Entrevistas

ALUR: productores y trabajadores reconocen logros pero tienen reclamos

El ingenio azucarero ubicado en Bella Unión ha estado envuelto en la polémica desde sus inicios. Sin embargo, ni los conflictos con productores y trabajadores ni los cuestionamientos a su rentabilidad han podido frenarlo. Djelil Brysk, productor de caña de azúcar, manifestó a En Perspectiva que el proyecto sucro-alcoholero impactó fuertemente en la zona pero reclamó al gobierno una protección arancelaria, sin la cual "el negocio no va a funcionar". En tanto, Jorge Roda, dirigente de la Unión de Trabajadores Azucareros de Artigas, reconoció que si bien "hay más trabajo", los sueldos de ‘peludos’ y jornaleros "están lejos de un salario medianamente digno para el trabajador rural".


(emitido a las 7.44 hs.)

JUAN ANDRÉS ELHORDOY:
Esta tarde el presidente de la República viajará a Bella Unión donde hablará con empresarios, directivos y productores nucleados en el proyecto de ALUR -ex Calnu-. Después, sobre las 19.30 horas, hablará a la ciudadanía en la plaza 25 de Agosto.

¿Cómo incidió este proyecto de ALUR en la ciudad de Bella Unión? Esta pregunta seguramente tiene varias respuestas.

El diario El País, por ejemplo, hizo una crónica en las horas previas a la visita presidencial donde destaca que "Desde hace un año esta ciudad disfruta de un consumo fuerte y espera que esta vez el desarrollo sí tenga un sustento. Los legendarios ‘peludos’ en el barrio Las Láminas y los productores aún están expectantes. En Bella Unión la gente vive de la caña de azúcar, piensa en caña de azúcar, respira caña de azúcar cuando viene la humareda dulzona de alguna quema. ‘Esta ciudad es la caña y no otra cosa’, dice un chico en la plaza principal de Bella Unión -donde hablará Vázquez- como si no hubiera siquiera que explicarlo. Por delante suyo pasan en ambas direcciones varias motos relucientes, camionetas 4 x 4 y otros vehículos con no más de tres años de antigüedad, que contrastan con el semblante todavía un tanto venido a menos de la ciudad".


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JAE – Estamos recibiendo a Djelil Brysk, productor de caña de azúcar y secretario de la Asociación de Plantadores de Caña de Azúcar del norte uruguayo. ¿Cuál es su respuesta a esa pregunta? ¿Cómo ha impactado ALUR en Bella Unión y en los plantadores en particular?

DJELIL BRYSK:
La verdad es que fue un impacto muy fuerte desde la venida de ALUR en 2006. Yo estoy en la gremial de productores desde el inicio, y desde el momento en que el presidente Tabaré Vázquez habló en las escalinatas del Palacio Legislativo y habló de reactivar la producción de azúcar en Bella Unión la ciudad ha venido cambiando progresivamente. Nosotros siempre hemos mantenido lo mismo desde la órbita de los productores, Bella Unión ha cambiado sustancialmente la industria. Ha cambiado porque han hecho inversiones en todo lo que refiere a la fábrica de la antigua Calnu, la cual se estaba quedando vieja, estaba moliendo muy poco, y la gente de Ancap y de ALUR ha hecho inversiones para que de esa manera sea más efectiva y se pueda trabajar mejor.

JAE – Después que se sacó la protección al sector azucarero el área se redujo a unas 3.000 hectáreas y ahora se está apuntando a llegar a unas 10.000. Desde el punto de vista de los productores, ¿esto es una buena noticia?, ¿es un buen negocio plantar caña de azúcar hoy?

DB – Justamente, desde el año 2006 los productores le venimos diciendo a la directiva de ALUR, de Ancap y al gobierno nacional que este negocio sin una protección del tipo arancelaria, como la hubo durante 40 años en el sector azucarero de Bella Unión, no va a funcionar. Si hacemos un recorrido por los países del Mercosur, en Argentina el azúcar es protegida, en Chile tiene un 90% de protección, en Brasil es protegida a través del programa Proalcohol, en donde según algunas versiones de prensa se habla de lo que cuesta el azúcar en la frontera y eso es un engaño, porque el azúcar que llega a la frontera son excedentes de muy baja calidad que no se pueden comparar directamente con el producto azúcar.

JAE – Pero insisto: ¿para usted plantar más con el área que tiene, con el crecimiento que ha habido, es un buen negocio? Desde el punto de vista económico, como productor, ¿vale más la pena plantar caña de azúcar hoy que antes?

DB – Quiero hacer varias aclaraciones. Nosotros vivimos toda la vida en Bella Unión y es lo que sabemos hacer; tenemos todo un pueblo que vive de la caña de azúcar, tanto los plantadores como los trabajadores de la industria, los camioneros y todo el pueblo de Bella Unión. Acá se han intentado varios sistemas de reconversión y nada ha funcionado dado que las parcelas son muy chicas, el promedio es de 26 hectáreas, y es lo único que realmente hasta ahora ha dado frutos.

