La recesión en Estados Unidos y la revisión de las proyecciones de crecimiento mundial
Análisis de la economista Tamara Schandy, de la consultora Deloitte.
(Emitido a las 8:30 horas)
EMILIANO COTELO (EC):
La semana pasada estuvo cargada de novedades en el plano internacional.
El Fondo Monetario Internacional (FMI) divulgó una revisión de sus proyecciones de crecimiento mundial, con una visión notoriamente más pesimista para todas las regiones. A su vez, el viernes finalmente se conoció el dato del Producto Bruto Interno (PBI) de Estados Unidos, que marcó una caída de 3,8% en el cuarto trimestre de 2008. Por otro lado, la semana pasada, la administración de Barack Obama logró el puntapié inicial para el programa de estímulo fiscal, consiguiendo una primera aprobación en la cámara de representantes.
Con estas novedades sobre la mesa, en el espacio de análisis económico de hoy dialogaremos con la economista Tamara Schandy, de la consultora Deloitte.
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EC: Comencemos con el dato de PBI de Estados Unidos que se divulgó el viernes. La prensa internacional destacó que la baja fue menor a la esperada por los analistas internacionales. De todas formas, una caída del PBI de 3,8% confirma un panorama muy recesivo en Estados Unidos, ¿verdad?
TAMARA SCHANDY (TS):
Definitivamente. Además, hay que marcar que la baja fue menor a la esperada, básicamente porque en el cuarto trimestre hubo una acumulación de inventarios importante, que en las cuentas nacionales se computa como inversión. Esto no es para nada una buena noticia, porque puede estar señalizando que las empresas no pudieron vender su producción de acuerdo a lo planeado y que eventualmente recortarían lo producido en el trimestre siguiente, pero tuvo una contribución positiva de más de un punto porcentual en el crecimiento global. Si dejamos de lado ese componente, la economía de Estados Unidos cayó 5,1% en el cuarto trimestre. Eso, en definitiva, está más en línea con lo esperado por los analistas. Y un dato anecdótico: ese es el peor desempeño en casi 30 años, el peor dato trimestral desde 1982.
EC: ¿Cómo fueron los números a nivel del consumo y la inversión? Te lo pregunto porque en las últimas semanas ya habían aparecido algunos indicios preliminares de bajas fuertes.
TS: La caída del consumo privado fue de 3,5%, más o menos en línea con la caída del tercer trimestre. Los hogares están sintiendo el impacto del mayor desempleo, de las restricciones de crédito, de la desvalorización bursátil y de los inmuebles. Todos estos son elementos que pesan mucho en las decisiones de consumo.
En el caso de la inversión, la caída fue de 12,3% y estuvo explicada por bajas generalizadas a nivel de rubros. La inversión en vivienda, que ya venía mostrando fuertes bajas en trimestres anteriores, cayó más de 20%. Pero también cayó la inversión no residencial, más o menos en una magnitud similar.
EC: Con ese panorama, no es difícil comprender la celeridad con la que se movió la nueva administración de Barack Obama para lograr que se apruebe el paquete de impulso fiscal...
TS: ...Sí, la semana pasada finalmente hubo una primera aprobación en la Cámara de Representantes y el proyecto pasó al Senado. El paquete es de algo más de 800 millones de dólares, lo cual equivale a aproximadamente 6% del PBI, aunque se va a ejecutar en dos años.
Por un lado hay un esfuerzo importante desde el punto de vista impositivo: van a bajarse impuestos a los hogares de menores ingresos, van a aliviarse las cargas sobre el empleo y va a haber estímulos para las empresas que contraten más trabajadores o que inviertan en nuevo equipamiento.
El otro pilar de este programa es la inversión en infraestructura. Habría unos 350.000 millones de dólares de inversión en carpeta.
EC: ¿Se puede anticipar algo sobre la efectividad de estas medidas, si finalmente fueran aprobadas?
TS: Seis puntos del PBI son un estímulo fiscal muy importante. Ciertamente va a haber un impacto significativo este año y el próximo. De todas formas, todavía hay mucha incertidumbre sobre si el sector privado efectivamente va a reaccionar ante este shock, si este paquete va a permitir una reactivación de la demanda privada de allí en adelante.
El costo fiscal es alto, pero el riesgo también es alto. De hecho, y a la luz de los indicadores que se han conocido en las últimas semanas, no faltan quienes advierten que Estados Unidos podría ir hacia una recesión larga, con un estancamiento parecido al que vivió Japón luego de la última crisis.
EC: ¿Cómo ven ustedes las perspectivas para el resto del mundo? El FMI divulgó la semana pasada una proyección de crecimiento mundial de 0,5% para 2009, lo cual configuraría el peor desempeño desde la Segunda Guerra Mundial.
TS: La nueva proyección del Fondo está muy alineada con las previsiones de muchos otros analistas a nivel mundial. Como mencionábamos recién, en Estados Unidos hay un contexto muy recesivo y algo similar sucede en la mayoría de las economías desarrolladas. Esto es algo que viene anticipándose desde hace ya un par de meses, vista la magnitud que alcanzó la crisis financiera en las principales economías.
A nuestro juicio, lo más novedoso ha sido la rapidez con la que empiezan a observarse los impactos en los países emergentes.
EC: ¿Podemos poner algunos ejemplos?
TS: Sí, lamentablemente son muchas las señales. Quizá la señal más clara es el comportamiento de la producción industrial. Los últimos datos oficiales disponibles (que en algunos países son de noviembre, en otros ya de diciembre) marcan caídas bastante serias: 9% en Rusia, 6% en Brasil, 2% en México, 14% en Turquía, 13% en Corea. En todos los casos estamos hablando de bajas frente a los niveles de un año atrás, borrando los aumentos que se habían observado en la primera mitad del año.
EC: ¿Qué hay de China?
TS: Allí no ha habido caídas aún. Los últimos datos de producción industrial marcan un aumento interanual de 5,4% en noviembre. Pero hay que aclarar que 5% en China marca un contexto bastante recesivo, porque sólo un año antes la producción estaba creciendo en el entorno de 20%.
El pronóstico del Fondo apunta a un crecimiento del PBI de China de 6,7% en 2009, que contrasta fuertemente con los registros de 13% y 9% de 2007 y 2008, y que además supone un desempeño bastante peor que el que tuvo China a fines de los 90, en el marco de la crisis asiática.
EC: ¿Qué implicaciones tiene esto para Uruguay?
TS: Para nosotros, la rapidez y la magnitud con la que se han manifestado los impactos sobre los emergentes es un riesgo importante para Uruguay, entre otras cosas porque supone un riesgo de aflojamiento de la demanda de commodities.
En 2008 hubo una corrección muy fuerte de los precios internacionales de varios commodities agrícolas que son bien relevantes para Uruguay. Pero si la demanda continúa aflojándose, vemos un riesgo de que se procese alguna caída adicional.
Recordemos que luego de la crisis rusa y de la crisis asiática de fines de los 90 tuvimos cuatro años de baja de los commodities. Esta tendencia nos ha dado un respiro desde el comienzo de 2009, pero es un elemento que vamos a tener que seguir monitoreando muy de cerca durante todo el año, sobre todo si en las economías desarrolladas se instala una recesión relativamente profunda y en las economías desarrolladas seguimos viendo una menor producción industrial y una merma en el ritmo de crecimiento del consumo.