Las causas de la caída del dólar en nuestro país y las perspectivas para los próximos meses
Análisis de la economista Florencia Carriquiry, de la consultora Deloitte
(emitido a las 8.40 hs.)
JUAN ANDRÉS ELHORDOY:
La semana pasada se observó una fuerte caída del dólar en nuestro país. Aunque ayer el dólar registró una leve suba, sigue por debajo de los 23 pesos y se sitúa actualmente en los niveles más bajos de este año 2009.
Esta caída abre varias interrogantes, de las que vamos a conversar en nuestro espacio de Análisis Económico de hoy, con la economista Florencia Carriquiry, de la consultora Deloitte.
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JAE - En primer lugar, una explicación. ¿Cómo interpretan lo que está sucediendo?
FLORENCIA CARRIQUIRY:
Cuando miramos la baja del tipo de cambio en nuestro país en estas últimas semanas, debemos tener en cuenta que se enmarca en un contexto bastante generalizado de debilitamiento del dólar en el mundo. Parece haber retornado a los mercados un mayor optimismo con respecto a la salida de la crisis mundial. En particular hoy parece primar un clima de expectativas más favorable para las economías emergentes, que alienta el retorno de los inversores a esos mercados. Esto se ha reflejado, por ejemplo, en el riesgo país de estas economías, que luego de ubicarse por encima de los 600 puntos básicos como promedio al inicio del año, hoy está debajo de los 300 puntos, en niveles similares a los de antes de la crisis.
A nuestro juicio, es este mayor ingreso de capitales lo que explica, al menos en buena medida, la apreciación que están registrando las monedas de varios países emergentes en general y de nuestro país en particular.
JAE - El riesgo país de Uruguay está en los niveles más bajos desde junio del año pasado. Eso marca una tónica de mayor confianza, de llegada de capitales del exterior.
Pero ¿cómo se entiende que las consultoras privadas estimaran a principios de año un dólar al alza para este 2009? Si observamos la encuesta de expectativas de febrero, esa que hace el Banco Central del Uruguay (BCU) mes a mes, se concluye que los privados aguardaban un dólar a 24,20 pesos a fines de julio, y sin embargo, las pizarras muestran el billete verde a un peso menos de lo estimado.
FC - La pregunta es pertinente. Nuestros propios pronósticos a inicios de año también contemplaban un dólar más alto. Como comentamos siempre que hablamos de paridades cambiarias, es muy difícil hacer proyecciones sobre tipo de cambio, porque en última instancia los tipos de cambio dependen mucho de expectativas, que son muy cambiantes. En los últimos 12 meses en particular el clima de expectativas ha estado muy influenciado por la crisis en Estados Unidos y en Europa, y las expectativas para la economía mundial eran muy negativas a inicios de este año, cuando los analistas hacíamos esa proyección de un dólar a más de 24 pesos para mediados de año. Ahora se observa un clima claramente más favorable, en particular respecto de las economías emergentes.
Si miramos lo que ha pasado con el tipo de cambio en Brasil, vemos que la baja de la cotización del dólar desde comienzo de año ha sido también muy marcada. En diciembre y a principios de este año, en el peor momento de la crisis, llegó a estar a 2,50 reales, y ahora está apenas por encima de 1,80. En definitiva, el tipo de cambio en nuestro país no es ajeno a los vaivenes de los mercados internacionales, y, si bien ha sido menos volátil que en otros casos, sigue esa tendencia.
JAE - ¿Qué papel juega el BCU? Un BCU que ha estado comprando en el mercado; ayer compró poco, 1.300.000 dólares, pero lo ha venido haciendo en forma importante. ¿Qué papel juega esto en la cotización del billete verde?
FC - Las compras del BCU han sido muy importantes. La semana pasada el BCU compró 30 millones de dólares, y en las dos semanas previas había comprado unos 60 millones. Sin embargo, a nuestro juicio, esas compras de dólares no pueden compensar los movimientos de portafolios cuando estos son suficientemente persistentes. En las últimas semanas se ha producido un notorio retorno de inversiones financieras al país, que ha derivado en una caída muy significativa del riesgo país; ahora se ubica en menos de 270 puntos básicos cuando un mes atrás estaba en 350 puntos.
