Análisis Económico

Optimismo en mercados bursátiles, pero datos negativos en la economía real de EEUU. ¿Qué significa esto para la economía mundial y uruguaya?

Análisis del economista Pablo Rosselli, de la consultora Deloitte

(Emitido a las 8:29 horas)


JUAN ANDRES ELHORDOY (JAE):
En las últimas semanas se produjo una fuerte recuperación de los valores de las acciones en los principales mercados del mundo.

Lógicamente hay fluctuaciones diarias, pero los valores son notoriamente mayores que los mínimos que teníamos en marzo.

Por otro lado, en contraposición con ese optimismo que denotan las variables financieras, siguen apareciendo datos negativos de la economía real. Este miércoles, en Estados Unidos se supo que en marzo cayeron las ventas minoristas y la producción industrial. También sorprendió el dato de inflación, con la primera caída en términos anuales del IPC (Índice de Precios al Consumo) desde 1955, lo que se interpreta como otra señal de debilidad de la demanda.

¿Cómo interpretar señales tan contradictorias? ¿Cuán profunda será la recesión mundial? ¿Qué perspectivas surgen a partir de estos nuevos datos? El diálogo será con el economista Pablo Rosselli, de la consultora Deloitte.

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JAE: Antes de ver los datos de la economía real, vamos a detenernos en el optimismo bursátil de las últimas semanas. ¿Cómo lo interpretan ustedes?

PABLO ROSSELLI (PR):
En las últimas semanas los mercados operaron en un marco de optimismo en torno a las posibilidades de una recuperación pronta de la economía mundial. Las acciones, más allá de las fluctuaciones diarias, acumularon ganancias importantes respecto a los valores mínimos que habíamos observado a principios de marzo. El Dow Jones acumuló ganancias del orden de 15%, el Nasdaq de 20%. En otros mercados vimos subas muy importantes: Nikkei, de Tokio, subió 25%, l índice Dax, de Francfort, subió 17%.

El comportamiento de las acciones es siempre relevante para interpretar la marcha de la economía, porque las variables financieras suelen anticiparse a los cambios del ciclo económico. Entonces, esas subas de las acciones daban lugar a cierto optimismo en torno de una recuperación rápida de la economía mundial.

JAE: ¿Suelen anticiparse?

PR: Sí, es una variable que siempre se está atendiendo, porque suelen reaccionar antes que las variables de la economía real.

JAE: ¿Y ustedes cómo vienen interpretando esos datos?

PR: A pesar de que también se ha observado un repunte de varias materias primas y de que ha bajado el riesgo país en las economías emergentes: todas señales que apuntan en una dirección favorable, nosotros seguimos pensando que todavía sería prematuro contar con una recuperación fuerte y rápida de la economía mundial.

En otros episodios recesivos hemos visto algunos rallies o subas de las acciones como las de estas semanas, que luego fueron seguidas de nuevo a ajustes bajistas. A pesar de la recuperación de estas semanas, las acciones siguen estando muy debajo de los niveles de 2008. Si tomamos como referencia la caída de las acciones (del Dow Jones) de la crisis del 29 (que es una referencia válida en tanto la magnitud de la caída actual es bastante comparable con aquella), vemos que el repunte de ahora no es diferente a otros repuntes que se habían observado en aquella ocasión.

JAE: Pasemos a los datos que se conocieron ayer, datos negativos. ¿Cómo vieron esas cifras?

PR: Sí, pero así como decíamos que a nuestro juicio sería apresurado concluir que la recuperación de las acciones es un indicio claro de una recuperación pronta de la economía de Estados Unidos y mundial, con la misma cautela debemos analizar los datos negativos que surgen de la economía real.

JAE: ¿Por qué?

PR: Porque por varios meses más vamos a seguir viendo datos negativos de actividad económica en varias economías del mundo y en particular en Estados Unidos. La economía sigue, todavía, en una senda recesiva que durará por lo menos algunos meses más.

Igual algunos datos de ayer marcan la severidad de la recesión en Estados Unidos.

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JAE: Veamos algunas cifras...

PR: Por un lado, se supo ayer que las ventas minoristas bajaron en marzo un 1,1% medidas en dólares corrientes, un descenso significativo que no era muy esperado por los analistas. Se trata de datos preliminares, pero en principio fueron negativos.

En el último año, frente a marzo de 2008, la caída acumulada es de 9,4%. Si se excluyen las ventas de automóviles (que bajaron 23,5% en el último año, es lógico: son los bienes más sensibles a la caída de los ingresos), las demás ventas bajaron un 6%. Eso sigue siendo una contracción importante.

La caída de las ventas está marcando que el consumo privado, un motor clave del crecimiento económico de Estados Unidos en los últimos años, se está contrayendo a un ritmo  muy importante como consecuencia de la pérdida de empleos, que asciende a 5,1 millones de puestos de trabajo desde que comenzó la recesión en diciembre de 2007 y que llevó la Tasa de Desempleo a un máximo en 25 años de 8,5%.

