Entrevistas

Blejer: en la práctica se están nacionalizando bancos

Blejer: en la práctica se están nacionalizando bancos

El ex presidente del Banco Central de Argentina y ex asesor del presidente del Banco Central de Inglaterra, Mario Blejer, dijo en entrevista con En Perspectiva que en la práctica hay un proceso de nacionalización de los bancos en Estados Unidos y que los procesos de resolución de la crisis que se están utilizando en ese país y en Inglaterra, si se miran en profundidad, "no son muy distintos de los procesos que tuvimos que utilizar nosotros" en la región en 2001 y 2002. Blejer cree que hacia fin de año se podrá ver "la luz al final del túnel" en la crisis global.

(Emitido a las 08.37 horas)


EMILIANO COTELO:
El gobierno de Estados Unidos resolvió dar un paso más en su asistencia a los bancos en problemas y ahora podrá comprar acciones preferidas de estos, que bajo ciertas circunstancias se podrían convertir en acciones ordinarias.

Mientras, en Europa el gobierno británico, que ya tiene parte del Lloyds Banking Group y del Royal Bank of Scottland, negocia con esas empresas garantizarles parte de sus deudas.

¿Qué está ocurriendo con esta nueva ola de intervención de los estados en los bancos? ¿Cómo se entienden los pasos que se están dando? ¿Cómo se examinan, al mismo tiempo las reservas y los frenos que surgen a las intenciones en esa dirección?

Juan Andrés está en diálogo con el doctor Mario Blejer, consultor independiente, ex presidente del Banco Central de la República Argentina y ex director del Centro de Estudios Bancocentralistas del Banco de Inglaterra.

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JUAN ANDRÉS ELHORDOY:
Hemos escuchado, hemos visto informaciones en los últimos días del comportamiento de las bolsas en Europa, en Estados Unidos, muy asociadas al humor o las expectativas que hay en torno a los bancos. Mientras que el gobierno ha anunciado un paquete de asistencia a ellos que implica compra de acciones preferidas que pueden llegar a ser acciones ordinarias. Explíquenos en qué consiste este plan.

MARIO BLEJER:
En la práctica lo que vemos en este momento es que estamos sufriendo la parte más aguda de la crisis financiera o de la crisis de la economía real. Y esa crisis está basada en la existencia de una serie de activos incobrables muy importantes en el sector bancario, como consecuencia de la burbuja inmobiliaria y otro tipo de malas deudas que los bancos habían contraído. Esto lo que ha hecho es congelar el crédito a nivel internacional, por lo menos en los centros financieros importantes hay alguna congelación del crédito al tener un deterioro en los balances de los bancos. Como parte integral del plan de recuperación lo que los bancos centrales en Estados Unidos, en Inglaterra, en otras partes de Europa, en países avanzados están en este momento haciendo es tratando de recomponer los balances de los bancos y al mismo tiempo recapitalizarlos, utilizar recursos públicos para cubrir las pérdidas que los bancos han tenido en sus malos negocios. Si se utiliza dinero público para este objetivo, también es de esperar que el banco cumpla con su rol dentro del sistema financiero, que es prácticamente un rol claro, que es intermediar ahorro y de una forma u otra reconstituir el crédito perdido. Lo que hemos observado hasta ahora es que ha habido apoyo al sector financiero en forma masiva en Estados Unidos y en Inglaterra, pero no se ha recuperado el crédito. Entonces las medidas que se están tomando ahora apuntan a fortalecer más el balance de los bancos, pero al mismo tiempo tomar una injerencia más importante dentro de las decisiones de estos bancos, ya sea de adquisición de parte del capital o de presiones directas para que los bancos intermedien estos recursos nuevos que se están ofreciendo y no se sienten sobre la liquidez y dejen el mercado de crédito seco.

JAE - Originalmente el gobierno de Estados Unidos había anunciado un paquete de medidas de 731.000 millones de dólares, que fue aprobado por el Congreso, y por lo que se ha dicho en los últimos días ya salió del Estado norteamericano un total de 300.000 millones hacia el sistema financiero. Sin embargo, la confianza no se ha recobrado. ¿Cómo ve el panorama?

