Entrevistas

Milton Castellanos: A la crisis hay que encararla de manera "focalizada y consensuada"

El PIT-CNT planteó una serie de medidas destinadas a amortiguar el impacto de la crisis en el empleo. Milton Castellanos, dirigente de la central de trabajadores, indicó a En Perspectiva que ante esta situación hay que establecer "políticas focalizadas por sector" y que "la negociación de la crisis" debe ser "por consenso". Manifestó que "hay que defender los puestos de trabajo y el parque industrial" y propuso la creación de "una comisión de alto nivel que pueda monitorear este proceso" manteniéndose por fuera del proceso electoral.

(Emitido a las 9.13 hs.)

EMILIANO COTELO:
El Instituto Nacional de Estadística pospuso la divulgación de los datos de empleo y desempleo correspondientes al mes de enero según se aclaró en un comunicado emitido en la tarde de ayer.

¿Qué pasó Juan Andrés? ¿Por qué la postergación?

JUAN ANDRÉS ELHORDOY:
Sí, hay un retraso que según se explica se debe a una modificación en la Encuesta Continua de Hogares, que es la fuente de información, y a un problema informático. Es un dato que se tenía que conocer en el día de hoy y que todavía no hay plazo pero se va a demorar unos días. De todas maneras, se presume que en función de los principales datos macroeconómicos que se han difundido en las últimas semanas se va a registrar un incremento con relación al último dato informado que fue en diciembre que se ubicó en 6.8%.

EC – El impacto de la crisis internacional en el empleo acá en Uruguay es un asunto que ha ido ocupando lugares cada vez más destacados en la agenda política y social. Por ejemplo, es un capítulo que viene examinando con preocupación el PIT-CNT con su equipo de técnicos.

JAE – Sí, y ayer el PIT-CNT presentó propuestas en el marco de un gabinete productivo. Entre otras medidas o ideas planteó reducir la jornada laboral para evitar pérdidas de fuentes de trabajo. Una disminución de la jornada laboral a 6 horas para favorecer el mantenimiento de los empleos; como contrapartida, que los trabajadores tengan la posibilidad de capacitarse en términos laborales.

Otra alternativa que manejó el PIT-CNT es la posibilidad de una alternancia en los envíos a seguro de paro.

EC – Ya volveremos sobre esta discusión local pero en el mundo, ¿cómo viene este debate?

JAE – Hay ideas que se están aplicando que son distintas e interesantes. Por ejemplo, en Argentina, algunas empresas propusieron implementar un "banco de horas". Se trata de contabilizar las horas no trabajadas por el personal para que luego, después de la crisis, ese tiempo se recupere si aumenta la producción. Es un mecanismo que se considera creativo, que permite conservar el personal que las empresas han ido formando durante los últimos años y la situación se puede regularizar una vez que la situación lo permita.

Este "banco de horas" surgió como idea en Brasil y el caso más frecuente es que los operarios de la compañía por ejemplo no trabajen los viernes, y sin embargo a fin de mes o cuando sea los trabajadores cobran la jornada, cobran sus haberes sin descuentos. Es decir, trabajan un día menos pero siguen cobrando su salario igual que siempre. A cambio, los empleados le pasan a deber horas a la empresa, es decir, cuando la necesidad de producción lo requiera los empleados van a devolver esas horas y no van a cobrar las horas extras. Es una manera de atenuar el impacto concreto.

Otro camino que se está adoptando en el primer mundo tiene diferentes nombres, por ejemplo "Kaisen" -que quiere decir "mejora" en japonés- o "Blitz" -que quiere decir "rapidez" en alemán-. Se trata de aumentar la productividad de la empresa y terminar las obligaciones mensuales en el menor tiempo posible. Si hay que producir tanta cantidad de producto en un mes, lo hacemos lo más rápido posible y el resto del tiempo se usa para realizar mejoras que mejoren la productividad en el futuro.

