Entrevistas

La medida tomada por Brasil se interpretó de forma "exagerada"

La medida tomada por Brasil se interpretó de forma "exagerada"

Finalmente, Brasil decidió revocar la medida de solicitud de licencias de importación, que perjudicaba la entrada de productos al país norteño. El director de Asuntos Económicos Internacionales, Mercosur e Integración de la Cancillería, Walter Cancela, opinó que hubo "una interpretación exagerada en cuanto al alcance de la medida", la cual "no impide la circulación de la mercancía". Aseguró que no hubo "entorpecimiento desde el punto de vista aduanero" y que el miércoles el tráfico de camiones "era normal". Confesó que le "sorprendió la falta de aviso previo" y advirtió que la medida podría tornarse efectiva nuevamente una vez que esté "ampliamente explicada".

(emitido a las 7.38 hs.)

EMILIANO COTELO:
"Brasil dio marcha atrás con la medida para trabar el comercio", este es el título hoy, a propósito de una situación que ayer también acaparaba los principales enfoques en los medios de prensa acá, en la capital de la república.

"Brasil cesó traba al comercio", titula El País. "Brasil dio marcha atrás, aunque persisten los temores", dice El Observador. "Lula garantizó a Vázquez que no trabará el comercio", es el planteo de Últimas Noticias. "Violín en bolsa: cuando Vázquez llamó para hablar de las medidas que podían trabar el comercio con Brasil, Lula le dijo que ya habían quedado sin efecto", así lo destaca La Diaria. La República le pone otro color, dice: "Los hermanos sean unidos, Tabaré y Lula en 26 minutos arreglaron todo".

"Apenas un día después de que la medida de Brasil de pedir licencia a las importaciones generara fuerte oposición en toda la región, el gobierno del presidente Lula resolvió ayer que daba marcha atrás. El propio mandatario aseguró a Vázquez que las exportaciones no se afectarán", dice la crónica esta mañana en el diario El País, que luego remite al comunicado que emitió Presidencia de la República ayer de tarde, sosteniendo que el presidente Luis Inácio Lula Da Silva le había expresado a su par, Tabaré Vázquez, que había revocado esa decisión y dado la orden correspondiente que garantiza que no se afectarán las exportaciones. "Desde el interior del país, Vázquez se había comunicado sobre la tarde de ayer con Lula, para plantearle, entre otros temas, la inquietud sobre esta solicitud de licencias de importación que había tomado Brasil el martes y que había generado fuerte oposición no sólo de los países del Mercosur sino también dentro de Brasil, de parte de industriales brasileños".


***


EC – Estamos con el director de Asuntos Económicos Internacionales, Mercosur e Integración de la Cancillería, el economista Walter Cancela.

¿Cómo hay que entender esto, qué fue lo que pasó?

WALTER CANCELA:
Yo creo que hubo inicialmente una interpretación exagerada en cuanto al alcance de la medida que había adoptado el Ministerio de Desarrollo, Industria y Comercio Exterior de Brasil.

EC – Sí, en ese sentido me llamaba la atención ayer leer el comunicado que libró la Embajada de Brasil en Uruguay. El comunicado decía: "La medida tiene solamente la intención de monitorear las estadísticas de las importaciones brasileñas e identificar divergencias en las operaciones comerciales. No se trata de una barrera no tarifaria ya que no impone restricciones a la importación. La medida no implica el pago de impuestos y no impide el embarque de las mercaderías en los respectivos puertos de origen. El procedimiento se realiza de manera electrónica por medio del sistema integrado de comercio exterior y la liberación de los bienes automática e incondicional sucede en un plazo de 10 días. La licencia automática se aprueba en todos los casos...". No es lo que había circulado.

WC – No, efectivamente. Básicamente existen dos tipos de licencia para la importación. Un tipo de licencia, que es este, que se llama licencia automática, que está normado por las reglas de la Organización Mundial del Comercio (OMC) y se aplica en muchos países, que tiene como finalidad hacer el seguimiento estadístico y tener un control sobre prácticas ilegales que puedan hacerse con importaciones, es decir, seguir su destino, etc. Ese tipo de licencia no impide la circulación de la mercancía; si en los 10 días de plazo no está liberada la licencia, la mercadería no puede ser detenida y puede circular libremente.

EC – ¿Por qué se sostenía ayer y anteayer que el instrumento que estaba aplicando Brasil podía llegar a implicar 60 días de demora?

WC – Porque una licencia no automática -y eso también es una posibilidad que existe en la normativa internacional- es cuando hay importaciones que a veces requieren licencias previas -por diversas razones- para importarse, y que en esos casos sí tienen plazos que pueden llegar hasta 60 días. No es el caso de esta decisión que había adoptado el martes el Ministerio de Desarrollo, Industria y Comercio Exterior.

EC – De todos modos, se habían empezado a producir demoras en puestos de frontera y había camiones que habían quedado parados esperando.

WC – Esa es una información que circuló también y que no logramos confirmar desde Cancillería. El mismo día martes tuvimos esa información, o al menos ese anuncio, pero el mismo día en la tarde nos comunicamos con el Consulado uruguayo en Chuy y con la Aduana uruguaya -también en Chuy- y nos informaban que el tráfico era normal.

