpón y espera a que las condiciones del clima se reviertan. El productor lechero no puede hacer eso. Lo nuestro es continuo, tenemos que seguir ordeñando nuestras vacas, tenemos que seguir haciendo nuestros cultivos de verano, tenemos que seguir enfardando y la industria láctea tiene que seguir recibiendo el producto, por más que tenga un bajo valor. Y eso hace que la lechería tenga características muy especiales.
EC - Ese parate en la comercialización, ese "silencio" en los mercados internacionales, después se modificó. ¿Cómo estamos ahora? ¿Qué ocurre en este momento? ¿Qué pasa en materia de precios y con la posibilidad de venta?
AL - Pisado setiembre, cuando ya nuestros clientes habían consumido lo que tenían en stock, empezaron nuevamente a demandar productos. La economía y el mercado siguen funcionando, aunque a niveles significativamente por debajo de los que teníamos. Pasamos de valores por encima de los 4.000 dólares a valores en torno a los 2.000 dólares...
EC - ...Fue una caída abrupta, muy fuerte, al 50%.
AL - Y eso pasa con el precio al productor también. Recién escuchaba que una mutualista les está anunciando a sus trabajadores una rebaja de 30% de los salarios a partir del mes que viene; nosotros, los productores, recibimos en 60 días un 40% de rebaja en nuestros ingresos, y hay pronósticos de que en noviembre y diciembre va a haber una rebaja aún mayor. A pesar de eso, no podemos abandonar nuestro trabajo ni hacer manifestaciones gremiales, tenemos que seguir ordeñando, trabajando...
EC - ...El precio de la leche al productor pasó de 8,40 pesos en julio a 5,40 en octubre, y todavía cabe la posibilidad de que baje más.
AL - Sí, ya hay empresas que lo han anunciado. Y a esto hay que agregarle el problema climático...
EC - ...Yo le preguntaba por los mercados internacionales y usted decía que se desbloquearon las posibilidades de exportación, se volvió a vender al exterior, aunque a precios notoriamente más bajos, del orden del 50% de los máximos que se habían dado en febrero. ¿Hoy cómo está la cosa? Conaprole, concretamente, ¿está exportando fluidamente?
AL - No; se está logrando colocar pequeños volúmenes a esos precios que usted dice, con muchas dificultades. Pero el mercado sigue funcionando. Quien compraba 5.000 toneladas de leche en polvo seguramente va a adquirir 1.000, porque quiere ver qué es lo que pasa en el futuro; los valores que hoy tenemos, que ya son muy bajos, pueden caer aún más. Pero la demanda, si bien comenzó a funcionar, no está recalentada como lo estuvo en su momento y nos cuesta mucho vender.
EC - ¿Qué pasa con los stocks? Con un escenario como el que usted pintaba hace un rato, uno de los problemas que puede planteársele a una industria como Conaprole es que sus cámaras frigoríficas se saturen. ¿Qué ha ocurrido en ese sentido?
AL - Es uno de los problemas que tenemos, cuando viene la producción de primavera se generan stocks importantes y hay que financiarse en un momento en que es muy difícil conseguir crédito. Tenemos stocks importantes de productos, como tiene el resto de las plantas, y estamos con dificultades para pagar la leche a los productores y financiarnos para este stock que día a día se está incrementando. Es una de las preocupaciones de todo el sector.
EC - Ustedes todavía tienen espacio de almacenamiento en las cámaras, no han llegado a una crisis por ese lado.
AL - Nosotros producimos principalmente para la exportación de leche en polvo, que es un producto perecedero que no requiere cámara; sí requieren cámara los quesos, la manteca. En primavera es normal que uno tenga stocks abundantes, pero en este caso particular venimos con un esfuerzo enorme y es muy difícil especular con esto, porque uno no puede especular con leche, pensar que va a subir y entonces stockear. Es muy peligroso, tenemos que vender a los precios que haya, porque el costo de la acumulación o el costo de un error en la especulación puede ser altísimo.
