Entrevistas

Gigante forestal fomenta el uso de madera para la construcción de viviendas

Gigante forestal fomenta el uso de madera para la construcción de viviendas

Álvaro Molinari, gerente de Operaciones de la empresa maderera Weyerhaeuser en Uruguay, comentó la situación que atraviesa la industria forestal, una de las más castigadas por la crisis económica global. Entrevistado por En Perspectiva, el ingeniero señaló que el sector ya arrastra dos años de deterioro en el mercado, lo que motivó que la empresa –instalada en Tacuarembó– redujera su producción un 30%, entre otras medidas. Sin embargo, vislumbró alguna señal de mejora y observó un potencial muy fuerte para introducir la madera con más énfasis en la construcción de viviendas, costumbre poco extendida en América Latina y asociada a casas de baja calidad. En ese sentido, informó que se han hecho contactos a nivel del Gabinete Productivo para fomentar las bondades de la madera como material de construcción.

(emitido a las 9.08 hs.)

EMILIANO COTELO:
Aunque sea de buena madera, la industria forestal fue una de las más quebradas por la crisis económica global. En particular el sector especializado en la industria de la construcción de casas sintió el golpe mucho antes de la brusca caída de las acciones que se dio en el mundo a partir de setiembre del año pasado.

La multinacional Weyerhaeuser, el mayor fabricante de madera sólida de América del Norte y una de las mayores forestales en Uruguay, es motivo de consulta sobre esta situación en los principales medios económicos del mundo.

(Audio en inglés.)

EC - Acá en Uruguay, para enfrentar estas dificultades Weyerhaeuser debió encarar una reestructura de sus operaciones. En primer lugar, acordó con los trabajadores un plan para reducir las jornadas laborales en su planta de tableros ubicada en Tacuarembó, a cambio de no enviar al seguro de paro a ningún empleado. Segundo, decidió enlentecer sus planes de inversión a la espera de una reactivación global, aunque continuó con la construcción de una planta que generará electricidad a partir de los residuos forestales. Y tercero, inició contactos para promover el uso de la madera en la construcción de viviendas dentro de nuestro país.

Con el telón de fondo de esta coyuntura tan particular, un equipo de En Perspectiva integrado por Juan Andrés Elhordoy y Javier Castro visitó el lunes pasado la planta de producción de paneles de Weyerhaeuser, en las afueras de Tacuarembó.

¿Cuál ha sido el impacto de la crisis inmobiliaria que vive Estados Unidos, donde las viviendas se construían fundamentalmente con madera? ¿Qué oportunidades trae la recesión para países como Uruguay, que ofrecen buenos niveles de competitividad? ¿Hacia dónde se dirige la industria forestal en el mundo?

De estos temas vamos a conversar con el ingeniero Álvaro Molinari, gerente de Operaciones de Weyerhaeuser en Uruguay.

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EC - ¿Cuántas personas trabajan en la planta de Tacuarembó de Weyerhaeuser?

ÁLVARO MOLINARI:
Estamos con una plantilla de 350 personas, que se eleva a alrededor en 400 si se toman en cuenta todas las áreas de apoyo –recursos humanos, administración y supervisión–. Estamos en los niveles que teníamos anticipados, con una producción anual del orden de los 120.000 metros cúbicos. Hicimos la reducción sin bajar la cantidad de personal, pero sí la cantidad de horas de trabajo.

EC - Para complementar la descripción que hacía Juan Andrés recién, ¿cuál es el producto final de esta planta?

AM - El producto final son los tableros de madera contrachapada. Este producto tiene varios nombres en América del Sur, en muchos lados se lo conoce como compensado, terciado; en Uruguay se lo conoce como madera contrachapada, que básicamente consiste en una serie de láminas que se adhieren unas a otras con un adhesivo con la fibra en sentido cruzado, se ponen una encima de otra en forma perpendicular para tener la mayor y mejor estabilidad dimensional del panel, lo que redunda en que tenga una mejor aplicación. Son paneles de 1,22 por 2,44 metros.

