¿Qué indican las últimas cifras de crecimiento económico a nivel mundial y cuáles son las perspectivas?
Análisis del economista Pablo Rosselli, de la consultora Deloitte
(Emitido a las 8.35)
JUAN ANDRÉS ELHORDOY (JAE):
Dominique Strauss-Kahn, el director-gerente del Fondo Monetario Internacional, declaró la semana pasada que "el año 2009 ya se ha jugado en buena medida y será muy malo".
Hace momentos nada más repasábamos los vaivenes de los mercados, que en un contexto de fuerte volatilidad han registrado caídas importantes en las últimas semanas. Pero a esa inestabilidad financiera se suman malos datos de actividad económica en muchos países desarrollados, que confirman un escenario más recesivo del que se anticipaba sobre fines del año pasado. ¿Cómo está planteado entonces el panorama internacional para lo que queda del año? Conversaremos sobre eso con el economista Pablo Rosselli, de la consultora Deloitte.
En su último informe de revisión de proyecciones, que se divulgó en enero, el Fondo Monetario ya preveía una caída del nivel de actividad en los países desarrollados este año pero la semana pasada Strauss-Kahn advirtió que desde la publicación de ese informe los datos parciales que se han ido conociendo marcaron un panorama más negativo que el que estaba contemplado en esas proyecciones. ¿Cómo observaron esas declaraciones ustedes?
PABLO ROSSELLI (PR):
El Fondo preveía una caída del PIB en los países desarrollados de 2% en promedio para este año. Se trataba por cierto de una contracción significativa pero la aclaración de Strauss-Kahn no nos llamó la atención porque en las últimas semanas se fueron divulgando sucesivos indicadores negativos. Los más recientes refieren por ejemplo a los datos de cierre de 2008 en Japón y en Europa, que marcaron caídas del nivel de actividad muy fuertes en ambos casos, mayores a las que se preveían algunos meses atrás.
JAE: ¿Podemos repasar brevemente esos números?
PR: En Japón, las últimas cifras marcaron que en el cuarto trimestre de 2008 el PBI cayó 3,3% respecto al tercer trimestre del año, lo cual implica una baja anualizada -que es como suelen divulgarse las cifras de PBI en los países desarrollados- de 12,7%. Esto quiere decir que si se repitiera por cuatro trimestres el descenso del último cuarto de 2008, al cabo de un año la producción habría acumulado un descenso de esa magnitud, de 12,7%. La caída se explicó en gran medida por una contracción muy fuerte de las exportaciones, de casi 14% trimestral, pero también hubo una retracción del consumo privado y de la inversión no residencial. En ese último caso la contracción fue de 5,3% en el trimestre, lo que equivale a una baja de 23% en términos anuales.
JAE: Son números realmente impactantes. Sobre todo teniendo en cuenta que en Japón no hubo problemas bancarios y restricciones de crédito de la magnitud de lo que se vio en Estados Unidos y Europa.
PR: Sí. En Japón la recesión es producto de un shock muy agudo sobre la demanda de productos de exportación. Y hay que tener en cuenta que el impacto sobre la industria de Japón es bien fuerte porque en las exportaciones japonesas hay una alta ponderación de productos electrónicos y automóviles, que son rubros que están siendo duramente golpeados por la crisis. El 25% de las exportaciones de Japón son autos para uso personal o equipos de transporte, y otro 20% de las exportaciones son aparatos electrónicos, también en este caso para uso personal pero sobre todo insumos industriales y bienes de capital electrónicos, cuya demanda lógicamente se frena al frenarse la inversión en el mundo.
En suma, Japón exporta bienes de capital y bienes de consumo durables. La demanda de esos productos es la que más se resiente en la fase recesiva de la economía mundial.
JAE: Antes mencionabas también a Europa. ¿Qué marcaron los últimos datos de PBI allí?
PR: También fueron más negativos de lo esperado. En el último trimestre de 2008 el PBI de la Zona del Euro cayó 1,5% respecto al tercer trimestre. Eso supone una baja de 5,9% en términos anuales, que como decía antes es la forma habitual de informar los datos en los países desarrollados.
JAE: ¿Cómo fue el comportamiento a nivel de países?