EC - Usted decía que en una coyuntura como esta se vuelve todo un desafío pagarle al productor por la leche, en la medida que se frenan las posibilidades de exportación, puede darse un problema de liquidez en las industrias. Pero en el período en el que las cosas anduvieron muy bien, teniendo en cuenta que hubo precios insólitamente altos, que la industria ganó mucho dinero, ¿no se hicieron previsiones para un escenario más complicado?
AL - Conaprole es una cooperativa y no gana mucho dinero, lo que logra valorizar la leche lo transfiere a 2.300 familias, a 2.300 productores. La industria no gana dinero. Lo que sí hace es invertir, y lo hizo con acierto durante estos ocho años, algunos de ellos muy buenos, como los últimos tres; hicimos una fuerte inversión en desarrollo industrial, en automatizaciones, preparándonos para momentos como este. En los últimos ocho años invertimos más de 120 millones de dólares en nuestras plantas, en mejora de nuestros procesos, en tecnología de la información, en cosas que hoy nos permiten estar muy bien posicionados para enfrentar este tipo de situación. Por algo Conaprole es para mí es un orgullo como productor y como director la principal empresa privada de este país, es el principal exportador de Uruguay y es el principal exportador de lácteos de América Latina. Esa es nuestra Conaprole.
La previsión que hemos tomado en cuanto a actualización de todas nuestras plantas nos ha posicionado frente a una coyuntura muy dificultosa que vamos a vivir, pero los productores pueden estar tranquilos porque no se hizo ningún tipo de despilfarro, se trató de trasladar el mejor precio a los productores, pero se mantuvo un pasivo, con ese nivel de inversión, en los mismos términos que el que teníamos en 2002, un igual pasivo en todos estos años, habiendo tenido un nivel de inversión altísimo como el que tenemos. Ayer comenzó a operar la planta de Villa Rodríguez, en la que vamos a hacer leche en polvo, en la que invertimos 35 millones de dólares. No se hizo un mal uso del dinero; todo lo contrario, se invirtió, se mejoraron todas nuestras plantas, así que estamos en condiciones de enfrentar esta crisis. La industria hizo los deberes como debía.
EC - Desde la audiencia llega un par de preguntas a propósito de lo que usted acaba de responder. Hablábamos de la caída espectacular del precio internacional, que ha pasado de 4.700 dólares la tonelada a la mitad en este momento.
Dice un oyente: "Esa caída en parte se compensó con el aumento que ha tenido el dólar en nuestro país. ¿No tienen en cuenta ese factor?".
Otro mensaje: "Es llamativo que los precios para el mercado interno no bajen. ¿Por qué? ¿No hay ahí una forma de enfrentar la coyuntura?".
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EC - ¿Qué dice en cuanto a que la caída del precio internacional de los lácteos se compensa en parte con la suba que ha tenido el dólar en Uruguay?
AL - Al sector exportador le sirve un dólar más alto, que es lo que hoy toda la industria exportadora está demandando. Eso, por un lado, beneficia la exportación, pero por otro lado es muy claro que se va a facturar muchos menos dólares en el mercado interno, lo que afecta los ingresos de la cooperativa en dólares. Ambas cosas se compensan. Hay tarifas en dólares que se encarecen y se reciben ventajas en algunos de los costos de la empresa al tener un dólar más alto.
Percibimos que ya hay mucha más leche en el mercado interno, muchos más productos, porque hay dificultades para colocarlos en el exterior. Ya hay muchas más ofertas en el mercado interno; se está teniendo lo que ahora llaman deflación en los precios. No solo hay una deflación enormemente significativa en los precios internacionales, sino que hay caída en los precios de los quesos, hubo una caída en el precio de la leche fresca desde setiembre en el mercado interno y hay caída en los valores de todos los productos lácteos. Lo estamos percibiendo...
EC - ...El mercado interno no arregla el tema, porque la industria láctea uruguaya está básicamente orientada a la exportación. ¿Qué porcentaje de la leche se destina al exterior?
AL - En el caso de Conaprole, más del 60% de la leche va al exterior, y el resto, entre el 35 y el 40%, va al mercado interno.
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EC - Veamos ahora esta coyuntura tan particular de crisis internacional más sequía a nivel de los tambos. ¿Qué pasa con los productores en este escenario?