MB - El programa original, que se aprobó todavía durante el gobierno de Bush, era de 700.000 millones de dólares, el programa que se llamaba "Tarp", el programa para reconstituir los balances de los bancos. De eso se desembolsó prácticamente la mitad y no dio el resultado esperado: no se reconstituyó el crédito. Parte de esto por lo que usted decía, por un problema de confianza entre los mismos bancos, porque hay un problema de crédito interbancario, y parte de la confianza del banco con el público, las empresas, las familias, etcétera. La segunda parte de estos 750.000 millones es lo que se está desembolsando y se ha cambiado un poco el proceso. Creo que el objetivo es que estos fondos vuelvan al sistema financiero a través de la circulación crediticia para reconstituir la demanda en el sistema de la economía real, que es el objetivo final. Los problemas de confianza son difíciles de manejar desde el punto de vista de política económica en forma directa; es una sucesión de políticas la que lleva a la reconstitución de la confianza. La expectativa en este momento es que tanto estas medidas a las que estamos haciendo mención en este momento como la intervención directa de la Reserva Federal, que es el banco central de Estados Unidos, en el mercado crediticio –hoy, el banco central de Estados Unidos está interviniendo en el mercado secundario de las obligaciones negociables, es decir, en el financiamiento de corto plazo de las empresas. Como los bancos no estaban dando crédito, el banco central sustituyó esa función, que es una labor muy poco común para un banco central. Estas dos cosas juntas, la reconstitución de los balances de la banca comercial importante en Estados Unidos, y por otro lado la intervención directa tanto del Banco de Inglaterra como de la Reserva Federal y hasta del Banco Central Europeo, la expectativa es que todo esto comience –no se puede poner fecha– a fortificar el proceso de recomposición de la confianza.

JAE - Está claro que el Estado norteamericano no va a expulsar a los accionistas de los bancos, no se va a dar una nacionalización como aclaró ayer el mismo presidente de la Reserva Federal, pero sí va a haber una intervención más directa. ¿Cree que la confianza con esta medida que se está anunciando ahora puede volver en el sistema financiero?

MB - La confianza no va a volver de forma inmediata con una medida específica, es un proceso, y estamos en parte de ese proceso. Ahora el tema de la nacionalización o no, que tiene que ver con la confianza, porque podría reconstituir la confianza saber que el Estado está envuelto en forma activa en el manejo de los bancos, lo cual no es algo aconsejable en el largo plazo, pero como mecanismo para tratar la crisis tal vez en algunas circunstancias habría que considerarlo. El Banco de Inglaterra nacionalizó al primer banco que tuvo problemas, el Norden Rock, está nacionalizado y lo está usando para mejorar las condiciones del mercado hipotecario. El tema de la nacionalización se está convirtiendo en un tema más bien semántico, más que ideológico en este momento, porque no se expulsará en forma activa a los accionistas de los bancos, pero se los diluye totalmente. El precio de sus acciones ha caído a una fracción mínima de su precio hace seis meses. De forma que al diluirse totalmente el valor de la acción del sector privado hay en la práctica un proceso de nacionalización.

EC - Usted dice que en la práctica hay un proceso de nacionalización...

MB - ...En la práctica sí...

EC - ...¿A qué órdenes llega, a qué porcentajes?

MB - En este momento no se puede hablar de porcentajes específicos porque depende de cada caso...

EC - ...Además, las fórmulas que se están utilizando son complejas de entender, por lo menos para el público común y corriente.

MB - Son complejas de entender hasta para los propios políticos que las diseñan, porque parte de la idea de estas fórmulas es darles mayor liquidez, mayor solvencia, mayor capital a los bancos, pero parte también es evitar la impresión de que el Estado se está quedando con los bancos...

EC - ...Hay mucho cuidado en esto último.

MB - Claro, pero en la práctica el gobierno decide en este momento quedarse con acciones preferidas, que pueden convertirse en acciones ordinarias. Si el gobierno tiene acciones preferidas que son convertibles en la práctica, tiene una opción a quedarse con el banco...

EC - ...El otro énfasis que se pone es que se trata de procesos transitorios, nacionalizaciones transitorias. Incluso hay quienes buscan términos mejores que nacionalización, hablan de preprivatización, una cosa por el estilo.

