Entrevistas

Economista Gustavo Licandro (PN) reclamó frenar política de incremento de gasto público

Economista Gustavo Licandro (PN) reclamó frenar política de incremento de gasto público

Gustavo Licandro, asesor de la fórmula presidencial del Partido Nacional, señaló que si el gasto público no disminuye, el país irá camino a un endeudamiento público "cada vez más alto". Entrevistado por En Perspectiva, indicó que buena parte del crecimiento experimentado por el PBI uruguayo en el segundo trimestre de 2009 se explica por el incremento del gasto público y que este aumento del gasto y del endeudamiento fue posible por el mayor flujo de capitales a Uruguay, principalmente desde Argentina. Por otra parte, sostuvo que durante la actual administración el gasto corriente aumentó fuertemente y que un próximo gobierno debería iniciar la aplicación de una política que tendiera a que "en el mediano plazo se llegara al objetivo de no tener déficit fiscal".


(emitido a las 9.03 hs.)

EMILIANO COTELO:
La semana pasada será recordada por la dureza extrema que alcanzó el debate político entre los candidatos de los partidos. Pero al mismo tiempo el terreno económico trajo algunas novedades importantes, que también dieron mucho que hablar e incluso se colaron en la campaña electoral.

Por un lado, se conoció que el producto bruto interno (PBI) creció 0,5% en el segundo trimestre del año, y por lo tanto Uruguay quedó como uno de los pocos países del mundo que evitaron entrar en recesión, pese a la situación adversa que vive la economía internacional. El dato sorprendió a los analistas privados, ya que la mayoría había vaticinado una nueva baja del PBI en el período abril-junio, que se sumaría a la ya conocida del primer trimestre, que había sido de 2,3%.

En este escenario, el Banco Central del Uruguay (BCU) anunció que liberará una parte significativa de los fondos que los bancos públicos y privados están obligados a depositar en calidad de "encajes".

Pero mientras tanto, el dólar siguió bajando y terminó la semana en sus niveles mínimos de hace un año, por lo que el sector exportador hizo conocer su alarma y reiteró que desde su punto de vista Uruguay está perdiendo competitividad frente a las principales economías.

¿Cómo ve el Partido Nacional (PN) esta coyuntura económica?

Vamos a dialogar con el economista Gustavo Licandro, ex subsecretario de Economía en el gobierno del doctor Luis Alberto Lacalle, y hoy asesor de la fórmula presidencial blanca.

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EC - El PBI en el segundo trimestre del año creció 0,5% en términos desestacionalizados. ¿Lo sorprendió el dato?

GUSTAVO LICANDRO:
Fue una sorpresa buena y grata para todos que el producto que no hubiera caído en el segundo trimestre del año. Todos esperábamos una caída, incluso el gobierno esperaba una caída para el segundo trimestre, con lo cual un aumento del 0,5% en vez de menos algo –que también habría sido un número bajo porque hay muchos indicadores de que la situación internacional se viene recuperando– es una buena noticia.

JUAN ANDRÉS ELHORDOY:
Nunca quedó claro que el gobierno esperara una caída, más bien había dicho que la tendencia iba a ser al crecimiento, y que de repente el segundo trimestre iba a estar en 0, un poquito arriba, un poquito abajo.

GL - Correcto, pero más o menos un número muy pequeño es 0.

JAE - Marco el punto porque el gobierno siempre insistió –y marcó distancia de los analistas privados– en que Uruguay no iba a entrar en una etapa técnicamente de recesión.

GL - Correcto, para el segundo trimestre el gobierno esperaba 0%, no un crecimiento, y crecimiento para los trimestres tres y cuatro, que era lo que muchos esperábamos para el resto del año, un tercer trimestre 0 y un cuarto trimestre de crecimiento. Repito, es buena cosa que el producto ya haya cambiado su tendencia. Las causas son otras.

JAE - ¿Se confía en los datos?

GL - Yo personalmente sí, absolutamente.

JAE - Hay gente que llamó la atención con respecto a este punto. Usted confía, no tiene dudas con respecto al tipo de dato que da a conocer en este caso el BCU.

GL - Absolutamente, no tengo la más mínima duda de la idoneidad y la responsabilidad del BCU y sus funcionarios; si hay algún error o alguien tiene motivos para decir algo distinto, sería bueno que lo explicara. Repito, con respecto a los números es bueno, creo que el punto a entender ahora es cuáles son los factores que incidieron para que el producto creciera en el segundo trimestre.

JAE - ¿Cuál es su punto de vista con respecto a esto?