AL - La situación es diversa según las zonas. Los ingresos cayeron, en cuanto a precio, casi un 40% y los ingresos por la remisión de leche van a caer un porcentaje similar. Eso es lo que hoy nos preocupa mayormente a los que estamos afectados por la seca. Como productores no precisamos subsidios, ni que se nos contemple, ni que se nos den regalías; necesitamos financiamiento y, como me decía un pequeño productor de Dolores muy afectado por esta seca, tiempo para pagar. Hoy, cuando el crédito está muy restringido, cuando hay dificultades para acceder al crédito, los productores, no solamente los chicos, sino también los medianos y los grandes, precisan acceso al crédito y tiempo para pagar...
EC - ...La crisis internacional implica que al productor se le paga menos por litro. En julio recibía 8,40 pesos por litro y ahora recibe 5,40, pero por otro lado los precios de los insumos no han tenido una caída similar. ¿Qué pasa con los fertilizantes, raciones, etcétera?
AL - Siempre decimos que los precios de la leche suben en escalera, lentamente, y cuando bajan, lo hacen en ascensor, abruptamente. Los insumos no bajan tan rápidamente como los commodities, porque todas las proteínas, tanto la láctea, como la vegetal, como la carne, bajaron de la noche a la mañana a los niveles actuales, y los insumos demoran en bajar, porque quien importó un barco de fertilizante pretende no perder mucho dinero y vender al menos ese barco a los niveles a los que importó, y lo mismo el que importó maquinaria. Entonces, en la medida en que el proveedor de insumos no se salga de esos stocks, los productores estamos rehenes de ese altísimo nivel de insumos que hoy es uno de los grandes problemas del productor: se cruzaron los precios de los insumos con el precio del producto, y los productores hoy están produciendo en rojo. Seguramente va a llevar seis meses o tal vez un año que los insumos vuelvan a los niveles que tenían en 2006.
Tenemos el caso del gasoil. En 2005 el barril de petróleo estaba a 56 dólares, que es un valor similar al que tenemos hoy; el dólar estaba a 24,80, también un valor similar al que tenemos hoy, y el gasoil estaba a 18 pesos, y hoy está a 28,20. Eso es algo imposible de sostener para la industria láctea, que es gran consumidor de gasoil. Un mismo valor de petróleo, un mismo valor del dólar y el gasoil 10 pesos más caro. El gobierno no pude demorar en poner, no solo para los productores, sino para la industria, un costo de la energía accesible para competir en el mundo.
EC - Tenemos productores que están recibiendo menos dinero por la leche que remiten a las plantas, que tienen que pagar insumos que han comprado a precios altos y que con la sequía se enfrentan a la realidad de que van a producir menos leche, por lo tanto van a recibir aún menos pesos. Por cada litro se les paga menos dinero, pero a su vez tienen menos litros para vender. En ese contexto todavía tienen que salir a comprar comida, tienen que realizar obras en sus tambos y/o adquirir forraje. Por ahí viene el estrangulamiento del que hablan sobre todo los productores más pequeños. ¿Cómo se resuelve esa situación?
AL - El gobierno tiene algunas herramientas, por ejemplo la devolución de tributos a la exportación. Eso fue algo que había logrado la industria exportadora, nosotros recibíamos el 4% de nuestras exportaciones como devolución de los tributos a la exportación. En buenos momentos el gobierno decidió bajar ese 4% a 2%, y en este momento el gobierno podría resolver dejar de sacarle a la exportación ese monto de dinero y dárselo para que no siga perdiendo competitividad. La Reforma Tributaria de 2007 eliminó las exoneraciones a la industria manufacturera de los aportes jubilatorios; restituyamos esas exoneraciones y ayudemos a que la industria exportadora pueda crecer.
Los productores precisan que se les baje la tasa de Imeba al 0% por 12 meses para salir de esta coyuntura, y que se les suspendan los anticipos del IRAE, que a pesar de la seca y de los precios caen todos los días. El gobierno ha hablado mucho de la lechería, aquí tiene una muy buena oportunidad para mostrar si hay interés en darle este tipo de alivios tributarios para que pasen estos 12 meses y no se pierdan productores y no se pierdan lugares de trabajo...