Antes de empezar esta cosecha tuvimos un conflicto donde estuvimos cortando el acceso a la planta de ALUR. Nosotros le venimos diciendo a las autoridades de ALUR y al gobierno que este producto hay que protegerlo. En la época que el azúcar subsistió durante 30 años se comparaba el precio de un kilo de azúcar con un kilo de carne, con un kilo de yerba; hoy un kilo de yerba vale 60 pesos, un kilo de carne cuesta un poquito más y un kilo de azúcar en una góndola de un supermercado cuesta 18 pesos. Nosotros siempre estamos haciendo el mismo cuestionamiento, el kilo de azúcar no puede valer 18 pesos en la góndola de un supermercado dada toda la cadena que tiene por detrás. Estamos hablando de trabajo uruguayo, de toda una cadena que implica desde que se planta la caña, se la cuida, se la produce y se la traslada al ingenio.

JAE – ¿Están perdiendo plata los productores?

DB – Hoy en día con el precio que tenemos estamos prácticamente empatando. Seguimos apostando porque creemos que este negocio es estratégico para el país, con el tema de la bioenergía estamos apostando a algo nuevo que es el etanol y la energía y nos quedan enormes expectativas. La directiva de ALUR siempre nos ha dicho que desde el momento en que la fábrica de ALUR empiece a producir etanol y energía se nos reconocerían los costos y nos podrían pagar un poco más por nuestra materia prima.

JAE – Gracias por este contacto. Seguramente lo vamos a retomar para hacer un análisis más profundo sobre esta realidad.

DB – Por supuesto, yo estoy a las órdenes y en Bella Unión todos tenemos todavía una enorme ilusión de que todo este proyecto de ALUR funcione de la mejor manera posible. Entendemos que falta un poquito más para los productores pero sin lugar a dudas Bella Unión en estos años ha cambiado con el impulso que le ha dado el Poder Ejecutivo.

JAE – A propósito del tema biocombustibles, El País publica que Ancap va a comenzar a mezclar etanol con naftas a partir del mes de setiembre. Se va a hacer en forma paulatina porque ya hay un cronograma con porcentajes determinados. Esto es sin duda algo relevante para los automovilistas, aunque se aclara que no va a impactar en los precios: la mezcla de etanol con combustibles no va a significar una disminución en los valores y tampoco se requiere una inversión en los autos que están circulando ni en las estaciones de servicio.

Vamos a ver otro enfoque sobre Bella Unión y sobre ALUR. Estamos con Jorge Roda, dirigente de la Unión de Trabajadores Azucareros de Artigas. ¿Para usted el emprendimiento de ALUR es positivo? Porque recién veíamos que los productores plantean una duda con respecto a la viabilidad del emprendimiento. ¿Cuál es el punto de vista de los trabajadores?

JORGE RODA:
Creo que para todos los trabajadores y para toda la sociedad de Bella Unión el emprendimiento de ALUR en la zona fue muy importante. No solamente le cambió la cara a una industria que venía en una decadencia importante en los últimos 20 años... En los gobiernos que se sucedieron le daban para atrás, no había inversión, de cerca de 10.000 hectáreas se bajó a 3.000 y estaba prácticamente para el knock-out. Asumió un nuevo gobierno y le dio una inversión muy importante, no sólo eso sino complementando con biocombustible y con energía eléctrica.

JAE – ¿Cuánta gente está trabajando hoy en la superficie plantada?

JR – En zafra estamos hablando de más de 1.500 trabajadores en el campo. Pero una cosa es el aporte –muy importante– que se hace a toda la agroindustria azucarera, y otra es la situación que tiene que ver netamente con los salarios de los trabajadores del campo.

JAE - ¿Por qué?

JR – Son bastante menguados, todavía no se ha recuperado lo que realmente el sindicato quiere recuperar para el trabajador del campo.

JAE – O sea, usted dice que con el aumento de la superficie hay más trabajo, hay más demanda pero que esto no se ha expresado en el bolsillo del trabajador.

JR – Está habiendo más trabajo, nadie lo puede negar. Más allá de los costos de los productores -eso es un tema de los productores, no de los trabajadores-, nosotros tenemos que velar por las condiciones de trabajo y la mejora en los salarios de los trabajadores rurales, esa es nuestra tarea. Pero estamos un poco lejos de lo que realmente tiene que ganar un trabajador tan sacrificado como el trabajador rural, en este caso el destajista o ‘peludo’ o el trabajador por hora, que trabaja en todo lo que tenga que ver en la zafra; desde los riegos, los cultivos, hasta el trabajo final que es el corte de la cosecha para enviar la materia prima.

JAE – ¿Cuánto gana un ‘peludo’?

JR – El ‘peludo’ es destajista; el promedio general de zafra del trabajador destajista es de dos toneladas y media por día.

JAE – ¿Cuánto le pagan por estos 2.500 kilos?

JR – El destajista gana en el entorno de los 360-400 pesos. El trabajador por hora gana 34,73 la hora, y nosotros consideramos que está lejos de un salario medianamente digno para el trabajador rural.