Análisis Económico

¿Cómo se está comportando la inversión en Uruguay y cuáles son las perspectivas para este año?

Análisis del economista Alfonso Lema, de la consultora Deloitte


(emitido a las 8.30 hs.)

JUAN ANDRES ELHORDOY (JAE):
La semana pasada, la Cámara de Industrias publicó su informe relativo al desempeño de la inversión en el segundo trimestre de 2009. Según el informe, la inversión en maquinarias y equipos registró un descenso de 13% frente al mismo trimestre de 2008.

El tema de las inversiones se ha instalado en nuestra campaña electoral, por eso nos pareció que valía la pena abordarlo desde una perspectiva técnica. En seguida, dialogamos con el Cr. Alfonso Lema, socio de la consultora Deloitte.

Para ordenar el tema comencemos por explicar los distintos conceptos de inversión que se manejan en el debate, para luego pasar al análisis de lo que está ocurriendo.


ALFONSO LEMA (AL):
El concepto más importante de inversión tiene que ver con la acumulación de activos fijos o bienes de capital. Los activos fijos son aquellos bienes (maquinarias, equipamientos, construcciones, entre otras) que se utilizan en la producción de otros bienes y servicios en forma reiterada durante varios ejercicios económicos. La duración de esos bienes es la clave, por ejemplo, para distinguirlos de las materias primas e insumos que se utilizan también en la producción pero que duran una sola vez.

La acumulación de bienes de capital es imprescindible para el crecimiento sostenible de la actividad económica y el empleo. Ese concepto de inversión es medido en nuestras cuentas nacionales.

Un segundo concepto de inversión que se utiliza mucho es el de inversión extranjera directa o IED, que tiene que ver con el origen de los fondos.


JAE: ¿Y cómo se diferencia la inversión extranjera directa del concepto anterior que mencionabas?


AL: La IED consiste en que empresas del exterior inviertan en activos en el país con el ánimo de controlarlos, de establecerse y de operar en el país. Esa inversión extranjera directa puede venir a incorporar nuevos activos (como por ejemplo hizo Botnia, que construyó una planta industrial) o puede venir a comprar activos que ya existen, empresas que ya están operando, o campos por ejemplo. Si la inversión extranjera directa incorpora nuevos activos, constituye desde la perspectiva de las cuentas nacionales una inversión nueva en activos fijos. Si compra activos existentes, no constituye inversión nueva.


JAE:  ¿Quiere decir que el concepto de inversión nueva en activos fijos en más relevante?


AL: Los dos conceptos son relevantes. Sin dudas, el crecimiento económico requiere incorporar activos nuevos. A su vez, en un país de baja tasa de ahorro como Uruguay, aumentar la inversión requiere financiamiento externo. Ese financiamiento puede venir en la forma de créditos, que suelen ser volátiles y de plazos a veces cortos, o en la forma de inversión extranjera directa. La IED es la mejor forma de financiamiento externo que puede recibir el país. Además, la IED trae tecnología, trae nuevas formas de hacer las cosas, lo cual contribuye de manera muy significativa a incrementar la productividad en la economía. El crecimiento económico surge de incorporar más inversión (más bienes de capital), para lo cual se precisa financiamiento externo, y de utilizar en forma más productiva los bienes de capitales que tenemos.


JAE: Pasemos a las cifras. Hay muchas cifras en el debate político estos días. La semana pasada se publicaron, por ejemplo, los datos que elabora la Cámara de Industrias.


AL: La Cámara de Industrias elabora un índice de inversión (nueva) en Maquinaria y Equipos. No considera toda la inversión en activos fijos, sólo mira maquinarias y equipamientos en base a los datos de importaciones. Como en Uruguay la gran mayoría de las maquinarias son importadas, el análisis de las importaciones de bienes de capital es muy informativo de lo que ocurre con este tipo de inversiones. El análisis, en cambio, no considera otras inversiones importantes como las asociadas a la construcción de edificios (residenciales, comerciales, industriales, depósitos), de carreteras, vías férreas. Pero es, de todas maneras, un indicador relevante.


Y según la CIU, esas inversiones bajaron 13% en la comparación del segundo trimestre de 2009 con el segundo trimestre de 2008.


JAE:  Decías que este indicador hace referencia sólo a las inversiones en maquinarias y equipos, pero ¿qué sucedió con las otras inversiones?


AL: Para el resto de las inversiones en nuevos activos fijos sólo tenemos los datos de cuentas nacionales del primer trimestre. Esos datos mostraron una suba de 4,9% frente al primer trimestre de 2008.

Pero la inversión venía creciendo muy fuerte en nuestro país durante 2008 (cerca de 20% anual). Eso dejaba un arrastre muy importante para el principio de este año. El Banco Central no publica los datos trimestrales desestacionalizados pero nuestras estimaciones sugieren que en la comparación del primer trimestre contra el cuarto trimestre hubo una disminución significativa, del orden de 7% debido a una reducción de la inversión privada que no puede ser compensada por la expansión de la inversión pública.

Los datos del segundo trimestre para maquinarias y equipo que divulgó la CIU sugieren, a su vez, que las cuentas nacionales probablemente mostrarán un descenso en la comparación interanual del segundo trimestre del año.


AL: ¿Y cómo se está comportando la inversión extranjera directa este año?