MB - Pero en la práctica lo que estamos viendo es que hay una injerencia mucho mayor del sector público en el sector financiero, cosa que dada la crisis probablemente sea inevitable. El término fundamental es exit policy, es decir, cuál es la política de salida de todo esto. En largo plazo habrá no solamente una mayor regulación y una mayor supervisión sobre los bancos, ¿habrá también una mayor intervención directa sobre la propiedad de las instituciones financieras? Esas son las preguntas que hoy se hacen. El término temporario es algo muy flexible; es temporario, pero va a llevar un tiempo para que se normalice el sistema financiero, porque ha sufrido un golpe de los que pasan una vez cada 50 años o más.

JAE - ¿Qué vinculaciones tiene esta situación con nuestra región?

MB - Parte del proceso de contagio –porque obviamente esta es una crisis centrada en los países centrales– se ha dado a través de una serie de canales, el tema de los commodities y el tema del comercio internacional, que se podría decir que ha colapsado; yo no creo que haya que usar una palabra tan dura, pero los niveles de comercio internacional han caído en forma extremadamente importante. Y parte importante de la caída en el comercio internacional se debe a la falta de crédito comercial, crédito para las exportaciones, de financiamiento a las exportaciones. Este colapso del comercio internacional tiene un efecto muy importante sobre las economías abiertas y las economías emergentes como las nuestras.

JAE - Usted ve un efecto más bien indirecto, no es que esta situación, esta crisis en el sistema financiero en Estados Unidos o en los países centrales tenga una afectación directa en el sistema financiero de estas regiones, sino más bien por el lado del financiamiento del comercio exterior, por ejemplo.

MB - Ese es uno de los canales, un canal fundamental para nosotros, como los commodities y el comercio. Hay un efecto crediticio también, pero tiene más que ver con el financiamiento de las empresas en los países emergentes. En países emergentes grandes, como Brasil por ejemplo, han tenido acceso no solamente el nivel soberano, el gobierno, a los mercados de financiamiento internacional, sino también las empresas han tenido también un acceso muy importante al financiamiento internacional, han estado expuestas a los vaivenes del crédito internacional porque esto las ha beneficiado y les ha permitido extender sus actividades mucho más que lo que el mercado local les permitiría. Entonces este año las empresas brasileñas necesitan renovar una parte importantísima de sus pasivos, tienen que renovar crédito, y son empresas que son sólidas, solventes, etcétera, pero el problema del crédito internacional afecta la capacidad de estas empresas –estoy hablando de Brasil, pero es el caso de muchos de los países emergentes– que tienen este problema de renovación de sus líneas de crédito, no por problemas intrínsecos de la economía en Brasil, sino más bien por los problemas financieros de que hablábamos antes. Entonces, hay un efecto adicional, no solamente a través de los commodities y el comercio, sino a través del financiamiento para las empresas. Mientras más integradas están las empresas de un país con el mercado internacional, más problemas tendrán en este momento para renovar su línea.

JAE - Y seguramente son empresas que están más vinculadas comercialmente con los países centrales.

MB - Claro, están mucho más articuladas en todo lo que es el sistema internacional. Pero no, a veces no es absolutamente necesario, hay empresas de servicios locales pero muy rentables que han logrado tener crédito internacional y por eso en este momento en los países que tienen reservas importantes las están usando para eso. No es un salvataje a sus empresas, es permitirles que paguen sus deudas en el extranjero aun cuando las líneas de crédito no se renueven. Este es un efecto importante en países muy abiertos, en economías que se han logrado integrar mucho con el sistema global.

JAE - Esta situación que se está dando en Estados Unidos y en los países centrales se puede comprar con lo que vivió la región, con lo que vivieron Argentina y Uruguay en 2001 y 2002? ¿Tiene algún punto de contacto?