Por otro lado, está el clásico acuerdo que ya en la región se ha empezado a ver. Por ejemplo, en Brasil, cinco centrales de trabajadores firmaron con el gobierno y con empresas un acuerdo para defender miles de empleos que están amenazados por la crisis económica de la mayor economía latinoamericana, que en algún punto establece la posibilidad de que los trabajadores cedan haberes, salarios, a favor de las empresas para que pase la crisis.


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EC – Le damos los buenos días a Milton Castellanos, dirigente de la Federación del Comercio y del propio PIT-CNT.

Después de esta introducción y con algunos antecedentes de cómo el tema se está discutiendo en el mundo, nos interesa conocer con más detalle cuáles fueron las iniciativas que la central de trabajadores llevó ayer a esta reunión con el gabinete productivo.

MILITON CASTELLANOS:
Nosotros por supuesto estamos siguiendo atentamente la evolución mundial, las diferentes alternativas que se están planteando en la región y en el mundo en torno a esta crisis que tiene una profundidad muy importante pero que además no se sabe hasta cuándo [durará]. Ese es un tema de fondo y preocupante, porque una cosa es analizar una crisis en un corto período de tiempo y otra cosa es no saber cuándo aparece la luz en el túnel. En ese marco, nosotros le planteamos al gobierno fundamentalmente la preocupación de cómo se encaraba el tema de la crisis. Antes de discutir medidas o alternativas o cosas para paliarla, lo importante era el método de cómo nosotros pensábamos que tenía que abordarse.

Y ahí le planteamos que para nosotros, más allá que sea una crisis global y que pueda afectar al país en general, creemos que hay que abordarla desde el punto de vista sectorial; no son lo mismo determinados sectores industriales que el comercio y los servicios. Entonces, le planteamos que, metodológicamente, a la crisis habría que tomarla desde el punto de vista sectorial, con políticas focalizadas por sector y no desde el punto de vista general.

EC – En ese punto no hubo diferencias con el gobierno.

MC – No hubo diferencias. Más allá de que hay temas que son de carácter general y por eso nosotros después le hicimos alguna otra propuesta -el caso del tipo de cambio, el tema de la inflación-, ellos plantean que la crisis hay que buscarla desde el punto de vista focalizado; no sólo porque las realidades son diferentes sino porque además puede pasar una tabla rasa en la que terminen pagando justos por pecadores, es decir, que a río revuelto alguien se aproveche de circunstancias difíciles y se favorezca.

EC – Una pregunta antes de seguir. Coincidiendo en que no es conveniente adoptar instrumentos a nivel general sino que conviene elegir las herramientas según los sectores y según cómo estos sectores estén pasando por los problemas, también puede ocurrir que dentro de un sector haya diferencias. ¿Ustedes también están dispuestos a que se hile más fino y se vaya a instrumentos distintos por empresas?

MC – Sí, nosotros le planteamos que el primer método es que tiene que ser focalizado. El segundo criterio general es que tenía que ser por consenso, no aceptábamos que la negociación de la crisis fuera unilateral. Acá estamos embarcados empresarios, la sociedad en general representada por el Estado, y los trabajadores. Entonces los dos primeros criterios es que tiene que ser focalizada y el segundo criterio es que tiene que ser consensuada.

Definidos esos criterios, ahí comienzan a aparecer una batería de posibilidades que se pueden tomar, como por ejemplo el planteo de la reducción de la jornada de trabajo, la compensación de ida y vuelta a través del Instituto Nacional de Empleo en torno a formación y en torno a pago de las diferencias, rotación en el seguro de paro, estímulos impositivos. Incluso estas experiencias que ustedes recién señalaban a nivel internacional que tienen sus cosas positivas y sus negativas.

Nosotros estuvimos recién en San Pablo y hablábamos en la universidad sobre cómo se aplicó en el cordón industrial paulista el problema de la rebaja del "banco de horas": la hora extra vale doble, entonces, cómo devuelvo ese horario.

EC – Sí, porque recordemos lo que decíamos a propósito de lo que se ha ensayado en Brasil. El caso más frecuente es que los operarios de una compañía que está pasando por dificultades no trabajen los viernes y cobren la semana sin descuentos. A cambio, esos empleados pasan a deberle horas a la empresa y cuando la necesidad de producción lo requiera los empleados devolverán eso que deben en horas extras. ¿Qué decía usted que tiene como dificultad?

