Análisis Económico

¿Cómo son las perspectivas en materia fiscal tras conocerse el cierre de 2008?

Análisis del economista Pablo Rosselli, de la consultora Deloitte

(emitido a las 8:30 hs.)

EMILIANO COTELO (EC):
A fines de enero se conocieron las cifras fiscales correspondientes al cierre del año pasado. Otras noticias como el comportamiento de la inflación, las revisiones a la baja en las proyecciones de crecimiento mundial y la sequía, postergaron el análisis de esas cifras.

Sin embargo, los resultados fiscales de cierre de 2008 terminaron siendo bastante menores a los esperados por los analistas y a la meta que tenía el gobierno. A su vez, estamos ingresando en un período electoral en el cual suelen aparecer planteos de reducciones de impuestos y prioridades de gasto. Por eso, nos pareció oportuno dedicar nuestro espacio de análisis económico de hoy a examinar las cifras fiscales de 2008 y las perspectivas para este año. En seguida, el diálogo es con el economista Pablo Rosselli, de la consultora Deloitte.

Comencemos con las principales cifras. ¿Cómo fue el cierre fiscal en 2008?


PABLO ROSSELLI (PR):
En el conjunto de 2008, el sector público obtuvo un resultado primario (antes del pago de intereses)superavitario de 9.572 millones de pesos. Considerando una estimación de Producto Bruto Interno del orden de 660.000 millones de pesos -que al tipo de cambio promedio de 2008 corresponden a unos 31.500 millones de dólares-, el resultado primario fue de 1,45% del PIB.

A su vez, luego de contemplar el pago de intereses, el sector público registró un déficit de 9.047 millones de pesos, equivalente a 1,4% del PIB.


EC: Esas cifras, son peores que las que tenía el gobierno como meta.


PR: Sí. En diciembre el gobierno había anunciado que revisaba a la baja su meta de superávit primario para 2008 y 2009, desde un 3% del PIB para 2% del PIB en 2008 y 2,4% del PIB en 2009. Los datos de noviembre mostraban en la medida usual de 12 meses un superávit primario algo menor a la meta, de 1,8% del PIB). Como en diciembre del año pasado se habían realizado gastos que el Ministerio de Economía señaló eran extraordinarios, esperábamos que el resultado al cierre de 2008 estuviera en torno de la meta -algo por encima, quizás- pero finalmente las cifras de diciembre fueron peores a las previstas y el superávit primario cerró en ese 1,45% del PIB, como mencionábamos recién.

A su vez, el gobierno estimaba para 2008 un déficit fiscal de 1,2% del PIB y terminó siendo unas dos décimas más. El desvío en este caso fue menor que a nivel del superávit primario porque el pago de intereses fue algo menor al previsto.


EC: ¿Cómo evalúan esas cifras? El gobierno señala en el comunicado que en 2008 se produjo un impacto muy fuerte de la sequía, que estiman en 1,7% del PIB. Sin ese impacto, señala el comunicado, se habría observado un superávit primario de 3,2%.


PR: Sin dudas, hubo una incidencia muy fuerte de la sequía, que obligó a una mayor generación térmica de electricidad, justo en un momento de precios del petróleo muy altos. Eso afectó los costos de UTE e hizo que el resultado primario, que fue superavitario en 2007, se hiciera deficitario en aproximadamente 1,1% del PIB en 2008. Eso, a su vez, impidió que la empresa pagara dividendos a rentas generales.

Por otra parte, el gobierno también señala que hubo un desfase entre lo recaudado por la DGI y lo transferido al Tesoro, pero estimamos que ese efecto fue muy reducido.

De todas maneras, y a pesar de que esas precisiones que hace el comunicado son correctas, a nuestro juicio no se debería concluir que el descenso del resultado primario es transitorio, porque obedece a la sequía.


EC: ¿Cómo es eso?


PR: Hay varios elementos a tener en cuenta. En primer lugar, el gobierno está trabajando con una meta de superávit primario de 2,4% del PIB para 2009, mejor que el cierre de 2008 pero menor al 3,2% del PIB que habríamos tenido sin sequía según los cálculos del gobierno. Si la comparación se realiza frente a los de mediados de 2007, el descenso previsto en el superávit primario es todavía más importante. A mediados de 2007 el superávit primario era del orden de 4,3% o 4,4% del PIB, lógicamente con oscilaciones mensuales.

Esto lo comentamos otras veces. La política fiscal tomó un signo expansivo el año pasado, que al margen de los efectos de la sequía, deriva en una reducción del resultado primario, que de hecho se observa a nivel del gobierno central.