GL - Más allá de que hay que seguir profundizando en el análisis, el crecimiento del gasto público en lo que llevamos del año explica en buena medida el comportamiento del producto. Estamos hablando de un crecimiento del gasto de casi 5 puntos del producto, y los sectores que crecen son aquellos vinculados a actividades no transables, básicamente vinculados a gasto doméstico, a demanda interna.

JAE - El senador Isaac Alfie horas después de conocido el dato dijo que no había aumentado el PBI, sino que había aumentado el peso del Estado.

GL - El gasto público es peso del Estado, y efectivamente aumentó, y si aumenta, parte importante de eso o casi todo va a la demanda interna, y la demanda interna mantiene una actividad creciente en los sectores no transables –comunicaciones, transporte, comercio–, que son los que principalmente han crecido.

JAE - ¿Ese dato es bueno o malo, el hecho de que haya crecido el Estado? El ministro de Ganadería, Ernesto Agazzi, el sábado en el Prado lo puso como ejemplo, dijo: "Esto es lo que ha hecho el gobierno para contrarrestar la tendencia a una recesión".

GL - Si en los años pasados hubiésemos hecho las reservas necesarias para formar un fondo de política anticíclica, habría que haber hecho exactamente eso, se habría ahorrado una determinada cantidad de recursos –básicamente más reservas, menos deuda pública–, y hoy, cuando el mundo pasa por una fase recesiva, habría existido un aumento del gasto público para compensar esa contracción de la economía.

JAE - ¿No es política anticíclica lo que se aplicó?

GL - No se aplicó política anticíclica antes.

JAE - No se ahorró.

GL - No se ahorró, el 93% del aumento de recaudación que tuvo el país entre los años 2005 y 2008 se gastó, esos recursos no están. Si eso hubiese estado y ahora se gastara, el producto no caería o caería menos, ese es el comportamiento que uno debe esperar cuando en un país hay una regla de conducta fiscal o de responsabilidad fiscal, y a partir de eso se estructuran los fondos de políticas anticíclicas. Traducido al español, es lo que hizo Chile, que generó un fondo anticíclico de 20.000 y tantos millones de dólares, y en el año 2009 lleva colocados en el mercado entre cuatro o cinco millones de dólares en distintas reformas y en infraestructura.

El haber gastado más va de la mano con políticas anticíclicas. El tema es que estas no se están pagando con los recursos que la economía ahorró en los tres años pasados, sino con deuda pública que van a pagar las generaciones futuras. El punto es que en algún momento hay que empezar con la política anticíclica.

EC - En ese punto el gobierno argumenta y sostiene que buena parte de los países del mundo, incluidos los desarrollados, ha optado por endeudarse si era necesario para enfrentar una coyuntura como esta.

GL - No quiere decir que esté plenamente bien. Yo entiendo que lo correcto es lo que hicieron Chile y Brasil, que generaron recursos en la época de auge, guardaron la recaudación extraordinaria por el crecimiento extraordinario, entonces ahora vienen épocas de vacas flacas y ponen en el mercado esos recursos que ahorraron. Eso es una ley de conducta fiscal o de responsabilidad fiscal, como se llama en algunos países, y eso es la estructuración de los fondos de política anticíclica que deberíamos tener. En algún momento hay que empezar, se puede empezar en épocas de expansión, que es lo óptimo, porque uno empieza en la cresta de la ola guardando recursos, o en esta época. Pero si empezamos en esta época tenemos que tener la conducta, para que el producto no caiga, de ahorrar los recursos cuando vengan las épocas de vacas gordas para pagar la deuda que se asume ahora.

EC - En definitiva, otra de las afirmaciones del equipo económico, de los candidatos de la fórmula del Frente Amplio (FA), de los dirigentes del oficialismo que están haciendo campaña es que los augurios de los dirigentes y los economistas de la oposición no se cumplieron, que se habían vaticinado todo tipo de catástrofes a propósito del manejo que el gobierno había resuelto hacer de la economía, por ejemplo a partir del volumen del gasto público o de los aumentos de salarios que se habían avalado para entrar en vigor a mitad de año en los Consejos de Salarios, y nada de eso pasó.

GL - Ante todo –y el propio gobierno lo ha dicho–, el entorno internacional ha sido francamente mejor de lo que todos esperábamos. Si uno mira el comportamiento de las bolsas a nivel mundial, que es un termómetro de los niveles de riqueza y de recursos de las sociedades, claramente ha crecido cuando todo el mundo a principios de año esperaba una situación mucho más crítica durante todo el año.