MC – El acuerdo paulista básicamente es una reducción de la jornada y reducción salarial, son muy pocos los casos en San Pablo de "bancos de horas". El acuerdo general que se hizo por ejemplo en la industria metalúrgica -que es el cinturón paulista- es no trabajar los viernes pero reduciendo el salario, este acuerdo es por 90 días. Tiene una ventaja: mantiene los puestos de trabajo; el problema de eso es que la crisis se resuelva en 90 días, ¿qué pasa a los 90 días? Aumentan los niveles de desempleo, se hace compensación. El tema que yo le decía del "banco de horas" está bien, yo puedo estar cobrando, pero legalmente la hora extra se paga doble en Uruguay.

EC – Usted dice qué pasa cuando llega el momento de devolver esas horas cuando aumenta la producción, entonces va a ocurrir que un trabajador además de la jornada de 8 horas tiene que agregar una más por día. Cómo se calcula, cómo se hace la cuenta de la compensación cuando en teoría esa hora extra tendría que cobrarse doble.

MC – Y además porque yo levanto la intensidad del trabajo. Para eso es más fácil que la empresa me haga un préstamo y yo después se lo pague en plata, no se lo tengo por qué estar pagando con horas que valen menos si yo las trabajo; prefiero que me las pague doble y yo se las devuelvo sencillas.

JAE – A propósito de los contactos que ustedes han mantenido en Brasil y siguiendo justamente el acuerdo que se firmó en febrero, ¿ustedes estarían dispuestos a que en algunos sectores se efectivice una rebaja salarial acotada en el tiempo para evitar despidos? ¿Es una posibilidad que ustedes están manejando?

MC – Nosotros estamos manejando la necesidad de que los acuerdos sean sectoriales, focalizados y por consenso. Con esa base estamos dispuestos a discutir la más amplia gama de posibilidades.

JAE – ¿Incluyendo esta?

MC – Si definimos que los acuerdos tienen que ser sectoriales y focalizados -en una comisión central o a nivel del PIT-CNT o a nivel general- yo no puedo estar determinando cuáles son los mejores criterios. Acá ha habido diferentes experiencias en la crisis del 2002, entonces lo que hay que hacer es acordar un método.

EC – Por ejemplo, en una escalera estaría, por un lado, la posibilidad de plantear una reducción de la semana laboral, una reducción de las horas de la semana, manteniendo el sueldo. Segundo escalón: reducción de la semana laboral sin trabajar los viernes –por ejemplo–pero sin cobrar el viernes.

MC – Puede ser compensado con seguro de paro. El Instituto Nacional de Empleo tiene más de 6 millones de dólares para formación profesional. Nosotros les decíamos el otro día a unos industriales de las curtiembres por qué no utilizamos formación profesional y buscamos ahí una solución paliativa. Es decir, puede haber diferentes situaciones...

EC – ...pero también puede darse un caso de una empresa a la que le resulte necesario continuar con su nivel de actividad y con su nivel de producción pero que se encuentre con un escenario en el que su competitividad se complicó y entonces entienda que la solución es mantener la jornada laboral pero pagando menos, una reducción de salarios, ¿qué pasa en esa hipótesis?

MC – En esto nosotros estamos dispuestos, si es por defender los puestos de trabajo, si es por defender el parque industrial que Uruguay tiene hoy... Por ejemplo, bienvenida sea la inversión pública para hacer puentes y carreteras, pero yo no quiero que los trabajadores autopartistas de Uruguay, que hay miles en el seguro de paro, pasen a trabajar en la construcción; quiero que se queden ahí porque son mano de obra calificada, porque el país la necesita. Entonces yo tengo que tratar de que esa empresa no solo mantenga sus puestos de trabajo sino que no se vaya del país, porque hoy por ejemplo tenemos el drama con las curtiembres, que algunas se quieren ir, no quieren seguir procesando los cueros para los autos finos porque capaz que se van a México y ahí están más cerca de las autopartistas. Entonces acá hay que defender los puestos de trabajo, hay que defender el parque industrial, hay que ver la inversión del Estado, hay que ver un sinnúmero de cosas. Para eso tiene que haber consenso y políticas sectoriales.

