Entrevistas

"La situación anímica de algunos productores ya era muy problemática"

Volvió la lluvia y los productores rurales esperan que se alivie su situación. El ingeniero agrónomo Félix Fúster, dijo a En Perspectiva que la lluvia de poca intensidad es ideal porque no erosiona el suelo y ya ha comenzado "a escurrir hacia cursos de agua", incluyendo la cuenca del Santa Lucía. Señaló que las pasturas probablemente "tengan una recuperación importante" y que los cultivos de verano se verán favorecidos. Sin embargo, en las zonas lecheras "la situación de las aguadas sigue siendo deficitaria" y los cultivos "pesados" han sufrido "una pérdida de significación".

(emitido a las 7.54 hs.)

EMILIANO COTELO:
"La lluvia alivia al agro y difiere más restricciones en el caso del consumo de agua potable", así titula Últimas Noticias esta mañana.

"Un alivio pasajero por las lluvias", es el título en El Observador, que igual que Últimas Noticias acompaña su enfoque con fotografías tomadas -en estos dos casos- en calles de Montevideo con la gente caminando con sus paraguas.

La República por su lado dice: "Agua bendita: llovió abundante en todo el país. La OSE postergó las restricciones".

¿Qué pasa exactamente? ¿Cuál es la situación? ¿Cómo podemos ubicar estas lluvias en el contexto de la angustia en la que todos vivíamos y sobre todo los más involucrados, los que se dedican a determinados sectores del agro, en estas últimas semanas?


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EC – Estamos con el ingeniero agrónomo Félix Fúster de Dinámica Rural de El Espectador.

¿Por qué no empezamos viendo en qué situaciones se encontraban las distintas zonas del país?

FÉLIX FÚSTER:
De acuerdo al último informe que emitió INIA GRAS, al 20 de enero se estaba indicando que en la mayor parte del país, a excepción de lo que es el norte o el noreste del país, prácticamente los suelos del Uruguay presentaban agua disponible por debajo del 20%. ¿Qué significa esto? Los cultivos de verano prácticamente no estaban tomando agua del suelo y las pasturas ya tenían grandes dificultades para poder hacerlo. Esa es la información que brindaba INIA hace unos diez días atrás.

Esta situación se daba fundamentalmente en los departamentos del litoral del país y prácticamente en toda la zona sur del Uruguay y buena parte del este. La situación era realmente ya muy preocupante, probablemente mucha pastura estaba muerta y buena parte de los cultivos de verano estaban seriamente afectados con la situación que veníamos teniendo.

EC – Aclaremos cuando dices cultivos de verano a qué te refieres, porque no todos los oyentes registran esos términos.

FF – Los cultivos de verano a los que hago referencia son: maíz, sorgo y soja. Aunque también hace unos días hablábamos con los arroceros que nos decían que probablemente ellos tenían que dejar de regar alguna buena superficie de arroz debido a las dificultades en la cantidad de agua almacenada que tenían.

EC – Y efectivamente la parte más crítica del territorio en materia de sequía era la que podemos ubicar por ejemplo en San José, Colonia, Florida, ¿por allí estaba el gran cuello de botella?

FF – Sí, exactamente. Colonia, San José, Florida, Canelones, Montevideo, parte de  Maldonado y después el litoral en la zona de Paysandú, Salto, algunas zonas de Artigas, esas eran las zonas donde se presentaba la situación de agua más deficitaria.

EC – Te lo decía porque las crónicas más dramáticas venían a propósito de San José, Florida por ejemplo y algo de Colonia, sobre todo en cuanto a los tamberos ¿no?

FF – Claro porque ahí ya se estaba dando una situación de falta de agua para beber el ganado, no sólo de falta de pasturas. Hay que recordar que un animal -dependiendo del estado que tiene un vacuno- está consumiendo entre 30 y 50 litros de agua por día y prácticamente no tenía ni un par de litros. Por otra parte, el hecho de que el animal se desplace dentro del predio para poder comer implica un consumo de agua muy superior, y si lo vinculamos a las altas temperaturas y a la baja humedad relativa probablemente el animal tendría un requerimiento de agua máximo para su situación.