EC - ...El gobierno ha anunciado algunas medidas: financiamiento especial a través del BROU, suministro de ración adquirida centralmente, básicamente a los pequeños productores lecheros. Usted reclama al Poder Ejecutivo medidas de alcance más general, también para los grandes productores, para la industria en sí misma.
AL - Por supuesto. La mayor parte de la leche que recibe Conaprole no proviene de los pequeños productores; más del 60% de la leche que recibe viene del 30% de los productores. Conaprole cumple un rol social muy importante al tener dentro a un montón de productores chicos que son una gran preocupación, pero también está complicada la propia industria, están complicados el productor grande, el chico y el mediano; la seca en eso no hace ningún tipo de diferencias.
EC - Desde la audiencia llegan las preguntas que más de una vez han surgido cuando tratamos temas como este.
Enrique (del Prado): "Durante estos años los tamberos tuvieron ingresos gigantescos. ¿Qué hicieron con ese dinero?".
Otro mensaje: "Del mismo modo que al gobierno se le reclama que haga políticas anticíclicas, ¿no debieron haber hecho políticas anticíclicas los tamberos con sus ingresos extraordinarios?, ¿no debieron haber invertido en pozos, en riego, en aguadas, en forraje?".
¿Qué responde usted? ¿Por qué tiene que asistir el Estado?
AL - El tema del riego es muy delicado y quienes desconocen la actividad agropecuaria preguntan por qué no se riega. Los productores agropecuarios podemos regar absolutamente todos los cultivos y todos los campos de este país, sencillamente poniendo bombas en los ríos, en las lagunas o en los pozos, eso lo puede hacer cualquiera. El tema es hacerlo en forma rentable. Es imposible tener rentabilidad regando campo natural, regando pasturas, regando muchos de los cultivos. La gente que desconoce pregunta: ¿por qué no se riega? En este país prender una bomba a gasoil tiene un costo pavoroso que no hace rentable ningún cultivo. Se puede hacer en el caso del arroz, que necesariamente requiere agua todos los años, pero es muy difícil producir maíz en forma rentable sobre la base del riego. Y no es porque no queramos hacerlo, es que el riego se utiliza muy pocos años en este país. Desde la ciudad se pregunta por qué no tomamos las previsiones en este tema...
EC - ...Esa pregunta se reitera, tanto en cuanto al riego como a otro tipo de inversiones, aguadas o el propio forraje.
AL - Usted no saca leche con agua. Uno puede tener agua en los bebederos, pero si no llueve, no tiene pasturas, si no tiene pasturas, no tiene materia seca y las vacas no comen. Las vacas no dan leche porque uno les ponga agua, necesitan pasto. Este país tiene posibilidades enormes para producir leche, para producir carne en condiciones de bajo costo. Ese bajo costo nos hace muy competitivos y la lechería va a seguir creciendo porque somos productores de bajo costo muy eficientes. Y digo de bajo costo porque el suelo y el clima nos permiten producir materia seca en forma muy competitiva; eso no ocurre en Europa ni Estados Unidos, por eso es que la lechería crece y va a seguir creciendo.
Pero aparte de un sector productor eficiente, de bajo costo y competitivo, necesitamos una industria competitiva, lo que se dificulta con estos precios de la energía y de la mano de obra, un tema que no tocamos pero es muy importante. Hay una total imposibilidad de recuperar o incluso de indexar por IPC (Índice de Precios al Consumo), como se pretende, los salarios de la gente que está en la industria láctea. En una situación como esta es imposible trasladar el IPC a los salarios o, como se habla, recuperar la pérdida salarial de otros años.
Esas son las cosas que el gobierno tiene que entender y, ahora que todo el sector lácteo va al Consejo de Salarios, debe tener la sensibilidad de darse cuenta de que no puede haber recuperación salarial ni podemos trasladar el 100% del IPC a los salarios, porque eso va a llevar a que desaparezcan más productores y seguramente a que se pierdan fuentes de trabajo.
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Transcripción: María Lila Ltaif