AL: Tenemos datos del primer trimestre. La IED volvió a ser importante. Recibimos en el primer trimestre unos 375 millones de dólares, pero de todas maneras esas inversiones fueron notoriamente menores que los casi 570 millones de dólares del primer trimestre de 2008.


JAE: ¿Y cómo se compatibilizan estos datos con la información que maneja el Poder Ejecutivo relativo a los proyectos de inversión que cuentan con exoneraciones tributarias? El ex ministro de economía Danilo Astori señaló aquí En Perspectiva que en la primera mitad de este año se aprobaron proyectos por casi 700 millones y que aguardaban otros 900 millones para el segundo semestre.


AL: Esa es otra fuente de información, que es complementaria. A fines del año pasado el Poder Ejecutivo implementó un mecanismo de exoneraciones tributarias a las inversiones. Para acceder a esas exoneraciones, que comprenden a numerosas inversiones pero no a todas, las empresas deben presentar su proyecto a la Comisión de Aplicación (COMAP) que opera en la órbita del Ministerio de Economía.

Este año, por cierto, hay muchos más proyectos que el año pasado pero hay que tener en cuenta tres cosas. En la primera mitad del año pasado, los proyectos presentados no eran tantos porque el régimen era nuevo. Por otro lado, los proyectos que se van presentando a la COMAP pueden ser ejecutados desde el momento en que se presenta la solicitud hasta bastante después. No todos los proyectos aprobados se terminan ejecutando enteramente durante el año. Por último, este año se aprobarán proyectos por una cifra entre 1.500 y 2.000 millones de dólares. Pero muchas inversiones no pasan por esas exoneraciones. Anualmente el país invierte unos 6.000 millones de dólares. Por todo eso, hay que interpretar esos datos con cautela.


JAE: A partir de toda esta información, ¿qué tendencia está mostrando la inversión?


AL: Es importante ser precisos en los horizontes temporales que consideremos. En los últimos años hemos visto un aumento importante de la inversión en el país. En 2008, la inversión alcanzó a 19.4%% del PIB, el valor más alto desde 1998.

La inversión extranjera directa también ha aumentado fuertemente. En la década del 90, se situaba entre 100 y 200 millones de dólares por año. En 2003 y 2004 vimos un primer salto hacia niveles de 350 millones de dólares por año. En 2005 pasamos a más de 800 millones y desde entonces hemos visto inversiones anuales de entre 1.000 y 2.200 millones (que fue el valor de 2008).

De todas maneras, pensamos que este año veremos una disminución de la inversión. En el mundo entero estamos viendo una crisis muy importante, las empresas tienen capacidades ociosas porque les ha caído la producción y por lo tanto la inversión baja. Uruguay no puede permanecer ajeno a ese hecho.


JAE: Para terminar, otro de los temas que está en el debate tiene que ver con las causas de ese comportamiento de la inversión. ¿Cuánto obedece al marco internacional favorable que teníamos hasta 2008 y cuánto a aciertos de las políticas económicas domésticas?


AL: A veces el debate político procura explicaciones extremas, dicotómicas. Pero a nuestro juicio es claro que hay de las dos cosas. Los años anteriores fueron muy favorables para nuestro país. La economía mundial crecía muy rápido, también lo hacía la demanda por nuestros productos y en ese marco aumentaba el interés de los inversores por nuestro país.

Pero, además, a nuestro juicio el país se ha vuelto notoriamente más atractivo para la inversión y eso es el resultado de unos cuantos aciertos de política económica, aciertos, por otra parte, que no se pueden atribuir a un solo gobierno.


JAE: ¿Cuáles son esas políticas que han favorecido la inversión?


AL: Es difícil agotar el tema en unos minutos, pero hay varios aspectos. A partir de los años 90 el país liberalizó los principales mercados agropecuarios, abrió la inversión privada en puertos, en seguros, en telecomunicaciones, la economía se hizo más abierta al comercio internacional primero de forma unilateral luego en el marco del Mercosur. El Mercosur funciona ahora bastante mal pero en su momento fue un proceso que ayudó al país a implementar una apertura importante de la economía. Esa expansión del comercio exterior alentó la inversión en la industria logística. El país implementó exitosamente una política de estímulo al sector forestal. Más recientemente, comenzamos a incorporar inversiones privadas en el sector energético. Desde una perspectiva macroeconómica, a fines de los 90 el país logró terminar con un fenómeno de 40 años de alta inflación. Luego de 2002 el país ganó mucho prestigio en el mundo por el manejo adecuado de la salida de la crisis, respetando los contratos, manteniendo la inflación bajo control, manejando acertadamente la crisis de la deuda, con el canje de 2003 primero y con el progresivo reperfilamiento de la deuda durante esta administración. Las cuentas públicas, si bien se han deteriorado, lucen notoriamente mejor que en décadas anteriores. El país se destaca en América Latina por su estabilidad democrática, por la alternancia de partidos en el gobierno, por ser bastante predecible.

Todo eso nos hace pensar que luego de un descenso transitorio en 2009 asociado a la crisis internacional, la inversión volverá a retomar su dinamismo el año próximo. Dicho eso, también hay que tener presente que los niveles de inversión son todavía bajos en las comparaciones internacionales. Es necesario conseguir niveles de inversión todavía más altos para que el país pueda crecer más rápido.