¿Cuáles son los primeros impactos de la crisis en el sector externo de Uruguay?
Análisis del economista Alfonso Lema, de la consultora Deloitte
(emitido a las 8.35 hs.)
JUAN ANDRES ELHORDOY (JAE):
La semana de turismo dejó bastante inadvertido un dato significativo. El año pasado se observó un déficit muy alto (de más de 1.000 millones de dólares) en la cuenta corriente de la balanza de pagos.
¿Cómo se explica ese déficit? ¿Es un factor de preocupación? Por otro lado, ¿a cuánto ascendió la inversión extranjera, que ha sido tan importante para el crecimiento de los últimos años? ¿Hubo cambios significativos en los flujos financieros y de inversión en los últimos meses de 2008, con la agudización de la crisis internacional? En seguida, conversamos con el Cr. Alfonso Lema, socio de la consultora Deloitte.
La cuenta corriente mostró un déficit muy grande el año pasado. de 1.119 millones de dólares. ¿Cómo se debe interpretar ese desequilibrio?
ALFONSO LEMA (AL):
Ese déficit nos está diciendo que el nivel de gasto doméstico superó la producción realizada por el país. En otras palabras, considerando bienes y servicios, el país importó más de lo que exportó.
Ese déficit de 1.119 millones representa un 3,5% del PIB. Se trata de un desequilibrio muy significativo, que contrasta con el cierre del año anterior. Al cierre de 2007 se había registrado un déficit de apenas 80 millones de dólares. En 2006 habíamos tenido un déficit de algo menos de 400 millones de dólares.
JAE: ¿Cómo se explica el resultado del año pasado? ¿No es un factor de preocupación?
AL: Los déficits en cuenta corriente son siempre un factor a considerar con cuidado. Cuando el país tiene un déficit alto en cuenta corriente quiere decir que el gasto supera a la producción, algo que no se puede mantener indefinidamente en el tiempo.
Sin embargo, hay dos aspectos centrales a tener en cuenta en este caso.
JAE: ¿Cuáles son esos aspectos?
AL: En primer lugar, el año pasado hubo una incidencia muy importante de las importaciones de energía. Por falta de lluvias el país debió importar más energía eléctrica y más petróleo para uso en las centrales térmicas. Y además debió pagar precios muy altos por las compras de petróleo. La cuenta de petróleo, destilados y energía eléctrica se incrementó en 1.325 millones de dólares en relación a 2007.
Con lluvias más normales y con los precios actuales del petróleo en los mercados internacionales, ese incremento del costo de la energía debería revertirse en 2009. Desde ese punto de vista, el déficit del año pasado tiene un fuerte componente transitorio. Los precios actuales del petróleo, inclusive, son bastante más bajos que los que tuvimos en el promedio de 2007.
El otro factor tiene que ver con la forma de financiación del déficit de la cuenta corriente.
JAE: ¿A qué te estás refiriendo?
AL: Me estoy refiriendo concretamente a la magnitud que ha adquirido la Inversión Extranjera Directa (IED). En el conjunto de 2008, la Inversión Extranjera Directa sumó 2.050 millones de dólares. Hay veces que la Inversión Extranjera Directa suma presión sobre las importaciones, si viene acompañada -por ejemplo- de grandes inversiones de capital que requieren importar maquinaria y equipos del exterior. Pero sobre todo, lo que quiero marcar es que los ingresos de capitales que financian decisiones de inversión directa de extranjeros en emprendimientos o empresas en Uruguay superó largamente el déficit de cuenta corriente.
JAE: ¿Por hacés esa comparación?
AL: Esa comparación es relevante porque si la Inversión Extranjera Directa no alcanza para cubrir el déficit de la cuenta corriente, entonces alguien en el país, el sector público o el sector privado, debe endeudarse con el resto del mundo para financiar esa brecha. Eso no sucede en Uruguay, en los últimos años la IED ha subido fuertemente. En 2004 alcanzaba a solamente 300 millones de dólares, en 2005 subió a 800 millones de dólares, en 2006 fue de casi 1.500 millones de dólares, en 2007 fue de 1.100 millones de dólares y el año pasado superó, como decía, los 2.000 millones.
En los últimos años hemos tenido niveles muy importantes de inversión extranjera que siempre superaron largamente el déficit de la cuenta corriente. Esto contrasta con lo que sucedía en los años 90, cuando el país vivía un boom de consumo, con déficits en la cuenta corriente que debían ser cubiertos con endeudamiento (principalmente con endeudamiento del sector público, que también tenía sus cuentas en números rojos). No estamos entonces en una situación como la de los años 90.