EC – Desde la Unión de Exportadores, ayer de mañana Teresa Aishemberg, secretaria ejecutiva, confirmaba e insistía con esa versión.

WC – Es probable que se haya producido -como se produce a veces en la frontera- alguna acumulación de camiones -probablemente haya ocurrido en el paso aduanero de Brasil, que está dentro de territorio brasileño- por razones de diferencias de horario que existe entre los servicios aduaneros y de sanidad vegetal, animal y hasta humana, en las diferentes aduanas. A veces ocurre que un camión llega cuando ya está cerrada la aduana brasileña, o está cerrado el servicio de sanidad brasileño y no puede habilitarse hasta el día siguiente. Pero no ha habido entorpecimiento desde el punto de vista aduanero.

EC – En síntesis, la medida era bastante más inofensiva de lo que se temía, de todos modos el gobierno brasileño resolvió dejarla en suspenso, resolvió sacarla de circulación.

WC – Sí, efectivamente.

EC – ¿Cómo se entiende eso? ¿Por qué?

WC – Yo no podría saberlo. La prensa brasileña -más allá de lo que fueron las protestas de algunos sectores- mencionaba algunas desinteligencias o por lo menos matices o diferencias entre el Ministerio de Hacienda y el Ministerio de Desarrollo, Industria y Comercio Exterior.

EC – Sí, el ministro de Hacienda Guido Mantega dijo ayer en una conferencia de prensa que "la medida fue suspendida porque la iniciativa había sido mal interpretada. Esa medida fue mal interpretada, causó ruidos, de forma que conversé con el ministro de Desarrollo y decidimos la suspensión para que cesen los ruidos que ha causado". Mantega se había reunido con el ministro de Desarrollo el mismo día de anunciada la medida, según versiones de prensa brasileña, porque esta iniciativa había sido anunciada sin el visto bueno del Ministerio de Hacienda.

WC – Sí, no sé si se reunió Mantega con Jorge, que es el ministro de Desarrollo, puesto que éste último estaba de viaje por el norte de África, o sea que es probable que hayan tenido contacto telefónico pero no una reunión física.

EC – A propósito de por qué se suspendió la entrada en vigor, otras versiones dicen que lo que las autoridades brasileñas reconocieron fue el error de no avisar del cambio en el régimen de licencias.

WC – Bueno, eso fue lo que sorprendió básicamente, no el carácter de la medida, que como le digo es una medida inocua desde el punto de vista de comercio exterior, aunque todo requisito siempre impone algún costo, alguna molestia al menos. Pero sorprendió -tanto en nuestro país, en los demás países, como también dentro de Brasil- la falta de aviso previo. Cuando se comunicó la medida, se comunicó como una medida que estaba en vigencia ya, y en ese sentido fue lo que resultó un poco sorpresivo.

EC – Sí, no era un comportamiento de esperar teniendo en cuenta que funciona el Mercosur. A pesar de que el Mercosur tiene todos los problemas que tiene, era como agregar uno más y muy serio ¿no?

WC – Sí, es efectivamente así. Además, se dio en un contexto en el cual ese mismo día se informaba de la reunión de monitoreo bilateral del comercio entre Argentina y Brasil donde había algún anuncio un tanto preocupante en el sentido de que por lo manifestado, a partir del comunicado o las declaraciones que salieron luego de esa reunión de monitoreo, podía verse la voluntad de Argentina y Brasil de imponer algunas trabas al comercio extra regional. Esto no se ha materializado, pero con ese telón de fondo y la medida brasileña se ataron las dos cosas y se interpretó como que podía ser un primer paso en una escalada proteccionista, cosa que está lejos de lo que ha sido hasta ahora el discurso oficial de Brasil, al cual Uruguay adhiere también y lo ha manifestado en la reunión de octubre del año pasado en cuanto a que en medio de la crisis lo peor que podemos hacer es imponer trabas al comercio.

EC – ¿La decisión que se toma en Brasil es suspender la medida? ¿Qué quiere decir eso, puede llegar a volver en algún momento? ¿Cómo se entiende?

WC – Yo no sé qué va a suceder con la medida de aquí en adelante, hasta lo que sabemos nosotros y a partir de la conversación del presidente Vázquez con el presidente Lula, para nosotros la medida está revocada.

EC – Revocada.

WC – Sí, eso es lo que surge del comunicado de Presidencia incluso. Eso no quiere decir que Brasil no pueda o no intente o no adopte nuevamente la medida una vez que esta esté ampliamente difundida, explicada y medida en cuanto a sus alcances sobre el comercio.

Nosotros de todas maneras hemos tenido durante todo el día de ayer, y lo seguiremos haciendo porque esa es la política del ministerio, un contacto permanente con los sectores involucrados, en particular con la Unión de Exportadores. Ayer tuvimos al menos cuatro o cinco comunicaciones en el día intercambiando información, de modo tal de evitar que se pudiera producir alguna cosa que nos agarrara de sorpresa.