Por otro lado, los inversores muestran una mayor vocación por posicionarse en moneda nacional, y eso se refleja en una baja importante de las tasas de interés en pesos, sobre todo para los plazos más largos. En las últimas tres semanas las tasas de las letras a dos años de plazo han bajado desde casi 16% anual a 13,5%. Estos elementos indican que el cambio de portafolios es muy fuerte, y eso explica que la compra de dólares no logre evitar la apreciación de nuestra moneda.
JAE - El cambio de portafolio es que la gente se está desprendiendo de dólares y volcándose al peso. Tú decías que en enero ustedes pensaban que el dólar terminaría este año 2009 en 26 pesos; ¿cuál es la proyección hoy?
FC - En enero estábamos en un momento todavía de mucha turbulencia en los mercados internacionales, y por eso contemplábamos un tipo de cambio al alza. Luego hemos ido corrigiendo nuestro pronóstico a la baja, y ya desde hace algunos meses apuntamos a un dólar debajo de los 24 pesos a fin de año. En estos momentos estamos revisando nuestras proyecciones a la luz de la fuerte baja de los últimos días, y no descartamos una corrección adicional con un tipo de cambio que podría mantenerse debajo de los 23 pesos en lo que resta del año.
JAE - ¿Cómo influye el escenario de volatilidad que registran hoy los mercados internacionales?
FC - Las tendencias sobre las paridades cambiarias pueden revertirse rápidamente, sobre todo en un contexto de alta volatilidad como el actual. De todas maneras, hecha esa salvedad, pensamos que por unos meses vamos a ver un dólar bastante más bajo que el que teníamos hasta hace unas semanas. No vemos una reversión rápida de la baja del dólar de las últimas semanas.
JAE - ¿Cómo ven el impacto de esto en los sectores? Por un lado uno piensa en los sectores exportadores, que ven la baja del dólar como una mala noticia. Pero también es cierto que los sectores importadores y los deudores en dólares se benefician.
FC - Es cierto, varias veces hemos comentado que las variaciones cambiarias, los cambios en el tipo de cambio, tienen impactos significativos en la distribución del ingreso entre los diferentes sectores de la economía nacional. Los sectores asociados a las importaciones y quienes deben dólares pueden ver efectos favorables en esta caída del tipo de cambio. Y, por el contrario, quienes son exportadores y quienes tienen ahorros en dólares verán efectos negativos.
De todas maneras, siempre es necesario preguntarse en qué medida las tendencias cambiarias, en este caso el descenso del dólar, son sostenibles, y en qué medida constituyen desequilibrios que puedan poner en riesgo la marcha general de la economía, con efectos negativos que se generalicen.
JAE - ¿Qué piensan al respecto?
FC - A nuestro juicio, la caída del dólar de las últimas semanas no ha generado un deterioro importante en materia de competitividad, porque es bastante generalizada en el mundo. El dólar cayó en Europa, cayó también en Brasil, que son mercados clave para Uruguay, y también está bajando en Australia y en Nueva Zelandia, países que muchas veces mencionamos porque son importantes productores de materias primas agropecuarias y compiten en otros mercados con Uruguay. Por lo tanto no hay por ahora un deterioro importante en materia de competitividad, sin perjuicio de que frente al caso particular de Estados Unidos todos los países estamos perdiendo competitividad.
Sin embargo, hay que tener en cuenta que estas caídas del dólar no vienen acompañadas de un repunte significativo de nuestros precios de exportación; salvo algunos casos particulares como el de la soja, nuestros precios de exportación no muestran en los últimos datos disponibles una suba significativa. Eso quiere decir que mientras que la baja del dólar deriva en un aumento de costo, al no estar subiendo en igual magnitud los precios, se deteriora la rentabilidad de las exportaciones, que a su vez están sufriendo por falta de demanda, por falta de mercados. A nuestro juicio el problema mayor está allí, en la falta de demanda. La disminución de la rentabilidad no parece, al menos por ahora, demasiado importante, aunque debemos seguir con atención el comportamiento del dólar y de los precios de los commodities en los próximos meses.
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Transcripción: María Lila Ltaif