JAE: ¿Y qué sucedió con la producción industrial? ¿A qué se atribuye el descenso de marzo?

PR: En marzo la producción industrial registró una baja de 1,5%, a pesar de que hubo un repunte en la fabricación de automóviles y en la actividad de las llamadas utilities (empresas de generación, distribución y comercialización de energía y agua potable).

El factor explicativo de la contracción es que las empresas que venden los productos a los consumidores finales y las empresas que venden insumos para otras industrias procuran bajar sus inventarios de productos terminados. En la economía no hay crédito y las empresas deben cuidar sus disponibilidades; ante la expectativa de menores ventas en los meses siguientes las empresas reducen las compras para bajar sus stocks.

JAE: ¿Cuánto ha caído la producción industrial desde que comenzó la recesión?

PR: Cayó 13% en relación a diciembre de 2007. Es la caída más aguda desde la finalización de la Segunda Guerra Mundial. En aquella oportunidad, la finalización de la Guerra derivó en una fuerte caída de la producción de armamento y equipamiento militar y entonces la producción bajó 35%.

La contracción de la producción industrial en esta recesión no tiene antecedentes en varias décadas. Los niveles actuales de producción suponen un retroceso hasta los registros de 1998. Quiere decir que se borraron ganancias de producción de 10 años.

JAE: Los números de inflación de ayer volvieron a traer temor por la deflación. Pero, por otro lado, hay analistas que marcan un riesgo de inflación para Estados Unidos a partir de toda la emisión monetaria que está realizando la Reserva Federal. ¿Cómo puede haber visiones tan disímiles?

PR: Hay un debate entre los analistas acerca de si la política de expansión monetaria que está llevando adelante la Reserva Federal desembocará o no en una suba fuerte de la inflación. Pero ese debate es básicamente de mediano plazo. Mientras la economía esté en recesión, difícilmente se producirán presiones inflacionarias fuertes.

Ayer se supo que los precios al consumo cayeron 0,1% en marzo y eso determinó que en la medición anual se observara una caída del IPC de 0,4%. No es una caída importante y está muy influida por la baja de los precios de la energía. El IPC sin energía y sin alimentos frescos (lo que llamamos inflación subyacente) subió 1,8%. Es la primera vez desde 1955 que hay un descenso del IPC en una medición anual y eso pauta un marco de debilidad muy importante de la demanda interna y un riesgo de que se observen caídas adicionales de precios. La deflación, en un contexto de alto endeudamiento de las familias, es muy problemática porque encarece el valor de las deudas y retroalimenta la contracción del crédito.

JAE: Para ustedes, el panorama recesivo sigue firme en Estados Unidos a partir del repunte de las bolsas...

PR: En principio sí. A nuestro juicio, debemos pensar que este año tendremos una retracción fuerte de la economía de Estados Unidos y con cautela debemos prever una recuperación moderada para el año próximo.

Las proyecciones de los analistas apuntan a un descenso del PIB (Producto Interno Bruto) de Estados Unidos de 2,5% para este año. La producción mundial de bienes y servicios caería entorno de 1%, la primera caída desde la Segunda Guerra: todo eso pauta la magnitud de la crisis.

EMILIANO COTELO (EC):
¿Y cómo pega esto en nuestro país? Te lo pregunto porque algún oyente nos consultaba acerca de este tema. Planteaba en un mail que, por un lado, se presenta un panorama muy sombrío para la economía mundial, pero por otro lado en nuestro país se siguen anunciando proyectos de inversión. Esto venía a cuento de la entrevista que hacíamos con el contador Mario Garbarino a propósito del desarrollo que va a tener todo el complejo del Punta Carretas Shopping.

PR: Está bien la pregunta. Nosotros hemos comentado varias veces que, a nuestro juicio, nuestro país no escapará al contexto recesivo mundial. Estamos previendo que el PIB va a mostrar algunos descensos trimestrales este año. Ya hemos observado una retracción de las exportaciones y la producción industrial presentó un descenso fuerte en los últimos meses, que nos deja un efecto arrastre de 7,5% negativo, si consideramos la producción sin refinería de petróleo y sin Botnia.

Ahora, eso no cambia el hecho de que el país se ha vuelto más atractivo para la inversión. Ha aumentado en los últimos años la inversión extranjera y la inversión realizada por inversores y empresas nacionales.

De todas maneras, este año vamos a ver un descenso significativo de la inversión, porque hay mucho menos financiamiento disponible en el mundo y porque la crisis internacional y las incertidumbres que plantea alientan la cautela de las empresas.

Esa proyección no se contrapone con anuncios de proyectos de inversión importantes, que igual se van a llevar adelante, pero hay que tener presente que la inversión total en capital fijo en el país ascendió a unos 6.000 millones de dólares el año pasado. No podemos perder esa referencia para evaluar la incidencia de cada proyecto en el total de la inversión. Seguiremos teniendo muchos proyectos de inversión, pero la inversión probablemente sea más baja que la del año pasado.