EC – Entonces, a partir de esos antecedentes estas precipitaciones que vienen dándose en las últimas 48 horas, ¿qué significan? Todavía no tenemos números finales o números en un relevamiento completo porque la Dirección Nacional de Meteorología nos informaba hace un rato que ellos empiezan a recibir a partir de las 7 de la mañana los datos del territorio y recién los vuelcan a media mañana. Recién a media mañana sabremos cómo fueron las precipitaciones de las últimas 24 horas, pero tenemos datos parciales que nos han ido aportando los oyentes, ustedes mismos ayer en Dinámica Rural estuvieron tratando el tema. ¿Qué puedes decir entonces?

FF – Meteorología hace un relevamiento de las últimas 24 horas a las 7 de la mañana, o sea que las lluvias que ocurren de ahí en adelante no están consideradas. Sería felicidad completa si Meteorología no puede dar los datos finales porque quiere decir que sigue lloviendo.

EC – Es un hecho que sigue lloviendo.

FF – Bueno, ¿qué pasa con las lluvias? La situación es así: cuando el suelo recibe agua en una situación de normalidad en general el agua tiene dos procesos: una parte infiltra y la otra parte se escurre, es decir que corre por la ladera y va hacia los cursos de agua.

En la situación que estaba el suelo en la mayor parte del país en estos últimos días probablemente al comienzo de las precipitaciones toda el agua que caía era infiltrada en el suelo.

Esta infiltración de agua en el suelo tiene una velocidad que va descendiendo en la medida que el suelo va absorbiendo el agua, es decir, al comienzo la velocidad de infiltración es muy grande y por lo tanto el suelo va a retener toda el agua; en la medida que el suelo logra satisfacer las necesidades de agua disponible y comienza saturarse, el porcentaje de agua que escurre superficialmente es mucho mayor.

¿Por qué digo esto? Porque lo primero que se soluciona con estas lluvias es la disponibilidad de agua del suelo y no la recarga de aguadas, tajamares, etcétera.

EC – Lo bueno es que ha estado lloviendo de manera mansa por lo menos en una serie de lugares del territorio nacional ¿no?

FF – Exactamente. Y ese es un factor que favorece la infiltración de agua del suelo no el escurrimiento que además era otra de las preocupaciones que teníamos los técnicos en virtud de que los suelos con el grado de desnudez que presentaban, de aparecer precipitaciones de mucha intensidad es decir de mucho agua por unidad de tiempo iba a provocar con toda seguridad grandes daños por erosión en el suelo.

EC – Entonces para satisfacer la necesidad de agua de los suelos, ¿cuántos milímetros se precisaban?

FF – Eso depende del tipo de suelo, de la profundidad y la zona del país. Un suelo normalmente presenta unos niveles de agua disponible que oscilan entre los 10 y los 25 milímetros por cada 10 centímetros. Es decir que en un suelo típico de la zona sur, que tiene unos 50 centímetros de profundidad en su horizonte A, estábamos requiriendo entre 50 y 100 milímetros de agua para que el suelo completara la necesidades de agua disponible, lo que no quiere decir que solamente con eso el suelo quede lleno de agua, quede saturado. Una vez que completa las necesidades de agua disponible el suelo sigue absorbiendo agua pero en mucha menor intensidad hasta que llega un momento en que llega al 100% de agua y ahí se satura por lo que el agua comienza a escurrir superficialmente.

Probablemente con la acumulación de precipitaciones durante prácticamente dos a tres días, porque hay zonas del país donde comenzó a llover antes, el agua en este momento siga aún penetrando en el suelo, pero ya por suerte ha comenzado a escurrir hacia cursos de agua; entre otras cosas te menciono por ejemplo la cuenca del río Santa Lucía, que era una preocupación que tenía OSE por el tema de abastecimiento de agua a la población.