EC - ¿Qué uso tienen después estos paneles en la construcción de casas?

AM - Los paneles tienen varios usos, según la calidad del panel. Calidad en el sentido de si es para uso estructural o para uso de apariencia, los dividimos en esos dos grandes segmentos o grupos de productos. El que se utiliza para la parte estructural se utiliza mucho dentro de una casa para el revestimiento de paredes, techos o cielos rasos, y en la construcción de pisos, según la resistencia, el espesor y ciertas características de la aplicación determinada.

Y por otro lado tenemos el segmento de apariencia, en el que también estamos muy concentrados, que son aquellas aplicaciones en las que se utiliza materia prima con una mejor calidad, que es a lo que apuntamos con el manejo que hacemos de nuestros montes. Realizamos raleos y podas en los montes, lo que redunda en una troza, en un tronco que tiene madera libre de nudos o sin defectos, que luego se transforma en una lámina que se coloca en la parte superior, en la cara y en la contracara del panel, y redunda en una mucho mejor apariencia, por lo que ese panel se puede destinar por ejemplo a molduras de ventanas, puertas, muebles, productos que tienen un mayor valor, se puede crear mayor valor y lograr un precio mejor en el mercado.

JUAN ANDRÉS ELHORDOY: Como consecuencia de la crisis, a comienzos de julio de 2009 la empresa anunció un recorte muy fuerte de su dividendo trimestral, que ubicó por acción en 5 centavos, cuando en el trimestre anterior había sido de 25. Además se anunció la reducción de operaciones en casi todas las plantas y el recorte de empleos en forma agresiva. ¿Cómo incidió todo esto en Uruguay?

AM - En Uruguay somos un negocio bastante independiente y como tal tenemos nuestro estado de resultados independiente. Como ustedes mencionaban, Uruguay tiene un costo competitivo importante que nos permite manejarnos con ciertos parámetros. Por otra parte, si bien la crisis se profundizó en octubre de 2008, para nosotros comenzó mucho antes, dado que la crisis subprime se originó en la construcción de casas. Entonces venimos ya con dos años de deterioro en el mercado, pero logramos transitar todo 2008 sobre la base de diversificar nuestros mercados de destino, independizándonos o no dependiendo tanto del mercado americano, y colocando con éxito nuestros productos en América Latina, en particular en México, y en Europa.

JAE - ¿En términos de volumen, en términos de producción también hubo una reducción?

AM - Durante 2008 no tuvimos la necesidad de bajar porque logramos sostener la demanda, con pérdida muy fuerte de precio pero logramos mantener el volumen, y por eso cerramos con una producción muy cercana a la proyectada.

JAE - La pregunta apuntaba a lo que va de este 2009.

AM - En 2009 eso no sucedió debido a que la crisis se extendió y derramó a los otros mercados que nos habían permitido transitar 2008. En marzo tuvimos que tomar la decisión de reducir alrededor de 30% la producción para acomodarnos a ese nuevo escenario en el cual la demanda no nos acompañaba mundialmente. Respondiendo a la pregunta, las medidas que se tomaron fueron las que mencioné: reducción de la producción, enlentecimiento de las inversiones y búsqueda de mercados y productos nuevos que nos ayuden a transitar esta tormenta coyuntural.

JAE - Su empresa acordó con los trabajadores un plan para reducir la cantidad de jornales. Involucró a 370 trabajadores, en un convenio que se extenderá de julio a setiembre. ¿Cuáles son las perspectivas? ¿Cómo se imaginan el después de setiembre?