MB - El punto de contacto no está tanto en el origen de la crisis, en la magnitud, por supuesto, sino más bien en los procesos de resolución de la crisis. Los procesos de resolución de la crisis que se están utilizando hoy en Estados Unidos e Inglaterra, si uno los desmenuza y los mira en profundidad, no son muy distintos de los procesos que tuvimos que utilizar nosotros. Lo que tenemos en este momento es una situación en Estados Unidos en la que los balances del sector privado están extremadamente dañados. No solamente los balances de los bancos, sino también de muchas empresas, como las empresas automotrices, las constructoras, y sobre todo el balance financiero de las familias, del sector privado, que hoy tiene muchas más obligaciones, el valor de sus pasivos es mayor que el valor de sus activos, que se ha desmoronado en el mercado bursátil, en el mercado inmobiliario, que son los activos del sector privado. Entonces tenemos un problema de balance parecido al que teníamos en nuestra región durante la crisis.

El problema es que específicamente en Argentina, pero en otros países de la región, también teníamos un problema de insolvencia a nivel estatal, tenía una deuda pública muy difícil de cumplir. Lo resolvimos en forma relativamente brutal, con un default, con una pesificación, devaluación, etcétera. Estados Unidos no puede hacer eso, no puede devaluar, ni defaultear ni nada por el estilo, no pesificar, entonces la solución puede ser precisamente es utilizar el balance del sector público, que todavía es un balance sólido, que es lo que nos faltaba a nosotros, un sector público relativamente sólido, que puede emitir deuda, emitir moneda aceptada en el mundo, puede utilizar esa parte de su balance para ir de a poco reconstituyendo y mejorando el balance del sector privado, que es parecido a lo que tuvimos que hacer nosotros en nuestra región. En ese sentido, hay un punto de contacto. Si se fija, por ejemplo, en el campo inmobiliario, en el campo hipotecario, las medidas que se están tomando son similares a las que hubo que tomar acá: suspender las ejecuciones, renovar las hipotecas en forma relativamente forzada a tasas más accesibles al público, cosa que a nosotros nos dijeron cuando tuvimos nuestra crisis en 2001, 2002 que no se podía hacer, que era una afrenta al derecho de propiedad, y sin embargo, cuando este problema afecta a los países avanzados tienen que hacerlo porque no hay otra alternativa.

JAE - Está claro que el Estado norteamericano, que viene poniendo muchísimo dinero para tratar de aguantar esta situación, termina alcanzando niveles de déficit fiscal superiores al 10%.

MB - Claro, y ese es el problema futuro, las exit policy, cómo salir de esto, no qué hay que hacer ahora, sino cuáles son las salidas a esto, porque lo que se está haciendo en este momento es probablemente lo más correcto, tratar de apagar el incendio, y para eso utilizar la capacidad de endeudamiento que tiene el gobierno estadounidense, que es todavía importante, porque el nivel de deuda con respecto al producto en Estados Unidos sigue siendo relativamente manejable. Tendrá que utilizar esa capacidad, tendrá que utilizar la capacidad de la Reserva Federal de emitir dinero que es aceptado por todo el mundo; todavía la demanda por dólares es muy alta, la tasa de cambio del dólar está extraordinariamente alta considerando la expansión monetaria que se está llevando a cabo, pero evidentemente en algún momento va a tener que tratar de corregir los daños de este incendio.

JAE - ¿Usted observa una luz al final del túnel?

MB - Yo estoy seguro de que hay una luz al final del túnel, lo observo en el campo financiero sobre todo...

JAE - ...El tema es cuándo.

MB - El tema es realmente cuándo. Y aparte hay que tener cuidado, hace unos meses me hicieron esta pregunta y yo dije lo mismo y resultó que no era una luz al final del túnel, sino un tren que se nos venía encima [...]. Pero el campo financiero hay comienzo de normalización en el mercado de crédito, esto lo tenemos que ver, no tanto el tema del capital de los bancos o todas estas políticas específicas que son más bien transacciones entre distintas partes de la economía, pero el resultado es lo que tenemos que ver. Y acá sí vemos un comienzo de recuperación del crédito... El mercado de bonos corporativos, la capacidad de las empresas, por lo menos las empresas de investment grade, las más importantes, se ha normalizado, y no solamente eso, sino que han logrado colocar bonos en el mercado en el mes de enero a un nivel récord. Hay una cierta normalización, pero en términos de la economía real de la recesión estamos en el peor trimestre, estamos en el medio del peor momento de la crisis. Creo que la luz al final del túnel vendrá hacia el final de este año en ese campo.

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Transcripción: María Lila Ltaif