EC – En definitiva, ¿qué podemos decir sobre cómo está beneficiando este tipo de precipitaciones a los distintos sectores de producción? ¿Podemos hacer un repaso rápido?

FF – A nivel de las pasturas probablemente aquellas pasturas que no estaban completamente dañadas tengan una recuperación importante y el agua sea suficiente por lo menos para un período de veinte días o un mes.

También da la opción de poder realizar siembras inmediatas de algunos verdeos, casos de las avenas, que tienen una rápida respuesta, y por lo tanto de aquí a un período de tiempo razonable quizás veinte días ya vamos a tener un crecimiento importante de esas avenas.

En cuanto a los cultivos de verano, fundamentalmente soja que es la gran superficie, hay cultivos de soja que estaban en floración y el agua era determinante de la producción que se podría lograr en ese cultivo, por lo tanto llegó en un momento que es especial, no pudo haber mejor momento para que apareciera el agua.

EC – El arroz también fue beneficiado ¿no? Veía declaraciones de Ernesto Stirling, que es consejero de la Asociación de Cultivadores de Arroz, que señala hoy en Últimas Noticias: "Con las lluvias de ayer nos da bien para los primeros arroces, las precipitaciones desbordaron las chacras que venían afectadas por la falta de agua en un período que es crítico para el desarrollo de este cereal".

FF – Efectivamente, el arroz también está en un período de floración y era necesaria el agua. En el caso de el arroz -a Ernesto yo lo conozco y estuve conversando con él y con Pedro Queheille hace unos días- la situación es diferente. El arrocero hace una reserva de agua al comenzar la siembra que le debe permitir regar el cultivo hasta fines del ciclo. ¿Qué ocurre? Se le estaban agotando las reservas de agua porque nadie tenía previsto que la falta de precipitaciones iba a ser tan grande, entonces el arrocero tuvo que regar desde la siembra ya, cosa que nunca ocurrió en Uruguay, entonces quedó o iba a quedar sin agua para los estadios finales del cultivo.

EC – ¿Qué pasa en el tambo con estas lluvias?

FF – En el tambo se va a dar una recuperación de pasturas, probablemente los animales estén en mejores condiciones, deben haber mejorado notoriamente en 24 horas. Pero la situación de las aguadas sigue siendo deficitaria, probablemente en algunos establecimientos las aguadas hayan tenido una recarga de agua mínima y en otros probablemente ni siquiera haya empezado esa recarga de agua, por eso es importante que se mantengan las lluvias.

EC – ¿Y algún sector más que valga la pena destacar?

FF – Lo que preocupa a la población es el abastecimiento de alimentos, te diría que en las producciones intensivas, en frutas y en verduras hay buena parte de los cultivos -fundamentalmente los cultivos que nosotros denominamos "pesados": zapallo, cebolla, boniato- que han sufrido una pérdida significativa y hasta el año próximo no vamos a tener posibilidades de recuperarlos.

En otros tipo de cultivos como la acelga, la lechuga que tienen una respuesta rápida, en 20 o 30 días probablemente tengamos un abastecimiento normal.

En frutas la gran deficiencia de producción se vió en duraznos y ciruelas, se puede pensar que también en peras, que en los próximos días comienza la cosecha, pero va a haber una recuperación también de significación. Y en manzanas rojas es probable que la pérdida por deficiencia de agua sea mínima ya, porque a este tipo de manzanas le queda prácticamente un mes para su cosecha.

EC – De todos modos, más allá de estas consideraciones técnicas, hay otro factor que no puede de ningún modo despreciarse que es el anímico ¿no? Estas lluvias le cambian el humor, le cambian la perspectiva a mucha gente en el campo ¿no?

FF – Sí, yo creo que eso es un factor determinante en el ánimo del productor y de todos los actores que están vinculados al agro para continuar y sacar adelante las producciones o lo que queda de las producciones.

Yo estaba leyendo informaciones de prensa que indicaban que en algunos productores la situación anímica ya era muy problemática a esta altura.