AM - Es muy difícil predecir, seguimos muy de cerca la demanda mundial de nuestros productos y buscamos continuamente alternativas. Estamos llevando los planes de venta semana a semana, y hasta setiembre vamos a seguir así. El escenario es todavía muy incierto y no nos permite pronosticar más allá del trimestre. Existen algunas pequeñas señales, pero todavía es muy temprano para decir qué va a pasar. Hace poco estuvo en Uruguay el vicepresidente para las operaciones internacionales de la compañía, Marvin Risco, que entonces estaba encargado del área de América Latina y ahora está encargado de toda la parte internacional, y comentábamos lo que pasa a nivel internacional, no solo en América Latina sino en el mundo en general. Y hay alguna señal de mejora, son luces de esperanza que esperamos que se consoliden como tendencia en los hechos.

JAE - La prensa internacional ha destacado en las últimas horas que el mercado inmobiliario parece salir del coma, porque en las dos últimas semanas se han dado a conocer datos positivos, primero el publicado por la Agencia Federal de Financiación para la Vivienda, según la cual los precios subieron en mayo, y por otro lado un incremento por tercer mes consecutivo en las ventas de vivienda de segunda mano. ¿Esto los hace pensar que se está en un proceso de recuperación?

AM - Es una muy buena señal. Pero todavía hay unos stocks muy altos de casas, por diferentes motivos, ya sea casas nuevas o casas usadas, de gente que en Estados Unidos no ha podido pagar la hipoteca y por consiguiente la vivienda se remata. Pero empieza a verse una tendencia al aumento de venta de casas que sería una primera señal de una recuperación lenta, porque indicaría que esos stocks empiezan a bajar y por consiguiente hay que producir nuevo, lo que llevaría a la construcción de casas nuevas. En junio hubo un leve aumento de la construcción de viviendas nuevas, que es el indicador fundamental que ata a la demanda de productos de madera para la construcción de casas nuevas. Está todo concatenado.

Otro dato importante es el tema de la materia prima, la venta de trozas y de troncos sobre todo en Estados Unidos; ese es el indicador más fuerte, y todavía sigue lento. Si bien se ha empezado a ver una pequeña luz, todavía es algo lento, lo que indicaría y sería concomitante con lo que decíamos, que tiene que haber primero una reducción de los stocks para que haya luego construcción de casas nuevas y consecuentemente un mayor consumo de productos de madera terminados.

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JAE - Su empresa tuvo algunos acercamientos con actores nacionales con el objetivo de introducir o masificar la madera en la construcción de viviendas en nuestro país. Desde la audiencia Víctor pregunta por qué no se les da la posibilidad a los uruguayos de tener una vivienda de madera y financiada por el Banco República o por el Banco Hipotecario del Uruguay (BHU).

¿Es posible introducir la madera con más énfasis en la construcción de viviendas?

AM - Creemos que sí, hay un potencial muy fuerte, porque la madera es un gran material para la construcción de casas y presenta una serie de beneficios que ningún otro material presenta. Por algo el uso de la madera ha venido creciendo notablemente –más allá de este problema coyuntural de la crisis– en la construcción de casas. Nuestra cultura latinoamericana hace dos asociaciones, en general asocia la construcción con madera como algo del norte, canadiense y estadounidense, o con viviendas de muy bajo nivel, de muy baja calidad, con viviendas prácticamente de emergencia. Creemos que hay posibilidades en los dos segmentos, en Uruguay hay una fuerte corriente y una fuerte promoción de la madera como un muy buen material para solventar y solucionar problemas de vivienda.

JAE - ¿Hay alguna experiencia en este sentido?

AM - Sí, hay experiencias en los dos sentidos. Le voy a poner un par de ejemplos. En Rivera, en una zona muy cercana a la ciudad, se hizo un complejo habitacional de ocho o 10 casas enteramente de madera, con una muy buena terminación y calidad. Se pueden ver, están muy cerca de la ruta, y se ve que son casas del estilo norteamericano; ya tienen unos ocho años. Hay una concreción, hay una realidad que es palpable allí.