JAE: Si te parece, miremos un poco más en detalle a la cuenta corriente. Decías que ese déficit tuvo un componente transitorio asociado al costo de la energía, ¿pero qué ocurrió en materia de servicios?
AL: La cuenta corriente mostró un déficit, decíamos, de 1.119 millones de dólares. Eso resulta de un déficit comercial en mercaderías (diferencia entre exportaciones e importaciones de bienes) de 1.555 millones de dólares. Ese desequilibrio aumentó básicamente en 1.000 millones el año pasado por el impacto de la energía que mencionábamos recién.
En la cuenta corriente entran varios rubros más. Uno de ellos es, justamente, el intercambio comercial de servicios, que es muy importante en el país. Yendo a tu pregunta, el país obtuvo un superávit de servicios de más de 740 millones de dólares, algo mayor a lo observado en 2007.
JAE: ¿Cuánto incide el turismo en esa cifra?
AL: En el superávit de servicios el turismo es clave. Los ingresos de divisas por turismo superaron los 1.040 millones de dólares el año pasado. Los uruguayos también viajamos al exterior y en esos viajes gastamos más de 350 millones, pero el saldo positivo es muy significativo, el turismo dejó en términos netos 685 millones de dólares, explicando la gran parte del superávit en el comercio de servicios.
Eso no quiere decir que el resto de los servicios no sea importante. El saldo comercial en el resto de los servicios -la diferencia entre exportaciones e importaciones de otros servicios (por ejemplo de servicios de transporte, logísticos, servicios tercerizados por poner algunos ejemplos)- es reducido, es un superávit de unos 60 millones, pero el volumen de exportaciones y de importaciones es muy significativo. El país exportó e importó servicios -dejando de lado el turismo- por más de 1.000 millones de dólares el año pasado.
JAE: Para ir terminando, ¿cómo están viendo los posibles impactos de la crisis? Te lo pregunto porque hemos conocido datos en los últimos meses de caídas importantes en las exportaciones. Decías que el déficit en cuenta corriente del año pasado tenía un componente muy transitorio por la energía. ¿No es un tema de preocupación, entonces?
AL: La caída del petróleo genera condiciones para una reducción significativa del déficit en cuenta corriente este año. De todas maneras, también es cierto que las exportaciones están cayendo a un ritmo muy fuerte. Nosotros pensamos que también habrá un descenso de las importaciones, aún si excluimos el petróleo, porque la economía está ingresando en una fase recesiva.
Pero de todos modos tendremos que seguir mirando de cerca la evolución de la cuenta corriente. El contexto financiero internacional actual supone más riesgos de dificultades de financiamiento para los países que presenten déficits importantes en su cuenta corriente.
JAE: ¿Y cómo son, justamente, las perspectivas de financiamiento para nuestro país? ¿Seguirá firme la inversión extranjera, que como decías ha sido clave? ¿La crisis internacional ha tenido impactos financieros en los últimos meses sobre nuestro país?
AL: El año pasado, además de recibir inversiones extranjeras directas por más de 2.000 millones de dólares, el país recibió ingresos de capitales financieros por 1.200 millones de dólares. Esos más de 3.000 millones de ingresos de capitales al país entre inversión extranjera y movimientos financieros cubrieron largamente el déficit de la cuenta corriente y permitieron al Banco Central incrementar sus reservas en más de 2.000 millones.
En los últimos meses, sin embargo, con la agudización de la crisis internacional se observaron algunos cambios. En particular, el sector privado dejó de ingresar capitales (de hecho se produjo un retiro de capitales financieros pequeño, de unos 275 millones de dólares) y fue el sector público quien comenzó a ingresar capitales al país, a través de la utilización de líneas de crédito con organismos multilaterales.
JAE: Entonces, ¿cuál es la síntesis?
AL: En definitiva, en Uruguay también se sienten las consecuencias financieras de la crisis. Para el país será más difícil contar con financiamiento privado.
El gobierno cuenta con líneas de crédito del exterior que está utilizando. La Inversión Extranjera Directa seguirá siendo importante, pero probablemente será bastante inferior a la que tuvimos el año pasado como consecuencia de la crisis.
Por eso es importante cuidar la evolución de la cuenta corriente. Aunque en principio pensamos que el país no tendrá problemas importantes de financiamiento al menos este año, tampoco sabemos con certeza cuánto tiempo durará la crisis internacional, una crisis más larga puede derivar más adelante en mayores restricciones financieras.