Cuando los niveles de riqueza del mundo crecen, y empieza por los commodities, básicamente por los alimentos, la situación tiende a mejorar. Con lo cual, la situación externa para Uruguay por suerte ha mejorado, y todo indica que va a seguir mejorando y más rápido de lo que todos pensábamos.

Por eso uno debería esperar que este incremento del gasto para no entrar en recesión o para que la recesión internacional le pegue menos al país termine antes, porque el motor va a ser el resto del mundo, no el sector público con el gasto público, que en definitiva son impuestos que se cobran o deuda pública que pagan con impuestos las generaciones futuras, o en algún momento inflación, los viejos y tradicionales problemas de política cambiaria.

Entonces lo que hay que esperar es que si el resto del mundo se recompone más rápido de lo que se esperaba, como todo indica, la política de incremento de gasto público se frene. Eso es importante, porque si no se frena vamos camino a un endeudamiento público cada vez más alto.

EC - ¿No hay mérito en el manejo que el gobierno hizo de la crisis? ¿Usted dice que si los resultados fueron los que fueron la causa está fuera?

GL - No, el aumento del gasto público y del endeudamiento público fue posible por un motivo que nadie tenía en su agenda, ni el gobierno, y es que el flujo de capitales a Uruguay, principalmente de Argentina, ha seguido y ha aumentado este año. Cuando hay ingreso de capitales hay una mayor capacidad de endeudamiento, y esa mayor capacidad de endeudamiento ha sido bien utilizada para colocar deuda pública en las partes que los capitales argentinos hayan participado en eso, para incrementar la liquidez del sector financiero, que no tiene nada que ver con el gasto público pero implica más capacidad de crédito, básicamente en Uruguay crédito al consumo, que es gasto interno. Al aumentar el salario real, la capacidad de endeudamiento de la sociedad claramente también ha aumentado, con lo cual hay una diferencia con lo que todos esperábamos, que esperábamos que el flujo de capitales a Uruguay se frenara, pero no, gracias a la inestabilidad o a la imprevisibilidad de Argentina, ese flujo de capitales ha aumentado.

EC - Vuelvo a la pregunta: ¿qué análisis hace de la forma como el gobierno manejó esta situación?

GL - Con ese marco externo no veo equivocado el comportamiento del gobierno, me preocupa que el aumento del gasto se analice como estrictamente asociado a esta fase. Si no entramos en recesión, si la economía va a crecer, me gustaría ver no anuncios de seguir gastando como se están viendo, sino de empezar a desconectar los incrementos del gasto público, por motivos anticíclicos, en la parte que los haya, ahora, no el 1º de diciembre.

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JAE - A menos de 24 horas de conocido el dato del resultado del segundo trimestre del año en materia del PBI, el gobierno ajustó al alza su previsión de crecimiento para todo el año 2009. Lo hizo en forma muy rápida, y terminó afirmando que a partir de su proyección el crecimiento del PBI será de 1,2%. ¿Qué estimación maneja el PN?

GL - No estoy en condiciones de decirlo, porque estamos más en el diseño y el anuncio de políticas para adelante. Además todos estamos revisando las estimaciones que teníamos. Pero para que este crecimiento de 1,2% se cumpla, el crecimiento del tercero y cuarto trimestre tiene que ser relativamente alto. Ojalá así sea. Repito, si el gasto público se mantiene en los niveles en que está o sigue creciendo, puede ser 1,2% o puede ser más; si la recesión no llegó, si todo indica que estamos creciendo y el manejo de las cuentas públicas es responsable, la presión de crecimiento por el lado del gasto público debería ser menor; si es menor, puede ser este número o un poco menos. En definitiva todo lo que sea terminar 2009 sin caída de producto, como muchos estaban viendo en distintos niveles, es decididamente favorable.

   




JAE - El gobierno también corrigió al alza el crecimiento para 2010, que ya implica el próximo gobierno. Y lo subió bastante, lo colocó en 3,5%, por encima de la media histórica. ¿Esto qué puede significar en términos de aplicación de la política que está diseñando el PN?

GL - Las proyecciones que se estaban haciendo hasta ahora estaban en el entorno de 1,7, entre 1,5 y 2%. Repito: si la proyección de 3,5% es sobre la base de un gasto público creciente no se va a cumplir, por la sencilla razón de que implica seguir incrementando el endeudamiento público. Un crecimiento de 3,5% en el año es más o menos 1 punto del producto del crecimiento de la recaudación; venimos con un aumento en los últimos 12 meses en el entorno de 5 puntos del producto. Este camino es seguir endeudando el sector público uruguayo fuertemente.