Y también hay que desmitificar algunas cosas, por ejemplo se asocia la madera con un material que requiere mucho mantenimiento o que no tiene la solidez necesaria. Hay todo un tema cultural. Pongo mi experiencia personal: yo soy ingeniero civil de la Universidad de la República, y en todo lo que tiene que ver con nuestra actividad académica, con nuestra formación, nos bombardean con el hormigón, el acero, materiales que se consideran asociados a la construcción normal. La madera en Uruguay prácticamente no se conoce, se desconoce.

EC - ¿A qué nivel están desarrollando gestiones?

AM - Hemos hecho contacto en varios lados. Con el Ministerio de Industria, Energía y Minería estamos trabajando a través del Gabinete Productivo en fomentar las bondades que tiene la madera como material de construcción, compartiendo experiencias e información a técnicos, a reparticiones del Estado. Por ejemplo, estamos trabajando a nivel de mandos medios y de gente que confecciona pliegos para los llamados a lo que tenga que ver con construcción de viviendas, amoblamiento o compras del Estado, en los que en muchos casos se especifica que se tiene que usar tal o cual madera que en la mayoría de los casos no es de industria nacional. Tenemos que trabajar en ese tipo de cosas para fomentar la producción nacional.

Un oyente preguntaba sobre la experiencia con el BHU, y hemos estado en contacto con constructores que utilizan madera para construir. Ellos empezaron ya hace un tiempo con la posibilidad de lograr préstamos del BHU para construir viviendas nuevas con madera. Lamentablemente luego vino la crisis de 2002, tuvimos problemas con el BHU, pero estamos otra vez tratando de colaborar y ayudar en esa dirección, y a su vez tratamos de distribuir más a través de los distribuidores locales. Hace poco hicimos un evento con empresas constructoras y clientes de nuestro distribuidor en Uruguay, los trajimos a la planta para mostrarles cómo se construyen los paneles, los productos finales que se logran y las aplicaciones que pueden tener. Es decir, una campaña de información acerca de los productos y de las necesidades que esos productos pueden cubrir.

EC - Y cuanto al frente de la energía, en el que también está Weyerhaeuser, ¿cómo viene el plan para la planta de generación a partir de restos forestales?

AM - Nos presentamos al último llamado que hizo UTE, a la licitación sobre la producción de energías renovables, y fuimos adjudicados. La adjudicación está pasando ahora por los tramos finales del Tribunal de Cuentas y todas las autorizaciones necesarias. Lo importante es que nuestra planta ya está bien avanzada, sobre fines de este año empezaríamos a producir tanto el vapor necesario para nuestro propio proceso como la energía eléctrica para satisfacer nuestras necesidades y a su vez volcar y vender el excedente a la red de UTE.

EC - ¿Qué insumos utilizará esa planta? ¿Utilizará los restos del proceso productivo de la misma fábrica, o también restos provenientes de la cosecha, etcétera?

AM - Es una combinación. Vamos a utilizar los residuos propios del proceso productivo de la planta y los vamos a complementar con residuos del monte.

EC - Ya tienen materia acumulada.

AM - Sí. No nos gusta mucho la palabra "residuos", preferimos hablar de "subproductos", porque en definitiva es un combustible. Es una unidad de negocios muy interesante porque tiene varias ventajas, una de ellas es contribuir a la diversificación de la matriz energética, que es una de las prioridades que se puso el gobierno uruguayo y que apoyamos fuertemente. Por otro lado es un mecanismo de desarrollo limpio, es una energía renovable, es algo que sustituye a energías mucho más dañinas para el medioambiente como todo lo que tiene que ver con los hidrocarburos. Y el otro tema importante es que esto genera una sustitución y por consiguiente una captura de anhídrido carbónico que de otra manera se estaría liberando en la atmósfera.

Por todos esos puntos es un proyecto muy beneficioso, que ayuda a atacar todas estas áreas, y además genera un ingreso genuino que acompaña, complementa y ayuda a sobrellevar lo mejor posible esta situación que estamos viviendo.

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Transcripción: María Lila Ltaif