Análisis Económico

El Banco Central informó que el déficit fiscal aumentó en febrero

Análisis económico de Pablo Rosselli, de la consultora Deloitte

(emitido a las 8.30 hs.)

JUAN ANDRES ELHORDOY (JAE):
Esta semana se conocieron diversos indicadores relevantes para el análisis de la marcha de la economía del país. En concreto, el gobierno publicó cifras de deuda pública y también divulgó los resultados fiscales a febrero de este año.

En el espacio económico de hoy les proponemos examinar esas cifras. ¿Cómo se comportan los resultados fiscales? ¿Hay espacio para una política fiscal más expansiva que permita atenuar los efectos de la recesión internacional? En seguida el diálogo es con el economista Pablo Rosselli, de la consultora Deloitte.


Comencemos repasando los datos del Banco Central.


PABLO ROSSELLI (PR):
El gobierno señaló en su comunicado que en el año móvil a febrero el déficit fiscal -después del pago de intereses- se situó en 13.336 millones de pesos. El comunicado señala que esa cifra equivale aproximadamente a 1,9% del PIB, como tú decías. Nosotros estamos trabajando con una estimación de PIB para ese año móvil de 680.000 millones de pesos (unos 28.300 millones de dólares al tipo de cambio actual), que indica entonces que el déficit fiscal fue de 2% del PIB, es una diferencia mínima (de una décima) entre las dos estimaciones.

De todas maneras y como comentabas recién, los datos de febrero resultan peores que los de enero. Con nuestras estimaciones de PIB, que en definitiva no difieren sustancialmente de las del gobierno, el déficit fiscal había sido de 1,7% del PIB en el año móvil terminado en enero. A su vez, el cierre de 2008 había mostrado un déficit de 1,4% del PIB.


JAE: ¿Y cómo se comportó el resultado primario, antes del pago de intereses?


PR: Mostró la misma tendencia. El resultado primario se situó en 0,9% del PIB en los datos a febrero, frente a 1,4% del PIB al cierre de 2008. El aumento del déficit fiscal obedece esencialmente a una caída del superávit primario.


JAE: ¿Y a qué obedece esa caída del superávit primario? Te lo pregunto porque en su comunicado el gobierno apunta a los mayores costos de generación de energía eléctrica producto de la falta de lluvias.


PR: Los resultados de las empresas públicas continuaron bajando en los primeros dos meses de este año. El comunicado del gobierno señala esos mayores costos de generación.

En realidad, y esto lo hemos comentado numerosas veces en el programa, se está observando un descenso sistemático de los resultados de las empresas públicas desde mediados de 2007. A partir de los datos que publica el gobierno y computando los dividendos de las empresas dentro de los resultados de éstas -en lugar de considerarlos un ingreso del gobierno central y un costo para las empresas- y corrigiendo también las fluctuaciones que se generan por la variación de stocks de petróleo de ANCAP, el resultado primario consolidado de las empresas públicas bajó en casi 2,5% del PIB en la comparación de los niveles actuales -del último año móvil- y los niveles que teníamos a mitad de 2007. En ese deterioro de resultados inciden, en rigor, dos aspectos. Por un lado, hay mayores costos de generación de electricidad, y también mayores costos de petróleo. Pero por otro lado incide la decisión del gobierno de no trasladar a las tarifas esos mayores costos. Esa decisión a su vez obedece a la necesidad de contener las presiones inflacionarias. Pero como comentamos otras veces, del hecho de que tenemos mayores costos de generación no deberíamos inferir de que estamos enteramente ante un deterioro circunstancial de los resultados de las empresas públicas.




JAE: ¿Cuánto fue el deterioro en ese caso?


PR:  2,5% del producto es lo que se han reducido los resultados primarios de las empresas públicas. Es decir, hay un costo fiscal muy importante detrás de esa decisión. Y por otro lado, en esa perspectiva más larga, de un año y medio, también se ha observado un deterioro de los resultados del gobierno central que no tienen que ver con la sequía.


JAE: En tus comentarios está implícita una preocupación, que de hecho han marcado otras veces. Pero en este contexto, ¿queda algún espacio para que la política fiscal sea más expansiva, como está ocurriendo en otros países a efectos de paliar los efectos recesivos de la crisis internacional?


PR: Sucede que la política fiscal fue adquiriendo un signo claramente expansivo en 2007 y 2008, signo expansivo que se expresó en un descenso del superávit primario del gobierno (a pesar de que, como decíamos recién, la suba de la recaudación generaba condiciones para un aumento del resultado primario) y que se expresó también en la decisión de que las cuentas públicas absorbieran el impacto de los mayores costos de la energía.

Las perspectivas para lo que resta del año, con el gasto en salarios subiendo a razón de casi 9% en términos reales (en la comparación enero-febrero 2009 con enero-febrero 2008), con aumentos también en las inversiones y con un riesgo de descenso de los ingresos tributarios medidos en términos reales -por el panorama recesivo- son de que el resultado primario continúe bajando.


JAE: ¿Cuánto más podría bajar el superávit primario?


PR: Es difícil saberlo. Eso dependerá de la evolución de los ingresos pero también de decisiones discrecionales del gobierno, típicamente de la política de tarifas. Pero no deberíamos sorprendernos si termináramos con un resultado primario todavía menor, y eso bien podría ocurrir si las tarifas no se ajustan de forma de compensar cualquier desvío en los ingresos tributarios.

Ahora, los niveles actuales de superávit primario son ya muy bajos.


JAE: ¿Bajos en relación a qué?

PR: Bajos en el sentido de que no permiten que la deuda pública, que es elevada, presente un descenso paulatino en los próximos años. Por cierto, si se piensa que en 2010 tendremos una recuperación fuerte de la economía mundial y de la actividad económica en nuestro país, no tendría por qué preocupar que el resultado primario siga cayendo este año.

Pero como hemos comentado otras veces en el programa, las perspectivas de recuperación de la economía mundial son muy inciertas. Y si los agentes perciben que no hay un horizonte claro de recomposición de las cuentas públicas, eso puede derivar en un deterioro de las expectativas de los inversores hacia nuestro país, con efectos negativos en las variables financieras (dólar, tasa de interés, riesgo país) y con consecuencias de retracción de la demanda privada en prevención a la posibilidad de un ajuste recesivo el año próximo. Por esa razón, a nuestro juicio no hay espacio para pensar en una política fiscal más expansiva.