JAE - En este escenario, con este crecimiento proyectado para 2010, ¿el próximo gobierno tendrá que ir por el lado de un ajuste del gasto, un ajuste fiscal? ¿Hay que hacer algún cambio con respecto al camino que ha adoptado este gobierno?

GL - Ajuste fiscal no porque todos esperamos crecimiento para el año que viene, para los años siguientes, después de la fuerte caída internacional a partir de octubre del año pasado. La materia no salarial del gasto público que ha crecido mucho, pero seguramente algunas cosas van a bajar, algunas por decisión y otras cíclicamente, como la inversión pública, que está en su fase más alta y expansiva. Por ahí la expresión ajuste fiscal no califica en términos de recortes fuertes de gasto y mucho menos incremento de impuestos.

EC - Es un concepto complicado de manejar en una campaña electoral, además.

GL - Lo es, pero es muy distinto recibir el sector público con un déficit fiscal de 7 puntos del producto y con una economía estancada, que con un déficit fiscal en el entorno de 3 puntos, en función del comportamiento del gasto, más allá de que la parte de ingresos va a mejorar con estas cifras de crecimiento. Y una cosa es tener inflaciones de más del 100% y otra cosa es una inflación por debajo del 10%. La economía se ha consolidado en los últimos 20 años con el inicio de políticas de preocupación en materia fiscal y de precios en los años noventa, por suerte.

EC - Concretamente, ¿cuáles serían las medidas a adoptar en un escenario como este en materia fiscal? El doctor Lacalle habla de recorte del gasto, al punto de que empleó la expresión "motosierra", y después se armó toda la complicación que se armó en torno a ese término. Lacalle dice que no se va a tocar lo que es inversión en políticas sociales, que eso se considera inversión, pero sí lo que es gasto. ¿Dónde se puede recortar, y con qué efectos en este contexto?

GL - Hay que identificar varias cosas. Todo lo que es gasto corriente no salarial o gastos no personales ha aumentado fuertemente; de hecho, además de la apreciación del peso, hoy está aproximadamente 1 punto del producto por encima de la media histórica, esos son los gastos corrientes.

JAE - ¿Qué incluyen?

GL - Papelería, teléfonos, electricidad; llamémosles los placeres del cargo, el gasto que no es salarial, ni pasividades, ni social, ni inversión. El comportamiento de la inversión pública en su conjunto también está por encima –en parte por ese crecimiento del gasto que hemos tenido este año–, y tiene movimientos cíclicos en función de la aprobación de determinados proyectos del sector público. Eso seguramente va a bajar, no importa el gobierno que sea.

Las empresas públicas pasaron de tener un superávit de más de 1 punto del producto como promedio a un déficit de magnitud similar. Ahí hay dos cosas, una parte es el costo energético y otra parte que son decisiones propias de las empresas públicas, pero hoy no se cuenta con información suficiente como para mirarlas. De todos modos, mirando los grandes números se ve que hay una serie de egresos del sector público que no tienen nada que ver ni con salarios ni con políticas de carácter social; hay que mirarlos y analizar qué se puede hacer con ellos.

EC - La pregunta es cuánto pesan en el conjunto del gasto como para que tocando allí pueda haber una rebaja significativa del gasto total.

GL - Un déficit de 3 puntos del producto, que va a ser menor si hay crecimiento económico el año que viene. Por lo pronto, con estos números del gobierno y aproximadamente 1 punto del producto de recaudación adicional y de las cosas que he comentado acá, hay mucho más de 3 puntos del producto. De modo que en 2010 perfectamente se podría iniciar la aplicación del diseño y de una política con una regla de comportamiento fiscal que tendiera a que en el mediano plazo el país con su media histórica llegara al objetivo óptimo de no tener déficit fiscal.

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JAE - Queda planteado el tema dólar. En los últimos días, en las últimas horas ha habido preocupación otra vez en el sector productivo, en el sector empresarial a propósito del dólar, un dólar que cayó 7% en dos meses, 22% en cinco años. Y ahí aparecen otra vez planteos sobre pérdida de competitividad del país. ¿Cuál es la postura del PN?

GL - Hay dos puntos a mirar. Uno que es de fondo y de mediano y largo plazo, pensando en la estructura productiva del país, que es pensar en la competitividad de Uruguay en términos de todos aquellos costos que por motivos regulatorios siguen por encima del resto del mundo. Son áreas que hay que revisar, hay que revisar los marcos regulatorios de manera que esos costos tiendan a ser competitivos con el resto del mundo, llámense energía eléctrica, combustibles, telecomunicaciones, con todos los instrumentos modernos en materia de comunicaciones.

