La actividad turística: ¿cómo venimos en 2008 y qué podemos esperar para la próxima temporada?
Análisis de la economista Sandra Pérez Ramos
(emitido a las 8:40 hs.)
EMILIANO COTELO (EC):
Ustedes ya lo saben, el contexto internacional se ha deteriorado profundamente en los últimos meses y hoy en día parece que varios sectores de actividad en nuestro país podrían llegar a verse resentidos en ese nuevo escenario.
A falta de pocos días para comenzar oficialmente el verano, hoy les proponemos concentrarnos en uno de los sectores relevantes de nuestra economía: me refiero a la actividad turística. En los últimos días comenzaron a escucharse voces de prudencia sobre el resultado de la próxima temporada. Por eso hoy dedicaremos nuestro espacio de análisis económico a este tema. ¿Cómo ha evolucionado la actividad turística hasta este momento? ¿Cómo se presentará la próxima temporada? ¿Qué tanto pueden incidir en ese resultado las recientes medidas que anunció el gobierno? Con estas preguntas sobre la mesa, el diálogo en los próximos minutos será con la economista Sandra Pérez Ramos, de la consultora Deloitte.
Comencemos hablando de lo que ya pasó. ¿Cómo le fue a la actividad turística este año?
SANDRA PÉREZ RAMOS (SPR):
Quizás sería bueno, comenzar analizando la temporada pasada, porque normalmente en ese período se juega buena parte del resultado de todo el año.
Si definimos a la temporada como el primer trimestre del año, lo cierto es que la temporada pasada fue buena porque hubo una mayor afluencia de visitantes a nuestro país. En el primer trimestre del año llegaron más de 730.000 personas a Uruguay, lo que representa un 17% más que un año atrás. A su vez, también aumentó en un 8% la estadía promedio de esos turistas.
De acuerdo a la información oficial, en el segundo y en el tercer trimestre siguió aumentando la cantidad de visitantes. De esta manera, en el conjunto de los primeros nueve meses del año la suba alcanzó al 12% en relación a un año atrás.
Con esos determinantes, entre enero y setiembre la actividad turística generó ingresos por un total de 752 millones de dólares, lo que representa una suba de 26% interanual en dólares. En definitiva, de estos números podemos concluir que la actividad turística hasta setiembre mostró buenos resultados.
EC: Una pregunta más antes de pasar a hablar sobre perspectivas. ¿Cómo es la apertura de esas cifras según la nacionalidad de los visitantes?
SPR: Considerando los datos acumulados hasta setiembre, el 12% de aumento de turistas que mencioné recién se compone de un crecimiento de 15% de visitantes de origen argentino, que son los que más crecieron. Superaron las 750.000 personas, aunque esta cifra igual estuvo lejos de los niveles que se llegaron a alcanzar años atrás. Por ejemplo, en 2000 y 2001 los visitantes argentinos superaron el millón de personas entre enero y setiembre.
Por otra parte, en los primeros nueve meses de 2008 hubo una suba de 13% de los turistas de origen brasileño, también un 10% de aumento de uruguayos residentes en el exterior y entre un 2% y un 3% más de visitantes europeos y del resto de América. En definitiva, hasta setiembre se observaron subas en todas las nacionalidades.
EC: Estos datos llegan hasta setiembre, pero en los últimos meses el contexto internacional ha cambiado en forma sustancial. Entonces, en ese nuevo escenario, ¿qué debemos esperar para la próxima temporada? Por ejemplo, ¿cuál será el impacto a nivel de los visitantes argentinos, que como decías antes son los que más venían creciendo?
SPR: La verdad es que el cambio tan drástico de escenario que tuvimos en los últimos meses genera bastante incertidumbre. Sin embargo, las perspectivas para esta temporada todavía parecen ser bastante favorables.
En lo que respecta a los visitantes argentinos, que representan casi la mitad del total de turistas, nuestros modelos indican que se verificará un nuevo aumento en la próxima temporada. Puntualmente, esperamos una suba del orden de 9% en el número de visitantes de esa nacionalidad.
EC: ¿Y qué ocurrirá con el resto de los turistas?
