Análisis Económico

¿Qué marcaron las últimas cifras de inflación y desempleo?

Análisis económico de Tamara Schandy, de la consultora Deloitte

(emitido a las 8.35 hs.)

JUAN ANDRES ELHORDOY (JAE):
La semana pasada se divulgaron dos datos que no queríamos dejar pasar. Por un lado, el INE informó que la inflación de marzo fue de 0,77%, superior a la que esperaban los analistas según la encuesta de expectativas del Banco Central. Por otro lado, también se divulgaron nuevas estadísticas del mercado de trabajo, que indicaron una caída en el desempleo aunque con comportamientos disímiles por áreas. Les proponemos entonces dedicar nuestro espacio de análisis económico de hoy a revisar estos datos con la economista Tamara Schandy, de la consultora Deloitte.

Empecemos por el dato de inflación de marzo. El aumento de precios fue algo más alto que el que indicaba la encuesta de expectativas del Banco Central. ¿Cómo interpretaron ustedes este nuevo dato?


TAMARA SCHANDY (TS):
Nosotros teníamos un pronóstico de 0,7% para marzo, algo por encima del que marcaba la mediana de la encuesta de expectativas del Banco Central, que era de 0,6%. La inflación terminó siendo de 0,77%, ligeramente por encima de nuestro pronóstico.

El aumento se explicó en buena medida por la suba en el rubro de enseñanza, que es un rubro muy estacional, que suele mostrar ajustes en marzo con el comienzo del año lectivo. También hubo una incidencia de la suba del boleto que se dispuso a mediados de marzo. Eso agregó algo más de una décima en la inflación de marzo. Luego tuvimos también aumentos en los precios de varios alimentos que en meses anteriores habían evolucionado a la baja. El caso más notorio aquí es el de la carne. En promedio, el precio de los cortes de carne que están considerados en la canasta de consumo subió 3,8% y eso tuvo una incidencia de prácticamente dos décimas en la inflación del mes.

Hasta aquí las subas más destacadas. Luego, en sentido contrario y amortiguando esos aumentos, se destacaron las caídas de los precios de las frutas y verduras (de 4,2% en promedio) y también un impacto deflacionario de la reducción de la tarifa del taxi.


JAE: ¿La baja del taxi no había sido en febrero?


TS: Sí, pero como fue a fines del mes la rebaja dejó un arrastre importante en la medición de marzo. La mayoría de los días de febrero transcurrieron con la tarifa "alta" y entonces la comparación mes a mes arroja una caída.


JAE: Como la inflación de marzo fue menor a la de marzo de 2008 la medición habitual de la inflación, en doce meses, cayó. de 7,9% a 7,5%. ¿Vamos a seguir viendo una trayectoria descendente en lo que queda del año?


TS: Probablemente no va a ser un descenso tan fuerte como el que se procesó hasta ahora. Nuestros modelos apuntan a una inflación por debajo de 7,5% para fin de año, pero seguramente va a haber oscilaciones mes a mes, no va a ser un descenso lineal.

De todas formas, también me gustaría agregar que si bien esa es nuestra proyección central, seguimos viendo un riesgo no menor de que la inflación no descienda todo lo que sugieren nuestros modelos. Básicamente, y como hemos señalado otras veces en este espacio, nos parece que los salarios están creciendo a un ritmo muy fuerte, en muchos casos inconsistente con la marcha de la productividad de las empresas. Eso, en definitiva, supone un riesgo desde el punto de vista del empleo pero también un riesgo inflacionario, porque las empresas podrían trasladar a precios el encarecimiento de los costos salariales.

Y el dato de marzo en alguna medida marcó que ese riesgo está bien presente.


JAE: ¿Por qué?