Con respecto al corto plazo, el hoy, que es el que les duele al sector exportador y a quienes sustituyen importaciones, hay que tener presentes dos cosas. Una que creo que trascendió que no se va a modificar, que son las tasas en pesos que paga el BCU, que en diciembre, enero, cuando la inflación estaba subiendo y cercana al 10%, se subió a 10 puntos porcentuales. Desde aquel momento he venido diciendo que la inflación no es un problema en Uruguay, más allá de ese número mágico del 10% que desata otro tipo de cosas.

JAE - Las cláusulas gatillo de ajustes semestrales de salarios.

GL - Exacto, por tanto tenían razón en estar preocupados en ese corto plazo, pero la inflación iba a ceder, simplemente porque los precios de los sectores transables estaban cayendo a partir del 2 de octubre.

JAE - ¿Hoy en el corto plazo Uruguay tiene atraso cambiario?

GL - Atraso cambiario es una expresión complicada de entender. Es cierto que la competitividad de Uruguay ha bajado en los últimos dos meses.

JAE - ¿El dólar debería valer más de lo que vale hoy?

GL - Una medida que se podría tomar es bajar las tasas de interés en pesos que paga el BCU hoy cuando la inflación está debajo del 7%, y creo que va a terminar el año por debajo del 7%. De hecho hace varios meses que vengo diciendo que sería bueno bajarlas, porque eso entre otras cosas tiene como efecto un aumento en términos nominales del tipo de cambio, porque algunos pesos se van a ir a ese otro mercado.

JAE - ¿Usted permitiría una inflación algo más elevada para favorecer el tipo de cambio?

GL - No va a ser una inflación más elevada, simplemente las tasas de interés actuales son altas en términos de la inflación que tenemos y de la inflación proyectada. Las tasas pueden estar más bajas, y eso implica una expansión del crédito en moneda nacional y una mayor demanda de dólares en el mercado, por lo cual el tipo de cambio, por una razón estrictamente de mercado, debería estar un poquito más arriba. Pero esas son medidas de cortísimo plazo y simplemente para mantener ciertos equilibrios.

En el mediano plazo el dólar a nivel internacional se está debilitando y se va a seguir debilitando, básicamente porque Estados Unidos tiene un déficit fiscal espectacularmente alto y lo están financiando básicamente con expansión de la oferta de dinero, de dólares, con lo cual la inflación en dólares del mundo va a tender a subir. Hoy está todavía a niveles muy bajos porque el mundo está en una fase recesiva, pero va a subir, por lo tanto el dólar se va a seguir depreciando.

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JAE - ¿Tiene algún número? Recuerdo que José Mujica cuando era ministro de Ganadería dijo en un congreso de la Federación Rural: "Si el dólar no llega a 26 pesos, yo renuncio". El dólar está hoy a 21,80. ¿Tiene alguna estimación de a cuánto debería estar para que la competitividad del país, de las empresas, de los exportadores, estuviera en mejor nivel?

GL - Aun teniéndolos, esos números no se dicen, porque tenemos una política de tipo de cambio flotante, lo que hay que mirar son las decisiones que inciden sobre eso, por ejemplo las tasas de interés que paga el BCU. Todo depende de cuáles sean las proyecciones de gasto público, qué parte de ese gasto se va a financiar con impuesto inflacionario, etcétera, con lo cual salgo olímpicamente de tu pregunta.

EC - ¿Cómo vio la decisión del BCU de liberar una buena parte de los fondos que los bancos están obligados a depositar en calidad de encajes?

GL - Es una decisión correcta. La decisión contraria fue tomada en momentos en que el BCU necesitaba tener una política monetaria más contractiva, nuevamente creo que con un exceso de preocupación por el tema inflacionario. Pero la medida fue correcta, eso pegaba en su momento sobre la tasa de interés activa y la rentabilidad de los bancos. Hoy están tomando la decisión contraria, así que se debe esperar que los bancos recompongan su rentabilidad; dependerá de los activos que adquieran. Como decíamos, la liquidez del sector financiero es muy alta, con lo cual es dudoso que la oferta de crédito aumente, porque es liquidez sobre liquidez.

JAE - No es un problema de oferta lo que tiene el país hoy, en todo caso es un problema de demanda.

GL - No es un problema de fondeo, el fondeo está, se ve en los números de aumento de depósitos en el sector financiero. Esto tendrá alguna repercusiones en baja de tasa de interés activa, no sé de qué magnitud, y básicamente permite recomponer la rentabilidad de los bancos, que comprarán papeles públicos u otros papeles financieros; cada uno resolverá según su evaluación de riesgo. Pero la decisión es correcta y el efecto es este.

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Transcripción: María Lila Ltaif