(emitido a las 8.35 hs.)

JUAN ANDRES ELHORDOY (JAE):
El martes el Gabinete Productivo anunció nuevas medidas de apoyo a los sectores más afectados por la crisis. En particular, se decidió elevar el porcentaje de devolución de impuestos a las exportaciones de 2% a 4% para los sectores que enfrentan mayores dificultades. Pero también, resolvió quitar la devolución de impuestos a exportadores de algunos productos primarios.

En el espacio económico de hoy les proponemos analizar en más detalle estos anuncios, con la economista Florencia Carriquiry, de la consultora Deloitte.

Comencemos repasando en qué consiste el sistema de devolución de impuestos a las exportaciones.


FLORENCIA CARRIQUIRY (FC):

Los regímenes de devolución de impuestos existen en la gran mayoría de los países y apuntan a rembolsar a los exportadores los impuestos indirectos nacionales que debieron pagar para obtener el producto final y que cargan sus costos unitarios. Estos mecanismos se basan en el principio de comercio internacional de "no exportar impuestos" y lo que procuran es evitar que la competitividad de las empresas se vea distorsionada por diferencias impositivas entre países.

En nuestro país, históricamente el sistema contemplaba tasas de devolución de impuestos diferentes por producto, que podían alcanzar hasta un 6% del valor FOB exportado, pero a mediados de 2007 se modificó el régimen y se estableció una tasa de 2% sobre el valor FOB, homogénea para casi todos los productos, aunque con algunas pocas excepciones, como la carne y las autopartes, por ejemplo, que tienen niveles de devolución de impuestos algo superiores.


JAE: ¿Y por qué se tomó en su momento la decisión de emparejar las tasas de devolución de impuestos?


FC: Al emparejar las tasas de devolución de impuestos se procuró establecer un sistema más "neutral", que diera un trato similar a todos los productos. Estrictamente, lo que se debería devolver al exportador son los impuestos indirectos que hay detrás de cada dólar exportado. Ahora, eso es muy difícil de calcular para cada producto y por eso el gobierno optó en 2007 por un cálculo sencillo: la misma tasa de 2% para todos, salvo las excepciones que mencionábamos recién y algunas materias primas que no tienen devolución de impuestos.


JAE: Está claro. Y entrando ya en el análisis de los cambios anunciados ayer. ¿Cuáles serán los sectores que se beneficiarán de la suba de la devolución de impuestos?


FC: Antes que nada debe aclararse que aún no está publicado el decreto y por tanto no contamos más que con la información que trascendió ayer en prensa. Según se señaló, la medida apunta a los sectores que están sufriendo más duramente los impactos de la crisis internacional. Concretamente, alcanzaría únicamente a aquellas industrias cuya actividad se haya ubicado en el último trimestre al menos 15% por debajo de los niveles promedio de 2007-2008.

En base a ese criterio, los integrantes del Gabinete Productivo mencionaron como beneficiarios de esta medida a la industria textil (incluyendo la vestimenta), las curtiembres, la industria pesquera y algunas ramas de la industria metal mecánica y de producción de productos de madera y papel.

Lo otro que es importante destacar es que en principio sería una medida transitoria, por 6 meses.


JAE: El gobierno señaló que no habrá costo fiscal por esta medida. Ese es un punto importante por el deterioro que están mostrando las cuentas públicas.


FC: Si. Es difícil estimar con precisión el costo de estas medidas. El subsecretario de Economía, Andrés Masoller, señaló ayer que el aumento de las tasas de devolución de impuestos en las ramas que comentábamos recién tendría un costo de aproximadamente US$ 5 millones. Sin embargo, como tú decías, la medida no tendría costo fiscal porque al mismo tiempo se anunció la eliminación de la devolución de impuestos a la exportación de algunas materias primas, como los granos (incluyendo trigo, maíz, sorgo y cebada), el pescado fresco (sin procesamiento industrial), el oro y los chips de madera. De esa manera, según señaló Masoller, el costo de aumentar la devolución de impuestos en algunos sectores se vería compensado por la eliminación de la devolución de impuestos en estos productos.


JAE: Con respecto a eso, el ministro de Industria, Daniel Martínez, señaló ayer que los sectores a los que se decidió eliminar la devolución de impuestos son en general los que no tienen problemas ni de precios ni de mercados. ¿Cómo evalúan eso?


FC: De los comentarios que realizaron ayer los integrantes del Gabinete Productivo pueden inferirse dos razones para la decisión de eliminar la devolución de impuestos a esos productos.

Por un lado, se señaló que eran rubros no muy afectados por la crisis. Es cierto que en algunos de estos productos, como los granos, los precios se mantienen altos en términos históricos, pero de todas maneras han bajado mucho frente a los niveles de un año atrás, y en el caso de los chips de madera, por ejemplo, aún cuando los precios se han mantenido firmes, las exportaciones han caído fuertemente en volúmenes físicos.

Por otro lado, el subsecretario de Economía señaló que con esta medida se estaba procurando equilibrar la situación frente a otras materias primas que ya no tenían devolución de impuestos, como la soja, el ganado en pie y los rolos de madera y, al mismo tiempo, se buscaba además desestimular la exportación de productos sin transformación industrial. Detrás de esta medida parecería haber entonces cierta intención de privilegiar las exportaciones con procesamiento industrial.


JAE: ¿Y ustedes como evalúan estas medidas? ¿Qué efectos tendrían sobre los sectores afectados?


FC: En relación a lo último que decíamos, parece difícil que los cambios en las devoluciones de impuestos afecten por sí solos los patrones de industrialización y comercio. Para tomar algunos ejemplos, en el caso de la cebada, la industria uruguaya exporta casi toda la producción industrializada (en forma de cebada malteada), pero con frecuencia tiene saldos excedentes que exporta sin transformación, porque, aun cuando aumentó su capacidad recientemente, opera a capacidad plena.  En el caso del oro, no hay en forma realista una transformación industrial adicional para los volúmenes relativamente reducidos que exporta Uruguay.

Por otra parte y más allá de eso, a nivel de nuestra profesión se discute mucho si las políticas públicas deben alentar los desarrollos industriales a través de estos instrumentos de política comercial.

En cuanto al efecto sobre las exportaciones de los sectores beneficiados, estas medidas puede contribuir en algún sector pero por los montos que se manejan, en principio pensamos que los efectos serían de todas maneras reducidos.


JAE: ¿Podría decirse, entonces, que se quedó corto un aumento de la devolución de impuestos de 2% a 4%? ¿Debió haber sido mayor para tener impactos más importantes?


FC: No, no creemos que deba concluirse algo así. Más allá de la magnitud del aumento en las tasas de devolución de impuestos a las exportaciones, muchas veces hemos señalado que este tipo de medidas, que apuntan a mejorar la competitividad de las empresas a través de cambios en los impuestos (de allí que muchas veces se les llama "devaluaciones fiscales"), suelen ser poco efectivas, porque pueden ser rápidamente absorbidas por variaciones cambiarias o de precios. Además, en un contexto como el actual, en que como tú mencionabas antes, las cuentas fiscales se están deteriorando de manera muy notoria, a nuestro juicio no hay espacio fiscal para tomar medidas que tengan costos altos. De hecho, para financiar el aumento de la devolución de impuestos en algunas industrias, el gobierno apeló en esta oportunidad a reducir la devolución de impuestos en otros sectores. Entonces, si bien la medida puede favorecer a algunos también perjudica a otros, por lo cual tampoco parece lógico pensar en medidas de apoyo más significativas, que vayan en desmedro de otros rubros.