SPR: En el caso de los brasileños esperamos una caída relativamente importante para este próximo verano, de 13% interanual. En los últimos años, se había observado un aumento muy significativo de esos turistas por la mejora de la competitividad, pero hoy las cosas han cambiado. La competitividad bilateral con Brasil se ha deteriorado mucho porque el real tuvo una depreciación muy fuerte este año y nuestro país devaluó mucho menos. Eso nos lleva a pensar que habrá una menor afluencia de visitantes hacia Uruguay.
En cuanto al resto de las nacionalidades, que han ido ganando importancia en los últimos años, también esperamos nuevas subas.
En definitiva, según nuestros modelos esta próxima temporada tendríamos un nuevo aumento en el número de turistas, del orden del 6% en relación a la temporada pasada.
EC: ¿Cómo se explica ese incremento en el número de visitantes? Te lo pregunto porque en los últimos días varios operadores señalaron que el resultado de esta próxima temporada es muy incierto. Entre otros argumentos, señalan que las reservas son todavía bajas para esta época del año.
SPR: Aquí es importante distinguir entre dos elementos bien distintos: por un lado, el comportamiento de las variables macroeconómicas que inciden en la decisión de los agentes, y por otro lado, cómo juegan las expectativas en esa decisión.
Desde el punto de vista de las variables macroeconómicas actuales, todo apunta a que esta próxima temporada sería todavía relativamente buena: nuestro país ha ganado competitividad con Argentina, con Estados Unidos. A su vez, la economía argentina perdió competitividad con otros mercados, aunque a Brasil le ocurrió lo contrario. Y finalmente la economía argentina ha seguido creciendo, lo que determinaría también un aumento del gasto en turismo de los argentinos.
En definitiva, estas son las variables que explican las proyecciones de subas de visitantes que mencioné antes. Sin embargo, con signo contrario incide el tema de las expectativas y allí la incertidumbre es importante. Podría suceder que la influencia positiva de la evolución de las variables macroeconómicas quede al final ensombrecida por el deterioro de las expectativas.
EC: ¿Podrías explicar eso un poco más?
SPR: Sí, por supuesto. Lo que quiero decir es que en un contexto tan incierto como el actual y con perspectivas más negativas aún, los agentes podrían volverse mucho más cautelosos a la hora de tomar decisiones. De hecho, parte de lo que hoy está ocurriendo en el mercado puede deberse a ese factor. Me refiero a la lentitud en las reservas que señalan los operadores turísticos.
En definitiva, las variables macroeconómicas actuales nos hacen pensar en que tendremos más turistas pero la crisis internacional es muy severa y eso puede conducir, vía expectativas, a resultados menos favorables que los proyectados. Esto es particularmente relevante en el caso de Argentina -que es clave para nuestro país-, porque si bien los ingresos son altos y ha tenido mucha inflación en dólares, se observa en ese país un gran deterioro de la confianza de los consumidores por la crisis internacional y por los problemas domésticos, que hemos comentados ya otras veces.
EC: Entonces, ¿cuál es la conclusión final de todo este análisis?
SPR: Lo que debemos concluir, es que si bien los pronósticos apuntan a una nueva suba de los turistas en la próxima temporada, de todos modos esas proyecciones deberían tomarse con cautela. En ese sentido, los operadores deberían también ser muy cuidadosos con los precios que manejen para esta temporada.
EC: Para terminar, me gustaría preguntarte respecto a las medidas que anunció el gobierno días atrás para fomentar el turismo. ¿Cuál será la efectividad de esas medidas?
SPR: El gobierno propuso intensificar las políticas de promoción del turismo y anunció medidas concretas como la entrega de combustible a vehículos extranjeros o la instrumentación de un régimen de tax-free para productos nacionales.
A nuestro juicio, estas medidas no deberían tener un impacto significativo sobre el resultado de la próxima temporada. Esto, por supuesto, no quiere decir que no sean bienvenidas ni tampoco significa que no sean beneficiosas para los turistas. Por supuesto que sí. De hecho, pueden tener un impacto positivo en la imagen de nuestro país. Sin embargo, los resultados de la próxima temporada probablemente pasarán más por la evolución de la competitividad, por la marcha de las economías vecinas y también por las expectativas, que por el efecto que puedan tener estas medidas, que en todo caso contribuyen más a generar una mejor predisposición de los turistas a volver al país en los próximos años.