PR: Alemania, que es la economía más grande del grupo, fue la que tuvo la caída más pronunciada. El PBI cayó 8,1% en el último trimestre del año pasado y ya había caído 1,6% y 2% en los trimestres anteriores, siempre refiriéndonos a cifras anualizadas. Eso quiere decir que aún cuando el PBI de Alemania dejara de c JAEr desde los niveles de cierre de 2008, el comportamiento del año pasado dejó un efecto arrastre negativo de 2% para este año.
Al margen de Alemania, el resto de las grandes economías europeas también presentó un desempeño muy malo. Siempre considerando cifras anualizadas, el PBI de Italia bajó 7%, el de España 3,9%, el de Francia 4,7% y en el Reino Unido la caída fue de 5,9%.
JAE: ¿Y cuáles son las perspectivas para este año?
PR: Al menos en la primera parte del año la situación en materia de actividad económica va a seguir siendo muy comprometida, tanto en Europa como en el resto de los países desarrollados. Lo cierto es que a pesar de que los bancos centrales han bajado las tasas de interés y de que los gobiernos están implementando diferentes medidas de impulso fiscal, la mayoría de los analistas internacionales aguarda una profundización del escenario de recesión que hoy está instalado en estas economías.
El consumo privado y la inversión van a seguir muy resentidos, sobre todo por el efecto riqueza negativo que se genera a partir del desplome de las bolsas y de los precios de los activos inmobiliarios -que finalmente deja a los hogares con deudas hipotecarias muy altas- y por el hecho de que el acceso al crédito va a ser extremadamente limitado. Decimos esto, porque los mercados de deuda privada están operando con niveles de emisión relativamente bajos y con costos altos, y porque sigue sin avizorarse una solución pronta para el sistema bancario de Estados Unidos y de varios países de Europa, lo cual hace muy improbable que pueda retomarse el crédito bancario con una mayor fluidez.
JAE: Con ese panorama para las economías desarrolladas supongo que las previsiones para los países en desarrollo también se están revisando a la baja. ¿Es así?
PR: Sí, hace un par de semanas comentábamos en este espacio que las economías emergentes ya están mostrando impactos importantes, que se manifiestan con claridad en el desempeño de la producción industrial y de las exportaciones. En Europa del Este y en los países emergentes de Asia los datos de cierre de 2008 muestran caídas de dos dígitos en esos indicadores.
A la luz de eso no nos sorprendería que el Fondo revisara a la baja los pronósticos de crecimiento de estas economías para 2009 y 2010. De hecho, los analistas privados ya lo están haciendo y en magnitudes no despreciables.
JAE: En definitiva, está claro que 2009 será un año muy recesivo en la economía mundial.
PR: Exactamente. Las economías desarrolladas van a tener caídas fuertes en su nivel de producción y los países emergentes probablemente van a registrar tasas de crecimiento muy inferiores a las de los últimos años. Eso en definitiva, se traduce en una proyección de crecimiento nulo de la economía mundial este año, sin poder descartarse incluso alguna ligera contracción en términos globales. Pero aún cuando el producto mundial no caiga, un crecimiento en torno de 0%-0,5% sería el peor desempeño de la economía mundial en 60 años, desde la II Guerra Mundial.
Ahora, como señalabas tú al inicio aludiendo a los comentarios de Strauss-Kahn, el 2009 parece ya estar en buena medida jugado. El mayor elemento de incertidumbre comienza a ser, a nuestro juicio, el 2010, porque aunque las apuestas fiscales que se han hecho en todo el mundo deberían tener un impacto positivo, tendremos que monitorear de cerca cómo reacciona el sector privado.
JAE: ¿Qué quiere decir eso?
PR: Tendremos que ver si la demanda privada en los países desarrollados logra retomar una senda de crecimiento relativamente sostenido, porque el costo fiscal hace que estos programas tampoco puedan mantenerse por mucho tiempo. El año próximo comenzará a ser importante que se avizore un panorama de reactivación de la demanda privada que permita pensar en una gradual reversión de los déficit fiscales que habrá en varias economías desarrolladas, particularmente en la de Estados Unidos, que probablemente tendrá un déficit fiscal por encima del 10% del PBI.
Y a eso hay que sumar la incertidumbre que se mantiene sobre el sistema financiero, porque si no se logra restablecer la estabilidad y dar una solución a los problemas de los bancos, va a ser difícil que el sector real de la economía pueda salir en forma rápida de esta crisis.
En suma, debemos pensar en que 2009 será un año muy malo para la economía mundial y que las perspectivas de recuperación para 2010 lucen bastante inciertas.