Nosotros le dijimos al Poder Ejecutivo que necesitamos políticas sectoriales pero le proponemos la creación de una comisión de alto nivel con los presidentes de las Cámaras empresariales, con los miembros del Consejo de Ministros del Gabinete Productivo y la dirección del PIT-CNT a los efectos de discutir políticas macro. También está el problema del dólar, ayer salió la Unión de Exportadores diciendo que quiere un dólar más caro porque pierde competitividad, pero también tenemos el problema de la inflación.

Hay que buscar un ámbito de alto nivel que pueda monitorear este proceso -a nivel general y por sector-, una comisión de alto nivel que quede al margen de las elecciones, ya que este es un año especial.

JAE – ¿Este proceso de acercamiento ante la crisis también puede darse en el sector público? Se lo pregunto porque hasta ahora se han visto dos posiciones encontradas: por un lado el gobierno, el Estado, diciendo que puede aplicar un ajuste en abril para los salarios públicos del orden del 2%, que no puede más, y los trabajadores nucleados en Cofe reclamando un 4%. ¿También aquí puede haber un acercamiento?

MC – Aquí no es un problema de la crisis, acá hay un problema de interpretación de un convenio, son dos cosas diferentes. Lo que nosotros estamos tratando de encarar es una política por el problema del impacto de la crisis, aquí lo que hay es una interpretación entre los trabajadores públicos y el gobierno en torno a cómo se debe aplicar un convenio.

JAE – Usted dice que la crisis no estaba arriba de la mesa como un argumento de parte del Estado.

MC – Porque no es un argumento de crisis, aquí hay un problema de interpretación de un convenio. Nosotros en ese caso a lo que aspiramos es a que el sindicato del Estado y el gobierno logren un acuerdo, pero no es parte, no es que el gobierno vino y dijo "nosotros por la crisis tenemos que pagar el 2%". Acá hay una interpretación, alguien lee un convenio de determinada manera y los trabajadores lo estamos leyendo de otra.


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JAE: Pero la crisis económica también está impactando en el tipo de trabajo requerido por las empresas.

Por ejemplo, se destaca la búsqueda de personas con experiencia en recuperación de activos y gestión de cobranzas.

Por otro lado, un informe de la consultora KPMG destacó que en Uruguay, por efecto de la crisis, se registró un significativo aumento del Area de Administración y Finanzas y de Logística y Comercio Exterior. "No cabe duda que ambos incrementos se relacionan con la todavía búsqueda de la eficiencia y la mejor administración".

El mismo informe destaca que ya en noviembre, se registraba una "notable" disminución de los puestos asociados a Operaciones.

En el plano internacional, y atentos a los fraudes descubiertos en los últimos tiempos, surgió la demanda de "forenses de las finanzas". Se trata de economistas transformados en detectives que investigan incentivos que subyacen en la actividad criminal.

Un artículo publicado por El Observador el pasado sábado, explicó  precisamente esta actividad. Como ejemplo real, se mencionó el descubrimiento de una empresa que estaba enviando armas a Angola en violación del embargo impuesto por las Naciones Unidas. Los economistas analizaron las reacciones en la bolsa de valores a las noticias sobre una tregua para ver qué acciones habían sufrido las peores perdidas. Descubrieron que los violadores del embargo sufrirían las peores consecuencias.

En un plano menos sofisticado, el diario Perfil de Buenos Aires informó el sábado pasado que por efecto de la crisis económica, los tarotistas, astrólogos y videntes tienen más trabajo. Estiman que el crecimiento de la actividad es del 30% debido a que la mayoría de los pacientes llegan con angustias referidas al trabajo o al dinero, especialmente aquellos que pertenecen a las clases media alta y alta.