TS: Porque la inflación de los bienes y servicios que nosotros llamamos "no transables", que son bienes y servicios cuyos precios no se fijan de acuerdo a referencias internacionales sino que dependen básicamente de la relación entre oferta y demanda local, fue de 1,4% este mes. Eso equivale a un ritmo de expansión anual de 18%. Como decía antes, en marzo hubo un aumento fuerte del rubro enseñanza, que es muy estacional y tiene un peso fuerte en esta canasta de "no transables". Pero aun excluyendo enseñanza, la suba mensual en los "no transables" fue de 0,8%, equivalente a un 10% anual. Eso está marcando que las presiones inflacionarias en el frente doméstico todavía son fuertes.


JAE: Bien, queda claro el panorama en materia de inflación. Pasemos entonces a las estadísticas del mercado de trabajo. Después de la suba del desempleo que se había producido en enero, las cifras oficiales marcaron una baja en febrero, a 7,3% a nivel del total del país.

TS: Es verdad. Eso sugiere que en el dato de enero (que marcó un desempleo de 7,8%) pudo haber algo de estacionalidad. En diciembre suele verse un aumento del empleo por la zafra de los comercios durante las fiestas y luego hay un aflojamiento en enero.

Pero de todas formas, las series mensuales de empleo son bastante recientes como para identificar con certeza (con significación estadística) un componente estacional. Además, al margen de eso, el análisis de las cifras de febrero marca situaciones bastante diferentes en Montevideo y en el interior.


JAE: ¿Podemos ahondar un poco más en esas tendencias?


TS: En Montevideo el desempleo bajó de manera bien notoria, de 8,4% en enero a 7,1% en febrero. Eso se dio en el marco de una recuperación del nivel de empleo, que pasó de 59% de la población en edad de trabajar a 60,5%, que es la misma tasa de empleo que había en diciembre. El desempleo no bajó más, no alcanzó la tasa de diciembre (que había sido de 5,9%), porque simultáneamente se dio un aumento en la cantidad de personas buscando trabajo. Pero en definitiva, el nivel de empleo subió de manera visible.


Ahora, en el interior la situación es bastante diferente. En el interior la tasa de empleo había caído muy marginalmente en enero pero en febrero cayó más, de 58,5% a 57,7%. Son casi 13.000 puestos de trabajo menos. Entonces, en el interior se da la situación inversa que en Montevideo: hubo cierta mejora en el desempleo (aunque más marginal), pero no por un aumento del empleo. Todo lo contrario, el empleo cayó y la tasa de desempleo no fue mayor porque hubo menos gente buscando trabajo. Recordemos que las estadísticas contabilizan como desempleados únicamente a quienes están buscando trabajo y no lo encuentran.


JAE: ¿Qué deberíamos esperar para los próximos meses en materia de empleo?


TS: Como hemos señalado otras veces, nosotros estamos trabajando sobre la base de un contexto recesivo en Uruguay, con probables caídas del PBI a nivel trimestral. En ese escenario, nos parece que va haber empresas que van a seguir reduciendo su plantilla de empleo y, sobre todo, que las empresas van a guardar mucha cautela a la hora de contratar nuevos trabajadores (por la incertidumbre a nivel macro pero también por la rigidez que supone el marco de aumentos salariales que está vigente). Por eso, tendemos a pensar que es probable que veamos un descenso de la tasa de empleo. En el 99, por ejemplo, se vio una caída de la tasa de empleo más bien moderada, en torno a 4%. Esa puede ser una buena referencia para tener en mente.

A nivel de la tasa de desempleo la proyección es más difícil, porque como comentábamos antes la evolución no depende sólo de qué sucede con el empleo sino de si la gente busca o no trabajo. Lo que mostró la crisis anterior es que la gente no se desalentó de forma rápida. Los niveles de desempleo actuales son muy bajos para lo que han sido los parámetros de Uruguay, así que parece razonable pensar que la cantidad de personas buscando trabajo se va a mantener en niveles relativamente altos. En ese caso, con la tasa de empleo cayendo 4%, por ejemplo, no debería sorprendernos si vemos subir el desempleo a tasas del orden del 10%.