EC: ¿Cómo se están comportando las cifras del gobierno central?


PR: Las cifras del gobierno central se pueden ver alteradas en alguna medida por el pago de dividendos de las empresas públicas, que se computan como ingresos del tesoro nacional. De hecho, y como decíamos antes, la sequía afectó el pago de dividendos de UTE. Para evitar esos problemas, nosotros seguimos los resultados del gobierno central sin computar los pagos de dividendos, que se los asignamos a las empresas públicas, porque es donde en realidad se generan los ingresos.


EC: ¿Y qué dan las cifras si se las mira de esa manera?


PR: Lo que muestran esas cifras es que se está produciendo un deterioro del resultado del gobierno central, que pasó de un superávit primario de 2,6% del PIB a mediados de 2007 hasta uno de 1,5% del PIB en el cierre de 2008. Y además, las empresas públicas tuvieron un descenso en su resultado primario de 2% del PIB.

Esos dos elementos explican el descenso tan fuerte -de 3% del PIB- que se observó en el último año y medio. En el caso de las empresas públicas, si se normaliza el clima prontamente, los resultados deberían mejorar de manera significativa -de hecho el programa del gobierno contempla una mejora de más de un punto del resultado de las empresas, sin inversiones-. Pero por otro lado, estamos viendo que el gobierno ha recurrido en varias ocasiones a rebajar tarifas de combustibles para combatir la inflación y que también dispuso un ajuste reducido -de entre 2% y 3%- para las tarifas de electricidad, cuando semanas atrás se pensaba en un incremento notoriamente mayor. A eso se suman inversiones mayores en 2009, con lo cual a nuestro juicio hay cierto riesgo de que los resultados de las empresas públicas sean algo menores a los previstos. Y por último están los riesgos sobre la recaudación tributaria.


EC: ¿Por qué decís eso? Me imagino que te referís a la desaceleración de la actividad económica.


PR: Exactamente. A nuestro juicio, este año la economía uruguaya va a mostrar un freno abrupto. De hecho estamos contemplando algunas caídas del PIB en algún trimestre. podría ser ya en el último de 2008 y quizás también en la primera mitad de 2009. Si bien pensamos que el consumo y los ingresos de los hogares -por el aumento de salarios- continuarán creciendo y eso es relevante para la recaudación, es muy probable que la recaudación se frene considerablemente este año.

Estas cosas, por lo tanto, pueden dificultar el cumplimiento de la meta de superávit primario para este año.


EC: Cuando dices que la recaudación se frenaría considerablemente este año estás hablando de que no seguiría creciendo o de que caería?


PR: Ahí habrá que ver la evolución que presente el consumo, que va a estar asociado al empleo y el desempleo. En la medida en que pensamos que es probable que el consumo continúe subiendo, no esperaríamos un descenso de la recaudación en el conjunto del año medida en términos reales.


EC: Para terminar, ¿cómo incide la campaña electoral y el cambio de gobierno? Te lo pregunto porque usualmente en las campañas electorales surgen planteos de reducciones de impuestos o debates sobre gastos prioritarios.


PR: Muchas veces en el programa comentamos que las metas de superávit primario lucían reducidas en función del fuerte crecimiento que venía mostrando la economía y que dejaban poco espacio para enfrentar un contexto internacional adverso. Lo decíamos cuando el gobierno tenía una meta de 3% del PIB. La meta actual de 2,4% del PIB para 2009 es aún más reducida y se ha materializado el riesgo externo, con crisis internacional muy severa y de duración incierta.

En ese marco, a nuestro juicio no hay espacio para pensar en un mayor deterioro de las cuentas públicas, ya sea por reducciones de impuestos o rebajas de tarifas o incrementos de gastos. Si como resultado de la marcha de las cuentas públicas en el transcurso del año o como resultado del desarrollo de la campaña electoral se comenzara a avizorar un escenario fiscal aún más deteriorado para 2009 y 2010, eso podría generar un cambio adverso en las expectativas de los agentes, con eventuales consecuencias negativas en las decisiones de inversión y consumo de los agentes -con impactos recesivos- y en las variables financieras, por ejemplo con subas en las tasas de interés o en el tipo de cambio.


EC: Por lo tanto es muy delicado pensar en decisiones que compliquen todavía más los números para 2010.


PR: Claro, inclusive si se pensara que la reducción adicional de superávit primario pudiera tener un efecto contracíclico. El problema es que el nivel de endeudamiento del Uruguay es suficientemente alto como para pensar que tenemos que tener resultados primarios más altos.